Sharpay y Troy ¿Juntos?
Habían pasado dos semanas desde que Troy había estado con sus hijos por una semana entera y todavía las palabras de Sharpay resonaban con fuerza en su cabeza. Se había obligado a no pensar en ello pero ahora debía hacerlo. Vaya si debía hacerlo
¿Qué era lo que sentía por Sharpay? ¿Deseo? ¿Amor? Joder no lo sabía o en realidad si. ¿Qué debía hacer? Maldita sea. ¿Por qué?
Troy golpeo la almohada con rabia, no era suficiente con sufrir amnesia y ahora esto, ¿por qué? ¿por qué la hermosa Sharpay le hacía esto? Maldita sea.
Decidió darse una ducha de agua fría, quizás eso le ayudase a pensar, lo necesitaba porque estaba más confuso que nunca. Iba a vestirse cuando tocaron la puerta.
>> Mierda que inoportunos <<
Sin siquiera preocuparse por ponerse algo de ropa, eran muy insistentes, bajo a ver. Al abrir la puerta vio que se trataba de su amiga Alessandra. ¿Qué hacía ella ahí? ¿Por qué había venido a su casa?
-Ale pero que...-
-Puedo pasar-
-Si claro. Iré a ponerme algo, esto no es adecuado para la situación, ahora vuelto-
Ahora que estaba vestido se fijo en su amiga, no tenía buena cara, en realidad él tampoco pero ella estaba peor. Parecía que le habían pegado, eso enfureció a Troy, ¿quién había sido capaz de pegar a una mujer? Fuera quien fuera no se le podía llamar hombre.
-¿Quién?-
Troy se mostraba furioso, Alessandra estaba sentada en el sofá con la cabeza baja.
-Ale, ¿quién te ha hecho eso?-gritó Troy agarrándola por la barbilla para que lo mirase-¿Quién ha sido?-
-Mi... mi... mi marido-
-¿Por qué? Creía que te iban bien las cosas con él-
-Bueno si pero lo vi coquetear con una chica. Por lo que se, su nombre es Sami Miró. Yo le recriminé por eso y él se puso agresivo-explicó Alessandra
-Menudo idiota-bramó Troy apretando los puños-No se le puede llamar hombre-
-Eres el único al que podía acudir Troy-soltó Alessandra
-¿Cuando sucedió?-preguntó Troy
-Hace un par de horas-respondió Alessandra
Troy fue a por el botiquín y regresó a la sala, luego empezó a curarle las heridas. No eran muy graves pero tenían mal aspecto.
-¿Estás bien?-
-¿Qué?-
-Te veo mal-
-Es que no he tenido unos buenos días-explicó Troy
-Si me cuentas puedo darte mi consejo. Somos amigos-respondió Alessandra
-Sharpay me ha preguntado que siento por ella-expuso Troy
-Es la madre de tus hijos-preguntó Alessandra, Troy asintió-¿Qué sientes por ella?-
-Ese es el caso. Que no lo sé y lo peor es que si no le doy respuesta se ira con los niños a Nueva York pero me permitirá verlos-respondió Troy
-Ya veo y si os vais unos días los cuatro de viaje. Quizás te ayude a averiguarlo-
-Puedo intentarlo-
Troy la abrazo, después recogió todo y lo llevó a su sitio para luego volver con Alessandra.
-Ahora vamos por tus hijos. Ese cabrón me va a oír-
-Por favor Troy-suplicó Alessandra
-No, de eso nada. Que tal si se le ocurre hacerle algo a los niños-inquirió Troy
Troy llevó a casa a Alessandra, llamó al timbre, ella tenía llaves pero con la pelea con su marido las había dejado dentro. Troy le puso la mano en el hombre en señal de apoyo. Abrió la puerta un hombre de unos 26 años, rubio de ojos azules, 1'70 más o menos, fuerte y musculoso.
-Vienes por más-escupió el hombre
-Peter-
-Así que ese es el nombre del cabrón que te puso la mano encima-soltó Troy
-Veo que ya me remplazaste. Y luego me reprochas por coquetear a Sami. Zorra-rió Peter
-Serás...-chilló Alessandra intentando abofetearlo
-No me vuelvas a levantar la mano-bufó Peter agarrándole el brazo
-Me haces daño-
-Eres una perra-
-Suéltala o te las verás conmigo-
-Y si no quiero que-
-Vengo por mis hijos-anunció Alessandra
-También son mis hijos así que de ninguna manera-negó Peter enfadado
-Ya la oíste, dale a sus hijos-escupió Troy furioso
-No quiero. Sabes quizás me vaya con Sami-
-Dale a sus hijos cabrón-bramó Troy aún más furioso-Te piensas que Sami se fijará en ti, pues te equivocas-
-¿Por qué estás tan seguro?-
-Salimos una vez y me confesó que estaba enamorada de mi-
Entonces sin más que decir o añadir ambos hombres se enzarzaron en una pelea, los dos eran fuertes. Alessandra observaba paralizada sin poder reaccionar. Los dos se golpeaban con dureza y ninguno pensaba ceder. Después de varios minutos de haber empezado la pelea, Troy tuvo que retroceder un poco.
