Capitulo 41
Oliver mucho más recupera se reincorporó no solo a su trabajo en Queen Consolidated, sino también se enfundó su traje de Arrow a pesar de no estar al cien por cien de sus capacidades. Sara decidió continuar en la ciudad, se sentía bastante desilusionada al no haberse encontrado en ningún momento con los tres enmascarados que habían estado actuando en Starling hasta el momento que Arrow volvió a parecer, desde entonces aun no habían vuelto a saber nada de ellos...
Sin embargo la cosa estaba bastante relajada, no se podía decir lo mismo en Queen Consolidated, donde todos los días Oliver reunión con posibles clientes o socios. Como ese día, que tanto él como Felicity tenían una reunión con Ray Palmer, el hombre con él que según Bruce Wayne, su ex-novia estaba trabajando. Él también sospechaba que Laurel había sido uno de los buenos samaritanos que le habían cubierto las espaldas mientras estaba convaleciente.
—Señor Queen, señorita Smoak; el señor Palmer está aquí —anunció su asistente.
—Hazla pasar Adrien , por favor —le pidió Felicity que estaba sentada en la silla de Oliver tratando de solucionar un desastre que su chico había causado en el programa de gestión de correo.
El señor Palmer entró en la oficina con paso firme y una sonrisa en su rostro.
—Siento haber llegado tarde; Ray Palmer, encantado de conocerle—se acercó el empresario hacía Oliver con la mano extendida para saludarle—, me encanta su compañía señor Queen. Y usted debe de ser la señorita Smoak, he oído hablar muy bien de su trabajo...
A Oliver no le gustó nada el tal Palmer y mucho menos la forma en la que miraba a su chica, la cual le contestaba con una de sus sinceras sonrisas; a Felicity siempre le alagaba que la felicitaran por sus trabajo.
—Gracias señor Palmer —comentó ella—¿le parece bien que entremos a la sala de reuniones?, estaremos más cómodos.
—Por supuesto, detrás de usted señorita Smoak.
Oliver casi podía asegurar que Palmer había hecho un especial recalco en la palabra señorita, o quizás era cosa suya, ¿por qué iba a tener que hacerlo? Estaba perdido en sus pasamientos que no se percató que lo habían dejado solo en su oficina.
—¡Oliver! —le llamó la atención su chica.
—Sí, voy —Oliver entró a la sala de juntas como si no hubiera pasado nada —Dígame señor Palmer ¿ha tenido buen viaje desde Gotham?
—En realidad estaba en Cost City —respondió el aludido—, un viaje de apenas treinta minutos en helicóptero, espero que no te importe que haya usado el tejado de tu edificio como aparcamiento.
Felicity no podía ocultar su sorpresa, miró a Oliver el cual parecía tener cara de haber comido un limón bien ácido. Las negociaciones con Palmer iban a ser más difícil de lo que había sospechado.
—¿Por qué no empezamos con la reunión? —sugirió ella tratando de acabar cuanto antes con la reunión.
—Por supuesto —Palmer se puso en pie y de su cinturón sacó un dispositivo electrónico que comenzó a proyectar imágenes sobre la pantalla blanca de la sala de juntas—. Oliver, puedo ¿llamarte Oliver verdad? —éste realizó un gesto de afirmación—. Fantástico. Espero Oliver que no te importe que haya investigado tu empresa antes de venir... —Oliver la cual parecía tan descolocada por el comportamiento de Palmer tanto como él — Números, me encantan los números, este es el rendimiento de QC bajo tu primer mandato. No son falsos, están sacados de vuestro propio sistema.
—¿Cómo ha podido hacerlo? —le preguntó Oliver a su chica
—No lo sé —ella misma se estaba haciendo esa misma pregunta, supuestamente el sistema de Queen Consolidated era infranqueable. Oliver y ella había puesto especial interés en ello para poder mantener a salvo, la parte de la empresa que en realidad estaba orientada al trabajo de Oliver como Arrow—. Empieza a mosquearme que en tan poco tiempo haya dos personas echando por tierra mi trabajo.
—¿Ocurre algo?— preguntó Ray Palmer.
—Umm, nada —Oliver apoyó sus palabras con un movimiento negativo de cabeza—,solo nos preguntábamos como ha podido entrar en nuestro sistema y sacar la información —trató de mantener el tono lo más neutral posible.
—La señorita Smoak no es la única que tiene talentos ocultos, señor Queen.
El rostro de Felicity empalideció, al igual que Palmer se había introducido en el sistema de sus empresa tratando de encontrar algún punto oscuro por el que pudiera estar interesado en una repentina alianza entre ambas empresas.
—Como iba diciendo, cuando vi las bajas cifras me alarmé bastante, entiendo que no supieras nada del mundo empresarial pero esto... me dolió tremendamente el corazón— Oliver apretó los puños debajo de la mesa—. Por suerte me encontré con las cifras de la actual dirección... y tengo que decir señorita Smoak que ha hecho maravillas con esta empresa.
