Troy. ¿Decisiones complicadas?

Troy estaba confundido a que se había referido Paul cuando dijo que se alegraba que estaba vez él hubiera acompañado a Sharpay. ¿De verdad estaba insinuando lo que creía que estaba insinuando?

>> Los gemelos hijos suyos <<

Esas palabras resonaron en la cabeza de Troy, no era posible. No podía, cuando había estado con Sharpay. La primera vez que la tuvo en sus brazos fue... Podía ser que... Sharpay había sido la primera en besarlo, cuando nunca la rubia había mostrado interés en él. Podía ser que eses dos diablillos, Caleb y Chloe fueran hijos suyos.

Cierto que los gemelos siempre lo habían llamado papá pero como, no entendía nada. Eso tendría que haber pasado antes de su accidente, podía ser que perteneciera a algún momento que no podía recordar.

Si era posible, joder por supuesto que podía ser posible. Para su sorpresa esa revelación no le parecía tan mala, de hecho le alegraba que eses dos pequeñines tan cariñosos que amaba fueran o pudieran ser sus hijos.

Troy se tumbó de un golpe en la cama y con una sonrisa se quedó profundamente dormido, sentía tantas cosas, tenía la cabeza hecha un lío. Eso le provocaba dolor de cabeza pero estaba seguro que todo terminaría por arreglarse o al menos se acostumbraría a no recordar nada de esos cinco años atrás. 

Fueran como fueran las cosas tampoco le iban las cosas tan mal. Quizás no eran como se había imaginado que serían pero no le importaba. Y era así porque dos pequeños diablillos, Caleb y Chloe alegraban sus días cuando estaban con él. Por esa razón había pedido a Sharpay que se los dejara una semana además también ella así podría descansar. Aunque no lo pareciera ella tampoco lo había estado pasando bien últimamente, a pesar de él era quien sufría amnesia.

Troy dormía plácidamente cuando de un momento a otro se encontró tumbado en una cama que no era la suya y estaba herido. Además Gabriella estaba a su lado sentada en una silla y le sonreía. ¿Cómo era posible? Por lo que sabía ella había muerto al suicidarse disparándose en la cabeza.

No podía moverse porque la herida en el hombre se lo impedía, Gabriella se acercó y le dio un beso en la frente, luego le dijo al oído que no se preocupará. Que ella cuidaría bien de él, que serían felices juntos. Pero Troy ya no quería tener nada que ver con ella, por eso le gritaba que se fuera, que lo dejara en paz de una vez. ¿Acaso la morena no lo había entendido todas las veces que se lo había dicho?

>> Parecía que no - pensó Troy <<

Gabriella salió de la habitación y regresó con los gemelos. Se los veía muy asustados, nada más ver a Troy corrieron a abrazarlo a pesar de estar herido. El ojiazul intentó recostarse y abrazar a los niños pero la maldita herida no le dejaba hacerlo. Le dolía, era penetrarte y casi le nublaba la vista. Sin embargo no podía rendirse. Gabriella agarró a Chloe y la tiro al suelo, Caleb lloraba en el pecho de Troy mientras su hermana era golpeada por la rubia. Troy intentaba levantarse para detenerla pero su cuerpo no reaccionaba hasta que dejo a la niña y estaba vez se ensaño con Caleb. Troy gritaba y le suplicaba que dejara a los pequeños en paz pero no servía porque seguía como si no escuchara lo que le estaba pidiendo.

-Gabriella, déjalos. Por favor, no les hagas daño-chilló Troy tratando de levantarse-Haré lo que quieras pero para-

-No ellos tienen la culpa. Mataré a tus hijos que también son hijos de la zorra de Sharpay. Ella me apartó de ti-contestó fúrica Gabriella

-Por favor, no. Te lo suplico, déjalos en paz-volvió a suplicar Troy-Por favor me iré contigo o lo que quieras pero no les hagas daño-

Troy se despertó sobresaltado y gritando. Estaba empapado en sudor y el corazón todavía le latía aceleradamente. Se paso una mano por el pelo, había sido una horrible pesadilla pero había algo que le resultaba real como si eso hubiera pasado realmente.

Entonces se levantó de la cama, bajo a la cocina y se sirvió una vaso de zumo de naranja. Troy se sentó en una silla, bebió un sorbo del zumo y suspiró. ¿Qué era lo que había visto, no era todo una pesadilla? Sentía que también había algo de real pero no entendía, estaba más confuso que antes.

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Troy no había conseguido pegar ojo después de esa pesadilla y tenía un aspecto lamentable, así que había decidido que sus padres recogieran a los niños por él. Necesitaba un par de horas para él solo, no quería que los niños lo vieran en eso estado. Se preocuparían y no le gustaba verlos mal, más ahora que los pequeños podían ser sus hijos.