-Ahora ve por tus hijos-
Peter intentó detenerla pero Troy lo agarró para darle el golpe que lo tumbó en el suelo. En musculatura eran parejos pero en tema de fuerza, Troy lo superaba. Eso había decantado la balanza a favor del ojiazul.
-Quiero el divorcio-escupió Alessandra con sus dos niños de la mano
-Vuelve a acercarte a ella y te aseguro que te las verás conmigo-soltó Troy, quién tenía algunos arañazos
-Me podría quedar en tu casa. No tengo a donde ir-preguntó Alessandra caminando hacía la Ford blanca de Troy
-La verdad es mi casa solo tiene tres habitaciones, una es la mía, la otra es de los niños y luego la de invitados. Aunque tiene dos pisos, abajo están la cocina-comedor, una sala y un baño y arriba un baño fuera, otro en mi habitación y a parte de las habitaciones hay un pequeño estudio-explicó Troy entrando a la camioneta-Si no te importa dormir con tus niños en la misma habitación sin problemas
-No quiero ser una molestia-respondió Alessandra
-No lo eres. Así que decidido te quedarás en mi casa, al menos esta noche. Luego le pediré a Sharpay ayuda para que te consiga un lugar donde dormir-
-Vale, está bien-cedió Alessandra
En cuanto llegaron a la casa Troy les preparó a la habitación y pidió algo de comida. Ya se estaba haciendo de noche y pronto sería la hora de cenar. Después de eso el teléfono de Troy empezó a sonar, era Sharpay.
>> Qué coincidencia. Ni que la hubiera invocado <<
Sin más demora cogió su teléfono y contestó la llamada.
-Si, diga-
-Troy podrías quedarte esta noche con los niños. A Kelsi se le ha adelantado el bebé y me gustaría que los cuidases. Podría llevártelos ahora-
-¿Qué? Por supuesto. Con mucho gusto, encantado-
-Gracias Troy. Por cierto, lo que hablamos el otro día aún no tienes que darme una respuesta. Me quedaré unos días para ayudar a Kelsi y mi hermano con el niño-respondió Sharpay
-De acuerdo-asintió Troy
Nada más colgar, Troy lucía una enorme sonrisa muestra de que se sentía feliz, tremendamente feliz. Vaya si lo estaba. Le encantaba pasar tiempo con sus hijos. Había pedido comida de más así que no había problemas con eso, además así los niños podrían jugar con los hijos de su amiga. Troy avisó a Alessandra y a ella también le pareció genial que los pequeños del ojiazul pudieran jugar con los suyos. Llamaron al timbre y Troy fue a abrir, los niños corrieron a abrazar a su padre.
-Hola campeón, hola princesa-sonrió Troy abrazando a sus pequeños
-Papi te hemos echado mucho de menos estos días. ¿Por qué no viniste?-preguntó Caleb con su vocecita infantil
-Yo también os he echado de menos pero he estado ocupado arreglando algunas cosas para algo que estoy planeando-respondió Troy besando sus frentes
-Debo irme-
-Espera quiero presentarte a alguien-
-Troy...-
-Alessandra te presento a Sharpay Evans, la madre de mis hijos y mi futuro bebé-
-Un placer Sharpay-soltó Alessandra extendiéndole la mano
-Encantada-
-Ale es una amiga de la universidad. También es la madre de Lucas y Lili-
-Mis hijos me han hablado de ellos y eso que solo han jugado una vez-explicó Sharpay
-Están aquí, Ale se peleo con su marido, él la golpeo. Así que por eso se quedará esta noche a dormir-expuso Troy
-Si lo necesitas puedo ayudarte a encontrar casa. Por cierto, pídele a Troy la dirección de mi casa, puedes llevar a tus hijos para que jueguen con los niños siempre que quieran pero avisa antes de hacerlo-aclaró Sharpay
-Gracias, eres muy amable. Presiento que seremos buenas amigas. Soy doctora trabajo en el hospital de Albuquerque, en el ala de Pediatría-concluyó Alessandra sonriendo
-Lo tendré en cuenta-añadió Sharpay
-Llámame cuando lo necesites, te atenderé aunque sea tarde. Troy tiene mi número-
-Ahora si debo irme. Mi sobrino Ashton está a punto de nacer-
Sharpay se fue y los niños corrieron a jugar con Lucas y Lili. Troy estaba seguro de que de ahora en adelante serían los mejores amigos, eso alegró al ojiazul. Inconscientemente sonrió, Troy empezaba a no importarle el no llegar a recordar, aunque quería poder hacerlo pero ya no le preocupaba que eso no sucediera.
