Hace mucho tiempo, al inicio del mundo, se crearon las 4 estaciones, las cuales seguían un ciclo de vida para todos y todo. 

Primavera, verano, otoño e invierno.

Todo era perfecto, cada quién cumplía su rol. El mundo funcionaba correctamente porque estos cuatro existían. 

Pero eso era el pasado.

Porque en el pasado, las cuatro estaciones debían ir a cada lugar, cumpliendo su deber de manera presencial, ya sea el invierno danzando y cubriendo todo de nieve, o la primavera floreciendo y despertando a cada flor.

Aunque con el tiempo, aquellos cuatro seres divinos, alcanzaron suficiente poder como para evitar tener que irse, ahora solo debían seguir existiendo, cada quien estableciéndose en su propio lugar, disfrutando de sus vidas, siendo alabados por los mortales. 

Las alianzas eran importantes, estaban lejos una estación de la otra, la soledad comenzaba a atacarlos, además de problemas con demonios que buscaban acabar con ellos. El invierno y el otoño decidieron unirse, lo mismo ocurrió con el verano y la primavera.

No se preocuparon en ver a las otras dos estaciones, en algún momento volverían a verse.

...

Pero no pasó tan pronto.

...

El tiempo para ellos había pasado rápido, y pasaron muchas cosas en todo ese tiempo, ya ni siquiera se recordaban, algunos habían muerto, pero por suerte, habían tenido hijos para continuar con el legado.

Tras miles de años, finalmente volverían a reunirse, una pequeña fiesta se haría en el palacio del invierno.

Sun Wukong, la primavera, tenía planes de ir, era su deber después de todo, no tenía a nadie más. ¿Y su alianza con el verano? Habían pasado muchas cosas... El verano había muerto, la pareja fue asesinada y solo había quedado su joven hijo: Qi Xiaotian. 

El verano era el mejor amigo de la primavera, había estado en el momento en que el pequeño mono había nacido. Y la verdad es que seguiría la alianza, aunque no en forma de matrimonio, definitivamente Wukong no se sentía nada cómodo con esa idea.

Curiosamente, nadie había llegado a ser interesante para la primavera.

Cuando la primavera llegaba, todo florecía, el momento más mágico y bello estaba sucediendo, pero mientras que todo era maravilloso, Sun Wukong no sentía esa misma emoción.

Si, era lindo ver todo florecer y a los animales salir a jugar.

Pero nada hacía que Wukong sintiera esa "primavera" en su ser.

Se atrevería a decir que se sentía tan frio como el invierno, como si no pudiese sentir algo.

...

Aquel día, luego de mucho tiempo, Sun Wukong llegó al palacio del invierno, sus tierras eran tan frías como el mono dorado y naranja lo recordaba. Se había cubierto con un gran abrigo, hacía demasiado frio para alguien que disfruta de estar bajo el sol.

MK estaba a su lado, también cubierto por un abrigo, el pequeño mono sabía que era muy joven para estar en esa reunión, pero era su deber presentarse formalmente luego de miles de años sin conocerse o verse. 

Después de todo, las alianzas nunca fueron entre las 4 estaciones, pero esta vez, sería diferente.

—La próxima reunión definitivamente debe ser en mi reino.—Dijo Wukong mientras se abrazaba a su mismo, tratando de cubrirse más con su pelaje.—¿Listo, chico?—El mono de la primavera miró al mono del verano, quien asintió. 

Finalmente, Wukong tocó la puerta, la cual no demoró en ser abierta, encontrándose con un elegante hombre, ¡Ni siquiera estaba usando un abrigo! Sus ojos azules y su amplia sonrisa daban una sensación de incomodidad, pero Wukong simplemente agarró de la mano a MK. 

—¡Deben ser el Verano y la Primavera! ¿No es así?—El extraño hombre dijo.—Saludos, soy el invierno, me llamo Zhihao, es un placer finalmente conocerlos, adelante, pasen, bienvenidos a mi reino.—

—Un placer conocerlo, Invierno. Soy Primavera, me puede llamar Sun Wukong, o Wukong... El es Qi Xiaotian, el verano.—Dijo Wukong mientras entraba al lugar y el invierno cerraba la puerta.

—¡Qué sorpresa! ¿No han podido venir sus padres?—Preguntó Zhihao.

—No, los monos del verano han muerto, ahora es su turno de ocupar ese puesto.—Respondió Wukong.

—Ya veo... Es una pena.—

Zhihao siguió su camino dentro del gran palacio, llegando los tres a una gran sala con hermosos adornos y pinturas en las paredes, también esculturas.  Había un comedor lleno de comida y copas en la mitad de la habitación, además de eso, tenía cuatro sillas.

