Coexistencia

Puse la radio para hacer ruido en mi cabeza, no quería pensar. Quería un momento de paz, necesitaba tomar valor para enfrentarme a las respuestas que encontraría.

Tenía miedo, podía sentirlo tratando de apoderarse de mí. Mis manos temblaban levemente sobre el volante. Traté de calmarme. En mí había una mezcla de emociones, sentía odio, desesperación, impotencia. Todos se dedicaban a  criticarme, y sé que cada quién tenía una opinión de mí. Pero nadie se ponía en mi lugar. Había roto el corazón de alguien que creí muerto y ahora parecía odiarme. Acercarme a Leo para tratar de salvarlo, me ponía como una mujer loca detrás de él, a los ojos de Amelia e Isabella. Incluso de Adam y además debía de lidiar con los celos sin fundamento de Nahek. Y lo que más me dolía es que ni esa noche a su lado le parecía haber dejado claro que lo amaba a él. Y mis padres estaban desaparecidos. A pesar de ello debía permanecer entera, sin doblegarme. Debía encontrar una solución a todo esto. Y el único que había compartido de cierta forma esa carga conmigo estaba en el lugar donde Lilith debía estar. Por otra parte Lilith era la amenaza más próxima. ¿Y si...? De pronto cruzó una idea por mi mente.

Canek y Lilith estaban en el mismo bando o ¿era posible que ambos estuvieran por caminos diferentes? Despejé esos pensamientos de mi cabeza. Canek de alguna forma había intervenido a favor de Leo, aunque no entendía la razón. Pero ¿y si la razón, era fastidiar a Lilith?

Miré por unos segundos el bello anillo azul de lapislázuli. Por alguna razón sentía que debía hablar con Canek. Sabía que hacer eso iba a ser como meterme yo sola en la boca del lobo, pero ¿y sí ese lobo me servía como distracción para Lilith?

Canek podría ser mi distracción para ir detrás de Leo y traerlo de vuelta. ¿Pero cual sería mi distracción para Nahek?

Nahek hablaba muy en serio cuando dijo que no me dejaría ir a salvar a Leo. Me asusté, de mis pensamientos. Pero iba a ser todo cuanto estuviera en mis manos por que no salieran dañadas más personas, sobre todo por que el mundo no cayera en manos de Lilith. Esto era mi culpa, y debía arreglarlo. Debía a proteger a mi familia y eso ahora incluía a Nahek. Nahek era mi familia, era mi esposo. Esa palabra me costaba tanto pronunciarla. Sentía que todo había ocurrido tan rápido. De una forma abrupta una gran responsabilidad había recaído sobre mí.

Y necesitaba estar entera, no era tiempo de lamentaciones. Sin embargo me sentía sola y a la deriva. Nadie me diría que hacer, no había una forma de hacerlo bien sin que nadie saliera herido. Y no iba a preguntarle a nadie sobre lo que haría. 

Tenía una idea en mente, era peligrosa, pero... ¿Que podía pasar? Si moría en el intento... Bueno eso es algo que ya no me asustaba más. Nahek estaría ahí.

Iba tan distraída que no percaté de que el semáforo estaba en alto. Así que de mis pensamientos se apartaron de mi cabeza. Decidí poner atención en lo que estaba haciendo ahora. Y claro que mi prioridad sera llegar sana y salva a aquel psiquiátrico.

Al llegar sentí un escalofrío. Estar sola aquí me producía una sensación extraña. Cuando había venido Leo me acompañaba, e iba sujeta a él como una pequeña asustadiza. Ahora era tiempo de hacerlo sin temor alguno.

Una niebla empezó a dispersarse a medida que me acercaba. Esta vez aquellas almas que había visto aquella vez de reojo ahora las veía con claridad. Sombras grisáceas se juntaban por el camino que recorría, unas tenían las cuencas de los ojos totalmente oscuros. Había unas violáceas, unas más cenizas que otras, algunas más traslúcidas. 

Está vez no les iba a tener miedo, aunque por un instante lo tuve, titubeé. Mis manos temblaron al salir dela auto, pero me obligué a mi misma a recuperar la compostura.

