Capítulo 25. Diagnóstico Ara.
30 Abril 2018.
Yujin.
Estos últimos dos meses han sido difíciles, había llevado a Ara a multiples citas en el hospital, le realizaron múltiples análisis y me pidieron observarla en casa y así lo hice, incluso dormía con nosotros en nuestra habitación.
Después de darle un baño y ponerle un hermoso vestido, la llevaría una vez más al hospital. Hoy me darían un diagnóstico de lo que pasa con mi hija. Tenía miedo, pero sabía que mi amor por ella me iba a impulsar a ser fuerte y cuidarla como ella requería.
Una vez que estuvimos listas me subí al auto y Dongsun emprendió camino al hospital. Ara se durmió en mis brazos durante el camino, así que, la acomode sobre mi pecho. Su respiración lenta y su carita tan pacífica me llenaba de paz.
—No importa lo que nos diga el doctor...— Sonreí nostálgica —Voy a cuidarte y vas a estar bien mi amor.— Deje un pequeño beso en su cabecita.
Llegamos y con cuidado baje del vehículo, entre al edificio y me dirigí directamente al consultorio del doctor Chan. Gracias a que tenía cita previa me recibió rápidamente.
Tome asiento frente a su escritorio y el procedió a tomar asiento detrás de este.
—Buenos días señora Choi.— Saludo.
—Kang, mi apellido es Kang.— Lo corregí —Buenos días doctor Chan.
—Oh, disculpe.— Sonreí para que supiera que no había problema —¿Cómo esta mi pequeña paciente?— Ensancho su sonrisa al ver a Ara despertar de su pequeña siesta, con sus pequeñas manitos se tallaba sus ojitos.
—Bien, ha estado más tranquila y su respiración a mejorado.— Le informe —Aunque al dormir aún se le escucha un extraño silbido, ¿ya tiene un diagnóstico?
—Sí.— Respondió —Después de varias pruebas, análisis y haberla observado el tiempo suficiente. Puedo decir con seguridad qué la pequeña Ara padece de asma.
—Entonces, ¿mi bebé va a padecer de esos horribles ataques en su respiración toda la vida?— Fruncí el entrecejo, me sentía angustiada.
—Es difícil saberlo con certeza, pero hay casos de personas que fueron diagnósticadas con asma desde niños y al crecer los síntomas se vuelven casi nulos, para algunas personas los síntomas dejan de ser frecuentes, aunque no desaparecen del todo.— Mordí mi labio inferior por el miedo que sentía de que Ara pudiera empeorar —Tranquila Señora Kang, le daremos el tratamiento adecuado a su bebé para controlar el asma y ella va a estar bien. Por fortuna Ara tiene asma precoz transitoria, los bebés o niños menores de tres años que la padecen suelen tener al menos tres ataques de asma al año. Déjeme explicarle un poco más.— Una ligera sonrisa curvo sus labios.
El doctor Chan me explico detalladamente el padecimiento de Ara, mi pequeña padecía de asma. Es una enfermedad crónica que afecta a personas de todas las edades. Los ataques de asma impiden la funcionalidad normal del aparato respiratorio, se debe a la inflamación y la contracción de los músculos que rodean las vías respiratorias, las cuales dificultan la respiración. Puede causar síntomas como tos, sibilancias, falta de aire y opresión en el pecho, que pueden ser leves o graves dependiendo el tipo de asma, puede aparecer y desaparecer con el tiempo. La buena noticia es que el asma se puede controlar con un tratamiento adecuado.
También me explico que tendré que tener mayor cuidado con ella, al ser una bebé aún no puede pedir ayuda o externa lo que le pasa en caso de tener otro ataque.
Menciono que durante su crecimiento puede que este padecimiento le impida hacer algunas cosas como deportes qué requieran de mucho esfuerzo. Pero, eso se verá con el tiempo, ya que existe la posibilidad que los síntomas deparezcan conforme ella crezca.
El doctor Chan revisó de nuevo a mi hija, me hizo feliz saber de su mejoría y que con el tratamiento ella podría estar bien.
Después de que el doctor me dio la receta y me dio las indicaciones necesarias, salí de su consultorio y luego del edificio. Llegando al auto con una sonrisa, Dongsun abrió la puerta y subí al vehículo.
Mamá organizó una comida familiar, así que allá nos dirigiamos.
[...]
Entre a casa de mis padres con Ara en brazos, la primera en recibirme fue mi nana, casi corrió para poder cargar a Ara.
—Cada vez que la veo esta más hermosa.— Dejo un pequeño beso en la mejilla de mi hija —Es igual de hermosa que tú.