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Como había dicho Sharpay ayudo a Alessandra a buscar casa. Resultó que uno de los amigos de su padre vendía su vieja casa y a cambio de que la nueva propietaria se ocupase de las reformas que le hacían falta él rebajaría el precio. Así pudo comprarse la casa, por supuesto Troy se había ofrecido con las reformas, aunque tendrían que posponerse unos días.
Sharpay esperaba en la sala con sus maletas y las de los niños listas por Troy. Aunque el ojiazul no le había dado respuesta había aceptado hacer un viaje los cuatro por no solo porque los niños estaban encantados sino también porque pensaba que eso podría ayudar a Troy a aclararse.
Una hora después y estaban abordando el avión rumbo a Puerto Rico, como Alessandra era de allí les había dado los mejores lugares para visitar, así como sitios a los que llevar a los niños y por supuesto ellos estaban encantados por tener a sus padres juntos.
Durante el vuelo los pequeños veían muy entretenidos películas de sus dibujos favoritos. A pesar de que había sido idea de Troy, Sharpay había insistido en viajar en primera clase, a lo que el ojiazul tuvo que ceder porque ni con todo el dinero que tenía junto le llegaba para pagar el billete de los cuatro, ni siquiera en turista. Pero por sus hijos hacía lo que fuera, incluso tragarse su orgullo.
-Gracias por aceptar hacer el viaje-
-No tienes que agradecerme nada. Lo hago por los niños, ellos querían que hiciéramos un viaje los cuatro y aquí estoy. Además mejor ahora que recién empieza el embarazo-
-Igualmente gracias-
-Espero que no te importe que durmamos en habitaciones separadas-expuso Sharpay
-Para nada, lo que quieras. Lo que menos deseo es incomodarte-aclaró Troy sonriendo
-Bien, bajemos las armas por nuestros hijos-propuso Sharpay
-Lo que haga falta por ellos-Troy miró a sus hijos sonreían viendo las películas y les brillaban los ojos-Míralos, se les ve tan felices que no quiero hacerles sufrir-
-Si, están encantados y muy felices-concluyó Sharpay
Después de nueve horas de vuelo aterrizaron en el aeropuerto internacional de Luis Muñoz Marín en Puerto Rico. Sharpay les explicó a los niños que debían portarse bien y no alejarse de ella o de Troy, después fueron por sus maletas y luego al hotel. Ese día descansarían porque había sido un largo vuelo y aunque los pequeños estaban más que felices ya se veían cansados. Caleb dormiría con Troy y Chloe con Sharpay, así los tendrían vigilados, no querían tener ningún disgusto.
Troy dejo ambas maletas al lado de la cama mientras que el niño saltaba contento encima de ella, el ojiazul lo regaño, ya que no estaba bien hacer eso y el pequeño bajo pero empezó a correr por toda la habitación.
-Caleb ven aquí-
-No, porque no me pillas-
-Bien, si eso quieres-se rindió Troy
Troy estuvo fingiendo no alcanzar al niño, estuvo persiguiéndolo hasta que el pequeño se cansó y se tiró encima de la cama. Troy se tumbó a sus lado y Caleb se le subió encima.
-Papi, quieres a mamá-soltó inocentemente Caleb
-¿Por qué lo preguntas?-preguntó Troy con sorpresa
-Porque los papás de otros niños son muy cariñosos-explicó Caleb
-Ya veo-murmuró Troy rascándose la barbilla
-Y mamá dice que igual volvemos a Nueva York. Tu quieres a mamá. Vendrás con nosotros. Yo no quiero ir sino vienes con nosotros. ¿Vendrás papi?-preguntó Caleb
-No campeón. Yo no puedo ir-respondió Troy
-Entonces no quiero ir. Quiero quedarme, queremos quedarnos contigo-sollozó Caleb
-Mi amor. No llores-
Troy le besó la frente.
-Quiero que estés con mamá-soltó Caleb apoyando la cabeza en su pecho-Yo se que también quieres a mamá-
Esas palabras habían calado hondo en Troy aunque aún no era consciente de eso. Troy estaba dichoso, amaba a sus hijos y se sentía feliz de pasar tiempo con ellos.
