Capítulo 19. No puede ser mío.


                            Minho.

El avión aterrizó y al bajar de este una camioneta negra con vidrios ahumados me esperaba.

Me transportaron hasta el hotel donde pasaría mi estadía en el país. No había venido solo, Banryu vino conmigo, es mi compañero de aventuras y vaya que hemos vivido muchas.

Después de dejar mi equipaje en la habitación de hotel, me di una ducha y ambos bajamos al restaurante del hotel, necesitábamos comer algo.

Una vez elegida nuestra mesa, ordenamos la cena.

—¿Yujin te hizo muchas preguntas?— Hablo Banryu.

—No muchas, lo normal.— Respondí —¿Y Nara?

—Sí, no quería que viniera, pero le hice entender que esto es lo que soy y tengo que hacerme cargo de los negocios.— Contesto.

—Tal vez tiene miedo que conozcas a otra y te enamores.

—No tiene de que preocuparse, coger no es lo mismo que enamorarse.— Los dos reímos por su comentario.

—¿Nara, te lo ha dado?— Sonreí con picardía, la prometida de Bamryu esta malditamente buena y si no fuera suya, la tendría.

—Sí, pero ha pasado pocas veces, dijo que no quiere que me canse de ella antes de casarnos.— Encogio un hombro.

—Pensé que no la habías tocado, con eso que no me dejaron tocar a tu hermana hasta que estuvimos casados.— Le recordé.

—Aquí tienen caballeros.— La mesera se acercó y acomodo nuestras órdenes sobre la mesa —Qué lo disfruten, con su permiso.— Se retiro.

—Es bonita.— Dijo Banryu mirándole el trasero a la chica —Tiene un buen culo.

—Sí, las estadounidenses son algo diferente a las coreanas.— Cosa que ambos sabíamos.

—Con respecto a mi hermana.— Volví al tema —Mi madre la instruyó con valores y aprendió a cuidarse. Guardo su pureza para ti y apuesto a que lo disfrutaste en la luna de miel.

—Lo hice, la disfrute.— Una sonrisa ladina curvo mis labios, lleve mi copa de vino a la boca dándole un sorbo —Aun lo hago, sigo disfrutando cada parte de ella, tu hermana es...hermosa.— Sonreí. No sé exactamente que es lo que me hacia seguirla deseando a pesar de los años, ella me fascinaba y no haber podido tocarla en un largo tiempo fue una tortura.

—Bien, me da gusto que te siga gustando y que la disfrutes.— Comprimio sus labios —Pero no quiero escuchar nada sobre cómo te coges a mi hermana.— Deje salir una risa gutural.

—Esos detalles son míos, me los reservo.— Respondí aún riéndome.

—Nara es magnífica, es la mujer ideal para mi, aunque tiene algunas cosas que con el tiempo iré cambiando en ella. Mi madre está ayudándome en eso, la aconseja.— Empezó a contarme —Veras la diferencia entre Nara y Yujin, es que a mi hermana le enseñaron lo que es correcto y que tenía que guardarse para su esposo, tenía que cuidar su reputación, fue instruida por mamá a como se debe. En cambio a Nara, sus padres le dieron demasiada libertad, haciéndola vivir en el libertinaje, es por eso que accedió a dejarme meterme entre sus piernas.— Lo escuchaba atentamente mientras comíamos —Pero, mi madre empezó a instruirla, la aconseja y ya no me deja tocarla, antes de venir aquí, quise hacerlo con ella y no me lo permitió. Esta aprendiendo.

—¿No te molesta que no te deje tocarla?

—En el momento me molesto, lo hablé con mi madre y me dijo que es el precio a pagar por una esposa con valores y principios, de una reputación intachable. Que si quería una puta podía encontrar muchas en la calle.— Banryu bebió de su copa.

—Mi querida suegra puede ser muy directa a veces.

—Me dijo que ella estaba convirtiendo a Nara en una buena mujer para ser esposa, que no iba a dejar que mis calenturas arruinaran todo el trabajo que le ha costado.— Siguió contándome.

—Creo que tu madre tiene razón, si Nara te abre las piernas tan fácil, ¿crees que no lo hará con otro?— Sabía que había dado en el clavo, pues lo vi ponerse a pensar un poco.

—Lo sé, se que es lo mejor, mi mamá tiene razón y ella sabe mejor que nadie la mujer que necesito a mi lado.— Asentí —Además, mujeres hay muchas, puedo divertirme con algunas.

—Bien dicho.— Levante mi copa y la choque con la suya. Para luego beber del contenido.

                                [...]

La cena había terminado, estaba esperando a Banryu qué hacía aproximadamente veinte minutos había ido al baño. Pero, sabía lo que había ido a hacer, vi como se daba miraditas con la mesera qué le gustó, probablemente esta con ella.

