Capítulo 3. Instant Marriage.
Yujin pedaleaba tan rápido como podía montada en esa bicicleta. Aún era de mañana, las 9:00 am para ser exactos.
Habían pasado ya tres semanas desde su regreso. Esto se estaba volviendo parte de su rutina.
La escurridiza Yujin con mucha suerte lograba escapar de su madre para montarse en aquella bicicleta, hasta llegar al parque al cual llegaba desde que aprendió a manejarla. Parte de su niñez y adolescencia las vivió en este mismo lugar.
Una de las cosas que amaba hacer era leer debajo de algún frondoso árbol, mientras la brisa fresca acariciaba su rostro, en esos breves momentos se sentía libre.
Al llegar bajo rápidamente de su modesto medio de transporte y la dejo recostada en el césped. Para correr y colocarse justo debajo del arce manchuriano, era el árbol qué más le gustaba, tenía un color que parecía la perfecta combinación entre el color rojo y naranja.
Tomo su preciado libro, el cual no había soltado en días. Lo amo tanto que lo estaba releyendo. Como era ya costumbre, se adentró en la lectura, y se olvido de todo.
Amaba adentrarse a los libros de esa manera, porque... Cualquier otra realidad era mejor que la suya.
Por otro lado, un joven paseaba a su hermoso golden retriever. Se puso de cuclillas para acariciar a su peludo amigo.
-¿Ya estás cansado Larry?.- Una ligera sonrisa se asomó en sus labios -Es suficiente, ¿verdad?, vamos a casa.
Justo cuando estaba decidido a ponerse de pie, giro el rostro y la vio. La misma chica a la que observaba leer debajo del mismo árbol de casi todos los días.
Suspiro aliviado, ya que tenía tres días sin haberse aparecido por ahí, pensó que quizás ella no volvería.
Se puso de pie y se perdió en su belleza, admirando con detalles las facciones delicadas de su rostro.
Mientras él se perdía en sus pensamientos por aquella bella joven. Una ardillita bajaba del árbol justo donde estaba Yujin. El olfato del canino detectó al pequeño roedor casi de inmediato. El peludo se puso en movimiento, tomando desprevenido a su amo. Haciendo que este soltara la correa.
-¡Larry, ven aquí!.- Gritaba el chico, pero su amigo no le obedecía. Larry corría desenfrenado, el roedor vio al canino acercarse a gran velocidad y volvió a subir de manera impactante. El canino se paró en dos patas sosteniéndose aún costado del frondoso árbol. Ladrando sin parar, interrumpiendo así a la joven que hace unos momentos se encontraba admirando de lejos su dueño. La chica se puso de pie y se acercó al canino.
-Hola amiguito.- Lo saludo y el canino dejo en paz al roedor, para abalanzarse a la joven chica, haciéndola tambalear.
-Larry.- El amo del canino llego hasta ellos.
Mientras Yujin reía por montones con el canino lamiendo sus manos.
- Basta ven aquí.- Volvió a tomar la correa del peludo.
-¿Es tuyo?.- Ella miró al chico. Él no pudo evitar sonreír, y viéndola así de cerca, noto que sin duda era toda una belleza.
-Sí, solo que es algo travieso. Y maleducado.- Se limitó a curvar levemente sus labios en una sonrisa.
-Oh no, verdad que no es cierto.- Se inclinó la fémina quedando a escasos centímetros del canino -Es hermoso, lo cuidas mucho.
-Algo así.- Asintió.
Su celular comenzó a sonar escandalosamente. Yujin miro la pantalla y abrió los ojos de golpe, su madre iba a matarla si llegaba tarde al siguiente compromiso al que tenían que asistir.
-Un gusto haber conocido a Larry.- La joven acarició al canino y este se deshacía en sus brazos. -Hasta luego.- Levanto su bicicleta lista para irse.
-Soy Minho.- No podía dejarla ir sin decirle su nombre y el saber el suyo -¿Y tú?.
-Hola Minho, soy Yujin.- Se montó en la bicicleta. -Espero algún día verlos por aquí. Adiós.
Se alejó poco a poco, y así el chico la perdió de vista. Pero muy dentro de él esperaba volver a verla.
La joven hija de los Kang llego hasta su residencia, bajando de la bicicleta, dejándola tirada. Para correr al interior de su casa.
Entro y llego hasta el despacho de su padre, donde yacían sus progenitores.
