CAPÍTULO LXXII
~PDV MAEL~
El idiota de Iker había desaparecido, de seguro quizo ir a ver a Iluka, pero al menos podría haberme avisado y no dejado esperando.
No me gusta depender de nadie y menos en un lugar que no conozco, o al menos eso pensaba, porque dentro mío podía sentir que todo me era muy familiar, tanto así que llegué al bar donde trabajaba Iluka.
Entré porque el aroma a café me invadió pero al adentrarme vi una situación que hizo que la sangre me hirviera. Ella asustada, en shock, con un tipo sosteniendo con fuerza su muñeca. No pensé y solo actué, pero su novio apareció y se la llevó hacia afuera, supongo que para calmarla.
—Al parecer te han cambiado señor Sonrisa. —El tono con el que el bastardo me hablaba en verdad era desagradable, no podía soportar un segundo más.
—Creo que tú nunca tuviste siquiera esa oportunidad. —No se porqué esas palabras salieron de mi boca pero al parecer le molestaron y bastante ya que su cuerpo se tensó—. Si me lo permites, tengo cosas más importantes que hablar con un idiota. —Me moví hacia un lado para dirigirme hacia la salida.
—Ahora entiendo porqué decidió cambiarte, no eres ni la mitad de lo que solías ser con ella. —escupió en lo que habría la puerta para salir del lugar.
Al salir pude divisar dos personas abrazadas a un costado y no me hizo falta nada para adivinar que eran ellos dos, su perfume mezclado con sus lágrimas me lo dijeron. Me moví sigiloso y desaparecí.
Sin rumbo aparente me alejaba de aquella situación incómoda. En mi cabeza me iba recriminando mi accionar, no tendría que haber intervenido pero el solo hecho de recordar el agarre de esa bestia sobre su delicada muñeca me enfurecía y me hacía perder el control.
Su rostro en pánico fue determinante para que actuara... Un momento, su rostro. Pude visualizar su rostro completo.
En el momento en que me di cuenta de aquello me detuve y su rostro apareció completo frente a mis ojos con una gran sonrisa. Un copo de nieve se derritió lentamente sobre mi rostro y un flashbacks me invadió... "Cuando el invierno te llame...", seguido de eso una punzada en mi cabeza hizo que se desconectaran todas mis conexiones cerebrales y caí al suelo.
~PDV NEUS~
Cuando nos dirigimos hacías dentro pude notar que Mael ya no estaba y que el tipo que me había estado molestando tampoco, eso me tranquilizó bastante. No pensé experimentar esas crisis de nuevo, y más después de tanto tiempo.
En lo que seguía haciendo mi trabajo mi celular comenzó a sonar, por lo que lo tomé y salí para poder hablar más tranquila.
—Iluka ¿qué sucede? ¿Acaso tienes miedo de que me quede con tu trabajo y robe la atención de todos tus pretendientes? —Me burlé de ella en cuanto respondí la llamada.
—No te equivoques amiga, tu ya recibes demasiada atención masculina. —Su voz sonaba más animada, al parecer la presencia de Taras le hizo bien.
—Digamos que solo me centro en la atención que me importa. —dije soltando una risa ligera—. Pero bueno, dime por qué llamas. —No quería demorarme demasiado y hacer esperar a los clientes.
—¡Vamos, pregunta! —La voz de Iker resonó del otro lado de la línea.
—¿Estas con Iker? —pregunté de manera juguetona—. Dime para no ir más tarde. —bromeé.
—Deja de hablar idioteces. —Su tono de voz indicaba que estaba enojada—. Iker me pregunta si sabes algo de Mael, lo dejó hace un tiempo ya pero no sabe nada de él, lo llama pero no responde... —En ese instante en que Iluka hablaba todo quedó en silencio para mi.
Un copo de nieve se derritió tristemente sobre mi ojo formando una lágrima y pude sentir mi nombre saliendo de sus labios... "Neus...".
Corté la llamada y salí corriendo sin sentido, algo no andaba bien. La angustia se había apoderado de mi pecho y el nudo que se formó en mi garganta no dejaba entrar el aire que necesitaba para respirar.
Corrí y corrí sin saber porqué lo hacía hasta que di con un bulto a un lado de la calle. Mi cuerpo se detuvo por el impacto y comenzó a temblar, era miedo, conocía aquella maldita sensación. Por un segundo me quedé de pie hasta que su perfume me abofeteó. No lo dudé más y avancé hasta él. Mael estaba inconsciente en el suelo frío.
—Despierta. —Mi voz salió temblorosa, pero no hubo reaccionó—. ¡Despierta jodido imbécil! —Ya lo samarreaba con fuerza en lo que lloraba, pero no había reacción alguna.
Saqué fuerza de donde no tenía y busqué mi celular pero no lo encontraba, al parecer se me había caído cuando salí corriendo.
Mael seguí inconsciente y su cuerpo estaba cada vez más helado. Recosté su cabeza sobre mis piernas y puse el único abrigo que traía sobre su cuerpo. En lo que lo acomodo puedo sentir su teléfono, lo aprieto y veo que tiene clave. Solo me quedaba rezar para que no hubiera cambiado su patrón, y por suerte no lo había hecho, era el mismo patrón que tenía mi teléfono, lo habíamos creado juntos.
Pude llamar a la ambulancia que no tardó en llegar. Subí con ellos, no me despegaría de su lado, no podría.
Llegamos al hospital y los doctores, luego de estabilizarlo, se dedicaron a hacerle algunos estudios por lo que me permitieron quedarme a su lado.
En verdad estaba muy asustada, no podía parar de llorar, trataba de hacerme la fuerte pero el sentimiento de verlo desmoronado y frío en el suelo me movilizó a un punto que jamás pensé.
—¡Maldito idiota! —dije en voz baja—. No puedes aparecer como si nada de nuevo en mi vida y estar de esta forma—. En verdad no sabía si le estaba reprochando a él, al destino, a la vida o a mi misma por lo que estaba sintiendo en este momento—. ¡Despierta de una puta vez! —Sostuve su mano sin parar de llorar.
—Seguro que si dejas de llorar podría descansar de forma más tranquila. —Su voz apagada y algo cansada se hizo presente.
Tomé algo de distancia de manera instintiva pero Mael me sostuvo con fuerza. Se quedó observándome por unos segundos que parecieron eternos. ¡Me estaba observando! Como si realmente pudiera ver mi rostro.
—¿Me estas viendo? —pregunté algo temerosa, no quería irritarlo y mucho menos incomodarlo.
—Neus... Puedo verte. —Fue lo último que escuché, acto seguido tenía a Mael besándome.
~PDV MAEL~
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza y a mi lado, sosteniendo mi mano a Neus que me llamaba idiota en lo que me pedía que me despertara.
No fue hasta que ella me preguntó si podía verla que había notado que su rostro estaba perfectamente ordenado, todo estaba donde debería estar naturalmente.
—Neus... Puedo verte. —dije incorporándome para besarla.
Necesitaba besarla, sentirla mía. Era una sensación que me invadía desde lo más profundo de mi ser. Ella me llamaba, ella gritaba mi nombre en silencio, y solo Dios sabía qué iba a suceder con todo esto.
Yo solo necesitaba besarla y eso fue lo que hice. Me acerqué y sin darle demasiado tiempo a reaccionar mis labios ya se estaban apoderando de los suyos. Neus era mía, ella me correspondía y algo en mi interior ardió.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top