Mientras Sharpay se ocupaba de los detalles de la boda con la ayuda de su madre, Kelsi, London y Alessandra, Troy cuidaba a sus pequeños. El ojiazul, estaba ansioso por casarse con Sharpay, además Sami parecía haberse esfumado porque desde aquella vez en el hospital no la habían vuelto a ver. Así que no les podía ir mejor, ya que todos los problemas pasados estaban bien resueltos.

Troy dormía tranquilamente, entonces se despertó y se dio cuenta de que tenía tres años, estaba con sus padres. Aún vivían en la vieja casa pero había algo diferente ¿Qué era todo eso?

🔹🔹 Los padres de Troy preparaban la cena mientras el pequeño jugaba con una niña de dos años. Ambos niños compartían sus juguetes, el ojiazul le sonrió con ternura.

-Te quiero mucho hermanita-

-Yo también-

-Siempre te cuidaré pequeña-

La niña lo abraza y después siguen jugando tranquilamente hasta que sus padres fueron a por ellos para darles la merienda. Los dos niños reían como si nada, con naturalidad. 🔹🔹

Troy se despertó sobresaltado, estaba empapado en sudor y sentía las manos temblorosas, Sharpay abrió los ojos al notar que su futuro esposo se había recostado en la cama.

-Amor éstas bien-preguntó Sharpay

-Si, cariño, vuelve a dormir-respondió Troy tratando de sonreír

-Seguro-reclamó Sharpay

-Nada más un mal sueño-aclaró Troy

-Cari quiero ayudarte-

-Lo sé preciosa, vuelve a dormir-

Sharpay besó a Troy en la mejilla y se acostó en la cama, el ojiazul la observó un rato hasta que se levantó sin hacer ruido, no quería preocupar a la rubia. Bajo a la cocina se sirvió un vaso de agua, paso por las habitaciones de los gemelos, los dos dormían plácidamente, Troy se acercó, beso sus frentes y regreso a la cama con su futura esposa embarazada de un hijo suyo. El ojiazul sonrió, era jodidamente feliz, tenía dos hermosos niños maravillosos, a la espera de un tercero y a una hermosa rubia a su lado.

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Dentro de dos días sería la boda de Sharpay y Troy, por eso la rubia se había ido a casa de sus padres para luego verse ya ese día. El ojiazul ya contaba los días para decirle decirle su esposa y los niños estaban más que contentos, saltaban de la alegría.

Para mayor comodidad Troy se había quedado con los gemelos y que así Sharpay tuviera unos días de relax, además podría asegurarse que todo sería perfecto el día de la boda. Después de una tarde de juegos con los pequeños, los baño, les dio la cena y los acostó, luego el se fue a su habitación. Extrañaba a Sharpay y eso que la vería en dos días pero sin ella y los niños se sentía vacío.

Descansaba plácidamente pensando en su hermosa Sharpay y todo lo que había pasado hasta llegar a donde se encontraba ahora. Desde su encuentro en la reunión de antiguos alumnos hasta haber perdido la memoria y tener que luchar por el amor de la rubia.

🔹🔹 Troy dormía plácidamente hasta que despertó pero se dio cuenta de que tenía cuatro años, estaba con sus padres. Ellos arreglaban el jardín, mientras el ojiazul jugaba con una niña de tres años al escondite. Todo iba bien, los pequeños se divertían mientras Jack y Lucille se encargaban de arreglar el jardín hasta que la niña se cayo y empezó a llorar. Troy se acercó a la pequeña.

-Ya, tranquila. No pasa nada-la consoló Troy

-Pero me duele-sollozo la niña señalando su pie

Entonces el ojiazul la abrazó para la pequeña se sintiera mejor.

-Te quiero mucho hermanita-dijo Troy

-Y yo a ti hermanito-dijo la niña🔹🔹

Se despertó sudando y alterado, estaba solo en la cama, mejor así, no quería asustar a Sharpay días antes de la boda. ¿Otra vez el mismo sueño? Bueno no exactamente el mismo pero si que aparecía de nuevo esa niña. ¿Por qué soñaba con ella? ¿Por qué era que le decía hermana?  Si él no tenía hermanos, era hijo único. No entendía nada, se sentía confundido.