—Gracias nana.— Sonreí —¿Mi madre?
—Esta en el comedor.— Me informo y me dirigí a ese lugar de la casa.
Encontré a mamá organizando todo para el almuerzo, indicándoles a los empleados como debían acomodar todo. Se obsesionaba con que todo estuviera perfecto, sobre todo para los hombres de la casa, decía que ese era nuestro importante papel como mujeres del hogar.
—Mamá.
—Yujin.— Levantó la mirada con una sonrisa —¿Y mi nieta?
—Esta con mi nana.— Le dije —¿Puedo ayudarte en algo?
—Ya esta todo listo, en unos minutos vendrá tu padre y tus hermanos, junto con tu esposo.— Amplio su sonrisa —Invite a los Choi.— Me hizo saber.
—¿Por qué?— Todo atisbo de felicidad desapareció de mi cara.
—¿Algún problema con la familia de tu marido?— Frunció el entrecejo.
—Quise decir, ¿por qué no me avisaste antes?, le hubiera preparado a mi suegra un postre especial.— Tuve que fingir una sonrisa.
—No era necesario, tengo todo listo.— Dejo de observar la mesa para acercarse a mi —¿Qué te dijo el doctor?
—Ara padece de asma.— Hice una mueca.
—¿Minho lo sabe?
—Fui sola a la cita médica, se lo informaré más tarde.— Respondí sin querer alargar el tema.
—Mi nieta va a estar bien, el asma es controlada con un tratamiento y por fortuna su padre va asegurarse que su pequeña princesa esté bien.— Esa era mi madre, siempre adulando a Minho. Como si yo no hubiera hecho todo lo posible para que mi hija esté bien, la cuide noches enteras y lo seguiré haciendo. Pero, no es nada a diferencia de lo que hace Minho, según mi madre. No tenía ningún sentido reprocharle eso, ella siempre encontrará la manera de hacer que los hombres de la familia sobresalgan por encima de nosotras.
—Sí, claro.
—Vamos con Nuri, que necesito cargar a mi preciosa nieta.— Dijo mamá caminando en dirección a la sala, mi nana estaba sentada en uno de los sofás jugando con Ara —Dámela.— Le ordenó mamá y ella al momento se paró para entregársela —Cada vez más bonita.— Expresó mamá observando a mi bebé —Tiene los ojos de su padre.
—Eso suelen decirme.— Sonreí —Quiero festejar su primer año.
—Te ayudaré con la organización, tenemos que celebrar el primer año de vida de mi nieta a lo grande.— Sabía que mamá iba a ayudarme para que la fiesta que tenia pensada fuese memorable, algo de lo que no podía dudar era lo mucho que todos adoraban a mi hija.
Mamá se tomó el tiempo de pasear a Ara por el jardín, hablarle sobre mi y como era de bebé a la misma edad que ella. Aquella escena fue suficiente para sacar mi celular y capturar una fotografía de ellas dos juntas. Mamá al percatarse de eso me pidió tomar otra para permitirle posar adecuadamente para la foto.
Le pedimos a nana que nos tomará una foto a las tres juntas y después tome una selfie para incluirla a ella, porque para mi era una de las personas más importantes, la concideraba mi segunda madre.
Les mostré las fotografías y reímos un poco al verlas, serían bonitos recuerdos para enseñarle a Ara cuando creciera.
En menos de dos minutos las voces de mis hermanos, mi papá y mi esposo se hicieron presentes. Detrás de ellos llegaron los Choi.
Todos se saludaron, Minho se acercó a mi y dejo un corto beso en mis labios.
—Hola mi estrella.— Dijo al separar su boca de la mía y me limite a sonreír —¿Cómo esta mi princesa?— Minho puso sus manos frente a él y Ara le extendió sus pequeños brazitos entendiendo que papá le pedía permiso para cargarla —¿Extrañaste a papá?, yo sé que si mi amor.— Beso las rosadas mejillas de nuestra hija. —¿Qué te dijo el doctor?— Preguntó, pero no quería hablarlo justo aquí tendría que esperar a llegar a casa.
—¿Podemos hablarlo en casa?— Pedí y asintió.
—Yujin, que bonita estas, la maternidad te ha sentado bien.— Mi querida suegra se acercó y reverencie delante de ella.
—Hola, un gusto verla y gracias suegra.— Sonreí.
—Mi amor, ¿Cómo estás?— Beso las mejillas de su hijo y procedió a hacer lo mismo con Ara.
—Estoy bien mamá, ¿tú cómo estás?— Minho miraba a su madre con una sonrisa en el rostro.