Después de llamar a sus padres, se dio una ducha de agua fría para tratar de aclararse, estaba tan confuso que creía que se volvería loco. ¿Podía ser que hubiera recordado algo? ¿De verdad eso había pasado? Tenía que averiguarlo pero como, entonces cayó en la cuenta. Si los niños de Sharpay estaban presentes, ella podía saber algo.

Quedó con ella en una cafetería del centro, Troy había llegado un poco antes para que la rubia no tuviera que esperarla. Al entrar noto Sharpay mostraba cierto toque de preocupación con algo de sorpresa pero era normal. Le había pedido quedarse con los niños una semana y ahora le pedía quedar sin los niños. Sharpay pidió un té y Troy un café fuerte, después de no haber dormido lo necesitaba porque estaba seguro que los niños tendrían muchas energías y debía cuidar de ellos.

-Bueno, aquí estoy. Para que querías verme-preguntó Sharpay

-No te entretendré mucho. Te dije que me quedaría con los niños y lo haré, solo quiero aclarar unas cosas-respondió Troy

-Adelante, en que puedo ayudarte-

-Bueno, anoche tuve un extraño sueño que...-

-De acuerdo-asintió Sharpay alzando una ceja

-Después se convirtió en pesadilla y aparecían tus hijos. A lo que voy es que antes de eso se veía tan real. Como si de verdad hubiera pasado-

-Vale, entonces cuéntame. Sino me dices lo que paso no puedo decirte si realmente sucedió o no, ¿por qué es eso lo que quieres?

Troy asintió, justamente era no que quería pero también acababa de decidir que le preguntaría sobre el otro tema que lo tenía un poco preocupado.

-Si, así es. Yo estaba tumbado en una cama, tenía una herida en el hombre y Gabriella estaba a mi lado, sentada en una silla. Después ella empezó a pegar a tus hijos, yo intentaba ayudarles pero mi cuerpo no respondía mientras le gritaba y suplicaba que parase-

-Y te despertaste, correcto-

-Pues si y como eran tus hijos quizás tu sabrías si eso es un recuerdo o no-

-En parte si y en otra no-explicó Sharpay

-No entiendo-contestó Troy frunciendo el ceño

-Si, fue un fragmento de un recuerdo pero Gabriella nunca tocó a los niños porque tu no le dejaste que lo hiciera. Ella los secuestró y tu... bueno...-

-Es porque los niños son mis hijos ¿no?-preguntó Troy

-Has... has... recordado-

-Para nada pero Paul comentó algo que me hizo pensar y luego fui uniendo las piezas. No estaba seguro pero me lo acabas de confirmar-soltó Troy sonriendo-Si no hubiera conocido a los niños probablemente me molestaría pero ahora hasta me gusta, solo imagino sucedería en el tiempo en que no recuerdo, ¿es así?-

-Lo es, no te lo dije porque no quería que te sintieras obligado a nada con ellos y bueno creí que... que... al no recordar pues... bueno yo...-

Sharpay se mostraba nerviosa, no podía decirle todo porque eso podría ser demasiado y el médico le había dicho que debían ser cuidadosos con lo que le contaban.

-Ya veo, no me molesta. Se que no debe ser fácil para ti y para los niños más. Ellos no saben que no les recuerdo, al menos no antes del accidente-

-Así es, quise decírselo pero no pude. Los niños te adoran y no soporto verlos sufrir-

-Te entiendo, yo también odio verlos sufrir. Me alegra que eses dos pequeñajos que amo sean mis hijos, la verdad es que en el fondo siempre quise que lo fueran y lo son. Así que no puedo quejarme. Y aunque no recuerde quiero estar en la vida de ellos y la del bebé que tendremos, si tu me lo permites, no siento nada por ti pero por supuesto que me gustaría seguir viéndoles y estando presente durante tu embarazo-explicó Troy 

-Por supuesto que si-asintió Sharpay, aunque algo triste por la confesión de Troy en no sentir nada por ella. Si lo sentía pero no lo recordaba y no se lo diría-Los niños sufrirían si te fueras y me sentiría una madre horrible si los alejara de ti-

-Ahora si he de irme. Tengo que recoger a nuestros hijos de casa de mis padres-contestó Troy sonriendo-Me encanta como suena eso, adoro a eses dos diablillos. Puedo llevarlos a tomar helado-

-Claro, siempre y cuando no se llenen no hay problema. Además confío en ti y que cuidarás bien de ellos, sino fuera así no habría permitido que te quedaras con ellos una semana. Solo una cosa-

-Si, dime-

-Procura que Caleb no coma mucho chocolate, si se pasa le hace daño. Bueno Chloe igual pero más a él. Un poco no pasa nada pero ya sabes-explicó Sharpay

-De acuerdo-

Troy pagó lo suyo y lo de Sharpay, se despidió de ella y condujo su Ford Blanca hasta casa de sus padres. Desde el accidente no había hablado con ellos, ni siquiera en la fiesta de los niños. Así que aprovecharía que iba a recogerlos, nada más entrar los pequeños corrieron hasta Troy quien los recibió con un abrazo. 