-Venga a dormir-
-No quiero-
-Mañana tenemos muchas cosas que ver-
-No quiero-
-Caleb Bolton-soltó Troy algo enfadado
-Está bien-cedió Caleb
Troy le puso su pijama de cochecitos a Caleb y luego él se puso su pantalón de dormir. Ambos se metieron bajo las sábanas y el niño beso a Troy en la mejilla, después se acurrucó en su regazo. Caleb se sentía mucho más tranquilo con su padre cuando estaba en sitios que no conocía y le encantaba dormir con él.
Al día siguiente se levantaron temprano para aprovechar más el tiempo, Sharpay y Chloe ya estaban listas, llevaban una ropa muy parecida casi a juego. La pequeña un pantalón vaquero corto azul con una camiseta de tirantes floreada y unas sandalias con dos coletas y Sharpay unos shorts negros con un top de tirantes rojo y brillantitos para rematar unas sandalias Jimmy Cho blancas y un semirecogido.
En cambio los dos hombres todavía no estaban preparados, Caleb había despertado con muchas energías y se estaba haciendo de rogar en la ducha. Ante eso Troy se vio obligado a ponerse serio y al final estaban listos para el día. Caleb llevaba un pantalón corto gris y una camiseta de manga corta blanca y chanclas negras, Troy llevaba más o menos lo mismo pero su camiseta tenía unos dibujos y detrás ponía california 87.
Al encontrarse con Sharpay y Chloe, Troy lucía enfadado y Caleb tenía la cabeza gacha. Para moverse por la ciudad habían alquilado un coche. Troy subió al asiento del conductor y espero a que Sharpay acomodase a los niños y ella también subiera para ir a ver la Catedral de San Juan Bautista.
Luego fueron a comer, durante todo el día Troy evitó hablar con Caleb o dirigirse a él, a lo que Sharpay tuvo que intervenir porque veía que a su pequeño le dolía que su padre estuviera así con él.
-Haber Troy ¿qué te pasa?-preguntó Sharpay
-Nada-soltó Troy tajante
-Entonces porque estás así con Caleb-
-No es nada-escupió Troy zanjando el tema
-¿Por qué eres tan cabezota?-gritó Sharpay enfadada
De vuelta en la habitación Caleb se puso solito su pijama y se quedó un rato jugando con sus juguetes. Troy acababa de entrar por la puerta, al ver al niño todavía despierto puso cara de enfado.
-Deberías estar durmiendo-
-Lo sé papá pero quería saber porque ya no me quieres-
-¿De dónde sacaste eso?-
-Porque ya no me hablas-
Caleb estaba triste y parecía querer llorar, adoraba a su padre y no le gustaba que se portase así con él.
-Claro que te quiero. Solo que me molesto lo de esta mañana. Debes portarte bien, si. Ya eres un niño grande-expuso Troy alborotándole el cabello-Lo harás
-Si pero ya no estás enfadado-preguntó Caleb
-No, ahora a dormir-respondió Troy sonriendo
-Vale, me portare bien. Quiero jugar un rato contigo-
-Caleb Bolton-
El pequeño sollozo y luego se froto los ojos con sus manitas
-Bien solo un rato. Luego a dormir-
Caleb asintió y luego estuvieron un poco jugando. Troy adoraba ver a sus pequeños sonreír y disfrutar, por eso no le había gustado estar enfado con su hijo, además Shapay tenía razón.
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Ya llevaban varios días en Puerto Rico y en ese tiempo habían visitado El Capitolio, El Convento y el parque de las palomas en el viejo San Juan. Durante las visitas habían aprendido cosas y los niños se habían portado muy bien, aunque Troy y Sharpay sabían que los pequeños querrían hacer otras cosas, por eso habían tomado una decisión. Hoy tocaba hacer algo con los niños, así que irían a lugares donde los pequeños se divertirían más, empezando por El Castillo San Felipe del Morro, aunque allí se lo conocía simplemente como El Morro.
Se trataba de una fortificación española del siglo XVI construida en el extremo norte de San Juan. Por muchos años, vigiló la entrada a la bahía de San Juan y protegió la ciudad de ataques marítimos. El «morro» es un término usado para referirse a una porción de tierra o peñasco que sirve para observar un lugar. Hoy en día, el Morro es una de las principales atracciones turísticas de Puerto Rico. Los turistas y visitantes disfrutan de volar cometas en los alrededores del castillo porque era un sitio bastante grande.
Troy había ido a comprar una cometa, elegida por Caleb. El pequeño nunca había hecho algo así y el niño estaba emocionado porque su padre le enseñaría. Troy también estaba emocionado de poder compartir un momento como este con su hijo. Mientras Troy le enseñaba al pequeño a volar una cometa Sharpay y Chloe los observaban divertirse compartiendo momentos padre-hijo. La rubia no paraba de sonreír, amaba a su pequeña familia pero sobre todo a Troy, ese hombre fuerte y rudo con un corazón de oro.