—No me quejo, aunque mis hijos varones no me visiten a menudo.— Expreso con desdén.
—Lo lamento, he estado ocupado.— Se disculpo con su progenitora —Prometo visitarte más seguido.
—Dejame cargarla.— Minho se la entrego y Ara parecía no agradarle, empezó a jadear indicando que en cualquier momento se desataria en llanto, extendía su manito hacia su padre la abría y cerraba indicando que quería volver a sus brazos —Tranquila mi vida, soy tu abuela, tranquila.— Acariciaba su cabello tratando de calmarla.
—¿Dónde está mi sobrina hermosa?— Gamri se acercó trayendo consigo a Jeongin, ella no soltaba la mano de mi hermano —Cada vez más linda, ¿no te parece?— Volteo a mirar al menor de los Kang, por él que estaba enloquecida.
—Hermosa, como su mamá.— Expresó Jeongin dirigiendo su mirada a mi —Hola hermanita.— Se soltó del agarre de Gamri y acorto la distancia para abrazarme.
—Hola Jeon.— Lo abrace fuerte y bese su mejilla.
—Un bebé que se parezca a ti sería hermoso.— Gamri volvió a tomar la mano de mi hermano, Jeongin se veía realmente incómodo. Se que aun mantenía una relación con Sarah, la chica extranjera y se perfectamente que él corazón de mi hermano le pertenece a ella. La única razón por la que no la había traído a casa es porque mis padres no la aceptarían jamás. Asi qué Jeongin prefiere evitarle la humillación a su amada.
—No lo sé.— Respondió un tanto serio y volvió a soltarse de ella —Disculpame.— Se dio la vuelta para perderse en uno de los pasillos de la casa.
Quería ir detrás de mi hermano y poder conversar un poco con él.
Pero nuestra madre anuncio el inicio del almuerzo invitando a todos a pasar al comedor.
Minho tomo mi mano y juntos fuimos directo a dónde mi madre nos quería.
Mi suegra y Gamri seguían tratando de hacer reír a Ara, pero ella parecía no estar cómoda con ellas hoy.
No es que todo el tiempo las deteste, solo de vez en cuando. Pero, mi pobre bebé no puede evitar la cercanía de esas dos, están enloquecidas con ella desde que nació. Ara es una Choi, la primera nieta y eso los tenía con emociones al tope.
—Parece que hoy no está de humor la pequeña Ara.— comento papá, al ver qué no lograban sacarle una sonrisa.
—Ha sido un mes difícil para ella.— dije al recordar las dificultades de salud que enfrentó mi pequeña hija.
—¿Todo bien?.— asentí a la pregunta de papá.
—¿Dónde está Jeongin?— Gamri pregunto, ya se había tardado en hacerlo. Cuando ella y mi hermano menor están en el mismo lugar, es como un radar con él.
—Nuri, ve a buscarlo.— ordenó mi madre, en ese mismo momento Gamri se paró llamando así la atención de todos.
—Si me permite puedo ir a buscarlo yo, señora Kang.— sonreía fingiendo inocencia. Se qué solo quería un momento a solas con mi hermano.
—Si, claro...— interrumpí a mi madre.
—Puedo ir yo, no te preocupes Gamri.— Igualmente deje mi asiento. Ara comenzó a llorar e inmediatamente dirigí mi mirada a ella.
—Tienes que atender a mi sobrinita, yo voy no te preocupes.— antes que pudiera responder ella ya estaba fuera de mi vista y volví a sentarme, al ver a mi nana caminar hasta mi para entregarme a mi bebé.
—Jeongin es un gran chico, que poco a poco se convierte en un gran hombre.— alago Choi Dulmi, mi suegra —Gamri y él se ven muy bien juntos.
—Agradezco tus palabras para mi hijo— mamá sonreía —Sin duda tu hija es muy linda.
—Seria fascinante que nuestras familias estuvieran doblemente unidas.— la progenitora de mi esposo trataba de juguetear con las palabras —Primero fue con Yujin y mi querido Minho, ahora podría ser con Jeongin y Gamri.— tiro el dardo al aire. Solo para que mis padres empezarán a considerar a su hija como esposa para mi hermano menor.
—Gamri es dos años mayor.— dije para romper la burbuja de mi suegra. Definitivamente no quería ver a mi querido Jeongin casado con la nefasta de mi cuñada.
—Lo sé.— fingió una sonrisa, pero sabía que no le había agrado nada lo que dije —Pero no es tanta la diferencia de edad, mi hija podría hacerlo feliz.
