27 septiembre 2017.

                             Yujin.

Pasaba los días y las horas admirando a mi bebé, estaba completamente enamorada. Mis ojos jamas habían mirado algo tan hermoso como ella.

Ara, mi pequeña y hermosa Ara.

Cuando mi madre la vio enloqueció de ternura, no ha parado de venir a verme, traer regalos y arrullar a su pequeña nieta.

La madre y hermana de Minho, estaban emocionadas, adoraban a mi hija. No dejaban de traer regalos cada día.

Ambas familias estaban sumamente felices de tener a su primera nieta.
Estos últimos días no estábamos solas, venían a visitarnos seguido.

Aunque no dejaba que la cargarán por mucho tiempo, quería tenerla solo para mi.

—Mi nieta es hermosa.— Mamá estaba cargando a Ara —Fuiste muy valiente en el parto.

—Gracias mamá.

—Le diste su primogénita a Minho, esta muy feliz.— Dijo mi madre —Eso es importante, ahora su matrimonio será más fuerte.

—Eso espero, quiero darle lo mejor a mi hija, quiero que tenga una familia unida y feliz.

—La tendrá, solo tienes que poner de tu parte y ser una buena esposa.— Ya había perdido la cuenta de las veces que mamá me decía lo mismo —¿Ya decidieron quienes serán sus padrinos?

—Aún no.— Negué —Quiero que su madrina sea Hyori, pero a Minho no le agrada la idea.— Con la expresión de mi madre sabía que a ella tampoco le parecía buena idea.

—Hyori es una chica dulce y buena hasta cierto punto, pero creo que por la mentalidad que tiene no sería una buena madrina para mi nieta.— No me sorprendía que ella pensara eso.

—Como estan mis hermosas mujeres.— Minho entro a la habitación.

—Minho, querido.— Mamá no demoro en pararse con mi bebé en brazos para saludar a mi esposo.

—Mi señora.— Beso la mano libre de mi madre.

—No esperaba que vinieras tan temprano.— Sonreí al verlo llegar.

—Hice espacio en mi agenda, quiero estar con mi hija y mi esposa.— Dijo mientras cargaba a la bebé.

—Qué lindo de tu parte, sobre todo porque sé la apretada agenda que tienes, igual a la de Junwoo.— Comento mamá.

—Sí, la verdad es que tenemos muchas cosas por hacer, pero siempre tendré tiempo para mi familia.— Dio un besito en la frente de Ara.

—Gracias por darnos este tiempo a nosotras.— Me sentí feliz al saber que realmente le importabamos.

—Te amo mi estrella.— Volteo a mirarme con una sonrisa cerrada.

Mamá admiraba la escena de mi pequeña familia de tres. Sabía que ella estaba complacida de ver que lo que soñaba para mi futuro, hoy era una realidad.

Actualidad...

                           Jackson.

Acababa de llegar a casa de mis padres, les había prometido venir a desayunar y almorzar con ellos ocasionalmente.

Ser el hijo único del matrimonio Wang, tenía sus desventajas. La responsabilidad recae solamente en mi.

Cuando lo pienso, me hubiera gustado tener un hermano o hermana, no solo para que me ayudara con papá y mamá, también para saber que se siente tener a alguien más.

He escuchado que la relación de hermanos es de las mejores que existen, claro que cada caso es diferente, pero normalmente suele ser buena. No lo sabre jamás me temo.

—Pequeño Jack, su madre lo espera en el gran comedor.— Me dijo Neyi, mi nana desde que tenía un año.

—Gracias nana Neyi.— Sonreí —Pero nana, ya no soy tan pequeño, ¿sabes?

—Aunque te creas un hombre, siempre serás ese niño pequeño que entraba a hurtadillas a la cocina para robar mis galletas con chispas de chocolate.— Se cruzó de brazos con una sonrisa en el rostro.

—En mi defensa, solo me dabas dos galletas por día, quería más.— Le dije y la escuche reír.

—Demasiada azúcar, tenía que cuidar tu alimentación tal como tu madre decía.— Respondió.

—Lo sé, gracias nana.

Me di vuelta para ir con mi madre, necesitaba abrazarla. Quería sentir su calor y que me diera esa paz qué solo siento cuando estoy en sus brazos.

La vi terminando de acomodar algunas cosas sobre el comedor y no dude en acercarme.

—Madre.— Ella levantó la mirada clavandola en mi.

—Mi amor, si viniste.— Me incline para dejar que me abrazara y yo imite su acción, al separarnos me beso las mejillas repetidas veces.

—Dije que vendría, soy muchas cosas madre, pero no un mentiroso.— Le dije —Un Wang mantiene su palabra.

