Capítulo 17: Vivir la vida.

A penas siento el contacto de sus labios contra los míos, lo empujo.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué hiciste eso? ¿Estás loco o qué mierda? ¡No te vayas, cobarde! -Grito cuando veo que se aleja por el pasillo del hospital. Me sitúo a su lado y lo agarro del brazo -¿Por qué lo hiciste? -Digo entre dientes.

-Te dije que no soy de los que dejan desaprovechar oportunidades.

-¡Eso no responde la pregunta!

-Me pareces atractiva, Sydney, no más. Simple curiosidad.

-¡Deberías haberme preguntado!

-Primero, baja la voz, estamos en un hospital. Segundo, ¿Si te hubiese preguntado habrías dejado que te besara? -No dudo ni un segundo antes de responder.

-Claro que no. Nunca -Le digo firme.

-Justamente por eso lo hice sin preguntar. -Me da una sonrisa girandose y caminando hacia la salida del hospital.

Trato de contener un insulto.

Idiota, idiota, idiota ¿Pensaba que ibas a traicionar a Johnny? Ja, ja, iluso.

¿Johnny? En todo caso Nolan. John y yo no somos nada...

Si, ajá, Nolan.

Recuerdo para que me dirigía al comedor y sigo mi camino. John no tiene la culpa de lo que hizo ese idiota.

Compro dos barritas y vuelvo a la habitación. Antes de entrar, tomo una respiración profunda.

Buen momento para fingir demencia.

Claro que si.

Entro y veo que John se quedó dormido. Sonrío al verlo así, se ve tan inocente durmiendo. Dejo las barritas en la mesa y me siento en una silla a su lado. Saco mi móvil y veo dos llamadas pérdidas de un número desconocido. Extrañada, salgo de la habitación para marcar el número, aunque cuando lo hago, el móvil da apagado.

Decido no insistir y entro de muevo al salón. Me quedo boquiabierta al ver la escena delante de mi.

-¿Qué? -Pregunta John mientras mastica una barrita. Suelto una risita y me siento a su lado -¿Quieres? -Niego.

-¿Cuándo podrás ir a casa?

-Quizá mañana o... Pasado.

-¿Dicho por los médicos? -Alzo una ceja.

-Claro -Pone los ojos en blanco en lo que se mete lo último que queda de la barrita en la boca.

-John yo... -Digo mientras echo un cabello rebelde por detrás de mi oreja.

-¿Tú...?

-Debo irme -Me pongo de pie.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Luego vengo, cualquier cosa me llamas y vengo.

-Pero....

-Chao -Digo poniéndome de pie y saliendo de la habitación.

Joder, ¿Qué me pasa? ¿Por qué me siento tan atraída hacia John al punto de querer besarlo cada vez que le veo?

Porque está súper bueno.

No, bueno si, pero no en ese sentido totalmente. Siento que... Con todo esto que ha pasado mi vida cambiará para siempre y no sé si quiera eso. Yo... quiero volver a casa, a Fuller Park.

Sabes que no quieres eso. Quieres vivir la vida de la manera que la has vivido todos estos meses. Quieres acción, no ser una chica que se pasa el día trabajando de camarera o viendo películas, envidiando cada escena de acción de estas. Siempre has dicho que no te gustan las películas de acción, pero, ¿es cierto? Porque cada vez que ves una tus ojos brillan y deseas estar justo en ese momento. Viviendo cada escena donde estás al borde de la muerte, pero pasa algo... O llega alguien que te salva y todo vuelve a la normalidad, la película sigue.

Al igual que los protagonistas, todos al final de la película vuelven a sus vidas...

Tu puedes crear tu propio final... Tienes tiempo, Sydney, tienes vida.

Alguien amaneció sabia hoy.

Cállate y entra al cuarto. Besa a John como si no hubiera un mañana y háganlo sobre...

¡No!

Pienso mientras salgo del hospital. Viviré mi vida...

***

Vivir la vida sin tener un plan auxiliar es una mierda.