—Mamá.— Minho llamo a su madre y negó con la cabeza para hacerle saber que tenía que detenerse con lo que estaba haciendo.
—Harian una linda pareja.— inmediatamente voltee a ver a mi padre al escucharlo decir aquello.
—¿Verdad que si, consuegro?— Dulmi volvió a sonreír emocionada.
—Sí.— asintió papá —Pero, Jeongin aun es joven y tiene que terminar la universidad.
—Tiene toda la razón, aún no está completamente preparado.— opino Minho mirando a su madre.
—Ya se tardaron.— menciono Banryu cruzado de brazos.
—Nuri, por favor ve...— mamá dejo la frase a medias cuando los vimos aparecer —Al fin, es hora de disfrutar de un delicioso almuerzo.
Jeongin se sentó a mi lado, evitando a toda costa estar cerca de Gamri, lo notaba más incomodo de lo usual.
Estaba segura que algo había pasado en ese corto tiempo en que ella fue a buscarlo.
[...]
El almuerzo transcurrió tranquilo, entre modestas conversaciones y alardeo de las dos familias.
Dejamos el comedor una vez que terminamos de comer.
Mi papá estaba aprovechando el poco tiempo disponible en este momento para jugar un poco con su nieta. Se veía feliz con Ara en sus brazos.
Mamá y la señora Choi estaban adentradas en una conversación sobre sus hijos menores, parecían adorar la idea de casarlos y eso no me gustaba nada.
Por otro lado, estaba Minho y Banryu hablaban sin parar entre ellos. No estaba cerca porque mi esposo me lo pidió, decía que era plática de hombres. Así que, aproveche para acercarme a Jeongin quien estaba en un rincón del jardín mesiendose en uno de los columpios que habían en este. Estaba pensativo, me preguntaba que pasaba por esa cabecita suya.
Gamri estaba con su madre y me pareció un milagro que dejara respirar a Jeongin.
—Hola.— me senté a su lado y le dedico una sonrisa leve.
—Hola Jin.— Así me decía de cariño.
—¿En qué piensas?
—En Sarah.— Dijo sin rodeos.
—¿Qué pasa con ella?— parecía afligido.
—No sé si notaste que no le dirigi la palabra a mamá en lo que va del día.— asentí —Fue a mi universidad y se encontró a Sarah por casualidad. Le dijo cosas horribles.— su mirada estaba apagada, sabía que esto realmente le afectaba y que mamá había cruzado la línea.
—¿Qué le dijo?
—La llamo interesada y dijo que era una pu...— Suspiro sin terminar de decir la última palabra —No quiero decirlo, espero sepas a lo que me refiero.
—Lo sé.
—Le exigió alejarse de mí, se atrevió a decirle que yo solo quería acostarme con ella y después la dejaría porque jamás iba a formalizar una relación con una ramera extranjera.— En su voz se notaba una mezcla de enojo, tristeza y preocupación —Esas fueron sus palabras exactas.
—Mamá fue demasiado lejos.— Fruncí el entrecejo.
—Le grite ayer, le dije que estaba arto que quisiera controlar mi vida.
—Tiene que dejar de hacerlo.
—No lo hará Yujin.— dejo salir un pesado suspiro —me dijo que todo lo que tengo es gracias a ella y a papá, que sin el apellido Kang no soy nadie. Y que si quería que siguiera pagando mi educación y no perder mis privilegios más me valía dejar a Sarah.— un sollozo salió de sus labios, volteo a mirarme a los ojos, los suyos ya estaban desbordandose reflejando cuánto le dolía la situación —No quiero dejarla, yo la amo.
—Jeon, no sabes cuánto me duele verte así.— Lo atraje hacia mi refugiandolo en mis brazos —Nuestros padres no les importa nuestra felicidad, solo la buena reputación del apellido Kang.
—Papá estuvo de acuerdo con ella— Sollozo —Los odio, los odio tanto.— lloraba entre mis brazos, con su cabeza recostada en mi pecho —Sarah es lo mejor que me ha pasado, ella me hizo sentir amado y vivo. Me hace reír y alegra mis días con solo sonreír.
—Ella es maravillosa y yo la quiero por hacerte feliz y amarte.— Sonreí con nostalgia —No renuncies a ella, aunque sea difícil Jeon.
—Mamá me amenazó.
—Hablare con Minho y...
—¿Crees qué va ayudarme?, escuchaste a su madre y a la nuestra, están hablando sobre comprometerme con Gamri.— no respondí, es verdad que parecían muy emocionadas con esa idea —Gamri no deja de hostigarme, ¿Crees que Minho va ayudarme si rechazo a su hermana?
