CAPÍTULO LXVI
~PDV NEUS~
Luego de pagar el desayuno subí a los chicos a dos taxis para llevarlos a la casa de mi amiga, ella se moría por conocerlos y aunque todavía no la perdonaba por lo que me ocultó tampoco podía dejarla sola a la deriva de Dios con todo lo que ella hizo por mi.
Al llegar Ivo no dejó que pagara y lo hizo él, y es que de verdad este hombre lo tenía todo. Saqué las llaves del departamento de mi amiga, porque ambas teníamos la llave de la casa de la otra por cualquier eventualidad.
Me di vuelta para mirar a los chicos y hacerles una seña para que permanecieran en silencio en lo que abría la puerta. Introduje la llave y la giré lentamente evitando que hiciera ruido y de la misma manera abrí la puerta. En el momento en que abrí los gritos se dejaron oír.
-Hola. -fue lo único que pude decir tras dejar la puerta abierta de par en par y a mi y a los chicos detrás de ella.
Iluka e Iker se quedaron mirándonos desde donde se hallaban de una manera muy graciosa y yo solo no pude aguantar la risa.
-¡Bebé! -Mi amiga lloraba desde su lugar sin poder moverse.
-Neús ¿Qué haces aquí? -Iker en verdad estaba sorprendido.
-¿Qué puedo estar haciendo aquí par de idiotas? -dije suspirando-. Entren chicos y perdonen lo descuidada de la situación. -Di un paso hacia delante para que mis niños pudieran entrar.
A medida que iban pasando la desgraciada de mi amiga se iba relamiendo los labios de manera sutil, pero ese gesto no se me escapó, a mi no. Nada de lo que ella hiciera se me podría escapar.
-Chicos, ella es la idiota de mi amiga Iluka. -La señalé pero el cuerpo de Iker, al parecer, por instinto se interpuso en medio así que tuve que moverme hasta él y correrlo jalando de su oreja. Por un instante se sintió como antes.
-¡Hola! -saludaron todos al unísono aguantando la risa tras el espectáculo que Iker y yo habíamos dado.
-Hola. -respondió ella con una voz un tanto ronca-. Sepan disculpar mi voz y mi mal aspecto. -Ahí estaba ella en modo caza activada.
-¿A mi no me piensas presentar? -Iker, que conocía a la perfección las técnicas de mi amiga, se hizo el ofendido.
-Tú no mereces nada, pero vale... Él es Iker el cavernícola de la cafetería. -Me desligué completamente de su presentación, que ni crea que lo había perdonado.
-¡Tú! Quítate de ahí y si vas a ayudar al menos invítalos a pasar. -Ella había cambiado completamente el tono de voz y su actitud en cuanto se refería a Iker.
Él solo la observó en silencio y se movió para indicarles dónde se podían ubicar, lo cuál me pareció bastante raro. En otro momento esos dos se hubieran agarrado sin importarles que hubiera alguien más delante de ellos. Puedo suponer que Iker va en serio con su declaración de amor.
-Gracias por cuidar de mi bebé, ella habla mucho de cada uno de ustedes. -Iluka, a pesar de estar recién dada de alta no dejaba de seducir a los chicos, pero su escencia era así.
-Más bien nosotros estamos agradecidos con ella por cuidarnos. -Moritz habló tiernamente y se que Iluka suspiró pero a pesar de eso mi bebé no era de su tipo.
-Neús es la que nos mantiene unidos y es la que da el toque de familia a nuestro hogar. -Carla estaba haciendo que me sonrojara.
-Me imagino, ella siempre ha sido de esas personas que unen y llenan de amor cualquier lugar al que llega. -Ahora Iluka iba a hacer que llorara, pero me acordé de lo que había hecho y se me pasó.
-¿Cómo te encuentras de tu accidente? -Luca preguntó cortesmente.
-Bastante a dolorida pero es... -Ella pareció tildarse sin saber cómo seguir-. ¡Un minuto! Ustedes dos ahí muy acaramelados. -Nos señaló de manera exagerada a Ivo y a mi que estábamos sentados uno al lado del otro-. ¿No piensan decir nada? -Traté de aguantarme la risa al ver como mi novio pasaba a estar totalmente rojo de la vergüenza pero definitivamente no pude.
-Un gusto, soy Ivo el novio de Neús. -Él ya había vuelto a su estado natural.