—Qué buen hijo eduque.— Acarició mi mejilla.

—¿Donde esta papá?— Pregunte al no verlo.

—Esta arriba, lo deje dormir un ratito más, ha estado cansado últimamente, aunque no lo quiera admitir.— Era algo común en papá, hacerse el fuerte y no decirnos como se sentía realmente —Se que no sientes que tu lugar sea la empresa y lo entiendo cariño, pero tu padre te necesita. Tal vez podrías hacer un tiempo para ayudarlo en la empresa.— Esa mirada, no podía negarle nada, todos tenemos un punto débil, el mio era mi madre.

—Esta bien, lo haré.

—Gracias hijo.— Parecía más tranquila con mi respuesta. Se dirigió a la cocina y minutos después regreso con una bandeja en las manos, acompañada de las empleadas de la casa, quienes traían otros platillos —Te prepare los dumplings de res y calabaza qué tanto te gustan.

—¡Ufff, que rico huele!— Me talle el estómago, el olor de los dumplings preparados especialmente por las manos de mi madre me despertaron el apetito. Los mejores del mundo son los que ella prepara.

—Buenos días, familia.— Papá apareció tomando su lugar en la mesa.

—Buenos días mi amor.— Mamá dejo sobre la mesa la bandeja con los dumpling.

—Buenos días papá. Que gusto verte.

—Que gusto que viniste a desayunar, cumpliste con tu madre, bien.— Asintió en modo aprobación.

—Un Wang siempre cumple su palabra.— Le dije el lema que me enseñó desde pequeño.

—Desayunemos entonces y demosle a tu madre la felicidad de estar juntos.— Papá amplio su sonrisa.

—Muero de hambre.— Mire los dumplings.

—Sabia que así se te iba a despertar el apetito, los dumpling siempre han sido tus favoritos.— Mamá sonreía mientras dejaba un par de dumplings en mi plato —Quiero que te comas todo, te veo más delgado, ¿no comes bien normalmente?

—Si como, solo que a veces me ocupo y se me pasa la hora del almuerzo. Pero, cuando me desocupo lo hago.

—No te saltes las comidas del día Jack Jack, no quiero que enfermes. ¿Me oyes?— Asentí y mamá se sentó frente a mi —Tal vez deberías regresar a vivir con nosotros, podría asegurarme que te alimentes correctamente y que comas cosas que te nutran de verdad.

—Mamá, estoy bien, no voy a saltarme las comidas otra vez, voy a alimentarme correctamente, ¿si?— Le asegure —Puedo cuidarme solo, ya no soy un niño pequeño mamá.

—Pues no me lo parece, a veces actúas como niño pequeño.— Dijo dando el primer bocado.

—¿Qué tal todo en la academia?— Pregunto mi padre.

—Bien, excelente.— Sonreí al recordarla a ella impartiendo sus clases —Los profesores son buenos.

—La hija de los Kang, ¿qué tal?— Papá se interesó.

—Entonces es por ella que finges que te interesa.

—No es por eso, solo quiero saber que tal van las cosas con ella. Su esposo no parecía contento con tu propuesta de trabajo para ella.— Comento papá.

—Él es un idiota.

—Jack, no hables así.— Mamá me miró mal.

—Perdón.— Baje la mirada —Kang Yujin es extraordinaria, tiene talento y al fin tiene la oportunidad de explotarlo al máximo.— Sonreí.

—Te has hecho cercano a ella.— Papá me miró fijo.

—Sí, es algo normal ya que trabaja en mi academia.

—Estaba pensando que podrías buscar a alguien...ya sabes.— Papá estaba buscando las palabras adecuadas —Una mujer con la que puedas formar una familia.

—Aún no quiero casarme.

—Jackson, ya que tu no quieres asumir el mando de la empresa, un hijo tuyo podría hacerlo.— No respondí.

—Amor, no abrumes a Jack Jack con esas cosas, vamos a terminar de comer tranquilos.— Dijo mamá al darse cuenta lo tenso que se estaba poniendo el ambiente.

Agradecí internamente qué mi padre la escucho y no menciono nada más.
Comimos tranquilamente y pude contarles un poco más sobre las cosas de la academia.

Mamá nos contó sobre su fundación para ayudar a niños de escasos recursos y lo mucho que ama hacerlo.
Papá hablo sobre la empresa, los contratos importantes qué cerró, y lo bien que le va en los negocios que inició con Kang Empire y Choi Industries.

Hicimos un pequeño brindis por lo bien que nos estaba yendo a los tres.
Los Wang estaban haciendo lo que amaban y lo celebrabamos juntos.