-Papi, papi, ya pensaba que no querías estar con nosotros-

-Claro que no campeón. Solo he ido a arreglar unas cosas pero ya esta todo listo y venía para llevaros a casa-le explicó Troy a Caleb

-Vale papi-

Caleb beso a Troy en la mejilla y el ojiazul sonrió, era afortunado por tener a unos hijos tan maravillosos como lo eran los gemelos. Además tenían a una gran madre, que para Troy era exquisita pero él creía que solo sentía deseo por esa increíble rubia madre de dos niños muy especiales y esperaba un nuevo hijo o hija.

-Id a recoger vuestras cosas. Quiero hablar con mis padres un rato y luego nos vamos si-

-Vale papi-

-Hij... Troy-soltó Jack

-Papá yo, disculpadme si en el cumpleaños de los niños no me acercase a vosotros. Es que estaba aún algo confuso y aún lo estoy pero no tanto. Sois mis padres-explicó Troy

-Hijo, ven aquí-

-Mamá-Troy abrazó a sus padres y sintió un calor que había extrañado. Quería a sus padres pero por circunstancias había estado alejado de ellos-Perdonadme si he estado algo distante. No quiero causaros problemas-

-No, hijo. Somos nosotros los que te debemos disculpas-

Lucille soltó unas lágrimas.

-Mamá, no me gusta que llores-contestó Troy limpiándole las lágrimas-Siento haber sido un mal hijo-

-Pero que dices, eres el mejor hijo. Estamos muy orgullosos de lo que has conseguido. A pesar de tu lesión, seguiste adelante-respondió Jack

Los Bolton volvieron a abrazarse pero fueron interrumpidos por los niños que habían dejado sus maletas para unirse al abrazo. Eran unos pequeños muy amorosos y se hacían querer. Después de ese momento tan emotivo Troy se llevó a los pequeños a su casa, como estarían una semana con él, les había preparado una habitación con dos camas para que pudieran dormir. Llevo sus maletas a su habitación y fue a la cocina a prepararles algo de comer.

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Hacía unos días que Troy tenía a los gemelos con él. A sus preciosos hijos y le encantaba pasar tiempo con ellos, eran súper adorables y aunque no tuviera una relación con Sharpay, amaba a sus hijos. 

Preparó una bolsa con una muda y su merienda porque irían a jugar al parque aprovechando el día soleado que hacía. Troy se sentó en un banco y dejó que los pequeños jugasen e hicieran amigos mientras él los vigilaba de cerca. 

Un rato después Troy se percató de que Caleb estaba en el suelo llorando y sangraba por la rodilla iba a acercarse cuando vio que un niño de unos 4 o 5 años de pelo castaño y ojos marrones que estaba tendiéndole la mano. En la que tenía una tirita para curarse la herida. Caleb con temor cogió la tirita y se la puso, luego el niño le sonrió. Troy se acercó a él, el pequeño se abrazo a la pierna de su padre, el ojiazul se arrodillo hasta quedar a su altura y le limpió las lágrimas.

-Estás bien campeón-pregunto Troy

-S... si papá-respondió Caleb

-Cariño ven aquí-gritó una mujer joven  de unos 24 años más o menos

-Mami-

El niño se giró hacía la mujer que se acercaba a ellos. Troy cargó a Caleb, el niño estaba apoyado en el poderoso pecho de su padre. 

-Donde te habías metido-preguntó algo preocupada la mujer

-Perdona mami. Vi que un niño se hizo daño y quise ayudarle-respondió el niño

-Es hijo suyo-Troy levantó la vista y pudo ver el rostro de la mujer-Alessandra, Alessandra Torres

-La misma, Troy-respondió la mujer

-Hacía tiempo que no te veía. Se te ve bien Ale-

-Mami me perdonas-soltó el niño

-Claro cariño-soltó Alessandra cargando a su hijo

-El pequeño es tu hijo-preguntó Troy mirando al niño que había ayudado a su hijo

-Si, se llama Lucas. Tiene 5 años-respondió Alessandra sonriendo

-Pues gracias Lucas-

Troy le sonrió al niño y le agradeció haber ayudado a su hijo. Caleb también le agradeció la ayuda.

-¿Qué haces aquí? No vivías en Los Ángeles-

-Si pero a mi marido lo ha contratado un importante bufete de abogados aquí y nos hemos traslado. Recién hace unos días empecé a trabajar en el hospital de Albuquerque-

-Me alegra que todo te vaya bien. Si gustas quedamos un día y tomamos un café para podernos al día-explicó Troy

-Claro, por cierto. No sabía que... espera él es tu hijo-soltó Alessandra mirando a Caleb

-Pues si, hace poco cumplió tres años. Es mi campeón Caleb pero no es él único, tiene una gemela Chloe que esta...-

Troy vio a su princesa con una niña de unos 4 años más o menos de pelo castaño y ojos azules. Ambas estaban jugando con sus muñecas y parecía que se estaban divirtiendo.