Troy se levantó, bajo a la cocina por un vaso de agua, se quedó un rato meditando y subió, entró en la habitación de sus pequeños, le encantaba verles de vez en cuando, los amaba con todo su corazón. Dormían tranquilamente, en sus camitas, primero beso a Chloe y luego a Caleb, quien se despertó.

-Papi-

-¿Qué pasa campeón?-

-¿Por qué estás triste?-preguntó Caleb

-Yo no estoy triste, porque dices eso-respondió Troy

-Te quiero papi. No quiero que estés triste-dijo Caleb

-Yo también te quiero campeón pero estoy bien. Ahora a dormir-expuso Troy

-Duermes conmigo-replicó Caleb

Troy asintió y se colocó para que Caleb pudiera acurrucarse en su pecho, le gustaba dormir con sus pequeños cuando se sentía triste o confuso. 

Al día siguiente Alessandra fue a casa de Troy para que su hijos jugaran con Caleb y Chloe, mientras los niños estaban entretenidos el ojiazul fue por unas pasta y café. Cuando regresó estuvieron hablando de como le iba todo con Sharpay y de como le iba a ella con Mike, porque hacía unos meses que salían formalmente. Cuando Troy recordó los sueños con la misteriosa niña y se quedó pensativo.

-Troy, Troy-lo llamo Alessandra

Pero Troy no parecía estar presente porque tenía la mirada perdida. Alessandra se acercó y lo zarandeo.

-Hey, Troy-

-Si Ale-

-¿Estás bien?-preguntó Alessandra

-Si, porque lo dices-respondió Troy

-Estabas como pensativo-comentó Alessandra

-Bueno, es que últimamente he tenido varios sueños extraños-explicó Troy

-Si me cuentas, quizás te puedo ayudar-añadió Alessandra

-En principio parece un sueño en el que soy pequeño, como si se tratase de un recuerdo pero luego aparece una niña pequeña, un año menor que yo a la que llamo hermanita y yo no tengo hermanos, soy...-dijo Troy

-Mmmmm-Alessandra se rascó la barbilla-Interesante-

-Pasa algo Ale-preguntó Troy

-Es que también he tenido un sueño muy parecido pero en el yo estoy con un niño un año mayor que yo-

-¿Cómo puede ser que tengamos eses sueños tan parecidos?-

-No lo sé pero es raro-

-Pues si lo es-añadió Troy

-Que crees que debamos hacer-preguntó Alessandra

-No tengo idea-respondió Troy

Poco después Alessandra se fue a casa con sus hijos, ambos estaban confundidos, nada tenía sentido. Eses sueños de Troy eran incomprensibles y enterarse que su amiga tenía sueños parecidos aún todavía más. ¿Qué estaba pasando?

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Hoy era el gran día, todo estaba bien revisado y colocado en su lugar, en un principio habían pensado hacerla en el club pero Sharpay lo había descartado porque quería hacer algo diferente a la de su hermano y después Alessandra había ofrecido el jardín de su casa. Aunque su casa no era tan grande como la de los padres de la rubia o la de Ryan y Kelsi tenía un buen tamaño y un amplio jardín, además el banquete sería en el comedor de la casa y el baile y demás se haría en el salón. Por esa razón Alessandra se había ido a casa de su novio Mike con sus hijos, que se llevaban bien con su nuevo padre. 

El jardín estaba decorado con una alfombra de roja con adornada con rosas blancas en toda la longitud que terminaba en dos columnas vestidas de rosas rojas frente a un altar donde estaría el sacerdote que oficiaría la ceremonia. A ambos lados había filas de sillas blancas cubiertas con tela rosa y un lazo blanco en el lateral.

Todos los invitados estaban de pie en sus respectivas sillas, por tratarse de la boda de la hija del magnate Evans, había mucha gente influyente y a la mayoría Troy ni los conocía. Por su parte solo estaban sus padres y sus amigos, aunque todo por su Sharpay. 

Troy esperaba la llegada de Sharpay frente al sacerdote con un traje negro con camisa blanca, corbata negra y zapatos negros. Los pequeños llevaban, Caleb llevaba un traje parecido al de su padre pero sin corbata y Chloe con un vestido rosa, con un cinturón rosa oscuro y una corona de flores en el pelo y una trenza.