Luego de un rato Chloe bajó de los brazos de su madre para jugar ella también mientras Sharpay la vigilaba. Apartó la vista unos segundos para ver a Troy y a su hijo disfrutar volando la cometa, al volver la vista al frente no divisó a su niñita. La buscó por todas partes pero nada que aparecía, eso no hizo más que preocuparla todavía más.
Sharpay estaba histérica, de los nervios, se sentía la peor madre del mundo. ¿Cómo había sido tan descuidada?
Troy cogió a Caleb de la mano mientras el niño volaba la cometa, el ojiazul miro a Sharpay y sonrió. La rubia era una mujer extremadamente hermosa pero se fijo en que no lucía sonriente como era costumbre, sino que se la veía estaba aterrada. Troy sintió una punzada en el corazón, no le gustaba ver a Sharpay sufrir. Vaya que no, maldita sea.
-A ver campeón. Vamos a dejar eso si-le explicó Troy a su hijo
-¿Por qué? Es divertido-preguntó Caleb algo triste
-Vamos a hacer otra cosa-respondió Troy
-Vale papi-
Troy fue a junto de Sharpay y le preguntó porque estaba así, no era normal ya que cuando habían llegado se veía feliz y contenta. Al enterarse se le cayo el alma a los pies pero debía ser fuerte por Sharpay y su hijo. Dejo al niño con la rubia y se dispuso a buscar a su hijo, no descansaría hasta encontrarla. Estuvo revisando todo el lugar pero era bastante grande y había mucha gente, parecía como si se la hubiera tragado la Tierra.
Joder ¿por qué le estaba pasando esto? Nunca se lo perdonaría si le sucediera algo a su princesa y Sharpay estaba de los nervios pero quien no lo estaría en su lugar.
Pronto sería hora de comer, había pasado ya varias horas y Troy estaba empezando a volverse loco. ¿Y si le había pasado algo? Probablemente estaría asustada llorando. Pensar en su princesa así lo ponía mal, por eso desecho esos pensamientos. Troy sabía que Sharpay se culpaba por descuidarse pero eso podía pasarle a cualquiera, incluido a él.
Iría hasta el mismo infierno por sus hijos y ¿por Sharpay? Probablemente también pero no estaba seguro de eso último.
Cuando estaba por dejarlo, Troy vio a una niña de pelo castaño como él a lo lejos, lloraba a pleno pulmón. Aunque podía no tratarse de su hija, su corazón le decía que ahí estaba su princesa. Corrió hacia la niña y su alma regreso a su cuerpo al comprobar que efectivamente era ella, su princesita. Troy la abrazó y la pequeña lo correspondió.
-Mi princesa, nos tenías muy preocupados-
Troy soltó unas lágrimas pero inmediatamente se las limpió, no quería que su pequeña lo viera llorar.
-Papi, tenía mucho miedo-sollozó Chloe
-Tranquila, ya paso. Vamos con mamá y tu hermano-explicó Troy tranquilizando a la pequeña
Troy cargó a la pequeña y regresó con Sharpay, la rubia al ver llegar a su hombre con su niña se alegró enormemente ¿Cómo no amarlo? Cada día lo amaba más, aunque no lo tuviera a su lado, aunque no pudieran estar juntos.
Mentiría si dijera que terminaría enamorándose de Troy Bolton, el capitán de los linces cuando eran jóvenes pero lo había hecho y ahora no se imaginaba a nadie mejor que él para ser el padre de sus hijos. Sharpay sabía que ese hombre musculoso, fuerte, sexy y viril que era Troy a pesar de querer hacerse ver como un hombre cínico y frío, falto de sentimientos en realidad era un hombre maravilloso con un corazón enorme.
>> Troy Bolton, te amo - se dijo Sharpay <<
Nada más tener a su hija frente a ella, Sharpay se hecho a llorar y la abrazo con ternura. Luego dio gracias al cielo por haber oído sus plegarías. Se había llevado el mayor susto de su vida. No quería volver a pasar por algo así nunca. Si les sucediera algo a sus hijos no lo soportaría.
-Te prometí que la encontraría-Troy le dio a la niña a Sharpay para que la cogiera-Yo tampoco me perdonaría si le hubiese pasado algo a nuestra hija-
-Gracias Troy-
Sharpay le sonrió y lo beso en la mejilla, Troy simplemente asintió. Después los llevó de vuelta al hotel mientras él salió por algo de comer. Aunque ya había pasado, Sharpay aún tenía mal cuerpo y el resto del día se quedarían en el hotel para estar más tranquilos. Quizás por la noche saldrían por ahí. Un rato más tarde Troy volvió para Sharpay trajo una ensalada, para él una hamburguesa y para los niños dos happy meal con el juguete que traían del McDonalds, además había hecho una parada extra para comprar unas cosas. Luego de comer Troy les entregó una caja a los niños y una pequeña cajita alargada a Sharpay.
