Capítulo 21. "Conversión"
James.
No puedo creer que esto esté ocurriendo. Siempre escuché historias sobre como los licántropos u otros cambiantes encuentran a sus compañeros o compañeras, el encuentro lo describían con palabras del estilo "mágico" "inolvidable" "único" "hermoso".
También oí de las muchas leyendas que hay sobre la elección que hace la diosa luna en los compañeros. Se dice que ella es sabia y escoge por un motivo muy fuerte. Las parejas son perfectas desde sus ojos.
La persona tiene lo que a la otra le falta y viceversa. Ambas personas se complementan y se podría decir que son opuestos.
Siendo sincero, no me veía venir esto. Creí que tardaría más tiempo en encontrar a la persona destinada a mí. No todos tienen la suerte de encontrar a su alma gemela a una edad tan temprana, incluso hay cambiantes que pasan toda una vida sin encontrarle.
Brianna tenía razón, lo dijo, lo insinuó y ninguno le creyó.
Escucho sus pensamientos, está tan confundida igual que yo. Creo que está odiando esto. La entiendo. Está en su naturaleza.
Somos muy diferentes ella y yo. Siento que jamás podríamos estar juntos por más que quisiéramos, no congeniaríamos, sé que el lazo se encarga de ello, pero dudo que pueda hacer algo al respecto.
Aunque ahora mismo tengo una duda, ¿Cómo no la detecté antes?
—Tengo un hechizo para que no detecten mi aroma. Supongo que su tiempo se terminó —responde a mi pregunta, distante.
Vaya, está prestando atención a lo que pienso.
—La diosa luna hizo una buena elección —opina la banshee, cruzando sus brazos, interesada en nuestras reacciones.
—¿Te crees que es gracioso? —ataca Darlene con determinación. Su mirada fulminante está puesta en la castaña.
—No, digo lo que estoy pensando. Me entenderás luego —le sonríe con simpatía antes de beber su té.
Los ojos marrones de Darlene regresan a mí. Me evalúa con lentitud de pies a cabeza, su mirada desprende un fuego que me incomoda un poco. Se siente como nadar en una piscina de lava.
No es para nada bonita la sensación.
El aroma que desprende es muy extraño, suave, dulce y a la vez un poco amargo. Deja en claro su naturaleza: vampira, bruja, demonio, humana y cazadora.
Su tatuaje en el cuello es la viva y clara prueba de que es cazadora y lo sigue siendo.
Mamá también era cazadora y dejó la Orden sólo por el amor que le tiene a mi padre.
—Sé la historia, chéri —suspira apartando la mirada de mi cuerpo—. Morgana Alters dejó la Orden para estar con Christian Mareoux. Se casaron y tuvieron tres hijos.
—Y uno de esos hijos está destinado a ti —agrego con timidez y dulzura.
Ella amplía su sonrisa bonita y fría al término de mis palabras. Incluso diría que hasta quiere burlarse, pero se contiene.
Hay algo que la detiene, porque sé que ella lo haría sin problemas.
—Sí, pero eso no importa ahora. Quizá nunca importe —afirma sin miedo. La seguridad está más que presente en su voz.
Sin embargo, siento sus latidos veloces. Indican que está un poco nerviosa y probablemente, no sabe reaccionar a esta situación.
Darlene es una chica decidida, muy segura de lo que quiere y lo que no. Se puede apreciar a simple vista, con sólo cruzar dos palabras con ella, diría yo.
Fascinante.
Ella es fascinante y única.
—Bueno, yo debo ir con Jacob. Nos vemos luego, ¿No? —digo con un poco de nerviosismo.
¿Qué haré si ella se rehúsa al lazo?¿Qué haré?¿Morir o sobrevivir? Dicen que rechazar la unión entre compañeros es un dolor terrible. Incluso podría morir.
Ella no sufriría, porque no puede sentir. Y eso me alivia, no me gustaría verla mal.
«A mí tampoco me gustaría verte mal, chéri»
Yo sí sufriría, pero bueno, no puedo obligarla a estar conmigo ni nada de eso. A veces siento que esto de los compañeros es un asco, es decir, puede llegar a ser muy tóxico el lazo de los cambiantes.
Creo que a nadie le gusta la idea de estar destinado a alguien, sin tener la posibilidad de elegir con quién.
—Ve, estaremos... —hace una pausa, frunciendo las cejas con extrañeza—. Bien.
—¿Qué ocurre? —pregunto confundido.
—Algo está ocurriendo —observa sus muñecas, perpleja—. Mierda.
Una explosión se escucha y yo abro más los ojos por la sorpresa. ¿Qué es lo que está ocurriendo?
—Brianna me está llamando, algo está pasando —murmura Madison, viendo su celular.
—En su casa —asegura Dar sin despegar la vista de sus muñecas, sus venas se han vuelto negras—. Hay que ir ahora.
...
Darlene.
La conexión entre brujas negras de un mismo aquelarre fue creada por si una de ellas estaba en peligro. Usándola puedes llamar a alguna bruja o brujo para que te ayude, pero sólo funciona si están cerca o a menos de un kilómetro.
Hace años que no se usaba entre los y las brujas de mi aquelarre.
Brianna la usó hoy después de mucho tiempo.
Sí lo utiliza, es porque algo grave pasó. Ella no juega con estas cosas. No es de esas personas que bromean con lo importante.
Una corriente de viento helado nos abraza. Suspiro.
