Conversación que nunca tendré con mi mamá
Ejemplo de una conversación que nunca tendré con mi mamá
(porque me importa más el origen de un cerote dentro de una taza que su puta opinión. Ya le di demasiadas oportunidades como para reparar esa relación de mierda, me cago en la...)
-2
—Hija, querías decirme algo. ¿Qué pasó? Decime.
—No soy mujer.
—Ah, ¿entonces sos hombre?
—No, solo... No soy mujer.
—¿Te creés hombre ahora? ¿Mañana qué? ¿Vas a ser un perro? Porque hoy la gente saca cada cosa...
—Soy una persona. Solo no soy mujer, ni hombre.
Silencio incómodo.
Opresión en pecho.
Incomodidad.
—No sos mujer.
—No —llora.
—¿Qué sos?
—Persona. Soy una persona y ya.
—¿Por qué?
¿Por qué? Por qué. Porque...
Poooor queeee...
¡POR QUÉ!
—No sé, al chile me vale tres pingos lo que opinés o no. Pero quedaba mejor el título si ponía "mamá" por los conflictos y emociones que evoca. Porque el rencor que te tengo es tan grande que quiero romperte como ramita seca que lleva meses tirada en el patio. Y sé bien que cualquier atisbo a una expresión de género que no sea la cis-hetero-normativa te dañará de forma certera. Un flechazo inocuo a tu corazón desde la sangre que formastes; un putazo en la chimpinilla del pie; una puñalada en esa mentalidad de mierda tan cerrada que tenés. Un plot twist casi cerca de ser un "diablo a la máquina", debido a la inmunidad que buscarme un hombre con pene pa mi cuerpo con vagina me confiere.
» Es una cuestión bastante simple si uno lo piensa, si se eliminan los genitales y el cuerpo y solo dejamos todo, todo lo demás: ¿qué somos? Somos personas, humanos, seres racionales y emocionales. Pensamos, hablamos, nos comunicamos. Nuestra percepción va más allá de "haceme un sandwich porque vos tenés vagina". Entonces no, no entiendo tu mierda de mentalidad ni tu asquerosa interrogante. Solo te permito ser una musa más, justo al lado de mi autodesprecio. Por eso te cito e imagino conversaciones con vos que nunca tendré porque
NO
ME
IM
POR
TA
lo que me podás decir
pero
las heridas que dejaste siguen ahí. Validar mi pensamiento al trasmitírselo al ser que más odio, aún más que a mi propio cuerpo y fertilidad, deja en claro el valor que poseo. Sería un acto para promulgarme amor y respeto, sería hacerme un lugar bajo mis propios términos. Por eso lo digo aquí, lo digo ahora y no frente a tu boca caída, tus ojos cansados y tu insistencia. No se lo digo a la carne física, lo grito como concepto: mediante palabras. Heme aquí, existiendo. Esto soy. Punto.
-1
"Se veía venir"
No, no es cierto. Siempre te compadeciste de mí y te refugiaste en la seguridad de una actuación mediocre, validada solo por tus dogmas sexistas. Nunca fui una mujer. Odio cada vez que me sale sangre en el mes, quiero extirparme el útero. Odio el "señorita, muchacha, chavala", odio no poder decir que me traten de "él" o que de plano no usen pronombres conmigo. Sé que he sido cobarde, mi vida social se ha limitado a las cuatro paredes de una pantalla. Ya no, rechazo mi nombre con todas sus letras porque es un símbolo de pertenencia. Te pertenece a ti,
mamá. Sé que no estarás feliz si lo llegas a saber. Lo sé, quiero arrebatarte la felicidad hasta verte llorar y patalear. Pero hacerte daño es herir también a mis hermanos y ellos ya han sentido suficiente dolor en cada portazo. Les cerré las puertas de mi cuarto, no los quise ver. Pero es inevitable querer que estén bien. Por eso y por mi propio bien, nunca te diré esto de frente. Sabelo: no te lo merecés.
Te evoco como musa espantosa que fecundó y sostuvo entre sus entrañas a Eliot. Me diste vida dos veces, me matastes más de dos. Así de simple. Ahora reparo tus engaños usando salivita como pegamento, lo escribo con estos dedos porque no hay mejor herramienta que mis versos... y prosas y este intelecto que poseo. Vuelvo arte el veneno que deseo escupirte. Me vuelvo arte a mí.
0
—¡Respondeme! Por favor, quiero entenderte, a ver... ¿Cómo vas a decir eso? ¿Querés que te lleve al psicólogo otra vez? Debe ser solo una moda, una etapa.
—No sé, no importa.
1
—Hija, querías decirme algo.
—Ya terminó la lavadora.
—Ahh, ok. Gracias, hija.
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