Cierto, faltaba alguien más.

—¿El otoño no ha llegado?—Preguntó Wukong con cierto tono de burla, mirando a Zhihao. 

Era de cierta manera gracioso, porque el otoño nunca tardaba, su presencia era realmente terrible, era muy puntual, y todo lo que MK había hecho crecer, el otoño lo hacía caer.

Zhihao sonrió más.

—Oh, él ya estaba aquí, permíteme presentarte a el otoño, seguro ya nos escuchó.—

El Invierno no se había equivocado. En pocos segundos, unos pasos se comenzaron a oír, el otoño se acercó, recién saliendo de otro pasillo. 

Un macaco de seis orejas se había mostrado, con unos enigmáticos ojos morados y un suave pelaje de color oscuro. No estaba usando un abrigo, pero si un hanfu de color blanco. Sus pasos eran delicados y con una postura realmente correcta. Si no fuera porque Wukong se había quedado sin palabras, haría una broma sobre como el color oscuro hacía referencia a como el otoño era también llamada la estación de la muerte.

Pero Wukong no pudo decir nada, solo pudo verlo.

—Él es Liu Er Mihou, el otoño.—Dijo Zhihao.

...

Y entonces, la primavera fijó su vista en la hermosura del otoño, terminando por enamorarse.

Seguramente las flores aquel día florecieron más hermosas, porque la primavera se había enamorado.

Pero el otoño le pertenecía a alguien más.

...

Wukong no pudo evitar fruncir el ceño al ver como tan pronto como Liu Er había llegado, permitió que Zhihao rodeara su cintura con una mano. 

—El otoño, y también mi hermosa pareja.—Terminó de decir el invierno.

Ahora todo tenía sentido.

—Un placer, también pueden llamarme Macaque.—

—Mi Liu Er, te presento a Sun Wukong, la primavera, y Qi Xiaotian, el verano.—Dijo Zhihao.

—Lamento lo que le pasó a tu familia.—Dijo el macaco de seis orejas, sintiendo cierta tristeza por el niño.

—Está bien, gracias.—Respondió MK. —Estar con Wukong es bastante agradable, así que no la paso tan mal.—

Aunque que curioso, MK no le había dicho a Macaque sobre lo de sus padres.

Quizás las seis orejas no eran de adorno.

—Suena como si la primavera fuese realmente agradable.—Respondió Macaque con una sonrisa al niño, luego miró al mono de ojos dorados, quien rápidamente sintió como su corazón dio un brinco.

Liu Er era hermoso.

Sun Wukong nunca había pensado eso de alguien, nadie nunca fue suficiente para el mono de la primavera. 

Se había enamorado, pero no podía amarlo.

—Entonces, ¿Damos inicio a la reunión?—Zhihao habló, llamando la atención de todos. 

—Por supuesto.—Respondió Wukong.

Los cuatro tomaron asiento, con el invierno y el otoño de un lado, mientras que los otros dos estaban en el otro lado. Iban a comer, pero primero, había temas que hablar sobre la alianza.

—Como saben, decidimos hacer la alianza porque nos traía más fuerza y protección, pero las cosas han empeorado, siento que es necesario unirnos finalmente los cuatro.—Dijo Zhihao.

Las alianzas eran simples: Unían el poder de las estaciones, extendiendo sus dominios más allá de los propios. En el caso de que los demonios ataquen un reino, el dueño de ese reinado podría usar poderes del otro con el que hizo una alianza. Además de que podrían manejar más de una estación.

En el caso de Wukong, cuando MK aún era más pequeño, el mono de la primavera también se encargaba de llevar el verano. Actualmente, MK se encargaba del verano, pero Wukong siempre lo acompañaba.

La verdad, había una razón por la cual se negaban a hacer una alianza entre los cuatro, era algo que les habían advertido otros dioses.

Si hacían una única alianza, uno podría desear más poder y asesinaría a los demás, quedándose con todo el poder, y no habría un desequilibrio, porque esa persona podría llevar las cuatro estaciones solo.

Era arriesgado.

—¿De verdad lo considera necesario?—Wukong cuestionó.

—Entiendo que tengas dudas de esto, Primavera.—Dijo Zhihao.—Pero como verás, Verano es una victima de como los demonios se han vuelto más astutos, hay que hacer algo. ¿Qué pasará si te asesinan y Verano queda solo?—

—Puede que él sea joven aún, pero ha estado aprendiendo suficiente. Siento que no es necesario. Estas alianzas de solo dos estaciones es suficiente.—Respondió Wukong.