Tomé aire y esta vez no las evadí, las miré de frente a pesar de que por dentro estaba aterrada, aunque también estaba curiosa. Por un momento sentí que había cometido un error... Hasta que... Sucedió algo que no pude haber imaginado.

Todas esas almas iban haciendo una reverencia ante mí, cuando pasaba frente a ellas. ME sentía extraña, me sentía rara al ver lo que estaba ocurriendo. Pero si quería que me tomaran en serio, debía también empezar a creerme eso de que era la Dama de los Muertos.

Así que dignamente lo acepte y entré con seguridad a aquel recinto, fue entonces que me sentí segura. Debía al menos aparentar seguridad, y orgullo, aunque por dentro estaba muriendo de miedo, estaba aterrada de cometer un error desastroso en cualquier momento.

  —  Vengo a ver al señor Silas—  Le dije a la señorita que estaba enfundada en un traje blanco de enfermera, a la vez que ella me volteaba a ver.

  — Claro, él la está esperando. — Ella me entregó el pase de visita. Y le agradecí con un sonrisa.

Después volví a tomar aire para tomar el pasillo que antes había caminado. Aún recordaba a los pacientes conviviendo con aquellas almas.

Cuando me encontraba justo donde iniciaba el pasillo, una tormenta empezó  a caer. Sin tregua, quizás era presagio de lo que venía. Empecé a caminar por el pasillo, donde estaban aquellos bellos vitrales. A través de ellos se veían aquellas almas, que estaban amontonadas para verme pasar. Sin embargo no me digne a mirarlas, más bien no me atreví.

Al llegar a la puerta donde estaba Silas, se escuchó el timbre que me permitiría pasar. Las gotas detrás de mí chocaban contra los ventanales bellamente decorados. Empujé la puerta y lo vi, al igual que a Adam. Ahí estaba con su cigarro, parecía tan despreocupado. 

— Así que ha decidido tomar su lugar.—  Dijo con tranquilidad. Yo no pude evitar mirarlo con recelo. Había algo en él que no entendía, que no podía descifrar y eso me inquietaba.

— Adam déjanos a solas. —  Dije sin titubear. Era hora de empezar a hacer esto bien. Y Adam no podía enterarse de mis planes.

  — Ángela, no creo que sea lo mejor.— Escuché que decía Adam, ni siquiera me había dado el tiempo de mirarlo. Sin embargo al oír su negativa, volteé a verlo con una mirada asesina. Estaba realmente irritada, estaba cansada de que todos quisieran decirme como actuar. Y estaba cansada de dejar que tomaran decisiones por mí.

— Está vez no es una opción Adam—Adam se endadó y de mala gana se fue. Desapareció. 

— ¿Veo que hoy no estas de buen humor?— Dijo aquel hombre con tranquilidad.

— ¿Acaso esto es un juego? ¿Acaso no sabe lo que ocurre?—  Dije irritada.

— Eso es algo que tú decides Adara. No yo.— De nuevo con sus respuestas al aire, que me dejaban confundida. 

  — Yo sólo quiero respuestas. Sé que usted no es sólo un nahualli, no puedo explicar cómo es que lo sé. Pero estoy segura de ello. Así que usted debe saber como puedo sacar a Leo de aquella prisión. Y sobre todo debe saber quién es Lilith.—  Le dije exasperada.

  — Así que empiezas a abrir todos tus sentidos. Empiezas a aceptar de buena gana que eres la dama de los muertos. Tienes razón, no soy un simple nahualli Adara. Soy más que eso, soy uno más de aquellos que tanto les gusta llamar espíritus celestiales.—  Dijo lo último con ironía.

 —¿Eres un ángel?—  Dije sorprendida. — Pensé que no...— No me dejó terminar la frase.

  — Que no existíamos. Bueno digamos que ustedes tienen una versión romántica de los ángeles. Los humanos y nosotros no somos tan diferentes. Excepto por que tenemos un gran talento para vivir indefinidamente. O por que podemos sobrevivir sin todos los placeres terrenales.  

En mi caso, yo acabé aquí enfermo por la humanidad que se supone debía proteger. Me dí por vencido. Deje de luchar por una causa pérdida.— Contestó con seriedad y con desdén.