-Mira tu, si es mi hija menor Liliana pero le decimos Lili. Tiene cuatro años cumplidos hace tan solo un mes-respondió Alessanda riendo

-Que casualidad. Parece se están divirtiendo-afirmó Troy también riendo

-Si, la verdad es que mis pequeños todavía no tienen amigos aquí- 

-Los míos tampoco  porque antes vivían en Nueva York. Estaría bien que se hicieran amiguitos-

Caleb pidió permiso a su padre para jugar con Lucas y Troy asintió. Por supuesto que podía, ese niño había ayudado a su hijo y además era hijo de una muy buena amiga de la universidad. Después el ojiazul se quedo hablando con su amiga mientras ambos vigilaban a sus hijos que jugaban juntos. Ya habían hecho dos amigos y se veía que aunque eran un poquito más mayores no les importaba la diferencia de edad. Troy sonrió al ver a sus dos tesoros sonreír y disfrutar de su salida al parque.

Varias horas más tarde, Troy regresó a casa con sus hijos, habían jugado mucho con sus dos nuevos amigos y estaban cansados. Nada más llegar les dio de cenar y los baño, en cuanto los metió a la cama cayeron rendidos. Troy sonreía de oreja a oreja, a pesar de no recordar era feliz y eso se lo debía a los pequeños. Después llamo a Sharpay para contarle que sus pequeños habían hecho dos amiguitos y que quería volver a asistir a la próxima consulta con el obstetra. 

Se veían adorables mientras dormían, Troy acarició sus frentes y fue a darse una ducha. Dejo que el agua cayera por su esculpido cuerpo y inmediatamente se sintió mejor. Había sido un día largo y él también estaba cansado. Eses pequeños tenían una energía arrolladora y a fin de cuentas la noche anterior no había podido dormir bien. Después comió algo y fue directo a la cama, tal como había pasado con los niños, Troy cayo rendido, sumergiéndose en los brazos de Morfeo.

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Sharpay había aprovechado eses tres días en que no tenía a sus hijos para ir de comprar con su amiga London y su cuñada Kelsi para comprar no solo ropa para ellas sino también para el niño que estaba por llegar, porque ya sabían que sería barón y al que habían decidido llamar Ashton. 

Luego fueron a tomar algo porque ahora que Kelsi estaba en su último mes de embarazo se cansaba con más facilidad. Sharpay lo entendía, ella mismo lo había sufrido cuando de los gemelos y lo volvería a sufrir ahora con este nueve bebé que estaba esperando. 

-Bueno Sharp, cuéntanos. ¿Qué tal con Troy?-preguntó London

-Bien, la verdad, adora a sus hijos. Es un padre excelente, además se preocupa por nuestro bebé-respondió Sharpay

-Eso es genial pero algo te preocupa-

-Coincido con London-

-Si, me encanta que quiera estar en la vida de sus hijos y la de nuestro bebé pero me ha reconocido que no quiere nada conmigo salvo con nuestros hijos-respondió Sharpay con tristeza

-Todavía no ha recordado. ¿no? Pero estoy segura que su corazón no te ha olvidado-expuso Kelsi

-Si, solo un mínimo fragmento. Fue de cuando los niños estuvieron secuestrados por Gabriella y él los protegió. Además ya sabe que los gemelos son sus hijos-explicó Sharpay

-¿Qué?-exclamaron Kelsi y London a la vez-¿Cómo?-

-Bueno, cuando fuimos a mi consulta con Paul. Él comentó algo y...-

-Cierto, él no sabía que Troy no sabía que eran sus hijos-

-Si, entonces ato cabos y lo descubrió-

-Y como reacciono-preguntó London con curiosidad 

-Imaginaba que se lo tomaría mal y pusiera el grito en el cielo pero no fue así. En realidad fue todo lo contrario, se alegró de que lo fueran-explico Sharpay

-Eso es genial, entonces ¿qué te tiene mal?-expuso Kelsi

-Me duele la indiferencia de Troy hacia mi, para él solo soy la madre de sus hijos-

Sharpay bajo la mirada y acarició su vientre.

-Sino fuera por eso ni me hablaría. Además sigo aquí por los niños, de otro modo ya estaría en Nueva York-

-De eso nada, Sharp. Él amor que te tiene está ahí, un amor como el que Troy siente por ti no desaparece-

-Kelsi gracias por tus palabras de aliento. Pero ya me cansé-

Poco después Sharpay se despidió de ellas y se marchó, quería estar un rato a solas. Mientras caminaba se encontró con Peyton, quien estaba en busca y captura. Lucía diferente, a parte de las ojeras, en sus ojos se podía ver la rabia e ira que sentía. Sharpay sintió pánico, ese Peyton que tenía delante le daba pavor. Era capaz de cualquier cosa y tenía que huir de ahí o acabaría mal. La rubia trato de escapar pero no pudo porque Peyton le agarró del brazo.

