Drec de Cenizas de @angela_comesanha en el mundo de Aljana de la historia El canto del fénix. Nacimiento de @SirJoseIMag

560 palabras

No sé si esto funcionará, pero ahora mismo, enano, eres el único que me puede sacar de aquí.

Escucha, Flopek, acabo de despertar en un lugar muy extraño. No dista demasiado del bosque, ya que es un valle de un color verde intenso.

El sol es muy potente y me está quemando la piel por lo que decido subirme rápidamente a la copa de uno de los muchos árboles que adornan la floresta.

Parece ser que estoy muy cerca de las montañas. Puedo visualizar un río de aguas claras y transparentes, como lo es Nilo. Sin embargo, sé que ella no está ahí y sé muy bien que ese no es nuestro río.

Espera un momento. ¡Veo humanos! Están a lo lejos, pero lo suficientemente cerca como para distinguir sus siluetas.

De pronto, escucho un ruido. Me quedo en silencio para pasar desapercibido y dirijo mis rojizos ojos hacia el suelo.

Hay un carruaje semejante al de aquel simpático cochero. De él tira un caballo y va cargado con diversas provisiones. Dentro de él va un hombre que ronda la edad de Sena.

Entonces, unas voces graves me obligan a mirar hacia el lado contrario.

Se trata de dos robustos hombres. Desde lo alto no comprendo bien lo que dicen, pero eso no importa. A su lado, escondido tras un seto, consigo atisbar un hocico temeroso.

Los hombres pretenden sacar de ahí a la oculta criatura. Mi instinto me hace bajar del árbol y correr hacia allí para proteger al animal.

Una vez llego, dispuesto a mostrarles mis letales dientes, me observan con gran curiosidad.

—Vaya, vaya, vaya... y yo que me había empezado a preocupar por mi cena de esta noche —suelto.

Uno de ellos intenta desafiarme y enfrentarse a mí, el otro, advirtiendo el peligro, lo detiene y le indica que es mejor que se vayan.

Muy inteligente por su parte.

En cuanto los pierdo de vista, me agacho hacia el seto.

—Ya no hay peligro.

Una cría de lobo se arrastra fuera del arbusto. Su elección de escondite y sus ojos amarillos me traen recuerdos, la única diferencia es su pelaje, una mezcla entre gris y blanco.

Estoy a punto de acariciarla cuando oigo el crujir de una rama y unos pasos que se aproximan.

El lobo se vuelve a esconder en el interior de la planta, mientras yo elijo escalar el árbol más cercano y acechar desde lo alto.

Las figuras de dos muchachos se materializan en el lugar en el que había estado hace menos de un minuto.

Hablan acerca de tres maleantes que andaban por el bosque antes de detenerse y dirigir toda su atención al seto.

Logro ver cómo uno de ellos toma al animal en brazos, que había optado por confiar en aquellos extraños y abandonar su escondite.

El joven susurra algo que me es imposible escuchar, a lo que el otro responde que no debería haber hecho eso dado que se trata de un lobo huargo.

Agudizo el oído, intentando obtener más información sobre esa criatura, pero la conversación deriva en un curioso libro que el primer muchacho saca de su mochila.

Flopek, sé que a ti te interesaría muchísimo saber más sobre ese libro ya que tu sed de conocimiento es insaciable, así que haz el favor de recibir mi mensaje y acudir a mi rescate.

Te estaré esperando, enano.