¿Acaso eso era lo que eramos? ¿Una causa pérdida? ¿La humanidad era una causa pérdida? Se me hizo un hueco en el estómago.

  — Piénsalo querida, ¿de verdad este mundo merece que sacrifiques lo más preciado que tienes? Puede parecer egoísta pero no lo es. Y lo es a su vez. ¿De verdad estas dispuesta a sacrificar a todos los que te rodean? ¿A ti misma? Por un mundo que se esta destruyendo así mismo. Piensa en todos los horrores de las que ha sido capaz esta especie. Todas esas guerras, violaciones. Todos esos asesinatos, piensa en todas las cosas perversas que pasan a diario, a cada instante. ¿Y todo por que? ¿Dinero, poder... perdición? — Me decía en un tono alto, mientras sentía cada una de esas palabras como un aguijón que se clavaba en mi corazón.

  — Tú eres vida, eres inocente Adara. Sin embargo, si sigues por este camino tarde o temprano podrás manchar tus manos de sangre. Incluso yo lo hice, maté a quienes llamé hermanos, y que fueron expulsados. Aquellos que llaman ángeles caídos. Y no creo que haya valido la pena. Es una lucha eterna entre el bien y el mal. 

Por eso no estoy de acuerdo en que vean a la muerte en una forma aterradora, cuando es más aterrador de lo que ellos son capaces de hacer. La muerte sólo es algo neutral, incluso diría que es un descanso. Algo que anhelo y no puedo tener. Así que vine aquí para aislarme de todo. —Sus palabras sonaban  sinceras, cada palabra que había dicho me había dejado pensando. ¿Valía la pena sacrificarme por eso?

  — Si aun así quieres hacerlo, te diré lo que quieres oír. Te diré como rescatar a tu alma gemela. Sin embargo debes saber que pasará si lo haces. Tienes la teoría correcta, será más fácil regresar a Lilith con tu guardián aquí. Y debes traerlo, no sólo por que gracias a él Nahek puede estar ene este plano, sino por que él será el único que podrá traerte de tu oscuridad Adara. Sin embargo eso no va a ser fácil para él, ese amor que nacerá entre ustedes lo destruirá. Tomarás su vida sin darte cuenta. Eso es la consecuencia por que la muerte intervino en tu destino. 

Si algo he aprendido querida, es que para cada acción que tomas, por cada decisión acertada o no, hay un precio a pagar. 

Sin embargo no todas las decisiones son buenas o malas. A veces solo hacemos cuanto podemos, y si yo que soy un ángel pienso de esa forma, para un humano que tiene más limitaciones, pues solo toma decisiones humanas.— Dijo a la vez que terminaba su cigarrillo.

  — Sin embargo nunca he sido enteramente humana.—  Dije en voz alta.

  — Touché, querida. Sin darte cuenta estás dividida, una parte le pertenece a Nahek y otra está atada a tu guardián. Aunque no lo quieras. La vida te asignó ese destino, y ahora debes vivir ambos simultáneamente. El destino se reacomodó de forma en que entre ustedes pueda surgir el amor, y cruzar el mismo infierno debe ser algo que los una.— Aquel anciano llevó sus manos sobre su pecho. Ahora me miraba intrigado.

  — ¿Usted quiere decir, que si voy? ¿Entonces estaré cumpliendo mi destino con Leo? Pero si no voy ¿Lilith no regresará a ese lugar? — No podía terminar de asimilar lo que estaba escuchando. ¿Había una pequeña posibilidad de que sintiera algo por Leo? ¡Eso era imposible! ¿O no?

— Exactamente. El destino es sinuoso, truncado. Pero caprichoso, siempre busca la forma de cumplirse Adara, y ambos eran tu destino, en diferentes tiempos. Pero ahora esos dos destinos coexisten en tu presente.—  Dijo poniéndose ahora de pie.

  — Es tu elección Adara. Si quieres hacerlo te diré como llegar a él, y como salir. Pero debes tener presente esto.—  Me dijo en forma de advertencia.

No podía dejar a Leo ahí, y Leo era la clave para que Nahek estuviera aquí, para tenerlo a mi lado y regresar a Lilith dónde pertenecía.