Unos minutos después tocaron la música nupcial y Sharpay hizo su entrada por la alfombra del brazo de su padre. El magnate Evans estaba orgulloso de ver a su ñiñita que ahora era todo una mujer contraer matrimonio con el amor de su vida. La rubia llevaba un hermoso vestido blanco strapless con pedrería en la parte de arriba de corte irregular con una enorme cola hecho a medida para adaptarse perfectamente a su abultada barriga pero que le hacía ver todavía más preciosa, al menos eso era ante los ojos de Troy, un pequeño velo agarrado por una corona de flores igual a la de su hija y un semirecogido que le caía por los hombros como su fuera una cascada dorada. Sharpay llego a donde estaba el ojiazul y él la recibió con una enorme sonrisa, los invitados se sentaron y el sacerdote inició la ceremonia. Una vez que llego al momento de los votos dio la palabra a Troy.

-Sharpay tu me cambiaste, me hiciste ver lo malo que había en mi vida, creíste en mi cuando nadie más lo hizo. Te amo como no tienes idea y me hiciste feliz cuando me diste la dicha de ser padre aunque en ese momento no lo vi así. Te amo y te amaré por siempre, nunca lo dudes-dijo Troy

-Troy cuando me enamore de ti mi vida cambio por completo pero para bien porque fui muy afortunada de conocerte, aunque aún no sabía lo que sentía por ti pero el día en que te conocí fue el mejor de todos a pesar de que ni siquiera no hablábamos. Ahora estoy completamente enamorada de ti. Te amo y siempre te amaré-dijo Sharpay

Después de los votos llego el momento de ponerse los anillos y decirse el si quiero, cuando el sacerdote preguntó si alguien se oponía nadie pero nadie habló. Por fin los declaro marido y mujer, Troy se sentía dichoso, al igual que Sharpay y dijo que podía besar a la novia.

Troy no espero más y devoro los sabrosos labios de su ya esposa, ahora Sharpay Bolton, fue un beso apasionado pero tierno. Entonces los dos recorrieron la alfombra de flores mientras los invitados les aplaudían y les tiraban arroz. 

En el salón habían quitado la mesa grande y habían puesto varias mesas decoradas con un mantel blanco y como centro de mesa un arreglo floral de rosas. Ya en el banquete todos estaban felices, Sharpay y Troy hablaban animadamente mientras Caleb y Chloe jugaban con Lili y Lucas. Alessandra fue por algo de beber y en eso el ojiazul se le acerca a su amiga.

-Hola Ale-dijo Troy

-Hola Troy. Felicidades, ¿qué se siente estar casado con el amor de tu vida?-preguntó Alessandra

-Gracias. Se siente increíble, maravilloso. Al fin puedo ser feliz con la mujer que amo y con mis hijos-respondió Troy

-Me alegro por los dos-dijo Alessandra

En eso los padres de Troy se acercaron a saludar a su hijo.

-Hola hijo. Estoy muy orgullosa de ti-dijo Lucille

-Felicidades hijo-dijo Jack

-Gracias, los quiero mucho-los abrazó Troy-Ohhh, Ale, ellos son mis padres Lucille y Jack Bolton-

-Mucho gusto en conocerles-saludó Alessandra

Cuando los padres de Troy vieron a Alessandra se quedaran muy sorprendidos, el ojiazul al ver que sus padres no decían nada se puso serio.

-¿Qué pasa? ¿Por qué se ponen así?-preguntó Troy con seriedad

-No lo puedo creer-dijo Lucille con lagrimas en los ojos

-¿Qué sucede?-dijo Alessandra confundida

-Eres nuestra hija-comentó Jack

-¿Cómo?-dijeron Troy y Alessandra a la vez

-Si, e... er... eres nuestra hija-añadió Lucille

-No, eso no es cierto-dijo Alessandra llorando

-¿Cómo es posible?-preguntó Troy

-Lo siento pero no puedo seguir escuchando-escupió Alessandra

Ella se fue llorando de su propia casa sin importarle el banquete por la boda de su amigo, Troy miró a sus padres. No entendía nada, ¿qué había sido lo que acababa de pasar? ¿por qué habían dicho eso?. El ojiazul hablo con Chad para que lo disculpase y fue en busca de Alessandra, la conocía lo suficiente como para saber que no estaba bien.

