Capítulo 5. "Magia negra"
Darlene.
Decidí quedarme en casa de Agnes, ya que, bueno... Es una buena oportunidad para conocerla mejor.
Además de que mi hombro aún no sanó y me duele bastante. No sé qué le habrán puesto a esa bala de plata, pero estoy segura que no era simplemente la bala y ya.
—¿Todo está bien? —musito al ver su estado. Está tensa—. Agnes.
—James, mi mejor amigo... Eh, ¿Cómo te digo esto? —hace una pausa y suspira—. Encontró a mi hermana en el bosque. Necesito que me ayudes con algo relacionado a eso.
—¿Qué es ese algo? —juego con unos de mis mechones. Presiento que lo que va a decir no me va a gustar, ¿O quizá sí?
—Mi hermana fue atacada por magia negra —menciona seria—. Y tú sabes manejar ese tipo de magia, ¿Conoces a alguien más que sepa? No creo que la haya atacado la gente del pueblo.
—El aquelarre de donde vengo, pero no pueden ser ellos. Están en Canadá —murmuro con dificultad. No me gusta hablar de esos temas, mucho menos con personas desconocidas—. No tengo idea si aquí haya personas así... Deberíamos comprobarlo en el archivo del territorio de brujas, supongo que tienen uno.
Asiente y va a buscar un abrigo para ponerse. Suspiro y froto las palmas de mis manos contra mis mejillas.
¿Qué rayos estoy haciendo? Se está retrasando todo. Mi investigación, el poder dominar el pueblo con la Orden.
Además, no sé qué tan seguro sea que una bruja que controla magia blanca, vaya a un lugar de magia negra. Podrían pasarle varias cosas...
Pero bueno, es su hermana, debe importarle. La voy a ayudar, es alguien a quien puedo considerar mi amiga, ¿No?
Hace tiempo no hacía actos de"bondad" por alguien.
...
Agnes y yo caminamos a la par, cerca de ella, todo se vuelve más ligero. Desprende una buena aura.
Eso es bueno, al menos los de la Orden no la cazarán. Sonará estúpido, pero todo aquel que produzca miedo, puede ser cazado.
Además de los cambiantes, obviamente.
—¿Qué te trajo aquí? —interrumpe el silencio, la rubia—. No me lo has dicho... Oh, perdón si sueno entrometida.
—Vacaciones —miento con naturalidad—. Probablemente me quede tres meses. Tranquila, si la Orden llega a venir aquí, daré órdenes para que tu familia no sea cazada.
Muy tranquilizador, ¿Verdad?
Ella me observa. Se mantiene en silencio, sus ojos claros conectan con los míos.
Mierda. No, no, no es momento de enamorarse.
Nos detenemos frente a una lujosa e inmensa casa. Déjenme adivinar, es la mansión de algún jefe de alguna de las manadas de este pueblo.
—La mansión Mareoux —comenta ella mientras contemplo la gran edificación—. Aquí están los registros del territorio de brujas, después de todo, Christian Mareoux es dueño de esta casa e integrante del Consejo.
—Me lo imaginaba —opino y la miro—. ¿Entramos o estamos esperando a alguien?
—Entramos —decide ella y yo la sigo.
—¿Entonces eres una bruja que controla magia blanca?¿Una bruja blanca? —cuestiono. Tal vez sea una bruja gris y maneja ambas magias.
Yo soy una bruja que controla magia negra, como dijo ella antes. Me encargo de un montón de hechizos que son dañiños.
Realmente no me importa.
—Sí, soy una bruja blanca. Armonizo con la naturaleza, me enfoco en ayudar a los demás y esas cosas —responde mientras sigue caminando.
Examino el lugar en silencio. Es inmenso, con un alto techo, paredes en tonos claros, cuadros... El recibidor es gigante.
Tres veces más que mi casa en Canadá. Impresionante.
Llegamos a unas grandes escaleras, donde encontramos a un chico castaño, mirándonos de reojo.
—Hola Agnes y... —saluda, mirándome de reojo.