¿Qué es esto?-preguntó Sharpay mirando la cajita
-Bueno después de lo que paso pensé que... yo... esto...-respondió Troy rascándose la nuca
-Troy, esto es...-soltó Sharpay abriendo la cajita-No tenías porque
-Pensé que te animaría. Entiendo que te hayas preocupado yo también pero por suerte solo fue un susto-explicó Troy sonriendo
-Papi-
-Dime princesa-
-Estás enfadado-preguntó Chloe
-¿Por qué lo dices?-respondió Troy sorprendido
-Si esta mañana tu y mamá estuvisteis llorando-explico Chloe
-No mi amor. Solo nos preocupamos mucho pero ninguno estamos enfadados, aunque no puedes irte tu sola-afirmó Troy
-Vale papi.Te quedas a dormir con nosotros, también Caleb-
-Claro princesa-
Aunque Sharpay no se lo pediría en el fondo Sharpay también quería que ellos durmieran con ellas. Por pequeñas cosas como estas amaba a Troy, vaya si lo amaba. Sharpay sabía que por mucho tiempo que pasase y por muy lejos que estuvieran nunca dejaría de amarlo.
Después de aquello Troy estuvo más cariñoso, no solo con sus hijos sino también con Sharpay. Los pequeños no podían estar más encantados y hacían muchas cosas juntos. Estaban mucho más unidos que al inicio del viaje y eso a la rubia le gustaba porque amaba tanto a su pequeña familia. Fueron a patinar a la pista de hielo, al parque acuático de las cascadas, ambos situados en el pueblo de Aguadilla entre otros lugares. Por las noches iban a una de las muchas playas que había en Puerto Rico, a la de Isla Verde porque para ellos era la más bonita, bien fuera a pasear o simplemente contemplar el mar.
Sharpay caminaba con Caleb de la mano al lado de Troy quien llevaba a Chloe, esa noche era especialmente más bonita. Mientras recorrían la playa la pequeño detuvo el paso.
-¿Qué pasa princesa?-preguntó Troy, Chloe observaba algo
-¿Quién es esa mujer?-respondió Chloe señalado la dirección donde estaba una mujer que los observaba-Da miedo papi-
-No es nadie. Vamos-aclaró Troy cargando a la niña y volviendo con Sharpay
-Vale-asintió Chloe
-Sami-murmuró Troy para si mismo
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Por fin habían regresado a Albuquerque después de dos semanas de viaje y ahora tocaba volver al día a día. Por supuesto habían traído regalos para todos, incluidos Ashton de tres semanas y los hijos de Alessandra, Lucas y Lili. Los pequeños estaban encantados de volver para contar lo que habían pasado en el viaje.
Así que habían decidido celebrar una fiesta en el club con todos sus amigos, incluida Alessandra y sus hijos. Como era verano se celebraría en la piscina, por eso todos iban en ropa de baño y Sharpay lucía todavía más hermosa de lo normal porque después del viaje se sentía mejor consigo misma. Mientras todos se divertían, Sharpay se mantenía alejada de cualquier conversación pero echando un vistazo a sus hijos que jugaban con los de Alessandra. Troy se acercó a donde estaba Sharpay.
-Va todo bien-preguntó Troy sentándose a su lado
-Si, solo pensaba y bueno ya que estás aquí me gustaría que hablásemos-respondió Sharpay
-De acuerdo-asintió Troy sonriendo
-Lo he estado meditando y cuando nazca el bebé volveré a Nueva York-
-Y nuestros hijos-
-Podrás visitarlos cuando lo desees-
-No quiero que os vayáis pero aceptaré tu decisión. Prométeme que me enviaras fotos de nuestros hijos con frecuencia-
-Eso por supuesto-
Troy se acercó a Sharpay y la beso apasionadamente, la rubia le siguió el beso de la misma manera que el ojiazul, con intensidad y anhelo . Ambos se echaban de menos aunque ninguno lo reconociera. Prologaron el beso, disfrutando de las sensaciones que les producía hasta que se separaron por falta de aire.
-Yo bueno... solo quería sentir sus labios una vez más-soltó Troy
-Troy-
-Si-
Troy se giro hacia Sharpay.
-Me alegra haber hecho el viaje. Gracias-
-No hay de que. ¿Amigos?-
-Amigos-
-Únete a la fiesta. Somos los anfitriones-
Troy le tendió la mano a Sharpay y ella la tomo, después regresaron a su fiesta. Todos se divertían, también Alessandra, quien había hecho buenas migas con todos y sus hijos disfrutaban jugando con Caleb y Chloe.