Te dije que vivieras la vida, no que te convirtieras en... Esto.

Estoy en una gasolinera mientras lleno el tanque de un coche robado ¡Si, robado!

¿Por qué todos me miran raro?

Nadie te está mirando, no hay nadie en este sitio. Por cierto, hace dos días que no vas a ver a John, ¿y si pasas por el hospital? Debe estar preocupado.

Muerdo mi labio inferior en lo que pienso que hacer. Se supone que me sentiría llena después de robar un auto y andar por ahí sin rumbo alguno pero me quedé sin gasolina y pues... Esa adrenalina se fue.

¿Ahora la rebelde eres tú y no yo? Me has quitado el puesto, Bitch. La de los malos consejos en esta relación soy yo... No tú. Tú eres la correcta...

Ignoro totalmente a mi conciencia y voy hacia el cajero.

-Una barrita de chocolate, por favor -Digo con una sonrisa mientras mastico el chicle supuestamente de menta.

Syd, vuelve a casa, por favor. Vuelve con John. Sabes que hay una parte de ti que quiere eso... O sea, yo, pero...

-¡Basta! -Grito atrayendo la atención de todos en la tienda. Sonrío inocentemente -Con permiso -Digo cogiendo las barritas y salgo corriendo hacia el coche.

-¡Hey! ¡Ladrona!

Y eso hace que me detenga.

-¡Tú madre!

Hasta mal educada. Tú no eras así...

Le quito la bombona de la gasolina al carro a paso apresurado. Al levantar la cabeza y ver que el hombre que atiende ma caja viene corriendo en mi dirección, rápidamente me monto en el carro y acelero.

***

Joder...

Me encuentro en una comisaria. Si, la poli me encontró por lo del robo del coche. No tengo ni idea de donde me encuentro, solo se que es una comisaria de mala muerte y eso supone algo malo.

-Tengo derecho a una llamada -Digo seria.

-¿Qué? Solamente le pregunté su nombre.

-Bueno, mi nombre es Tengo-Derecho-a-una-llamada.

-Oiga, podría arrestarla por robo y por desacato a la autoridad, diga su nombre, señorita...

Me acomodo en mi asiento.

-No hablaré hasta que mi abogado esté aquí.

¿Qué abogado?

El poli bufa y asiente.

-Una llamada, dos minutos. El teléfono está allí.

Le doy las gracias y con una sonrisa me pongo de pie.

Marco el número que me aprendí en caso de emergencia. Dos tonos después contesta.

-Diga

-Ayuda -Cambio la voz -Han entrado a mi casa. Tengo mucho miedo.

-¿Qué? ¿Dónde se encuentra?

-No tengo ni la más mínima idea -Digo con mi voz natural.

-¿Sydney?

-Holis, Finn -Digo en tono de niña pequeña.

-¿Qué... Por qué hiciste eso? ¿Dónde estás metida? Hace cuatro días no se nada de ti ¿Por qué...?

-Muchas preguntas -Digo poniendo los ojos en blanco. Dirijo una mirada hacia atrás y veo que el poli muestra su reloj, indicándome que ya el tiempo se acaba.

-¿Perdón...?

-Escuchame. Me detuvieron. Necesito que vengas a buscarme.

-¿Cómo que te detuvieron? ¿Por qué?

-Es una larga historia, Finn -Me separo el teléfono de mi oído -¿En qué comisaria estamos? -Al darme el nombre se lo digo a Finn, el cual me contesta en mal tono que vendrá.

Cuando cuelgo camino de nuevo hacia el asiento en el que estaba antes.

-¿Tiene chicle? -Pregunto inocentemente. El agente pone los ojos en blanco y me ignora.

Aburrido.

Quiero salir de acá. Huele a cigarrillo.

Pasan unos largos minutos en los que nadie habla absolutamente nada.

-Quiero hacer pis -Digo sonriendo como un angelito. El poli bufa y me acompaña a lo que parece ser un baño de terminal.

Cuando volvemos, veo que alguien entra por la puerta y mi corazón se acelera.