-Suéltame Peyton-escupió Sharpay

-No quiero-rió Peyton

-Por favor. Gritaré-

-Sino quieres que le pase algo a tus hijos, ¿verdad?-

-Eso no te va a funcionar. Los niños están con Troy y él no dejaría que nada les pasara-bramó Sharpay

-Ahí te equivocas. Compruébalo por ti misma-soltó Peyton

Sharpay sacó su teléfono mientras Peyton aún la tenía agarrada. Marcó el número de Troy y esperó a que respondiera.

-Sharpay sucede algo-preguntó Troy desde el otro lado de la línea

-Estás con nuestros hijos-

-No, necesitaba reponer el frigorífico y los deje con mis padres. Si me los llevaba demoraría mucho y hoy tengo un plan con los niños y necesito comprar rápido-respondió Troy frunciendo el ceño-Sucede algo, todo bien-

-Si, solo era curiosidad. Hablamos a la noche-

-Adiós. Cuídate-

-Y bien-preguntó Peyton

-Están con los padres de Troy-respondió Sharpay

-Como sabes que no te está mintiendo-aseguró Peyton

-Porque lo conozco y confío en él. Tus intentos de hacerme dudar no funcionan-bufó Sharpay

-Bien y si yo he secuestrado a los niños quitándoselos a los padres de Troy que me dices-escupió Peyton

Sharpay se quedó muda, confiaba en Troy y en que sus hijos estaban con los padres de él como le había dicho. Pero y si Peyton tenía razón y había atacado a los padres del hombre que amaba para hacerse con los niños. No lo sabía, bien podía ser verdad. 

Entonces ¿qué podía hacer? ¿Irse con Peyton? Sharpay chilló para sus adentros. ¿Por qué Peyton no podía aceptar que no sentía nada por él y dejarla en paz. Estaba dispuesta a no denunciarlo si no volvía a aparecerse en su vida  pero no si seguía insistiendo en sus intentos de que saliera con él.

-Ahora vendrás conmigo y no gritarás si sabes lo que te conviene. Quería hacerlo de buenas maneras pero no me has dejado otra alternativa-

-Por favor Peyton-

Peyton tiró de Sharpay para llevarla a su escondite, tenía planeado tomarla a la fuerza y luego asegurarse de que nadie volviera a acercarse a ella. No iba a matarla, no podría pero se divertiría un rato con esa exquisita rubia.

Sharpay lloraba de impotencia, estaba aterrada pero no por lo que Peyton pudiera hacerle, bueno por eso también pero sobretodo porque creía que no volvería a ver a sus preciosos hijos o a Troy y tampoco daría a luz al nuevo miembro de la familia. 

Cuando parecía que su final estaba cerca algo detuvo el andar de Peyton. Sharpay se atrevió a mirar, Troy estaba frente a ellos y lucía confuso pero más enfadado. La rubia dio gracias al cielo porque Troy la defendería o eso era lo que esperaba.

-Que crees que estás haciendo-preguntó Troy

-Apártate Bolton. No es asunto tuyo-escupió Peyton molesto

-De eso nada niñato estúpido. Suelta a Sharpay-

-No, que vas a hacer maldito infeliz-

-Entonces por la malas. Bien, te avisé-

Troy se acercó y golpeo a Peyton en la mandíbula, lo que hizo que Sharpay quedara libre del agarre. Troy le pidió que se fuera, que corriera pero sus piernas no le respondían, el pánico se había apoderado de ella y no le permitía hacer nada. El ojiazul golpeó varias veces más a Peyton hasta que acabo inconsciente. Inmediatamente llamó a la policía para que lo detuvieran y en cuanto se aseguró que lo llevaban arrestado se acercó a Sharpay para saber como estaba.

-Estás bien-preguntó Troy

A duras penas podía hablar, solo logró asentir y Troy la rodeo con sus brazos. Sharpay permitió que la abrazara, quería sentir los poderosos brazos de ese hombre que tanto amaba. Después el ojiazul la llevó hasta su camioneta Ford blanca. La ayudó a subir al asiento del copiloto y la llevó a su casa. Avisó a sus padres para que se quedaran con los niños por el resto del día y luego acostó a Sharpay en su cama. Todavía estaba asustada y temblaba, fue por un vaso de agua y regresó a la habitación. La rubia se había hecho un ovillo. Troy la miró con una mezcla deseo pero al mismo tiempo de preocupación. 

No sabía porque pero no le gustaba ver a la vanidosa Sharpay Evans en ese estado y que viniera otro a hacerla sufrir porque entonces se las verían con ira del lince Bolton. ¿Por qué se sentía así cuando estaba con la rubia?

>> ¿Qué me está pasando? - se preguntó Troy <<

Tapo a Sharpay con unas mantas y la dejó descansar, estaba seguro de que le vendría bien. Ya que lo sucedido con Peyton no sería bueno para el bebé. Troy cayó en el sofá y suspiró. Joder porque tiene que pasar esto ahora. 