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Troy busco a Alessandra por todos los lugares pero no había ni rastro de ella hasta que recordó que le gustaba las vistas del lago que había en Lava Springs. El ojiazul la encontró donde pensaba y estaba llorando, Troy se acercó a ella, se la veía bastante mal y la abrazo.

-Lo siento por irme así de tu boda-Dijo Alessandra

-No te preocupes-añadió Troy

-Pero no...-

-Tranquila, ya está pero porque te fuiste así-

-Es que... mi... es que viví toda una vida engañada. Los que creí mis padres no lo eran y además nunca me trataron bien-explicó Alessandra llorando

-Como que no te trataban bien-preguntó Troy

-De niña, ellos me golpeaban o me dejaban sin comer, además en algunas ocasiones me ataban en la cama-respondió Alessandra entre sollozos

-Y porque nunca los delataste-dijo Troy

-Porque me amenazaban y era una niña-añadió Alessandra

Troy al escuchar eso se enfado mucho, no sabía como era posible que no supiera que tenía una hermana pero lo peor es que esa misma hermana había sufrido durante toda su niñez. Por eso estaba hecho una furia, él había tenido una buena vida y Alessandra había sufrido.

Después de un rato hablando, Troy y Alessandra regresaron a la boda del ojiazul, allí al llegar se encontraron con Lucille y Jack que parecían querer acercarse a la morena.

-Hija podemos hablar contigo-preguntó Lucille

-Primero no me digas hija y segundo, no, no puedes-respondió Alessandra tajante

-Por favor, solo un momento-suplicó Jack

-Esta bien pero solo si Troy está presente-aclaró Alessandra

-Bien, no tengo problemas con eso-

-Bueno, hablen ya-

-Solo queremos que sepas que nunca quisimos separarte de nosotros...-

-¿Y entonces porque?-preguntó Alessandra

-Fue cuando fuimos de vacaciones, no se bien lo que paso pero recuerdo que jugabas con Troy y en un momento te perdimos de vista. Enseguida llamamos a la policía, estuvieron varios meses buscándote pero no te encontraron y nosotros tampoco-explicó Lucille

-Por que dejaron de buscarme-dijo Alessandra

-Si, cierto. ¿Por qué? No saben lo que Ale sufrió-añadió Troy

-Por querer buscarte descuidamos a Troy, nos dimos cuenta que debíamos dejarlo cuando él se puso muy enfermo y tuvo que estar dos semanas en el hospital-dijo Jack

-No, eso no... no puede ser cierto. Mienten-bramó Alessandra

Estuvieron un rato más hablando sobre el tema hasta que llego la hora de que Sharpay tirase el ramo, Alessandra seguía bastante molesta pero Troy aún estaba más molesto, sin embargo era su boda y no quería aguarle la fiesta a su reciente esposa, así que dejaría de lado eso por un momento.

Por fin Troy y Sharpay eran marido y mujer, ambos se veían más que felices, los niños estaban aún todavía más. El banquete había sido agradable y liviano pero el ojiazul ya tenía ganas de llevarse a Sharpay a solas pero debía esperar hasta la noche, después se irían de luna de miel sin los niños que se quedarían con sus abuelos.

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En la noche Troy entro a casa con Sharpay en brazos como el feliz matrimonio que recién tenían, la rubia no paraba de sonreír, era realmente afortunada. Cierto que su relación con el ojiazul había tenido muchos altibajos y que no había empezado muy bien que dijeran pero no podía quejarse, ya que al final todo había salido mejor de lo que ninguno de los dos se había imaginado.

Troy y Sharpay prepararon su maletas, en la mañana salían de luna de miel pero primero tendrían su noche de bodas, sobretodo porque la casa era para los dos debido a que los niños estaban con sus abuelos.

Troy se apodero de los labios de Sharpay como si estuviera hambriento y lo estaba, ansiaba poder disfrutar de la rubia, esta vez como marido y mujer. El ojiazul sonrió ante ese hecho, después de varios minutos de juegos, se fundieron como uno solo, sintiéndose el uno al otro, deleitándose con cada beso, cada caricia y cada gemido de placer.