Tanto Troy como Sharpay estaban felices, quizás las cosas no les habían salido como esperaban pero no podían quejarse. Al fin y al cabo tenían personas que los querían y se preocupaban por ellos, eso era les que importaba.
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Sharpay estaba por entrar en el segundo mes de embarazo y había decidido llevar a los gemelos a que les hicieran una revisión. Aunque en un principio no era su médico habitual, ahora llevaría a sus hijos con Alessandra, no solo era pediatra sino también una amiga. Como esperaba sus dos pequeños amores estaban creciendo fuertes y sanos.
Sharpay y Alessandra fueron a tomar café mientras que los pequeños jugaban con otros niños en la guardería del hospital.
-Me divertí mucho en Lava Springs y mis hijos también. No sabía que tu familia fuera dueña-
-Ahora eres una amiga. Bienvenida al exclusivo club de amigas de Sharpay Evans-
-Gracias Sharpay. Por cierto las reformas de mi casa ya han terminado y quiero dar una pequeña fiesta de inauguración. Estas invitada junto con los niños, Troy también-
-Pues ahí estaré-
-Vaya, vaya-soltó una mujer a sus espaldas
-Sami-murmuró Alessandra
-La conoces-pregunto Sharpay confundida
-Por supuesto que me conoce. Me acosté con Troy y su marido me tiró los tejos porque soy más guapa que ella-explicó Sami riendo
-Serás...-escupió Alessandra
-Oh y olvidaba la mejor parte de todas. Troy te quitará a tus hijos Sharpay-concluyo Sami
-¿Qué?-
-Porque crees que los trata tan bien. Quiere ganarse su afecto y alejarte de ellos-
-Yo confío en Troy se que no sería capaz de hacer eso-
-Segura-
-Absolutamente-afirmó Sharpay con seguridad
-Yo solo aviso-dejo caer Sami
Sami se fue dejando a Sharpay y Alessandra sorprendidas por que acababa de pasar. ¿Quien se creía que era esa mujer para decirles eso? Las dos confiaban en Troy plenamente y no se creerían sus palabra, sobre todo porque no la conocían. El ojiazul podría ser muchas cosas pero jamás haría algo así, de ninguna manera.
Sharpay preguntó a Troy si podía quedarse un par de horas con sus hijos mientras ella iba a su consulta con el obstetra, debía revisar que todo estaba bien con su embarazo. Troy acepto sin problemas, le encantaba pasar tiempo con sus hijos y siempre aprovechaba de cualquier oportunidad para hacerlo.
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Sharpay esperaba a que la recepcionista de la consulta la llamase para su revisión con Paul, su amigo y obstetra. Aunque estaba siguiendo las indicaciones y las náuseas ya no eran tan frecuentes debía asegurarse de que todo estaba yendo bien. La llamaron y entró dentro, una radiante Paul la recibió. Tomo asiento frente a él y lo sonrió hoy estaba de muy buen humor.
-Entonces estás siguiendo todas las indicaciones que te di-preguntó el doctor Wesley
-Si, además las náuseas no son tan frecuentes y Troy se preocupa mucho por el bebé-respondió Sharpay
-Me alegra oírlo. Por cierto perdona si en la anterior consulta dije algo que no debía-
-No pasa nada. Está todo bien-
-De acuerdo. Ahora pasemos a ver al bebé-
Como en cada consulta, Sharpay se puso una bata y se sentó en el sillón. Después la enfermera le untó el gel y el doctor Wesley le puso el utensilio para iniciar el ultrasonido encima. Aunque aún era muy pequeño se veía hermoso, era el fruto de su amor por Troy Bolton.
-Por supuesto aún es pronto para ver el sexo del bebé se puede apreciar que crece con buen ritmo y todo está perfecto de acuerdo al tiempo de embarazo que tienes-explicó el doctor Wesley
-Si, es precioso y presiento que será niño. Hasta ya tenemos el nombre y todo-
-Es posible y esta vez puedo asegurarte al 100% que hay un solo bebé-
-Que gran noticia. Ahora mismo no se si podría con dos niños más-concluyó Sharpay
En realidad no le habría importado volver a tener gemelos pero sin duda prefería que fuera uno solo. Un nuevo miembro en la familia Bolton Evans, un nuevo pequeño al que amar, aunque siempre querría a sus gemelos, ahora también le daría amor al bebé.