Sin darse cuenta se le fueron cerrando los ojos, estaba acostumbrado a hacer ejercicio pero ese niñato idiota de Peyton le había devuelto algún que otro golpe y ahora estaba cansado. 

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Mientras dormía su mente viajo a los momentos felices que había pasado con sus padres, eran muchos. Cuando su padre le enseñó a jugar al baloncesto, el día que habían ido a ver jugar por primera vez a los Red Hawkes o cuando hacían viajes familiares, las vacaciones de Navidad. Sin quererlo estaba sonriendo sumido en un profundo sueño, sus padres estaban felices y él también porque los quería, incluso después de haberse lesionado. En un principio se dijo que ellos no le querían pero luego se había dado cuenta de que el que no los tuviera a su lado en ese difícil momento no era culpa de ellos sino suya por no habérselo contado. Entonces los había perdona porque sabía que de haberlo sabido le habrían apoyado y ayudado, eran los mejores padres que nadie podía tener.

Pero después recordó y se vio a si mismo encerrado en una asquerosa celda, repudiado por todos a los que quería incluidos sus padres. Los cuales le había dicho cosas horribles, como que les dolía tener a un hijo como él o que los había decepcionado pero acaso no eran sus padres, acaso no debían ante todo confiar en su hijo, en que lo habían criado bien. No, de eso nada, lo habían traicionado de la misma manera en que años atrás había hecho Gabriella.

Troy se despertó gritando, lo que también hizo que Sharpay se despertara y bajara corriendo. Nada más verlo de esa manera, se alarmó, ¿qué había pasado?. Nunca había visto a Troy en ese estado, estaba empapado en sudor, tenía los ojos rojos y respiraba agitadamente. Sin pensarlo dos veces Sharpay corrió a abrazarlo, el ojiazul estaba inmóvil, no hizo ademan de apartarse o corresponder el abrazo.

-Tranquilo Troy-susurró Sharpay en su oído-Solo ha sido una pesadilla. Todo está bien

-Pe... pe... parecía tan real-logró decir Troy

-Cuéntamelo Troy-volvió a susurrarle Sharpay

-Al principio era un sueño maravilloso. Mis padres y yo haciendo cosas juntos, eran recuerdos pasados, de antes de graduarnos pero entonces. Ent... entonces yo estaba encerrado en una diminuta celda y ellos me odiaban-

Troy rodeo a Sharpay con sus brazos y le correspondió el abrazó.

-Dime que ha sido una pesadilla-susurró Troy

-Me... me temo que no. En realidad es un recuerdo pero no se si yo soy la adecuada para contarte-

-Quédate conmigo-

Sharpay lo abrazó más fuerte y le susurró que se tranquilizase. Su corazón todavía latía con rapidez y aún estaba agitado. Esa pesadilla lo había vuelto a confundir.

>> Otro recuerdo. Eso era otro recuerdo <<

Troy cerró los ojos y dejó que el aroma que la preciosa Sharpay desprendía entrara en sus fosas nasales. Olía a limón y jengibre, no sabía porque pero eso lo tranquilizaba. Se sentía bien, así tan cerca pero que estaba sintiendo. Troy soló sentía deseo hacía Sharpay. Entonces que era esto que estaba experimentando. Ya lo había sentido antes, lo reconocía pero no podía ser cierto, Troy no podía amar de nuevo, Gabriella se había asegurado de eso.

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La noche había pasado y Troy había dormido a pesar de la confusión que tenía en su cabeza pero como. Entonces vio que estaba en su habitación y la hermosa Sharpay estaba a su lado, Troy sonrió y bajo a desayunar.

Troy recordó como Sharpay lo había tratado y volvió a sonreía, después de comer algo cogió le preparó algo para llevarle a la rubia. Subió hasta la habitación dejó la bandeja en la mesilla y se fue a duchar.

Estuvo bajo la ducha varios minutos, dejando que el agua corriera por su esculpido cuerpo. Se sentía tan raro, había pensado que sus padres habrían estado preocupados por su distancia cuando ellos no.... no... Que equivocado estaba, iría a hablar con ellos seriamente. Vaya que lo haría, joder tenía que aclarar las cosas con ellos.

Troy salió de la ducha con una toalla alrededor de la cintura, Sharpay ya estaba despierta y lo miraba fijamente, fuera como fueran las cosas, nadie podía negar que Troy era un hombre muy varonil y atractivo. Su cuerpo estaba perfectamente esculpido y muy bien formado, se notaba que cuidaba su figura y tenía una increíble forma física.

-Gra... gracias por lo de ayer-soltó Troy

-De nada. Tu también me has ayudado en anteriores ocasiones-respondió Sharpay

-Aún así gracias-

-De nada. Lo hice porque bajo esa fachada de cínico y arrogante eres una buena persona, bajo todo eso está el Troy de cuando íbamos al instituto, el verdadero Troy-

-Te he preparado algo de comer, luego te llevaré a donde quieras-soltó Troy

Sharpay simplemente asintió y Troy fue a vestirse, después llevó a la rubia a por su coche. Con lo sucedido con Peyton lo había dejado abandonado. Se despidieron y Troy condujo hasta la casa de sus casa de sus padres.

