Capítulo 4. Citas.
Esa misma mañana su madre le informo que las citas con los candidatos ya estaban agendadas. La cabeza le daba vueltas, pensando una y otra vez en lo mismo. ¿Cómo iba a elegir a su futuro esposo? Tenía que considerar al mejor, si no lo hacía ella, su madre tomaría la decisión por ella.
Rociaba las flores del jardín, intentando disipar todo lo que la tenía frustrada.
—Yujin.— Escucho la voz de su hermano menor.
—Jeongin, ¿qué pasa?.— Se giró a mirarlo.
—Escuche a mamá hablar sobre tus citas.— La joven torció la boca —¿En serio lo harás?
—Es lo que tengo que hacer, es la vida que me toca vivir.— Suspiro pesado.
—Pero, no serás feliz.— Jeongin curvo las cejas.
—No te preocupes por mí, estaré bien.— Despeino el cabello de su hermanito —Mamá y papá se van a asegurar de que sea un buen hombre el que cuide de mí.
—Puedes huir, hacer tu vida lejos.
—No es tan fácil Jeongin.— Sonrío levemente —Nuestros padres encontraron el camino correcto para mí, para mi vida. Lo harán también contigo.
—No es verdad.— Frunció el entrecejo —Me dejarán decidir, pero a ti no.
—Jeongin…
—¿Por qué no le exigen a Banryu qué se case?, es el mayor, debería ser él, no tú.— Yujin olvidaba que Jeongin ya no era tan pequeño. Se daba cuenta de todo lo que acontecía en su familia.
—El camino para Banryu son los negocios.— Respondió sonriente, tratando de no preocupar más a su hermanito.
—Yujin, ¿quieres casarte acaso?.— Le pregunto su hermano.
—Claro que quiere.— Los dos se giraron para encontrarse con el mayor. Banryu —Lo hará.
—Sí, lo haré.— Confirmo la joven.
—No deberías.— Jeongin protesto.
—Calla Jeongin, tú no sabes nada. Solo eres un niñato inmaduro qué no tiene idea que es lo mejor para nuestra hermana.— Banryu miro mal al menor por su imprudencia —Yujin, nuestros padres quieren lo mejor para ti.
—Claro.— Asintió.
—Personalmente, conoceré a tus pretendientes, no te entregaremos a cualquiera.— Banryu tomo las manos de su hermana —Te quiero.— Le dio un corto abrazo.
—También te quiero.
[…]
Dos citas, y ya sentía que no podía decidir. Le faltaba una.
—Hoy tendrás cita con Choi Minho.— Le dijo su madre, quien yacía parada detrás de ella cepillándole el cabello. Mientras Yujin yacía sentada frente al tocador —Es muy apuesto, es una gran oportunidad, si lo eliges.— No dijo ni una palabra.
Le trajeron diferentes atuendos, hasta que eligió uno. La maquillaron y peinaron.
—Te ves preciosa, mi niña.— Su progenitora sonreía de oreja a oreja al verla despampanante. —Señora, el joven llego.— Nana aviso con una seriedad intimidante. Ella, al igual que Jeongin, no estaba de acuerdo con lo que hacían.
—Enseguida bajamos.— Respondió Seojong. Nana solo se limitó a reverenciar y salir de aquella habitación. —Yujin, recuerda que debes comportarte al nivel de la educación, qué te hemos dado. No queremos que piense cosas erróneas de ti.— Su hija solo se limitó a asentir. Sin más demoras fueron a la planta baja, llegaron hasta la sala donde yacía el joven a espera de la señorita con la que ansiaba salir.
Los ojos de Minho brillaron al ver a Yujin aparecer en su campo de visión.
«Tan hermosa.», Pensó.
—Buenas tardes, señora Kang.— Se inclinó completamente mostrando respeto ante ella —Un gusto volver a verla.
—El gusto es nuestro, ¿verdad Yujin?.— Sonreía ampliamente.
—Sí, claro.
—Yujin, estás hermosa.— Se acercó para tomar la mano de la joven y depositar un beso en ella.
—Gracias.— Formuló una ligera sonrisa —Tú... tú te ves bien.— El joven soltó una ligera risa.
—¿El señor Kang?.— Pregunto dirigiéndose a Seojong. La madre de su amada.
—El señor Kang pide disculpas por no estar presente, es un hombre ocupado. Pero, si esta cita sale bien, podrás conocerlo pronto.— Informo Seojong al joven y este asintió.