Terminamos de desayunar y papá me pidió ir a su despacho, justo ahora estaba sentado frente a su escritorio.
Me extendió un vaso de whisky.

—No quiero tomar.— Le dije.

—Vamos, un trago con tu padre.— Insistió y agarre el vaso —Jackson, eres mi único hijo, lo único que siempre he querido es verte siendo un hombre exitoso, honorable con valores y principios. Que a pesar de las circunstancias tomé las decisiones correctas. Aunque eso implique ir encontrá de tus deseos personales.

—Lo sé, ustedes hicieron un buen trabajo conmigo. Considero que soy todo eso que dices papá.

—Yo te he considerado así siempre.— Sonreí ante sus palabras —Pero, temo que haya algo que te haga olvidar todo.

—¿A qué te refieres?— Fruncí ligeramente el entrecejo.

—Pase por la academia el otro día, una de las profesoras me informo que te habías marchado ya.— Escuchaba atento —Pero no lo hiciste solo, te fuiste con Kang Yujin.— Desvíe la mirada y bebí del whisky —¿Por qué te irías con ella?, ¿Ustedes dos solos?

—Papá, no es lo que crees.

—Ella es una mujer casada Jackson, quiero que tengas eso muy claro.— Dijo firme.

—Lo tengo claro.— Sentí una puntada de dolor en el pecho —Ella es mi amiga.

—Tu amiga.— Dijo con evidente sarcasmo.

—Lo es, aunque no quieras creerlo.— Solte un suspiro nasal —¿Se lo dijiste a mamá?, lo que piensas.

—No se lo dije— Contesto —Te creo, de verdad lo hago. Solo quiero que tengas en cuenta que las cosas podrían malinterpretarse, no quiero que surjan problemas con Choi Minho.— Entendía su preocupación.

—No los habrá, todo está bien, Yujin y yo solo hemos formado una bonita amistad, es todo.— No estaba mintiendo del todo.

—Eso me deja tranquilo.

—¿De verdad me crees capaz?— Tenía esa duda, quería que alguien la respondiera por mi. Porque yo mismo no sabía si sería capaz de algo así.

—No creo que seas capaz Jackson.— Respondió papá —Pero, cuando un hombre está realmente interesado en una mujer, puede hacer cosas muy estúpidas, muchas veces nos dejamos llevar por la pasión y los deseos que sentimos, tanto carnales como del corazón. Por eso siempre hay que acudir a la razón, es la que te mantendrá haciendo lo correcto.— Analice sus palabras y se que tenía razón —Pero, no tengo que preocuparme, ella no te interesa, no sientes ningún tipo de atracción hacia Kang Yujin, ¿verdad?— Su mirada volvió a caer sobre mi.

—Verdad, estas en lo correcto padre.— Tome el contenido del vaso de un solo trago.

No es que quisiera mentirle a mi padre, pero, ¿qué se suponía que debía decirle?. "Si padre, Kang Yujin me atrae como un maldito imán, se adueña de mis pensamientos y me mata no tenerla".

No tenía el valor para confesarlo delante de él.

—No te quito más tiempo, debes tener mucho que hacer en la academia.— Ambos nos pusimos de pie y deje el vaso de vidrio sobre su escritorio —Espero que pronto puedas darte una vuelta por la empresa, para tener una platica más profunda.

—Claro que si, será pronto.

Nos despedimos y salimos del despacho. Después de despedirme de mi dulce madre deje la casa de mis progenitores.

                             Yujin.

—Yujin querida.— Choi Dulmi, la madre de Minho estaba aquí —Qué gusto verte.

—Suegra.— Fingí una sonrisa —No sabía que vendría.

—Minho me encargo cuidarte, creo que deberías venir a casa y pasar tiempo con nosotras. Gamri quiere tiempo de chicas, nosotras tres, ya sabes, como antes.— Lo que me faltaba, tenía que pensar en una manera de negarme.

—No lo sé, no es que no quiera. Es solo que ahora tengo un empleo y tengo un horario, no puedo faltar.— Trate de excusarme.

—Sabes bien que no necesitas ningún empleo, Minho te da todo lo que necesitas y más.— Se sentó en el sofá de la sala, no tuve más opción que sentarme con ella.

—Lo sé, pero lo hago porque me gusta.

—Deberías reconciderar las cosas, tienes una linda casa, personal a tu servicio, ropa y calzado de diseñador, tarjetas de crédito a tu disposición y lo mejor de todo un esposo apuesto, exitoso y multimillonario, te da la vida de reina que cualquier mujer quisiera tener, sin preocupaciones, podrías simplemente disfrutarlo. Pero en lugar de eso, decides trabajar en una academia con salario mínimo, ¿en serio?— Frunció el entrecejo.

