Capítulo 15. "Cercanía y desconfianza"
Darlene.
Pasaron varias semanas, durante ese tiempo intenté acercarme un poco más a James. Es un chico un poco tímido y dulce, servicial, amable...
Me da pena utilizarlo sólo para quitarle información. No merece eso, él merece mucho más. Tiene un corazón increíble.
Merece lo mejor del mundo. No tengo dudas de ello.
—Ella es Kara, mi perra —me presenta a una perra cocker bastante pequeña—. Agnes me la obsequió para mi cumpleaños hace varios meses, la rescató de unos malnacidos que la maltrataban.
Sonrío viendo al animal, es adorable. Acerco mi mano para darle una caricia, nunca tuve mascotas, mamá siempre vivió con el miedo de que pueda dañarles.
Kara me ladra y acerca su cabecita. Amplío mi sonrisa mientras la abrazo con aprecio.
Desvanezco mi sonrisa de a poco al ver a John salir de la casa. Él es el hermano mayor de James y demasiado distinto a sus hermanos.
Verlo es... Extraño.
No me inspira buena espina, me observa de una manera extraña, me analiza todo el tiempo. Es incómodo, pero de todas formas me da igual, si intenta algo será licántropo muerto. No tengo miedo de usar mis poderes o unas simples balas de plata envenenadas para acabar con su vida.
Mi mente viaja hace varias semanas atrás, aquel día en el que papá y mi hermana menor, Alizée, vinieron hasta aquí para hablarme.
Papá nunca ha estado presente durante mis veinte años de vida, son contadas las pocas veces en las que cruzamos palabras o nos vimos las caras. Tiene otros deberes que cumplir y ser padre no está dentro de ellos, de igual forma, sé que me aprecia por ser su hija mayor.
Su vida en el Inframundo vale más que la vida en el mundo de los mortales. Lo entiendo, no lo necesité en ningún momento, mamá me bastó.
—Sabes lo que pasará en cualquier momento, Darlene. No sé si podrás soportarlo—había dicho ese día. Alizée se mantenía a su lado, con un rostro taciturno.
—Claro que lo sé, padre —respondí con obviedad y rudeza—. La verdad es que no me importa. Si has venido hasta aquí para molestar, sólo lárgate. Ya deberías saber que detesto que me subestimen.
—Tu madre está enferma. Y es nuestra culpa —soltó sin tapujos. Me mantuve callada, casi sin aliento.
—No es nuestra culpa...
—Sí que lo es. Lo sabes muy bien, Darlene...
Siempre supe que este momento llegaría. Nada es eterno, pero esta situación es rara. ¿Por qué mamá enfermó así de repente? Estaba bien hace un mes y par de días, cuando la dejé en el aquelarre.
Debería ir a verla, pero sé que no le gustará verme. Detesta con toda su alma verse débil y que los demás la vean de esa forma. Respeto su decisión, iré si ella me lo solicita.
—¿Dar? —inquiere James con el ceño fruncido—. ¿Todo bien?
—Sí, todo bien, sólo estaba pensando —digo con tranquilidad y una pizca de frialdad.
Sus ojos verdes me evalúan de pies a cabeza, puedo percibir que desconfía de mis palabras. Me mantengo quieta, observándolo fijamente.
Al cabo de unos minutos, retira su mirada y observa a los arbustos y árboles que hay en el jardín donde estamos. Sonrío para mis adentros, soportar mi mirada es difícil.
Puedo lograr que sientas que te quemas en llamaradas de fuego que no se extinguen, también puedo helarte como si te hubieras sumergido en una piscina o bañera llena de agua con hielos.
Mi mirada también tiene otros efectos, pero no los uso por lo general. No llaman mi atención. Me gusta lo agresivo, no lo suave y dulce.
¿Hacer que sientas que te encuentras en un tornado? Nah, eso es aburrido.
Esos poderes son cortesía de mi madre, excepto la mirada que quema, esa es gracias a mi padre. Mi "adorado" padre.
Mi celular vibra en el bolsillo de mi chaqueta de cuero, lo saco con cuidado. Kara me ladra, interesada por lo que estoy haciendo.
Al prender la pantalla, veo mensajes de Brianna, mi maestro de la Orden y una compañera de allí.