—Entonces, vámonos.— Hablo Yujn con seriedad en el rostro — Entre más rápido mejor.
—Yujin.— Seojong la miro mal y después regreso la mirada a Minho sonriendo como si nada pasara —Está nerviosa.
—Entiendo.— Asintió el joven —Vámonos, Yujin.
Le extendió la mano, Yujin miro esta acción, pero, decidió darse vuelta y salir de la casa por su propia cuenta.
Ganársela sería más difícil de lo que creyó. Pensó Minho.
La señora Kang observó a su hija subir a aquel auto con una sonrisa en el rostro. El vehículo se puso en marcha y se fueron.
—Señora, me permite.— Nana pidió permiso para hablar.
—Claro que sí Nuri.
—No considero que sea bueno obligar a la niña Yujin a casarse. No es correcto, ella no es feliz, yo la quiero como una hija y…— Seojong endureció su semblante y la interrumpió.
—Pero no es tu hija, es mía. Así que te prohíbo opinar sobre este tema, no quiero que Yujin escuche esas ideas.— Nana se limitó a asentir y agachar la cabeza. No era más que una simple sirvienta, no podía hacer más.
—Discúlpeme, señora.— Reverencio y se fue directo a la cocina.
Mientras tanto, una seria e incómoda Yujin viajaba en el auto de aquel joven. Quien trataba de entablar una conversación con ella.
—Note que te gusta mucho leer.— Dijo el joven —Te traje esto.— Un libro quedo frente a sus ojos —Aún no sé con exactitud lo que te gusta leer, pero, espero que no odies el libro que elegí.
«MITOS GRIEGOS», decía el título.
—Gracias, la mitología griega es interesante.— Se limitó a decir, al ver que de eso trataba tal libro.
—Estuve pensando que podías leer algo, sería encantador escucharte.— El chico no despegaba la vista de ella, admirando cada facción de su rostro.
Yujin supuso que tal vez podría leer un poco. Después de todo, el joven estaba siendo caballeroso con ella. Así que tomo el libro y lo abrió en la primera página, comenzando con la lectura. Corto la lectura cuando el auto se detuvo y cerró el libro.
—Fue un deleite escucharte.— Minho la miraba de manera que era imposible ocultar lo mucho que le gustaba aquella jovencita.
—Fue un gusto leer para ti.
La puerta del auto fue abierta, el primero en bajar fue él, quien tomó la mano de Yujin para ayudarle a bajar.
Estaban frente a un hermoso kiosco, adornado con multitudes de hermosas rosas de diversos colores. Una elegante mesa en el centro con diferentes platillos para degustar.
—¿Te gusta?.— Minho se posicionó detrás de ella, pegándose lo suficiente para hablarle al oído.
—Es hermoso, ¿Por qué hay tantas rosas?.— Pregunto ella observando la belleza de aquel lugar.
—Pedí que lo adornaran para ti, me alegra saber que te gusta.— Ella no lo dijo, pero aquel gesto le había encantado.
Juntos entraron a aquel kiosco, el cómo todo un caballero le abrió la silla a la joven, para que esta tomará asiento. Minho rodeo la mesa y se sentó frente a ella.
Yujin observaba todo con detenimiento. Sus platillos y postres favoritos estaban aquí. ¿Cómo sabía él, lo que a ella le gustaba?
—Me tomé el atrevimiento de investigar tus platillos y postres favoritos. La señora Kang fue de mucha ayuda.— Se acomodó una servilleta sobre las piernas.
Yujin sabía que su madre no pudo haberle dado toda esa información por su propia cuenta. Así que, supuso que Seojong le había sacado información a su Nana, solo ella sabía todo lo que le gustaba.
—¿Tomás vino o champagne?.— Pregunto el joven.
—Vino.— Respondió ella.
Minho tomo una pequeña campanita haciéndola sonar, logrando qué un mesero apareciera. El cual lleno las dos copas de vino.
—Dicen que eres muy risueña, pero no te he visto sonreír hoy. Tal vez debí traer a Larry para verte hacerlo.— Estaba haciendo todo su fuerzo por romper el hielo con la joven, quería que ella entrará en confianza.
—Ojalá lo hubieras traído.— Se limitó a decir.
—Entonces… Te gusta viajar.— Yujin ladeo la cabeza, el joven ya sabia demasiado sobre ella. Eso solo significaba una cosa. Era el favorito de su madre, entonces lo supo, esto prácticamente ya estaba decidido.