Después de unos minutos caminando, llegamos a la casa de Brianna.
Al principio, la escena parece normal, todo está en su lugar. El viento continúa corriendo, las hojas de los árboles se mueven, la calle está despejada, no hay rastros de algo extraño en el ambiente.
Pero luego todo cambia.
El mundo a nuestro alrededor se colorea a gris por el humo que aparece de la nada, las siluetas de Brianna, Agnes y Jules se dibujan.
¿Qué mierda?
¿Qué hace Jules aquí?
«Viste eso, ¿Verdad?»
Es la voz de James. Se muestra serio, pero puedo sentir como su corazón late a mil por minuto. Está usando la telepatía conmigo.
Esto de sentir sus emociones me disgusta un poco. No estoy acostumbrada.
«Sí, es un hechizo que creí que sólo yo podía manejar»
«¿Sólo tú?»
Repienso mis palabras y reacciono, dejo que el humo se forme en mis manos y luego las enfoco en Jules. En pocos segundos sale disparada hacia unos metros más lejos.
Mis ojos marrones se dirigen a la rubia sentada sobre el pavimento. A su alrededor, hay una minúscula capa de humo gris.
Eso no es normal. Y sólo puede significar una cosa.
—Fue convertida a una bruja negra —deduzco, viéndola a lo lejos.
—Darlene, Agnes fue herida por ella —masculla Brianna, con una pizca de molestia.
¿A la resucitada le importa alguien? Vaya, que grata sorpresa.
Decido observar a Agnes. Está inconsciente y con una herida en el torso, de ella sale un líquido negro y rojizo. Se ve bastante dolorosa.
—Llévala con su padre —sugiere Madison, viéndonos pensativa—. Sácala de aquí.
Brianna asiente y carga a la rubia antes de desaparecer. Me tomo unos segundos para observarla antes de que se vaya, su semblante es tenso, sus ojos están alerta.
Hay algo que no nos está diciendo.
Una vez no está más aquí, me acerco a Jules. Me observa con hostilidad, intenta detenerme con un hechizo, pero yo se lo devuelvo sin mucho esfuerzo.
Nadie puede vencerme. Soy poderosa y ahora mismo debería temerme.
Puedo convertirla en cenizas, quemarla en ácido, torturarla y matarla, hasta puedo inhabilitar sus habilidades recientes. No podrá conmigo.
Las brujas negras convertidas son más débiles que las naturales. Es una pena que no se lo hayan mencionado.
Una oleada de preocupación me invade, sé de quién proviene. Mi pobre chico siempre se preocupa, es un amor. Tengo un poco de miedo de lastimarlo con mi frialdad.
«Eres una ternurita, chéri»
—Ella estará bien, chéri —le aseguro con una sonrisa serena. Él asiente y se mantiene al margen junto con Madison.
Bien, necesitaba que se calme y lo he logrado. Su preocupación no me dejaba pensar con claridad. No lo culpo por angustiarse, es más humano que yo.
Regreso mi atención a Jules, me sigue observando con esa mirada cargada de furia y agresividad, los bordes de sus ojos están irritados, sus ojos están negros.
Muevo mi dedo para atraerla.
Ahora mismo debe estar sintiendo que hilos de fuego la están aprisionando y quemando. Usaría una fórmula mágica más fuerte, pero la necesito viva por el momento.
Ella no pudo convertirse en bruja negra así de la nada. Alguien más con estos poderes está en el pueblo.
Otro obstáculo de mierda. Carajo, el destino se empeña en joderme la vida. Lástima que no podrá, no me rindo. Nunca.
Rendirme no es una opción para mí.
—Me dirás ahora mismo quién te hizo un ritual de conversión —ordeno con fuerza.
Sonríe con burla.
—Nunca —responde burlona.
Muevo mi dedo para que los hilos la apreten más, ella suelta una respiración dificultosa. Pronto dejará de resistirse y cooperará, nadie soporta ese hechizo.
No es el más fuerte que sé manejar, pero es uno de mis favoritos por el efecto que provoca en la víctima.
—¿Qué harás? —se mofa—. ¿Matarme?
—Ambas sabemos que no durarás mucho —afirmo con sorna y atrevimiento.
Ella parece ofendida por mi comentario. En definitiva, no conoce que no hay otra persona más resistente que yo. Además, a pesar de manipular magia negra, su cuerpo fue creado para soportar la magia blanca. Eso le jugará en contra.
—Ella podrá contigo. Pronto se acercará —me desafía, intenta dar un paso hacia mí, pero los hilos la detienen.
Suelto una risita divertida. La creí más inteligente, parece ser que es otra más que sólo es ambiciosa y eso la matará. La magia negra traiciona si eres un convertido.
—Dile que la estaré esperando. No tengo miedo, no podrá conmigo —alardeo antes de desvanecer los hilos que la atan.
Respira con alivio. Lo sabía, no es muy resistente.
Cuando intenta huir y desvanecerse en el aire a través de humo gris, le lanzo un hechizo para dormirla. Tal vez tenga heridas luego, pero no me importa.
—Elle viendra très bientôt. Le temps est écoulé —menciona Madison con la mirada perdida.
—Lo sé. Tenemos que interrogarla —decido sin titubear, viendo a Jules.
Mercink~
¿Se esperaban esto?
¿Alguna teoría?
¿Quién será "ella"?
¿Qué creen que vaya a pasar?
Los capítulos cada vez serán más largos. Espero que no resulte tedioso leerlos.
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