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Aparcó su Ford blanca y timbró, esperó a que le abrieran. Pasó dentro y Chloe corrió a abrazar a su padre, Troy la recibió con una enorme sonrisa entre sus brazos.

-Papi, ayer nos prometiste que...-soltó Chloe con tristeza

-Lo sé mi princesa pero mamá me pidió ayuda con unas cosas y no pude negarme-le explicó Troy

-Vale entonces te perdono-

-Hoy haremos lo... y tu hermano-

-En la cocina-

-Ve con él. En un rato voy yo-

Chloe le asintió y fue con Caleb. Troy miró a sus padres con rabia. Los Bolton se mostraban confusos. El ojiazul se sentó en el sofá y se toco la barbilla.

-Hijo sucede algo-preguntó Jack

-Si, así es-respondió Troy molesto

-Hijo...-murmuró Lucille

-No, ni hablar. Ahora soy vuestro hijo-escupió Troy enfadado

-¿Qué?-

-Te haces el que no sabe nada-

-Es que no entendemos a que viene esto-

-He recordado-

-Pero eso es bueno cariño-afirmó Lucille sonriendo

-Bueno no todo aunque si algo-explicó Troy

-¿Qué recordaste?-preguntó Jack

-Yo creyendo que había sido un mal y hijo y sintiéndome mal por eso cuando sois vosotros los malos padres-bufó Troy

-Hijo que...-soltó Jack

-No, yo no soy tu hijo. Ni vosotros sois mis padres-gritó Troy

-Hijo por favor-insistió Lucille tratando de abrazarlo

-No me toques. Os odio-chilló Troy

-Papi...-

-Si mi princesa-preguntó Troy más tranquilo

-¿Por qué gritas? Caleb esta...-respondió Chloe y Troy la abrazó

-Ves lo que has hecho-le reprochó Jack, Lucille estaba llorando

-Hemos terminado-zanjó Troy caminando hacia la cocina con su princesa en brazos

Al entrar Troy vio a Caleb sentado con la cabeza en la mesa, tenía su desayuno sin tocar. Eso preocupo a Troy, desde cuando dejaba de comer, no era nada bueno. El ojiazul sentó a Chloe en el mesado y se acercó a Caleb. En cuanto lo levantó y le toco la frente supo que su pequeño no se encontraba bien, estaba ardiendo. No sabía que hacer en casos así pero conocía alguien que si, su amiga de la universidad, Alessandra era médico, concretamente pediatra y era lo que necesitaba.

-Tío Chad vendrá a recogerte en un rato, vale-

-Pero papi, yo quiero ir contigo-

-Lo sé pero debo llevar a tu hermano al médico, luego iré por ti a casa de tío Chad-

-Vale quiero que Caleb se ponga bien-

-Tranquila princesa. La mamá de Lili y Lucas es médico-

Troy cargó a Caleb y llamó a Chad para pedirle que se quedara un momento con Chloe, a lo que no puso objeción, aunque se notaba confundido. Sin demorarse más pidió un taxi porque no estaba en condiciones de conducir debido a que se encontraba aterrado.

¿Y si su pequeño tenía algo grave? Eso no lo soportaría pero lo peor de todo, si realmente era así, ¿cómo se lo diría a Sharpay?

En cuanto llegó al hospital corrió directo al ala de pediatría y buscó a Alessandra. Se encontraba hablando con una mujer, una vez que terminó se acercó a Troy. Parecía sorprendida y a la vez confusa.

-Troy ¿qué te trae por aquí?-preguntó Alessandra

-Ca... Cal... Caleb está...-escupió Troy desesperado

-Tranquilízate. Sígueme-

Troy obedeció a su amiga y lo siguió a su consulta, Caleb estaba apoyado en el fuerte pecho de su padre. Alessandra pidió que sentara al niño en la camilla, nuevamente Troy obedeció, primero le hizo un chequeo rápido y después se sentó en una silla tras su escritorio.

-Ahora cuéntame que le pasa a tu pequeño-preguntó Alessandra sonriendo

-Tiene fiebre y no ha tocado su desayuno. Eso es raro porque siempre se come todo lo que le damos-explicó Troy preocupado, abrazaba a su pequeño-Yo no se que debo hacer por... por eso yo... tu quizás...-

-Relájate, es lo mejor que puedes hacer. Entiendo tu preocupación pero con eso no haces nada. No parece que sea nada grave, solo una gripe. Voy a recetarle unos antibióticos y descanso, si en unos días no mejora me lo traes y vemos que le pasa-

-De acuerdo. Gracias Ale-

-Ese es mi trabajo y en tu caso más porque eres mi amigo-

Troy le sonrió y le dio un corto abrazo, después salió de la consulta. Paró en una la farmacia a comprar lo que su amiga le había recetado a Caleb y mientras aprovechó para llamar a Chad, después de varios tonos respondió.