—¿Por qué quieres casarte?.— Cuestionó ella.
—Me has gustado mucho desde que te vi en aquel parque. Fue una suerte encontrarte en Instant Marriage.— Respondió con una amplia sonrisa.
—¿Por qué no me invitaste a salir, en lugar de apuntarte en esa lista?
—Yujin, las cosas son más fáciles de esta manera. Solo espero agradarte, porque serás mi esposa.— Dijo determinante.
—¿Por qué estás tan seguro?, podría elegir a otro.
—Sabes que soy la mejor opción y al que tu madre quiere para ti. Tengo ventajas. Sé que serás mi esposa.— Una sonrisa retorcida adorno el rostro del atractivo joven —Así que, Yujin.— Se relamió los labios —Conoce a tu esposo.
—La que decidirá soy yo, no mi madre.
Minho no hizo más que divertirse con la falsa valentía de ella. Poco iba a durarle, pensó.
[…]
2 meses después.
—¿Entonces alguno te gusta?.— Pregunto su padre.
—No lo sé.— El tiempo se agotaba y ella no podía decidirse.
—¿Qué tal la cita de ayer, con Minho?, te llevo a Japón en su helicóptero.— Seojong estaba emocionada por ese candidato en específico.
—Ya conocía Japón, no es la gran cosa.— Rodó los ojos.
—Ve a darte una ducha y bajas para cenar con tu familia.— Seojong acarició el cabello de su hija.
—No tengo hambre.
—Aun así acompañaras a tu familia en el comedor.— Ordenó su padre.
Ella se paró y salió del despacho de su progenitor. Yendo escaleras arriba dirigiéndose a su habitación. Se tomó el tiempo suficiente para relajarse en la tina con agua tibia y lavar cada parte de su cuerpo.
Mientras tanto, el timbre de la casa sonó, y Nana abrió recibiendo al joven Choi Minho y su padre junto con él.
—Buenas noches, ¿los señores Kang?.— Pregunto Minho.
—Están en el despacho, los anunciaré, permítanme un momento.— Nana reverencio y se alejó.
Llegando a donde sus patrones, anunciando la llegada de los Choi. Estos le dieron la orden que los dejara pasar y así lo hizo.
—Buenas noches, señor Kang. Choi Minho, un honor conocerlo.— El joven hizo una completa reverencia demostrando su respeto al mayor.
—Choi Yonhun, padre de Minho.— Saludo este a los señores Kang.
—Mi señora.— Minho tomo la mano de la señora Kang para depositar un beso en esta.
—Un gusto, señora Kang.— Saludo el señor Choi.
—Tomen asiento, por favor, bienvenidos a mi hogar.— Junwoo les señaló las cómodas sillas frente a él, aun lado de su señora.
—¿Qué los trae por aquí?.— Seojong estaba intrigada.
—Verá, estoy aquí para apoyar a mi hijo.— Empezó Choi Yonhun —Minho está muy interesado en su hija, sabemos que existen otros candidatos a elegir. Pero, nadie mejor que mi hijo.
—Eso no se lo puedo discutir.— Acepto Seojong.
—Hace un tiempo Minho busca una esposa y él está seguro que quiere que su hija Yujin ocupe ese lugar.— El señor Kang levanto una ceja mientras el señor Choi continuaba —Su hija tendrá una buena vida y a ustedes les daremos 350 millones de wones.
—Tenemos entendido que está vendiendo acciones de su compañía. También las compraremos.— Agrego Minho.
—¿De verdad estás tan interesado en mi hija?.— Junwoo estaba más que feliz con la propuesta de aquellos hombres.
—Lo estoy, quiero a Yujin como mi esposa, señor Kang. Estoy dispuesto a cualquier cosa por ella.— La firmeza con la que Minho respondido, termino de convencer a Seojong.
—Tendría que pensarlo bien.— Respondió Junwoo.
Después de una larga conversación e insistencia de los Choi, el señor Kang estaba reconciderando todo.
A decir verdad, la propuesta era muy buena y a eso sumándole qué su hija quedaría con un hombre que le daría la vida de reina que se merecía.
—Cariño, necesito hablarte.— Seojong se acercó a su esposo y hablo bajo —Es una locura que no aceptes.
—Seojong, ¿crees que es el mejor para nuestra hija?
—Lo es, solo acepta. Te está haciendo una propuesta que no puedes rechazar.— Junwoo asintió a lo que su señora le decía. Cada uno volvió a su lugar, mientras los Choi esperaban respuesta.