Parece que esta tarde será bastante larga.
❀
—¿Me estás diciendo que intentaron asesinar a mi madre?¿Para qué mierda te tengo, querido? —la furia es notable en mi voz—. Te encargué una cosa hace unos días, ¿No pudiste cumplirla?¿En serio eres tan imbécil?
—Lo lamento, Darlene. No ha pasado a mayores y su herida de bala ya está sanada, pero debes saber que fue atacada con veneno negro —murmura mi maestro, al otro lado del teléfono.
—El mismo método de ataque... —susurro recordando el ataque a mis compañeros cazadores—. Bien, pon seguridad. No quiero que le pase algo, por favor.
—Así será, Darlene —acepta mis órdenes antes de suspirar—. Intenta salir de ahí lo antes posible, están asesinando muchas personas en Peaceville.
—Lo sé. Trataré de hacerlo —suspiro y cuelgo, dejando el celular sobre la mesa.
Brianna me observa en silencio, sentada en el sofá negro de su casa. Cruza sus piernas, inquieta.
Reprimo mis ganas de gritar de la rabia. Son demasiados problemas, la enfermedad repentina de mamá, los ataques, las muertes, James parece desconfiar de mí, John me observa de una manera extraña, intentan matarme a mí y a Brianna...
—Llamé a alguien de confianza. Nos ayudará a resolver los crímenes, llegará mañana desde Francia —nos informa Brianna, con una mirada vacía.
Normal en una resucitada.
—¿Algo más?
—Quizá pueda ayudarte a ti con lo que estás buscando, Darly —me observa fijamente con una sonrisa burlona—. ¿O no querías ayuda?
Respiro hondo y contengo mi ira. No me gusta que me digan lo que debo hacer o intenten ayudarme en cosas que son muy importantes para mí. Puedo sola, siempre trabajé sola.
Siempre fui yo sola y nadie más.
—Las muertes cada vez son más seguidas —recuerda James con pesar—. ¿Qué pasa si no logramos atraparlo?
—Pues que pena —opina Brianna, indiferente—. Es todo lo que está al alcance de nuestras posibilidades.
La examino con disimulo. Su vestido floreado azul se ajusta muy bien a su cuerpo, sus ojos están alertas, pero veo algo diferente en ella. Y no, no tiene que ver con el tema de su resucitación.
Va más allá de eso.
—¿Cómo puedes decirlo así tan tranquila? —cuestiona con dureza—. Oh, ya recordé. Lo siento... ¿Tú eres...?
—¿La que codificó mensajes en clave en los archivos? No, esas tonterías no son de mi interés. Te creí más inteligente, querido Mareoux —comenta con frialdad, a la vez que enciende un cigarrillo.
Agnes se encuentra recostada en un sofá individual. No ha hablado desde que llegamos al hogar de Brianna, es extraño. La conozco muy poco, pero sé que no es de esas personas que se mantienen calladas por mucho tiempo.
—Los Onsso intentaron abrir un portal, ¿Podrían ser ellos los culpables, no creen?
—Presiento que esto va más allá de un simple portal, Agnes. Es una distracción —deduzco dubitativa.
Tal vez me equivoco, tal vez no.
—Suena lógico. Cualquiera haría eso para pasar desapercibido. ¿Entonces quién sería?¿Qué tratan de hacer con tantas muertes? —piensa James, concentrado en intentar descifrar algo.
Mi mente viaja al hermano de James. Su expresión y sus rasgos me suenan tan familiares por alguna razón, sé que su madre es una ex cazadora, pero es como si los hubiera visto antes...
Cómo si hubiera tratado con él, cuando en realidad no crucé ni una sola palabra con ese rubio.
Y su forma de desconfiar de mí...
Él sabe cosas que no han salido a la luz. Creo que sé a dónde se dirigen esos temas...
—James... —lo llamo, él me observa esperando a que continúe con lo que quiero decir—. John está con los que iniciaron esto —declaro seria.
Mercink~
¿Qué les está pareciendo la historia?
Cada vez se torna más confusa y eso es algo que me encanta mucho 👌
¿Teorías del próximo capítulo?
Por cierto, lamento tardar tanto en actualizar. Prometo que las próximas actualizaciones serán más frecuentes.
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