Si los dioses lo habían advertido, significaba que debía de tener cuidado.

Además, Sun Wukong se negaba a querer compartir sus poderes con alguien más que no sea MK, alguien que era algo así como su cachorro adoptado.

—Si estas alianzas son suficientes, ¿Por qué no pudiste proteger a la pareja de monos del verano?—Zhihao se atrevió a preguntar.

Hubo silencio. Aquellas palabras habían cruzado una línea, Wukong no pudo evitar sentir rabia. Porque no estaba hablando de cualquiera, estaba hablando de sus amigos.

—¡No tienes derecho a traer eso a discusión! ¡Somos 4 estaciones! Aun cuando solo dos somos aliados, ¡Ustedes también debieron de ayudar! ¡Yo hice todo lo posible!—Respondió el mono de la primavera.

—¡No estamos conectados como ustedes dos! No sabríamos que necesitan ayuda.—Respondió Zhihao.—Era tu deber ayudar, si no pudiste hacerlo, no es nuestra culpa.—

—Basta.—Macaque habló. Primavera e Invierno dejaron de discutir, fijándose en el mono de ojos morados. —¿No ven que solo es un niño?—Gruñó el mono del otoño, señalando a MK. 

Oh, habían estado tan sumergidos en esa pelea, que no se habían dado cuenta que Qi Xiaotian estaba temblando, con la mirada baja y con un rostro lleno de tristeza, amenazando con llorar. 

—Xiaotian...—Wukong se dio cuenta de lo que había hecho.

—Hey.—Macaque se había acercado al joven, arrodillándose a su lado.—¿Quieres ver un algo maravilloso?—El mono del otoño le sonrió.

MK asintió mientras miraba a Macaque.

Entonces, Liu Er mostró sus manos, allí tenía un capullo de hielo. MK mostró asombro por lago tan pequeño siendo hecho con hielo, pero luego, el capullo se abrió, dejando a al vista una hermosa rosa de hielo. 

—¡Es muy linda!— Xiaotian sonrió, parecía más feliz.

—Y es para ti.—Dijo Macaque, entregándole la flor de hielo en manos al pequeño, luego se levantó, mirando al invierno y a la primavera.—Ahora, ¿Pueden comportarse?—

Zhihao suspiró. Wukong por otro lado, no pudo evitar enternecerse con aquella escena.

—Bien.—Respondió el invierno. —Quizás nos exaltamos un poco, pero ahora estamos bien, debemos seguir hablando.—

—Sigo estando de acuerdo con la idea de no aceptar la alianza.—Respondió Wukong.

—Pueden considerarlo.—Dijo Macaque, volviendo a su puesto. —Entiendo que es porque desconfías, pero eso se puede arreglar.—

El invierno no parecía muy feliz al escuchar eso, pero dejaría que el mono del otoño termine de hablar. 

—¿Cómo?—Preguntó el mono de la primavera.

—Hace años rompimos lazos.—Explicó Macaque.—Solo hay que restaurar nuestras relaciones, así podremos confiar entre nosotros.—

Zhihao iba a responder algo, pero Wukong fue más rápido.

—Me gusta la idea.—El mono de primavera sonrió. 

Si iban a volver a restaurar relaciones, significaba que ese día no sería el último que vería al mono del otoño. El invierno bufó, sin embargo, si las cosas parecían funcionar de esa manera, lo iba a aceptar.

—Puedo aceptar eso.—Dijo Zhihao.

—¿Qué te parece, Qi Xiaotian?—Preguntó Macaque al pequeño.

El pequeño mono del verano sonrió y asintió, le gustaba la idea de pasar tiempo con Liu Er, aún estaba fascinado por aquella flor de hielo.

—Entonces, supongo que esto es lo que hemos decidido.—Respondió Zhihao.—Ahora, vamos a disfrutar de una deliciosa comida juntos.—

Todos estuvieron de acuerdo, comenzando a comer. Aquel día no hablaron demasiado, y cuando la noche llegó, el verano y la primavera se fueron, diciendo que la siguiente reunión sería en el reino de la primavera.

El otoño y el invierno se quedaron solos.

—No debiste hacer eso.—Escupió Zhihao con molestia.

—Pero funcionó.—Respondió Macaque.—¿No estás feliz?—

—Funcionó, pero no tenía interés es convivir con ellos.—

—Si quieres una alianza, debes aceptar esto.—

—Más vale que las cosas salgan bien, Liu Er Mihou.—

Si, quizás aquel acto fue un movimiento arriesgado, pero Macaque no tuvo otra opción.

Debía obtener esa alianza.