-Si eso ya lo se, y creéme que soy muy feliz de que ella tenga un novio tan ardiente. -Ante ese comentario mi amiga recibió una mirada recriminadora por parte de Iker que se encontraba ahí sentado a su lado-. ¿Tú qué me ves? -Ella se quejó en su dirección.
-¿No puedes hablar de manera más decente sobre el novio de tu amiga? -Él en verdad estaba malhumorado pero algo me decía que no era simplemente por ese comentario-. Me disculpo por ella. -Ahora se dirigió a Ivo.
-No me molesta su forma de hablar, aunque si debo admitir que es algo chocante al principio. -Ivo mantenía una expresión seria a la que los chicos y yo estábamos acostumbrados.
-¿Eres así de serio cuando coges con mi amiga? -Ante la pregunta tan fuera de lugar de mi amiga todos nos ahogamos y ni que decir de Ivo que creo dejó de respirar.
-Iluka te estas pasando. -Fue lo único que dije mirándola fijamente.
-¿Las conversaciones entre ustedes son así siempre? -Alexandre preguntó para sacarnos del apuro en el que estábamos.
-Me resulta bastante entretenida su forma de ser. -Carla estaba muy emocionada con Iluka y estoy más que segura que Valeria también.
-No conozco otra forma de ser con ella. -Ella me devolvió una mirada tan tierna, de esas que pocas veces me daba-. Aunque hallamos cambiado de tema no creas que me he dado cuenta Ivo de que no has contestado mi pregunta. -A ella jamás se le pasaría por alto una respuesta que le interesara.
-Nosotros... -A él le costaba responder algo tan íntimo.
-Nosotros estamos muy bien juntos y es todo lo que necesitas saber. -Terminé de contestar por Ivo a lo que Iluka soltó un suspiro cansino.
Dejé a los chicos conversando con Iluka en donde ella les contaba anécdotas vergonzosas mía, porque claramente de ella jamás.
Tomé de la mano a Ivo y lo llevé hasta el fondo en donde no había nadie, tenía la sensación de que necesitaba respirar un poco aire después del ataque de preguntas y respuestas de mi amiga.
-¿Te encuentras bien? -Le pregunté una vez que quedamos solos con la brisa fresca de la mañana.
Ivo tardaba en responder y lo único que hacía era mirarme de manera fija y de forma dulce. Era una mirada que no había visto nunca en él por lo cuál no sabía cómo tomarla.
-Ivo, ¿te encuentras bien? -Me acerqué un poco más hasta él para estar segura de que respiraba.
Sin decir palabra alguna él terminó por acortar nuestras distancia matando el espacio con un beso que hizo estallar en mil pedazos mi corazón. Lo que Ivo me transmitía con aquel beso era mágico y si tuviera que definirlo en una palabra sería "sanar". Ivo me decía con ese beso que él quería ayudarme a sanar y eso me estaba matando.
-¿A qué se debió ese beso? -pregunté una vez que nos separamos para tomar aire pero aun con los ojos cerrados, tenía miedo de mirarlo a los ojos y no saber qué hacer con mi vida.
-Es que he tomado la decisión de ayudarte a sanar y no importa que en el proceso quede fuera de la ecuación. -Él acariciaba con delicadeza mi rostro-. ¿Puedes abrir los ojos? -El tono de su pregunta fue tan suave que pareció una caricia.
-Me niego. -declaré al tiempo que negaba moviendo mi cabeza lentamente de lado a lado.
-¿Puedo preguntar el por qué? -Podía sentir su sonrisa aunque no lo viera.
-Ya estas preguntando. -Sonreí aun con los ojos cerrados-. Pero me niego porque se que en cuanto los abra me va a doler verte. -admití con algo de pena.
-Neus, mírame. -Su petición fue una súplica dulce a la que no pude negarme y con algo de temor abrí mis ojos y me topé con una mirada repleta de emociones-. Hoy terminé de entender lo valiosa que eres y lo mucho que te amo. Eres todo lo bello que el mundo necesita, y te necesita completa y en tu mejor esplendor y quiero verte de esa forma, por eso he decidido ayudarte a sanar sin importar lo mucho que pueda doler mi amor por ti. -Y en verdad sus palabras finales dolieron y con una intensidad que jamás imaginé.
-No necesito más que tenerte en este momento a mi lado, es todo lo que quiero. -Y tras decir aquello esta vez fui yo quien acortó nuestras distancias para besarlo.
En verdad no se hasta dónde me llevaría el amor de Ivo pero estaba segura de que me arriesgaría en este viaje, nuestro viaje.
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