  — El destino tú lo haces, y yo elijo a Nahek para que lo sea.—  Dije con seriedad. 

Aquel ser me sonrió y dijo una frase que resonaría en mi mente. 

  — Es verdad, tu eliges dentro de todas las posibilidades, de entre todos los caminos, pero hay cosas, rasgos, que nunca podrás cambiar. Y un alma gemela lo es. O algunas vidas a las que estas unidas de forma inherente.— Aquel hombre se acercó a uno de los estantes de libros, y sacó un papel viejo, demasiado antiguo de entre ellos. 

  — Es una especie de mapa. Lo usábamos cuando mandábamos la oscuridad a esa prisión. A esos seres que ni siquiera merecen el infierno. Y Lilith es una de ellas. Ella es débil por ahora. Pero buscará tomar tu vida para recuperarse de un solo tajo. Apropiándose de tu alma, para que la sirvas con beneplácito. Solo los ángeles recorríamos aquella oscuridad, y aún así tratábamos de pasar desapercibidos. Está lleno de trampas, de juegos con tu mente. Todo esto para atrapar a esas almas. Te querrán hacer caer en tentaciones, en pecados, para que te quedes ahí.

Sin embargo nunca, nunca dudes de esa cadena dorada. Ese vínculo te mantendrá a salvo, sin que pierdas el camino a tu guardián. Aunque una vez que lo encuentres, dos almas que están juntas no pasan desapercibidas. Deberás salir de inmediato con él.  Por lo demás sabes que debes cruzar por el espejo de la muerte, sin embargo deberás sellarlo desde el interior para que Nahek no pueda interferir. No podemos arriesgarnos a que la muerte se quedé atrapada ahí. 

Para salir, deberás dejar una parte de ti atada a este plano. Tu cuerpo, sería lo ideal, debes buscar a alguien que lo cuide por ti. Serás lo más parecido a la bella durmiente. En el templo de la muerte pueden ayudarte. Ellos conocen varias formas para accesar al plano espiritual. Y con gusto servirán a su Señora.— Tomé el papel antiguo de sus manos y lo aprisioné entre mis manos.

  — Hay algo más. ¿Como puedo contactar a Canak?—  Dije con seriedad y en tono autoritario.

  —¿A Canek? —  Dijo sorprendido.

 —  Si, a Canek. Algo me dice que puede ser útil en contra de Lilith.—  Le dije dudosa.

 — Estás en lo cierto, si alguien odia a Lilith es él. Sin embargo a cambio deberás darle algo que desea. Y sabes que es a ti a quién desea. Te quiere como un arma de destrucción. Yo no iría a él.— Dijo con sinceridad Silas.

— A tiempos desesperados, medidas desesperadas.—  Le contesté.

— Él no cederá en lo que quiere. — Me advirtió.

— Lo sé, pero alguien debe entretener a Lilith, mientras no estoy yo.— Le dije sin más.

— Eres inteligente, pero jugarás con fuego. 

— Lo sé.—  Le contesté.






























Hola!!! Resucité!!!! Okey no.

XD Estoy deprimida porque no pasé a los wattys XD nahhh ni la inscribí, creo que le hace falta pulir bastante. Lo malo es que no creo que pueda participar el año que viene.

Siento no haber actualizado antes, pero si supieran lo que me ha pasado. En fin... Yo casi muero cuando vi que tiene ¿2 millones de lecturas? Por Mortis!!! Casi muero!

Sé que debo agradecerles con más caps jajajaj 

Sin embargo tuve bloqueó, pasé por bastantes inseguridades con la historia. Pero creo que he superado esa etapa. 

Perdón por dejarla abandonada, pero necesitaba aclarar las ideas en mi cabeza. Gracias, gracias, gracias. No sé como agradecerlo (A parte de caps) XD

Los amo. Y espero les haya gustado el cap.

Empezaré a actualizar los caps, wattpad tiene bugs por lo que lo más probable es que les empiecen a aparecer los caps cortados, palabras incompletas o repetidas. Les aconsejo reiniciar wattpa cuando eso suceda.


Mom D! Cambio y fuera ! :P




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