CAPÍTULO XV

~PDV NEUS~

-Esto... Esto es bellísimo. -Es lo único que podía salir de mi boca.

-¿Verdad? -preguntó de forma obvia.

-¿Cómo encontraste este lugar? -No podía apartar mis ojos del valle.

-La verdad es que lo encontramos con Iker mientras paseábamos conociendo el lugar. -Su vista estaba fija en mi rostro, podía notarlo a pesar de que yo me mantenía mirando al frente-. Cuando te conocí me dije a mi mismo que debería traerte aquí en nuestra primera cita. -Al escuchar eso me ahogué con mi propia saliva de los nervios-. ¿Estas bien? -preguntó preocupado ofreciéndome un poco del café que había comprado.

-Si, si, si. -repetía mientras trataba calmarme-. ¿Esto es una cita? -No estaba segura de si en verdad lo era, había pasado mucho tiempo desde que estuve en una que ya no recordaba cómo era o cómo se sentía.

-Si. -afirmó orgulloso-. Desde que dijiste anoche que no huirías de mi lo he tomado como que estamos empezando una relación romántica. -Sonrió como si lo que acababa de explicar fuera lo más normal del mundo, o al menos entre nosotros. Mael se tomaba demasiadas atribuciones.

-¿Qué tu qué? -cuestioné confundida, su simpleza me chocaba-. Es cierto que dije que no iba a huir, pero de ahí a que... -Mael optó por no dejarme continuar callándome con un fugaz beso.

-Estamos empezando una relación que va a avanzar a pasos de tortuga hasta que te sientas cómoda conmigo y no rechaces mis muestras de afecto. -Y ahí estaba otra vez aquella sonrisa que hacía tambalear mi mundo, aquella sonrisa que pedía derrumbar la muralla de mi corazón.

-No importa lo que diga, no me dejarás ganar. -Sonreí mirándolo a los ojos-. Pero creo que eso es algo que tienes que me gusta. -Por un instante me armé de valor y fui yo quien le dio un corto beso sobre la comisura de su labio, a lo que él solo respondió con una sonrisa.

-Con esto ya me puedo dar por satisfecho. -dijo ofreciéndome alguno de los bocadillos que había comprado.

-Por cierto, ¿cuándo piensas contarme de tu vida? -Por fin solté la pregunta que tanto había estado conteniendo.

-¿Qué es lo que quieres saber sobre mi? -Dió un sorbo a su bebida.

-Por ejemplo tu apellido. -Solté sin más, en realidad era algo básico para saber.

-Es O'Neill. -dijo tranquilamente.

-¡Ohhh! Eso suena como un apellido adinerado. -dije sin darme cuenta de que podía sonar sarcástico.

-En realidad lo es. -afirmó como si ser rico fuera lo más común del mundo.

-¿O sea qué eres un niño de papi? -Mi estúpida personalidad comenzaba a relucir, esperaba no ofenderlo con mis comentarios, me volví algo sarcástica estando al lado de Iluka.

-A decir verdad, mis padres provienen de una familia adinerada en donde ambos heredaron el negocio familiar, pero a mi no me interesaba pasar mi vida en una oficina tapado de papeles. -Podía notar por el tono de su voz que mis palabras no lo habían molestado en absoluto.

-¿Entonces a qué te dedicas? -Mi curiosidad iba en aumento.

-Soy licenciado y profesor de Historia, y Licenciado en Psicología. -Se notaba lo orgulloso que estaba de sus logros.

-Eso si no me lo esperaba. -dije en verdad sorprendida.

-¿Y qué esperabas? -Era su turno de sacarse la duda.

-Pensé que serías un vagabundo que se alejó de su familia para llevarles la contra. -Solo quiero decir que esa fue solo una de las miles de teorías que se me ocurrieron.

-No -dijo entre risas-, a Iker no le iría bien de vagabundo. -Eso me hizo pensar que estos dos deben haberse conocido en la universidad.

-¿Ustedes se conocieron en la universidad? -Eso explicaría porque andan todo el tiempo juntos.

-No, nosotros nos conocemos desde la escuela secundaria, nos hicimos amigos y luego nos dimos cuenta de que nuestros padres son amigos por lo que desde que tengo uso de razón nos hemos visto y ninguno lo había notado, pero solo después de un tiempo nos volvimos cercanos. -Calculo que vio que mis manos se estaban congelando por lo que frotó las suyas contra las mías para que tomaron un poco de calor.

-¿Iker también es un niño de papi? -Las sorpresas eran cada vez más grandes.