-Troy que sucede-preguntó Chad desde el otro lado de la línea

-Cambio de planes trae a Chloe a mi casa-respondió Troy

-Por supuesto pero porque-

-Cuando vengas te cuento-

Troy regresó a casa y llevó a su pequeño a la cama, lo arropo y le dio el antibiótico. Caleb tenía mejor aspecto pero aún así se notaba que no estaba bien.

-Papi...-

-Si campeón-

-Gracias papi. Pensaba que no nos querías pero ahora se que si-soltó Caleb con su vocecita infantil

-Por supuesto que os quiero. Os amo a ti y a tu hermana con todo mi corazón. Sois mis dos amores. Nunca dejaré de hacerlo, por nada del mundo. Ahora tienes que descansar, vale campeón-

Caleb asintió y bajo, al rato Chad llegó con Chloe. La niña sonrió y se abrazó a la pierna de Troy, el ojiazul se agachó para cargar a la niña. Chad tomó asiento y Troy hizo lo mismo poniendo a la pequeña en sus piernas.

-Ahora me contaras que pasa-instó Chad

-Me pelee con mis padres y no quería que Chloe se quedara con ellos mientras yo iba a llevar a Caleb al médico-

-Papi-

-Si princesa-soltó Troy mirando la hermosa carita de su princesa Chloe

-Se va a poner bien-preguntó Chloe con ojos tristes

-Por supuesto. Solo necesita descansar unos días y como nuevo. Así que tienes que ser buena hermana-concluyó Troy

-Vale papi-

Chloe besó en la mejilla a Troy y lo abrazó, después de eso Troy llevó a la pequeña a comer su merienda. Chad escuchó lo que su amigo le contaba y le explicó que porque era lo de la traición de sus padres, obviando algunos detalles.

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Había pasado la semana y los niños regresarían con su madre, Sharpay había quedado en irlos a recoger personalmente porque los había echado mucho de menos a pesar de saber que estaban en buenas malos. Troy ya había preparado las maletas de sus hijos y jugaban con sus juguetes, Caleb ya se había recuperado, como le había dicho su amiga Alessandra, había sido una gripe y con descanso volvía a ser el mismo niño revoltoso de siempre.

Troy dejó pasar a Sharpay y los niños corrieron a abrazarla, la rubia les correspondió y los tres se fundieron en un tierno abrazo. Después les pidió que fueran a la cocina porque quería hablar con su padre a solas un momento.

-Bueno, espero estos días te hayan prestado-

-Por supuesto y también me han servido para pensar-

-De acuerdo-

-Me alegra que estés recordando pero hasta aquí ha llegado mi paciencia. No puedo seguir así-

-No entiendo. A que te refieres-preguntó Troy alzando una ceja

-Yo, bueno. Tu me... me...-

-Ya veo-soltó Troy rascándose la nuca

-No, Troy, no es eso. Estoy enamorado de ti, me gustas. Me enamoré de ti sin siquiera darme cuenta. Tu forma de actuar a veces a pesar de esa fachada, el Troy que conocí en el instituto sigue ahí. Solo te escondes por miedo, yo puedo ver que no eres tan frío como dices ser, yo puedo ver que eres una buena persona-explicó Sharpay mirándolo fijamente a los ojos

-Pero yo no... como sabes que...-

-Yo se como eras, como fuiste después de lesionarte y como eres realmente. Cuando supe que no recordabas se me partió el corazón, yo te amaba y todavía te amo pero me duele, me duele no poder tenerte. He estado ahí porque esperaba que algún día recordarías pero ya no puedo más, ya no aguanto esta situación-expuso Sharpay mientras se sentaba en el sofá-Por eso te voy a preguntar esto-

-Dime, pregunta-

-Que sientes por mi, sé que siente algo pero quiero oírlo de tu boca. Quiero que seas sincero y hablas con el corazón-preguntó Sharpay

-Yo... yo... bueno yo...-

-Tienes que decidir, tienes que averiguar que sientes por mi o renunciaré a lo que siento por y me iré con los niños a Nueva York-

-¿Qué hablas en serio?-preguntó Troy sorprendido

-Si, no te preocupes. Podrás ver a nuestros hijos siempre que lo desees pero no me quedaré aquí. Solo necesito saber lo que sientes por mi-respondió Sharpay con firmeza

>> Qué siento por Sharpay <<

Esas palabras retumbaban en la cabeza de Troy. Sharpay se llevó a los niños dejando al ojiazul solo. Después de una semana con ellos, la casa se le hacía vacía. 

>> Qué siento por Sharpay <<

>> Qué siento por Sharpay <<

>> Qué siento por Sharpay <<

>> Qué siento por Sharpay <<



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