Me pare de la mesa y deje pagada la cuenta, camine hacia el baño y estaba cerrado. Desde afuera pude escuchar los gemido de ambos, estaba tirándose a la mesera, no iba a interrumpir una cogida que podría ser magnífica. Así que, me retire del lugar, escribiéndole qué volvería a mi habitación.

Caminaba en dirección al ascensor, cuando escuche una voz llamarme.

—Choi Minho.— Reconocería esa voz en cualquier lugar.

—Kim Yunmi.— Sonreí al verla acercarse a mi.

—Sabía que te encontraría aquí, ansiaba verte.— Sus brazos me rodearon y me hizo inclinar me dejando un corto beso en mis labios.

—Sí, imaginé que vendrías.— No tenía intenciones de hablar más con ella.

—Ya que estamos aquí, podríamos divertirnos.— Acarició mi pecho.

—No lo sé.

—Vamos, en Corea no eres nada tímido, sabes que te gusta hacerlo conmigo.— Tome sus manos apartandolas.

—La última vez dejaste esto en mi auto.— Traía conmigo el lápiz labial que Yujin encontró en el auto, no había podido entregárselo —Yujin lo encontró.

—Tu esposita es tan estúpida, no va a darse cuenta.

—Vuelves a expresarte así de ella y lo vas a pagar.— Dije con extrema seriedad —El problema contigo es que no supiste quedarte con encuentros casuales, querías convencerme de dejarla y no lo haré jamás.

—Ya lo entendí, no quiero dejar de verte.

Me di la vuelta dejándola sola en el living, agradecí en mis adentros qué no me siguiera.

Kim Yunmi fue amiga de mi esposa antes de que nos casaramos. Al principio me pareció entretenido y me complacia, pero es una niña estúpida y engreída qué cree que puede manejarme a su antojo.
Así que, deje de cogermela y eso no le gustó.

Todo empezó por mi falta de sexo, cuando el terapeuta de Yujin me pidió no presionarla para tener relaciones sexuales conmigo. No pude resistir, lo necesitaba y Yujin no podía dármelo.
Tampoco la quería obligar, eso hubiera empeorado su salud mental.

Así que, acepte meterme entre las piernas de Kim Yunmi. Fue la que tuve al momento que estaba ansioso por liberar mi tensión sexual. Después encontré a otras que podían mantenerse al margen de mi vida privada, a diferencia de la estúpida de Yunmi.





                               Yujin.

Hyori me prometió que me ayudaría a descubrir si Minho ha sido infiel, no estaba segura de ello, pero confiaba en mi amiga.

El día transcurría con normalidad, ya había dado dos de mis clases en la academia, estaba por dar la tercera.

—Profesora Kang.— Gire y vi a Jackson.

—Profesor Wang.

—¿Vas a dar tu última clase?— Asentí —Quería saber, saliendo de aquí. Podemos ir a la biblioteca y continuar nuestra lectura.

—Me encanta la idea.— Acepte —Nos vemos en una hora.— Le dije antes de seguir con mi camino.

                                 [...]

Mi clase de chelo fue magnífica, amaba ver la pasión con la que mis alumnos querían aprender. Como profesora daba todo de mi para que el aprendizaje se diera de manera práctica.

Amaba enseñar, quería hacerlo toda la vida.

—¿Lista?— Jackson se paro en el umbral de la puerta —Llevo rato esperando por usted profesora Kang.

—Le agradezco profesor Wang, estoy lista.— Tome mis cosas y salimos del aula.

Caminábamos por los pasillos platicando y riendo. Así era el tiempo con él, tan ameno que podía escucharlo hablar por horas sin cansarme.

—Esta vez quiero escoger un libro más atrevido.— Le dije —Romance.

—Me parece bien, creo que nos hará bien leer algo así.

—Profesor Wang, ¿Ya se va?— Suah con una sonrisa coqueta, era evidente que le gustaba Jackson, hice una mueca al aceptar eso. Ella era tan mimada, tan empalagosa con él y tan disponible, con ella tenía la oportunidad de salir, esta soltera.

—Sí, profesora Shin.— Respondió Jackson.

—Aun no me ayuda con mi clase de baile.— Se acercó a él sin dejar de sonreír.

—Puede recordármelo mañana.— Ella no parecía querer dejarlo ir, dejo de verlo a él y me miró a mi.

—¿Usted también se va profesora Choi?— Me mordi la mejilla internamente.

—Te pedí que no me llamaras así.— La mire mal —Sí, ya me voy, profesora Shin.

—No se moleste profesora, es un orgullo el apellido de su esposo, debe sentirse alagada.— Estúpida, mil veces estúpida.

—Pase por su lado dejando a Jackson con ella.