-Nutella -Digo mirando fijamente al policía que acaba de entrar con un pote de los grandes lleno de nutella.

-Quédate quieta -Habla el hombre a mi espalda.

-Hace mucho que no como -Digo haciendo pucheros.

-Si, ya sien...

-¡Finn! -Grito en dirección a la puerta, emocionada por poder salir de aquí por fin. Él me ignora totalmente y arrugo el entrecejo, ¿Qué diablos le pasa?

-Hola hermano. -Dice Finn.

Espera, ¿qué?

-¿Qué haces aquí?

-Vengo por ella.

-¿La conoces? Está detenida.

-Has una excepción, no volverá a hacerlo...

-Pero yo... -Trato de hablar pero me interrumpe.

-... Yo me ocuparé de ello

-¿Es mi cuñada? -Pregunta el poli, divertido.

Ya quisieras tú.

Pienso aunque no lo digo, solo quiero salir de aquí.

-Si.

¿Qué?

Ah bueno, gracias por la información.

-Oh. Bueno, procura que no vuelva a hacerlo. Por hoy estás libre, cuñi -Me sonríe y hago lo que puedo por devolverle la sonrisa. -Devolveré el carro.

¿Así de fácil?

-Vamos, amor -Dice haciendo énfasis en lo último y agarrándome por la cintura.

Al salir de la comisaría me separo de él y me cruzo se brazos.

-¿Por qué lo hiciste? -Pregunta él.

-No quiero hablar de eso. -Susurro.

-Sydney...

-He dicho que no quiero -Miro en otra dirección -Gracias por sacarme. -Susurro.

-John está...

-No quiero saber de nada ni de nadie. Solamente quiero descansar, ¿me dejas hacerlo? -Pregunto, ¿por qué de repente tengo tantas ganas de llorar?

-Claro -Dice frío.

Nos montamos en el coche y apoyo la cabeza en el cristal de la ventanilla. Pasan unos pocos minutos y me quedó dormida.

Me despierto al sentir el golpe de mi cabeza contra un cristal.

-¿D-dónde estamos? -Pregunto mirando para todos lados.

-Ya casi llegamos a mi casa.

-¿Por qué a tu casa? -Se encoge de hombros y decido no seguir insistiendo sobre eso, claro -Finn...

-Dime.

-No... Sabía que tenías un hermano.

-Oh, vaya, que sorpresa.

-Ya, en serio, el mundo es muy pequeño. Justo en la comisaria que me detuvieron trabajaba tu hermano -Digo apoyandome en la ventanilla y mirando los edificios pasar.

-Donde me crié... Tenía muchos hermanos -Dice pensativo.

Dirijo una mirada en su direccion y al ver que mo dice nada, hablo:

-Ay no, ahora quiero saber. No me dejes así -Digo, curiosa.

-Sinceramente no te recordaba así.

-No me cambies de tema -Digo, ya que mi paciencia está agotandose.

-Bueno yo... -Respira profundo antes de seguir hablando- -Crecí en un orfanato y ahí fue donde conocí a Walker... el de antes -Formo una notoria O con mis labios y asiento lentamente -De pequeños éramos inseparables, mejores amigos, ya sabes. Siempre quisimos ser polis para atrapar a los malos y patearles el trasero -Dice con una sonrisa melancólica y me extraña al notar que en mi rostro también se forma una -Al final nos adoptaron y nos fuimos por caminos separados. Hace no más de un año nos reencontramos por... Temas irrelevantes. Por eso supe tan rápido donde encontrarte.

-Wow- Sonrío -Que.... -Trato de buscar la palabra correcta -wattpad.

-¿Cómo? -Me mira de reojo, curioso.

-Nada, cosas mías -Sonrío y dirijo la mirada nuevamente a la ventanilla.

Pasan los minutos y el coche se detiene. Miro hacia arriba y noto que ya llegamos al edificio. Dejamos el coche en el parqueo y nos bajamos de este sin decir palabra alguna. Al llegar al ascensor, me dice:

-John está muy enfadado por lo que hiciste.