-Hola mi niñita.- La saludo su padre y ella le dedico una sonrisa.
-Yujin si sigues escapando así me vas a volver loca.- Se quejó su madre.
-Mira lo dice la qué me vuelve loca todos los días.- Rodó los ojos con fastidio.
-Desde que volviste eres muy irrespetuosa.- Su madre la miro con seriedad. -Pero no entraré ahora en esos detalles, hay mucho por hacer.
-Qué emoción, yuju.- Dijo sin un grano de ánimo en su sistema.
-Aún tenemos dos horas.- Seojong miro su reloj, el cual abrazaba su muñeca -Ve a ducharte, subiré en un momento.
-¿Saldremos?.- Pregunto la joven a su madre. -Así es, así que apresúrate y te ayudaré a arreglarte.- Yujin miro con molestia a su madre -Pero rápido.
Se dio vuelta de mala gana para regresar a su habitación.
[...]
Tal y como su madre le dijo minutos después subió a ayudarla, le escogió el atuendo perfecto y maquillo el bello rostro de su hija. Peinó su cabello dejándolo suelto.
Justo ahora el auto en el que las transportaban entro a un estacionamiento privado. Hasta que llego a una elegante entrada de un edificio lujoso.
El chófer bajo rápidamente para abrirles la puerta a las damas. La primera en bajar fue la señora Kang con una elegancia admirable, y detrás de ella su hermosa hija.
-¿Ya me vas a decir donde estamos?.- Pregunto Yujin con incomodidad mientras trataba de bajar un poco más la falda de su conjunto.
-Instant marriage.- Seojong hizo un ademán levantando un poco los brazos extendiendo las palmas de sus manos, haciéndolas bailar un poco con emoción y una sonrisa en el rostro -Aquí nos ayudarán a conseguirte un buen esposo.
Entraron al edificio sin siquiera darle la oportunidad a la menor de responder. Llegaron hasta la recepción y una de las empleadas rápidamente les atendió.
-Buen día, instant marriage. ¿En qué podemos servirle?.- Reverencio la empleada.
-Buen día, venimos a darle seguimiento al expediente de mi hija, hace poco introducimos sus datos en esta agencia.- Empezó la señora Kang.
-Claro que sí, el nombre de su hija, por favor.- La chica al escuchar el nombre completo lo tecleo en la computadora frente a ella. -Sí, hemos estado trabajando en su expediente. Tenemos algunos candidatos.- Yujin no podía dejar de ver la manera en que sonreía su madre ante la situación.
Mientras su madre se dedicaba a seguir armando todo el teatro en que ella sería la protagonista. Decidió alejarse un poco admirando la decoración del lugar. Tenían buenos gustos. Admiro con detenimiento unos preciosos jarrones, un poco inclinada.
Se enderezó queriendo dar la vuelta y al momento chocó contra el pecho de alguien. Levantó la mirada y lo vio.
-Qué sorpresa.- Aquel chico del parque estaba aquí. La miraba con una dulce sonrisa.
-¿Tú? .- No pudo evitar sonreír por la coincidencia -¿Qué tal está Larry?.
-Larry está muy bien, esperando verte pronto.- Respondió sin alejarse ni un centímetro de la chica.
-¿Qué haces aquí?.- Yujin se sentía intrigada.
-¿Qué haces tú aquí?.- Le respondió con una pregunta.
-Yujin vamos a ver a los candidatos, nos mostrarán algunas fotos.- Su madre se acercó a ella. -Oh, hola.- Saludo al joven.
-Hola, buen día.- Se inclinó haciendo una reverencia.
-Date prisa.- Le dijo Seojong a su hija y se alejó.
-Entonces vas a casarte.- La sonrisa del joven disminuyó.
-Eso quiere mi familia. Espero que ninguno de los candidatos quiera formalizar.- Bromeó con él. Aunque muy dentro de ella, sabía que en realidad eso quería, qué todo fuera una broma.
-Imposible, nadie rechazaría a una mujer tan hermosa.- Se sintió bastante nerviosa por aquel cumplido. Se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja y volvió a mirarlo con una sonrisa.
-Debo irme, cuida a Larry.- Se alejó de él.
El apuesto joven se acercó a la recepción y rápidamente lo abordó una empleada. La mujer estaba fascinada con la belleza del ejemplar frente a ella.
-Buen día, instant marriage, ¿en qué puedo servirle?.- Fue lo que dijo aquella chica.