—Darlene —completo por él. Lo examino en silencio de arriba a abajo.
—Darlene —repite él y baja las escaleras. Cuándo está más cerca, puedo ver qué comparte ciertos rasgos que con el chico de ojos verdes de la otra noche, sólo que los de este chico son azules—. Lindo nombre.
—Jacob, no la asustes —advierte la rubia y yo sonrío—. Ni la mates, por favor.
El chico, que ahora sé que se llama Jacob, hace un ademán con su mano, restándole importancia al asunto, y continúa su camino.
—¡Agnes! —llama una voz masculina. Suspiro.
La rubia comienza a subir las escaleras y no me queda más remedio que seguirla. Me siento un poco incómoda en esta casa.
Supongo que es porque estoy en territorio de licántropos. Y soy una Cazadora, hermosa combinación.
Desde siempre los Cazadores y licántropos hemos sidos enemigos.
Continúo siguiendo a Agnes hasta una habitación con una puerta de un tono oscuro, golpea la puerta tres veces y luego se oye un "Adelante"
Entramos y la escena me impacta.
Veo a una chica rubia, recostada sobre una gran cama. De su nariz gotea un líquido negro que conozco a la perfección.
Hace años que no veo un caso como este, creí que sólo en Canadá existían brujos y brujas tan poderosos. Wow.
—¿Quién es ella, Agnes? —pregunta el chico que se encuentra al lado de la chica, su mirada verde me escrudiña con intensidad.
Ay, virgen de la papaya.
Es el mismo chico que ví la otra noche, no olvidaría nunca sus ojos verdes.
—Darlene, mi amiga —suelta Agnes—. ¿Qué nos dices de ella, Dar?
La miro por unos segundos, puedo ver en sus ojos claros la súplica de que pueda ayudar a su hermana. Trago saliva, no estoy segura si puedo ayudarla.
Me acerco a su hermana a pasos lentos y coloco una de mis manos sobre su pecho. Tal y como sospechaba, ella expulsa un líquido negro de su boca.
Con rapidez, la coloco de costado para que no se ahogue y palmeo su espalda.
—Al parecer trataron de utilizarla para un ritual de brujería —explico—. Probablemente quisieron abrir un portal, utilizada como sacrificio ¿Cómo fue encontrada?
—Estaba tendida, levitando a metros del suelo —explica el chico de ojos verdes, dirigiendo su vista a mi cuello. Ruedo los ojos, espero no empiece a decir que soy una cazadora.
—El líquido negro es veneno, suele ser creado por brujas y brujos para "matar" al sacrificio. En realidad, el sacrificio muere cuando se abre el portal —veo que la hermana de Agnes sigue vomitando y suspiro—. Es bueno que lo esté vomitando.
—¿Y como le meten el veneno? —pregunta horrorizada Agnes.
—Fácil, hacen hechizos en un lugar, es como una "barrera". Cuándo cruzas ese lugar, el veneno se mete en tu organismo —detallo algo dudosa—. Hay que quitarle el veneno rápido, no creo que pueda expulsarlo todo.
—¿Cómo? —se interesa Agnes, está muy preocupada—. ¿Qué debo hacer?
—No creo que tengan los elementos suficientes, podría intentar algo, pero... Tendría sus consecuencias —musito y acaricio la espalda de la rubia, está temblando—. ¿Ella qué es?¿Bruja?¿Licántropo?¿Humana? Todo dependería de su especie.
—Bruja —responde Agnes—. Por favor, Darlene, ayúdala.
Pienso unos segundos antes de asentir.
—Agnes quédate con ella y trata de mantenerla de lado, que no se ahogue —ordeno ruda y luego miro al chico de ojos verdes—. Y tú, licántropo, vienes conmigo.
Mercink~
Uy, uy, uy, ¿Qué creen sobre todo esto?
¿Quién habrá intentado envenenar y usar como sacrificio a la hermana de Agnes?
Por ahora hay muchos misterios y dudas 👀❤️
Se vienen un poquito intensos los próximos capítulos.
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