—Aceptamos la propuesta y te casarás con mi hija.— Minho trato de contener la sonrisa al escuchar tan maravillosa noticia. La chica al fin sería suya.
—Le juro que no se va a arrepentir señor Kang.— Minho se paró y estrecho la mano de su futuro suegro —Señora, gracias.— Se volteó para estrechar la mano de la señora Kang.
—Gracias por la excelente decisión que acaba de tomar, señor Kang. Mi hijo es el mejor hombre para su hija.— Aseguro Yonhun.
En una de las habitaciones de la mansión estaba Yujin cepillando sí cabello para bajar a cenar con su familia. Unos toques se escucharon en la puerta.
—Adelante.— Dijo la joven.
—Querida, ¿estás lista?.— Su madre se paró detrás de ella.
—Sí, justo estaba por bajar.— Dejo su cepillo a un lado del tocador.
—Tenemos visitas y antes que nada vamos al despacho de tu padre.— Le informo.
Así lo hicieron, Yujin no hizo más que seguir a su madre. Al entrar al despacho, esta se llevó la sorpresa de ver a uno de sus pretendientes ahí.
—Yujin.— Minho llego hasta ella tomándole la mano depositándole un pequeño beso —Él es mi padre.
—Un gusto conocerlo.— Reverencio ella delante del señor Choi.
—El gusto es mío Yujin, ya veo porque Minho no deja de hablar de ti y de lo hermosa que eres, no mintió.— La joven solo bajo la mirada ante las palabras de Yonhun.
—Hija, toma asiento, por favor.— Obedeció a su padre sin decir nada.
Vio a su madre pararse a lado de su padre con una enorme sonrisa en el rostro.
—¿Qué pasa papá?.— Trato de mantenerse serena.
—No quiero darle vueltas al asunto.— Suspiro —Ya qué no podías decidirte, lo hicimos nosotros. Te casarás con el joven Choi Minho.— Aquello le cayó como balde de agua fría.
—¿Qué?.— Balbuceo sin poder decir más. Su expresión sin ninguna emoción dejaba en evidencia que no estaba feliz con aquella noticia.
—Organizaremos la cena donde pedirá tu mano oficialmente. La próxima semana…— Su madre se removió emocionada y camino hasta llegar frente a ella —Me voy a encargar que todo sea muy especial mi niñita.— Posó su mano en la mejilla de su joven hija dejándole leves caricias.
Yujin bajo la mirada y una lágrima traicionera se le escapó. El problema no era Minho, el problema era que ella no deseaba eso para su vida. Era muy joven para contraer matrimonio, pero, una vez más, solo callo.
—Claro que si madre, gracias.— Se limitó a decir.
—¿Me permitirían unos minutos con Yujin?.— Pidió Minho a lo que los señores Kang accedieron sin problema.
Los mayores salieron y dejaron solos a los jóvenes.
—No sabes lo feliz que estoy de saber que serás mi esposa.— Tomo las manos de Yujin —Te dije que lo serías.
—Una gran noticia.— Dijo sin una pizca de emoción —¿Cómo lograste que accedieran?
—Tus padres saben que soy la mejor opción.— Se limitó a decir —Nuestra boda será muy pronto, cariño.
—¿Por qué tanta insistencia para casarte conmigo?
—Ya te lo dije, me gustas. Las citas qué hemos tenido me confirmaron que eres la mujer que quiero como esposa.— Tuvo el atrevimiento de tomar su rostro en sus manos, acariciándole —Por desgracia es todo lo que puedo hacer, este simple contacto. Tu padre dejó muy claro que no puedo tocarte hasta estar casados.
Yujin bajo la mirada, clavándola en el suelo, mientras él llevó una de sus manos a su cintura, deslizándola hasta su espalda baja, deteniéndose ahí.
Se pegó a ella aspirando el olor de cuello. La deseaba, más qué a cualquier mujer con la que haya estado antes.
Si no fuera porque tenía un trato qué respetar con Junwoo Kang. Él la hubiera tomado justo ahí. Ansiaba tocarla y admirar su desnudez.
—Urge que llegue la noche de bodas, cielo.— Dijo al separarse de ella.
Yujin al recibir la noticia :(.
Dejo por aquí otra fotito de Minho😏.
Yujin tu puedes campeona, tendrás tu recompensa. :)
Opinión sobre el capitulo. Aquí.
Los tqm. Gracias por leer🥰
Vuelvo pronto, pronto.
Mon💜
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