-En algún punto si. Él disfruta del bienestar que sus padres le proporcionan, pero nos parecemos en el hecho de que ninguno quería heredar las finanzas familiares, así que terminamos estudiando juntos. -No podía imaginar en mi cabeza a Iker como profesor, de seguro se acostó con la mitad de las profesoras y con la otra mitad de sus pacientes-. Te puedo asegurar que no sucede nada de lo que estas imaginando en tu linda cabecita. -Sonrió luego de envolverme en su abrigo, no me había dado cuenta de en qué momento se lo había quitado.

-¿Y qué sabes tú sobre lo que estoy pensando? -Lo reté a adivinar.

-Es cierto que Iker es un mujeriego, no lo voy a negar a pesar de que sea mi amigo, pero te aseguro de que es muy profesional en su trabajo, tanto de profesor como en el consultorio, sobre todo porque se especializa en niños. -Terminó por argumentar.

-¡Qué Iker se especializa en niños! -Eso si no lo podía creer, era algo que jamás hubiera imaginado ni en mil años. Estaba por hablar pero mi teléfono sonó dejándome saber que una llamada estaba entrando-. ¿Hola? -pregunté ya que no vi de quién se trataba.

-¿Dónde estas? ¿No me digas que el imbécil de Mael te ha raptado? -Esas ocurrencias solo podían provenir de la loca de mi amiga.

-¿No fuiste tú quién sugirió que él me cuidara? Asume la responsabilidad Iluka. -dije para divertirme un rato.

-Es cierto, espera un momento que voy a matar a Iker que está aquí a mi lado. -Me lo había imaginado desde el momento en que atendí y escuché una voz masculina, esos dos terminarían juntos por más de que lo negaran, el amor golpea duro cuando llega.

-Deja de buscar excusas para tocar el cuerpo del pobre hombre. -Era divertido molestarla.

-De pobre no tiene nada. -Y la verdad que en ese punto tenía razón, él y Mael tenían más plata de la que nosotras podíamos siquiera soñar-. Dime dónde estas, quiero verte amiga. -Ya empezó con sus momentos cariñosos.

-Ve a dar una vuelta con Iker que cuando llegue te avisaré para que vengas a casa un rato antes de que vayas al trabajo. -Pude escuchar cómo iba a empezar a quejarse pero corté la llamada antes de que pudiera hacerlo.

Iba a hablar con Mael, pero cuando volteé no estaba a mi lado y me asusté, tan inmersa había estado en la conversación que no había sentido cuando había dejado de calentar la mano que me quedaba sin hacer nada.

-Vamos que te esperan. -dijo sosteniendo en sus manos la silla de rueda con esa sonrisa brillante y esa mirada comprensiva repleta de amor, no se si algún día me podría acostumbrar a esos sentimientos.

-¿Cómo supiste? -¡Idiota porque hablabas en voz alta! ¿O pensabas qué te comunicabas por telepatía? Me reprochaba mentalmente.

-La verdad es que Iker me avisó de que vendría a visitarte cuando vino a traerme el auto, pero no pensé que fuera con Iluka. -explicó mientras me cargaba hasta la silla de rueda para luego depositarme en el asiento del copiloto-. Estoy seguro de que esos dos van a terminar juntos. -Terminó por decir mientras cerraba la puerta del conductor para encender el auto junto con la calefacción.

-¿Tú también lo crees? -Me emocionaba saber que no era la única que lo imaginaba.

-¿Te queda alguna duda? -dijo ofreciéndome una tierna sonrisa. ¡Dios! ¿Cómo era posible de que ese tipo se la pasara sonriendo así? ¿Tenía promesa o pacto con el diablo?-. Iker es del tipo que le gusta disfrutar el momento, no busca compromiso, quiere vivir una vida libre de ataduras, pero por alguna razón siento que Iluka será quién lo ate a su pie. -dijo mientras enfocaba la vista en la carretera.

-Extrañamente mi amiga es igual que Iker. -A lo mejor por eso se llevaban tan mal fuera de la cama-. A ella no le gustan los compromisos, dice que los hombres solo traen desgracia en la vida de una, y debo reconocer que en algún punto debido a mi experiencia debo darle la derecha. -Eso me hizo recordar por todo lo que tuve que pasar hasta llegar aquí-. Sin embargo, desde que conoció a Iker, o mejor dicho desde que se acostó con él, extrañamente lo nombra más y se lo encuentra a menudo, esos dos se traen algo que ni ellos se imaginan. -afirmé mirando divertida el paisaje que se abría paso entre nosotros.

-Ya veremos que sucede, por ahora nos divirtamos un poco acosta de ellos. -dijo en un tono algo malicioso que me causó gracia.

El resto del camino fue en silencio, pero esta vez no fue tan incómodo como al principio. Ya veríamos si nuestras predicciones fueron correctas, por el momento fue interesante conocer un poco más sobre Mael.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top