Me adelante a su auto, lo esperaría aquí. No quería seguir viéndole la cara a Suah. Todo en la academia es perfecto, excepto por ella.

Es fastidiosa.

Jackson apareció minutos después, abrió el auto y me indicó entrar, así lo hice. Emprendimos camino a la biblioteca.

—Me dejaste solo con ella.— Se quejo.

—Pensé que todos tus profesores te agradaban.— Le dije cruzada de brazos.

—Claro que si. Es solo que la profesora Suah es intensa.— Comento.

—Le gustas, le gustas mucho.— No había ni una pizca de alegría en mi rostro, todo era seriedad pura en este momento.

—No lo sé.

—Por favor Jackson, no finjas que no lo haz notado.— Arquee una ceja.

—Tal vez lo noté, tal vez ella no me interesa y tal vez me gusta otra persona.— Dijo y me tense en el asiento —Hace poco la bese, fue increíble.

—Mientras no tenga compromisos con nadie y este soltera, no hay problema.

—Claro.— Vi su sonrisa desaparecer.

Llegamos y después de estacionar el auto, bajamos para entrar directamente a la biblioteca.

Nos dirigimos al pasillo donde se encontraban las obras de romance.
Cada uno eligió tres y después juntos decidimos cual seria el elegido para leer.

"Amor oculto". Era el nombre del libro elegido.

Buscamos un lugar alejado de los demás para empezar a leer, nos acomodamos en un sofá cómodo de la biblioteca y abrí el libro.

—¿Quieres empezar?— Le pregunte.

—Empieza tú.— Dijo.

La sed de lo prohibido nos persigue, desde aquel día que nuestras miradas se encontraron.— Empecé leyendo el prólogo.

                                 [...]

—Ella me atraía con cada gesto, con cada acción, con cada movimiento, cada palabra, cada sonrisa. Su rostro poseía una belleza única y su cuerpo, a pesar de aún no apreciarlo sin toda esa ropa puesta, podía imaginarlo, imaginaba lo perfecta que los dioses la habían hecho. La estaba amando y ella no lo sabía. Anhelaba tenerla, besar sus dulces labios, tocar cada parte de su delicada piel. Pero ella le pertenecía a otro, no podía ser mía y eso dolía como si una espada de doble filo me atravesara. Sabía que el hombre que ella llamaba esposo, no la merecía, pero la tenía y eso me mataba cada día.— Jackson leía con una pasión sin igual, podía hacerme sentir lo que él protagonista estaba viviendo.

—Que trágico.— Dije haciendo una mueca.

—Lo es, debe ser difícil enamorarte de alguien que ya esta haciendo su vida con alguien más.— Jackson cerró el libro.

—Ella parece sentir atracción por el, no creo que ame a su esposo.— Comente —Debería darle una oportunidad.

—Debería.— Jackson me miraba fijamente.

—Aunque entiendo que no es una decisión fácil, ella está casada, no puede hacer tal cosa.— Baje la mirada.

—Ojalá y ella se diera cuenta lo que esta frente a sus ojos, puede ser mejor que lo que tiene ahora.— Tomo mi mano.

—Es algo desconocido, no tiene seguridad de nada, no sabe si arriesgaría todo por nada, si resultará ser peor.

—A veces hay que arriesgar para poder ganar.— Nuestras miradas se conectaron.

—Pues ya veremos que tal va avanzando la historia.— Sonreí —Me parece que el libro es interesante.

—Estaba pensando que podemos llevarnos el libro, podemos tomarlo prestado de aquí y leerlo en algún otro lugar.— Propuso.

—Creo que es una buena idea, ¿dónde podríamos leerlo?

—Podemos ir a mi oficina en la academia, o si quieres, mi departamento sería un buen lugar, un parque podría ser una buena opción también.— Sugirió.

—Antes de casarme, me gustaba ir a un parque cercano a la casa de mis padres y pasar las tardes leyendo justo debajo de un árbol.— Recordé aquellos días.

—Podríamos ir.

—No.— Negué —Es cercano a la casa de mis padres, podrían vernos y malinterpretar todo.

—Tienes razón, entonces encontremos otro parque al cual podamos ir.

—Tengo uno en mente.

—Confío en ti, así que elige el que quieras.— Jackson sonreía.

Sentía mis latidos acelerarse con solo ver esa sonrisa perfecta. Él lo era.
Perfecto, pero no podía ser para mi.

No puede ser mío.


Minho con esa carita no se si pueda odiarte, preciosoteeee😏🤤

Sí, eres perfecto Jackson Wang😍

Chale la Yujin se resiste todavía,
Pero tenganle paciencia, no es fácil para ella.

Y pues Minho y Banryu aja... 🧐

Gracias por leer.

Mon💜














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