-¿Quién es la chica que estaba aquí hace un momento?.- La empleada tecleo. -¿Va a casarse?.
-Aún no, pero están en busca de un buen hombre para ella.- Fue la poca información que le proporcionó.
-¿Cómo puedo hacer para estar en esa lista de candidatos?, me interesa conocer a la señorita.- Dijo con una pizca de desesperación.
Tenía que darse prisa, no quería que alguien con más suerte le ganara el lugar que desde ahora anhelaba. La empleada le dio la información correspondiente, y todo lo que tenía que hacer para que se le tomase en cuenta. No lo pensó demasiado y comenzó a leer todos los requisitos.
Choi Minho era uno de los solteros más codiciados por la alta élite en Corea del Sur. Proveniente de una poderosa y adinerada familia, nació en cuna de oro, igual que su chica, aquella que le había robado el aliento desde que la vio en aquel parque.
Su abuelo estaba ejerciendo presión sobre sus padres para hacerlo casarse. En realidad no le molestaba, si tendría toda la fortuna de su familia. Casarse no era un problema para él.
La única condición que puso fue que él elegiría a la mujer que sería su esposa. Porque si iba a casarse, al menos quería que fuera con una mujer que sintiera al menos atracción física.
Y la había encontrado, Minho no la iba a dejar escapar, ya se lo había propuesto. El hecho de encontrarla en "instant marriage" lo facilitó en gran manera.
Cuando la vio día tras día en aquel parque se propuso a que ella sería suya. De alguna manera la iba a conquistar. Era un alivio saber que las cosas serían más sencillas de lo que pensó. Sobre todo después de ver todos los requisitos. Aquellos requisitos que los padres de la chica habían escrito por ella. Y Minho cumplía con el perfil.
Una sonrisa curva sus labios después de terminar el trámite para verse con ella. Pronto tendría una cita, de eso estaba seguro.
Mientras tanto, pasaron horas mientras los empleados de "instant marriage", les mostraban fotos y el expediente de varios posibles candidatos a la frustrada Yujin. Ninguno le agradaba.
-Yujin basta, tienes que escoger uno.- Su madre estaba cansada de la negatividad de su hija.
Observó cómo una empleada entró y le dio una nueva información a la mujer encargada de la presentación de candidatos. -Tenemos un nuevo candidato y está ansioso por tener una cita con su preciosa hija.- Informó la mujer -Cumple perfecto con el perfil.
-¿Quién es?.- Seojong preguntó, ya que ella era la que mostraba más interés que su hija.
-Ahora mismo le muestro el expediente.- Al momento la empleada encargada comenzó a pasar en la enorme pantalla que estaba adherida a la pared todo el expediente del chico.
Seojong reconoció al joven de inmediato, Minho era hijo de empresarios muy importantes. Su familia estaba muy bien posicionada, tenían un alto estatus.
Aparte de todo era el heredero, guapo, alto, atractivo y con una sonrisa encantadora. La señora Kang estaba más que convencida que era la mejor opción hasta ahora.
Por otro lado, Yujin no podía creer que el tipo del parque se aprovechara de verla aquí para tratar de conseguir algo con ella.
Sintió un poco de decepción, ¿Por qué no intento cortejarla?, ¿Por qué no pudo hacer las cosas como un chico normal?, en vez de posicionarse en la lista de candidatos con los cuales la estaban obligando a elegir para casarse lo más pronto posible.
Por un momento pensó que Choi Minho era alguien agradable. Pero esto sin duda había restado muchos puntos para él. Aunque la joven ya había notado el entusiasmo de su madre por él
-Ya que mi hija no puede decidirse, voy a elegir a los tres mejores.- Seojong les brindó los nombres de los elegidos. -Pueden organizar las citas y veremos quién es mejor para mi niñita, ¿verdad mi amor?.
Yujin no dijo ni una sola palabra, bajo la mirada y se limitó a asentir.
Su madre terminó de ajustar algunas cosas con las empleadas y se retiraron del lugar.
Al llegar a casa, Yujin corrió a su habitación como ya era costumbre.
Al dejarse caer en la cama fijo su vista en el techo.
Ella lo sabía, sabía que cada vez estaba más cerca de que su vida se fuera al demonio.
Ojalá tuviera más valor, ojalá pudiera decir NO.
CHOI MINHO.🤤
Tqm. Gracias por leer🥰
Se me cuidan y vuelvo pronto jaja.
Mon💜
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