-Lo que hice no le incumbe a él. No se por qué se enfada -Digo mirando la puerta del ascensor cerrarse. No dice más nada, simplemente asiente como respuesta.

Al abrirse las puertas, salimos y nos dirigimos a su departamento. Recuerdo bien cual era, el 102.

Abre la puerta de este y un frío me resive, haciéndome temblar.

-Mierda, se me olvidó apagar la calefacción, ¿No podía haberlo hecho él? -Dice Finn más para él que para mi.

Sobo mis hombros en un intento de entrar en calor y me siento en el sofá. Todo está tal y como lo recordaba.

Giro la cabeza al sentir a alguien entrando a la sala.

-John -Digo poniéndome de pie y aguantando las repentinas ganas de abrazarle.

-¿Qué hiciste? -Dice dando lentos pasos hacia a mi. Está sin camisa, por lo que puedo ver la venda de la herida. Su pelo está desordenado, haciéndolo ver muy tierno de alguna forma y su rostro está un poco pálido.

-Yo...

-Robó un coche. Se volvió una criminal en cuatro días -Le doy una mirada fulminante a Finn, el cual acaba de entrar a la habitación -Me iré a correr -Dice saliendo de la casa.

De repente, John estaba a menos de un metro de mi.

-¿Es eso cierto?

-He robado un coche y barritas de chocolate- Intento bromear, aunque él no se lo toma tan así.

-¿Por qué?

-No lo se, ¿vale? De repente me sentí la jodida reina del mundo. Tan libre, tan... Viva -Digo con una sonrisa triste -No creo que esto haya sido un error -Levanto la mirada y veo que me mira con decepción en sus ojos.

Ok, ¿por qué me duele tanto verle así?

-Ya veo -Dice dando la vuelta.

-John, espera -Lo agarro del brazo.

-No, ya decidiste que es lo que quieres en tu vida, ¿no?

-Estoy confundida -No puedo con tanto, y sin más, comienzo a llorar -Yo... No se lo que quiero. Siento que... No soy yo haga lo que haga. No me siento bien de ninguna manera posible. Todos estos meses solo quería una cosa.... Volver a casa. Pero una vez salí de ese horrible sitio, simplemente todas esas ganas se apagaron. No se quien soy, John. -El sigue de espaldas, sin decir nada. Me seco las lágrimas e intento cambiar de tema -Deben encontrar a Nolan, deben hacerlo. Estoy tan preocupada por él, yo...

Suelta una risa amarga, girandose.

-Claro.

-¿Claro qué? ¿Lo harás? -Digo esperanzada.

-Estás siendo demasiado egoísta, Syd -Dice soltandose de mi agarre y pasando una mano por su cabello -Jodidamente egoísta.

-¿Qué? ¿Por qué? -Digo ahora un poco enfadada.

-Como si no lo supieras.

-No se de que me hablas.

-Vale pues, he estado muy preocupado por ti estos días y los meses anteriores en los que no aparecías. Me desgasté estudiando el caso, tratando de descubrir donde te tenían secuestrada y tú al ser libre... Simplemente te fuiste. -Dice haciendo una mueca y acercándose a mi -Tú... -Hace una pausa -Me gustas. No, no me gustas, me encantas, estoy perdida y dolorosamente enamorado de ti, Sydney Blake. Y se que estoy jodido porque tu estás enamorada del idiota de Nolan. -Dice con semblante dolido. -Y es que a pesar de todo lo que hemos pasado, ¿no te has parado a pensar que somos un par de imperfectos que encajamos a la perfección? Porque yo si, Sydney, y créeme que ese pensamiento podría destruirme, porque son tantas las ilusiones que tengo contigo, que tú, aún sin quererlo, podrías acabar conmigo diciendo una sola palabra.

Cuando termina de hablar, siento que mis sentidos fallan y que no puedo hacer ni decir nada coherente. Esto... me ha tomado muy por sorpresa.

-No -Digo al fin.