—Oliver y yo. señor Palmer, todo lo cambios producidos en esta empresa no han sido solo cosa mía, Oliver ha tenido gran parte de ello.
—Por supuesto, no quería quitarle ningún merito a Oliver —se disculpó el hombre— espero que no te sintieras ofendido.
—¿A dónde quiere ir todo esto, señor Palmer? —prefería dejar pasar el tema o acabaría diciendo algo de lo cual podría arrepentirse.
—Ray por favor. Y quiero ir, a que habéis demostrado que vuestra empresa no tiene miedo adaptarse, a abrirse a nuevos campos... y eso me interesa —la pantalla de presentación cambió a lo que parecía un prototipo—. Os presento la revolución en la medicina.
—¿Una capsula hiperbólica? —preguntó Felicity
—Casi —la señaló Ray—, pero no. Es una capsula que estimula las células dañadas del organismo. Esta cápsula está especialmente diseñada para accidentes de tráfico, quemados, pacientes con daños neuronales...
—¿Cómo se supone que va a lograr esa milagrosa curación? —preguntó Oliver.
—Estimulación, hay que despertar a esas células dañadas para que se regeneren —a Ray no se le escapó la mirada de desconfianza que le dirigía la pareja—. Sí sé que suena a ciencia ficción, pero es real, simplemente necesito que Queen Consolidated me permitías el uso del nuevo exclusivo del microprocesador que habéis diseñado.
—Ese proyecto está clasificado...—comentó Oliver bastante enfadado, esperaba que nadie de la empresa hubiera filtrado el proyecto.
—Lo sé, pero una amiga en común me habló de ello.
Felicity fue la primera en entender la implicación velada de Ray.
—Laurel.
—Os envía recuerdos, aunque tengo que decir que la perdida de Starling City es una ganancia para mi empresa —habló Ray recogiendo su aparato proyector en su cinturón—. Nunca había visto una abogada como ella.
—¿Está bien? —preguntó Oliver preocupado por su amiga.
—¿Por qué no debería estarlo? en Industrias Palmer somos todos personas muy agradables. No digo que en Queen Consolidated no lo sean, aunque Oliver frunces mucho el ceño—Ray le señaló el entrecejo—. Te saldrán arrugas.
—Espero que tenga algún dosier que pueda dejarnos señor Palmer para poder estudiar su propuesta —le solicitó Felicity, esos dos era como el agua y el aceite, condenados a no mezclarse— y darle una respuesta.
—Por supuesto —Ray sacó una carpeta de su maletín y se la entregó a la rubia junto una tarjeta de visita—. Ahí le dejo mi número de teléfono para que me llamen con lo que sea, o por si quieres dejar QC y explorar nuevos horizontes.
Oliver no se pudo contener más.
—Teniendo en cuenta que muy pronto va a ser una Queen y media empresa va a ser suya, me parece que no está interesada a explorar nuevos horizontes a Gotham, contigo.
Ray bajó la mirada a la mano en la que Felicity llevaba el anillo de pedida.
—Ups, vaya, creo que alguien se siente un poco amenazado...
Oliver bufó ante el descaro de el otro empresario.
—Creo señor Palmer que nuestra reunión se ha acabado —le informó Felicity—, ya le llamáramos.
—Ese tío es increíble —se desahogó en cuanto Palmer desapareció tras las puertas del ascensor—, desde que ha entrado no ha parado de fanfarronear y de tirarte los tejos.
—Oliver no hace falta que hables tan alto —le recriminó su chica mientras se acercaba a él a paso tranquilo—, se van a enterar todo el edificio.
—Es un puñetero fantasma.
—¿No será que estás celoso? —sugirió como el que no quiere la cosa.
—¿Por qué debería estar celoso yo de Palmer? —le preguntó ofendido Oliver a su chica
—Porque es un hombre, joven, guapo, inteligente, con dinero... —una a una Felicity fue enumerando las diferente cualidades que podrían afectar a su chico.
—¿Y qué? yo también lo soy, vale que no soy capaz de crear una maquina que ayude a curar a la gente pero soy capaz de crear un plan para acabar con la delincuencia en Starling.
—Exacto —Felicity se sentó sobre el escritorio de su chico y le besó en los labios—, no tienes porque sentirte amenazado. Además tienes una cosa que él quiere.
—¿A ti?
—Me refería al procesador, tonto.
—Ahora hablando en serio. ¿Por qué Laurel le hablaría de nuestro proyecto?
—¿Crees que Laurel mandaría a Palmer si realmente no viniera con buenas intenciones? Puede que no siempre haya tenido o tenga la mejor opinión de ella, pero no te haría daño. Es más casi estoy segura que lo ha mandado porque nos podría interesar el proyecto... ¿una máquina para curarse más rápido? ¿Qué mejor aliado para un héroe que no para de meterse en problemas?
—¿Estás diciendo que le cedamos en exclusiva el procesador? —le cuestionó incrédulo.
—No he dicho eso, aunque tendríamos que valorarlo. Si de verdad esa capsula funciona nos vendría estupendamente en la guarida...
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