—No gano el salario mínimo en la academia.— Le corregí —Aunque en realidad no me interesa tener todo el dinero que posee su hijo, suegra.

—Sí Minho te quitara todo lo que tienes ahora mismo, no pensarías igual.— Arqueo una ceja —El dinero puede darte muchas cosas.

—Evidentemente hay cosas que no puede darme el dinero, de ser así mi familia estaría completa.

—Se que aun sigues herida, es por eso que no voy a tomar en cuenta esta falta de respeto.— Se esforzó por sonreír —Avisame cuando será tu día libre y organizamos algo entre nosotras.

—Gracias, lo haré.— Asentí —Sí me disculpa, tengo que irme, mi horario laboral esta por empezar.

—Claro que sí, quedamos pendientes entonces.— Se puso de pie —Quizá puedas ir a cenar, sabes que serás bien recibida, a Minho le agradaría mucho ver que convives de nuevo con su familia.

—Sí, tiene razón. No estoy segura si podré hoy, pero sin duda iré a cenar con ustedes.— Sonreí.

—Bien pequeña, entonces así quedamos. Olvidemos el momento incómodo.— Se acercó rodeandome en un abrazo.

—Gracias por su visita.

                                [...]

Caminaba por el salón de arte observando a mis alumnos dejándose llevar por la imaginación pintado sus cuadros. Les había enseñado varias técnicas con los pinceles y la pintura, estaban llevándolo a cabo, a algunos se les facilitaba más que a otros.
Pero me estaba asegurando de que nadie se quedara atrás, tenía un sincero interés en verlos progresar y aprender de mis clases.

—Hina, pinceladas suaves, muy suaves.— Le dije a una de mis alumnas, quien estaba pintando un hermoso y colorido paisaje.

—Sí, profesora Kang, gracias.— Hizo una leve reverencia.

—Jondu, en esta área te sería más útil este pincel.— Tome uno de los que tenia el joven frente a él —Es más delgado, eso te ayudará a que el rostro pueda verse más definido.

—Sí, tiene razón, gracias profesora Kang.— Reverencio con una sonrisa tomando el pincel sugerido por mi.

A cada uno les di algunos consejos para sus pinturas, era una manera de interactuar con ellos. Me gustaba que mis alumnos tuvieran la confianza de preguntar y aprender, aun cuando puede que sea algo que ya hable en alguna clase, pero no me quita nada repetirlo, después de todo para eso estoy aquí, para enseñarles.

Ansiaba ver sus cuadros terminados, en el evento de las artes en la academia iban a exhibir sus obras, esa era otra razón por la que los apoyaba más, quería que demostraran todo lo que han aprendido.

El timbre sonó y se dio por terminada la clase, antes de retirarse dejaron todo en orden con mi ayuda.

Salí del aula directo a la sala de profesores donde se encontraba la mayoría de mis compañeros.

—Profesora Kang, estamos tratando de organizar el evento próximo.— Dijo la profesora Yujun.

—¿Entego las hojas señorita Jiah?— Jackson apareció.

—Eso estoy haciendo profesor Wang.— Respondió mientras repartía las hojas —En las hojas podrán encontrar lo que le toca a cada uno de ustedes y con quien tienen que hacer equipo para que todo salga a la perfección.

—¿Puedo estar con el profesor Wang?— Suah interrumpio a Jiah.

—El profesor fue el que hizo la organización de los equipos.— Respondió Jiah.

—Profesor Wang.— Suah lo miro a él.

—Todo quedo tal como debe, seguro en un futuro podremos estar en equipo.— Jackson le dedicó una ligera sonrisa a todos —Quiero que preparen a sus alumnos y que demuestren lo que han aprendido, este festival tiene que salir a la perfección.

Me detuve a leer las hojas detenidamente y me fije en una pequeña parte. Estaría en equipo con él.

—Afortunada profesora Kang, va a trabajar de cerca con el profesor Jackson Wang.— Una sonrisa falsa había en el rostro de Suah.

—Es lo que me toco, no te preocupes lo voy a hacer muy bien, por ti, ya que no quedaste con él.— Fingí una sonrisa amable y la suya desapareció.

—Su esposo podría ponerse celoso.— Comentó, no pensaba callarse.

—No tendría motivos, es solo parte de mi trabajo.— Le reste importancia.

—Profesora Shin, a mi oficina.— Jackson se dio la vuelta seguido por ella.

Estaría solo con ella dentro de su oficina, sentí algo extraño dentro de mi. No me gustaba eso, no me gustaba ni un poco.

(La Yujin pensando que tanto haran el Jackson con la Suah en esa oficina jajaja🤣)

Mon💜