-¿No qué? ¿No estás enamorada de Nolan?

-No es eso, bueno, si lo es pero... Lo que quiero decir es que tú no estás enamorado de mi ¿A caso te has parado a pensar en la situación en la que nos conocimos? Yo si y... Es muy turbia. Yo a penas te conocí hace tres meses, ¿y tu cuántos, John? ¿Desde hace cuanto me vigilabas? -Hago una pausa sintiendo como se me forma un nudo en la garganta -Para mi... Tu eres mi salvador. Joder, te debo la vida. Te debo todo, pero no creo que lo que sientas.... Sea de verdad, que... Sea algo sano para ambos.

-No sabes lo que siento. Te conozco bien, Sydney, muy bien.

-¡Pero yo a ti no! No te conozco en lo absoluto. Mientras tu estabas siguiendo cada paso que yo daba, protegiendo mi espalda, yo estaba viviendo mi feliz ignorancia, pensando que tenía el trabajo perfecto y un novio perfecto ¡Pensando que tenía una vida perfecta cuando era un completo caos! Luego comenzaron esos sucesos extraños, esos recuerdos, las llamadas y... Y luego llegas tú, conociéndome mejor que yo misma lo hago ¡La pasta está de testigo! -Suelto una risita mientras quito las lágrimas de mis ojos -Estando los dos conscientes de ello, solo hemos pasado juntos una semana y un poco más ¡Ni siquiera me dirigías la palabra cuando estábamos en tu casa! Siempre era yo la que te sacaba temas de conversación absurdos y.... -Me detengo -¿Sabes? Mis ojos están un poquito más arriba -Pongo los ojos en blanco y me cruzo de brazos. Ya se me fue la inspiración de seguir con la plática.

-Es que tengo unas ganas tremendas de besarte -Dice con una sonrisa de lado.

-¡Y yo a ti! -Vale, eso nos tomó de sorpresa a ambos. Por su parte, lo supe cuando abrió la boca ligeramente y la volvió a cerrar, desconcertado. Y por la mía... bueno, nunca lo supe, simplemente dije-: ¿Sabes? La vida es muy corta, hay que vivirla, Johnny -Digo dando pasos lentos hacia él -Hay que vivirla -Rapito poniéndome de puntillas, envolviendo mis manos alrededor de su cuello y besandolo.

No duda ni un segundo antes de responder el beso, agarrándome por la cintura y profundizandolo. Doy lentos pasos hacia atrás y sin despegar mi boca de la suya me dejo caer en el sofá. Extrañaba demasiado sus labios y ni siquiera me había dado cuenta de ello.

Suelto una queja involuntaria cuando separa sus labios de los míos y me dedica una pequeña sonrisa.

-No sabes cuanto he deseado esto -Dice atacando mi cuello. Arqueo mi espalda -Eres hermosa -Se separa nuevamente y me mira a los ojos.

Y de repente lo recuerdo, apagándome completamente y sintiéndome repentinamente triste.

-John, la herida....

-Que le den a la herida -Dice estampando nuevamente sus labios contra los míos y bajando una mano por mi abdomen.

Y simplemente me dejo llevar, olvidándome de todo. Olvidándome de mi pasado y de lo que podría pasar si dejo que esto suceda. Simplemente pienso en el presente. Y el es mi presente, John Evans.

------------------------------
Nota:

-Se hace la santa- Ok no.

Esto tiene pinta de final, ¿cierto? -Sonríe malvadamente- Pero... no. Falta mucho por descubrir, sexys lectorxs 😏

¿Qué creen que pasará de aquí en adelante?

Buajajaja no saben lo que se vieneee.

Que comiencen los juegos del hambre 🌝

No olviden votar y comentar o no tendrán un John que les diga cosas así y les haga cosas... Asao (🌝) en sus vidas.

Os quiere mucho,

Brenduski <3

PD: Ama si ves esto me hackearon, yo no escribí esto, fue Patricia 😭

PD de la PD: Patri, mejora, si ves esto tú entonces... ¡fue Antonia!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top