—Yo se lo pediré.
—No nos engañemos, él no lo hará.— no podía contradecirlo, Gamri era la menor y la adoración de esa familia Choi porque al igual que yo era la única hija mujer. Minho la cuida con su vida.
—¿Qué quieres decir con que "Gamri te hostiga"?
—Ella ha intentado seducirme.— confesó y me sorprendí —Hace rato que subió a buscarme, me beso, me tomo desprevenido.
—No creí que fuera tan intensa.
—Lo es— se notaba cuan cansado estaba de la situación —Tambien se ha ofrecido a mi en el ámbito sexual.
—¿Le dijiste que no estás interesado en ella?
—Lo hice, pero parece no captar el mensaje, no puedo seguir permitiendo que pase esto. Hablaré de nuevo con ella y seré más directo.— estaba de acuerdo con él —No se que haré con Sarah.
—Pueden llevar su relación más discreta, para que mamá no sospeche.— Le aconseje
—Creo que tienes razón.— volvió a sonreír un poco —Hablare con ella mañana.
Parecía esperanzado, deseaba que pudiera salvar lo que tenía con Sarah, ella le había abierto un nuevo mundo a mi hermano en el cual era feliz y eso era suficiente para mi.
[...]
Llegamos a casa después de un largo día de convivir con nuestras familias.
Días como estos me drenan toda la energía, tener a los Kang y a los Choi en el mismo lugar era demasiado.
Pero no tenía opción más que soportarlo.
Ara se había dormido en mis brazos y con mucho cuidado la acosté en la pequeña cuna que había mandado a poner en nuestra habitación matrimonial. Minho no estuvo de acuerdo al principio, pero no se opuso cuando le expliqué que Ara aún es demasiado pequeña y por lo que pasó recientemente quería tenerla cerca para cuidarla mejor, al menos por ahora. Conforme crezca podrá volver a su habitación.
—Se ve tan linda durmiendo.— dijo Minho detrás de mi —es un ángel.
—Si, lo es.— sonreí ligeramente.
—¿Qué dijo el doctor Chan?— pregunto. Me gire para verlo a la cara y suspiré.
—Ara padece de asma.— le informe cruzada de brazos —El doctor Chan me explico todo lo que tenemos que saber.
Me tomé el tiempo para explicarle detalladamente el padecimiento de nuestra hija. Parecía comprender todo lo que le dije y lo noté pensativo.
—Ella va a estar bien, voy a cuidarla y con el tratamiento el asma estará controlada.— mire directo a la cuna donde se encontraba profundamente dormida.
—Lo lamento.— dijo cabizbajo.
—Esto no es culpa de nadie, no podemos controlar que estás cosas pasen.— trate de animarlo.
—Esa noche que no llegue a cenar como te lo habia prometido, estaba con ella.— confesó y sentí una puntada de dolor en el pecho —Miriam Stoms, ella insistió en ir a una discoteca de Seúl y acepte.
—Por eso llegaste ebrio.— asintió.
—Perdoname.— tomo mis manos resguardandolas en el calor de las suyas —Debí venir a casa como te prometí.
—¿Paso algo más con ella?— pregunté a pesar de que no quería saberlo.
—Me beso.— confesó y baje la mirada —Pero la aparte de mi, no iba a permitir que pasará algo más.
—¿Lo prometes?, ¿prometes que no la tocaste?— un sollozo escapó de mi boca y un par de lágrimas traicioneras se deslizaron por mis mejillas.
—Lo prometo por nuestra hija y por ti que son lo más preciado que tengo en la vida.— beso mis manos —No me acosté con ella, no iba a permitir que las cosas llegarán a ese punto.— acaricio mi mejilla —Has sido la única mujer en mi vida desde que nos casamos.
—¿Si te cansas de mi?
—Eso no pasará, no podría cansarme de ti jamás.— se acerco lo suficiente para dejar un suave beso en mis labios —Te amo mi estrella.
—Yo también te amo.— sonreí sobre sus labios —Te perdono.
—Gracias mi estrella.— volvió a besar mis manos.
—Me llamas así desde que nos conocimos, ¿por qué?
—Eres la brillante y hermosa estrella que ilumina mi vida. Esa es la respuesta.— me refugie en su pecho y dejé que mis miedos se calmaran en sus brazos.
Puesssss...
Así las cosas con los Choi y los Kang.
Espero poder hacer más capítulos así, en estos capítulos podrán conocer más sobre el pasado.
Cosas buenas y cosas no tan buenas.
Gracias por leer😚
Mon💜
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