-Sacaré unas fotos para que Troy también pueda ver al bebé-expuso el doctor Wesley
-Gracias. Le va a encantar-acotó Sharpay
-Pues eso es todo. Alessandra me ha invitado a una fiesta en su casa. Recién me llamo antes de que entrases. ¿Irás?-
-Si, también Troy y los gemelos. ¿Qué tal London?-
-De maravilla. Es una mujer hermosa y especial. La amo y quiero pedirle que se case conmigo pero no encuentro el momento-
-Yo me encargo de eso. Te mantendré informado-
Paul asintió y Sharpay fue a cambiarse, al salir le entregó un sobre con las fotos del ultrasonido que le llevaría a Troy. Sharpay estaba feliz, no podía quejarse, todo iba perfecto, su bebé estaba bien y sus gemelos crecían fuertes y sanos, además tenían a su padre aunque no estuvieran juntos, al menos no como pareja.
Sharpay caminaba para encontrarse con Troy y recoger a sus hijos, él trabajaba y no quería crearle problemas. Nada más verles sonrió, los pequeños tenían un brillo en los ojos que la embargaba de ternura. ¿Cómo no iba a amar a Troy? Estaba por acercarse cuando algo la hizo detenerse.
-Bueno, esto es un secreto, vale amores. Nada de decirle a mamá-
Los pequeños le asintieron, Troy les estaba pidiendo que le guardasen un secreto. ¿Cómo? Entonces las palabras de Sami regresaron a su cabeza con fuerza.
>> Troy te quitara a tus hijos Sharpay <<
Le había asegurado con seguridad que Troy nunca haría algo así pero estaba equivocada, vaya si lo estaba. ¿Y si Troy realmente estaba planeando alejarla de sus hijos?
Quiso llorar pero no lo haría, no pensaba darle el gusto a ese bastardo de Troy de verla así, para nada. Además no dejaría que hiciera eso, lucharía por sus hijos con garras y dientes. De eso no tenía ninguna duda.
Sharpay se acercó a Troy y puso su mejor sonrisa, los niños corrieron a abrazarla. Por supuesto que lucharía si el ojiazul quería guerra eso tendría porque no pensaba permitir que le quitase a sus hijos.
-Mami-
-Si sweet heart-
-Podemos quedarnos esta noche en casa de papi-preguntó Chloe
-No, otro día vale-respondió Sharpay
-Yo quiero dormir con papi-sollozó Caleb
-Tranquilo campeón. Otro día vale-explicó Troy
-Esta bien-cedió Caleb
-Toma Troy-
De mala gana Sharpay le entrego el sobre con las fotos del ultrasonido y se marchó con los niños sin que pudieran despedirse de su padre. Troy se quedó confundido, ¿qué le pasaba a Sharpay?
Esa noche se celebraría la fiesta de Alessandra y Sharpay debía ir pero ahora que sabía lo que Troy tramaba no quería presentarse y verle, sin embargo había aceptado asistir y no podía echarse atrás.
Al llegar a casa Sharpay subió a su habitación, estaba dispuesta a no dejar que Troy se saliera con la suya. Cambiaría sus planes y regresaría a Nueva York antes de lo que tenía previsto, por eso preparó sus maletas y las de los niños para luego llevarlos a jugar con los hijos de Alessandra.
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Troy se había decidido por una ropa casual para la fiesta en la casa de Alessandra. Él era el último en llegar, le había surgido unos problemas y se había retrasado un poco. La anfitriona y amiga le acompaño hasta su lugar, los niños ya habían comido y jugaban a su aire.
Durante la cena todos conversaban animadamente de todo tipo de temas. Sharpay había evitado mirar a Troy, no quería tener nada que ver con él y cuanto menos contacto tuvieran mejor.
Después todos pasaron a la sala para continuar con la velada. Troy se quedó con Chad, Taylor, Jason y el amigo de este, Mike, quien de vez en cuando miraba a Alessandra igual que ella a él mientras Sharpay estaba con London, Paul, Ryan, Kelsi, el pequeño Ashton y la anfitriona de la fiesta. Aunque todo transcurría con normalidad, Troy se sentía intranquilo, no había visto a sus hijos y Sharpay estaba muy rara, así que se decidió por la primera opción, echar una ojeada a sus niños.
Troy vio a los pequeños jugar, sonrió enormemente pero entonces cuando estaba por volver con sus amigos se percató de que su niño estaba solo llorando. Eso lo lleno de rabia, no soportaba ver a sus hijos llorar, inmediatamente se acercó a él.
-¿Qué pasa campeón?-preguntó Troy a la altura del pequeño
-Papi-
El niño se abrazó a su padre y empezó a llorar más aún, fuera lo que fuera lo que lo tenía así a Troy no le gustaba nada. El ojiazul lo contuvo en sus brazos y lo paseo por la habitación para tranquilizarlo.
-Ya está, ya amor-
-Papi, no quiero que te vayas. Quiero que estés con mamá-
-No te preocupes campeón. No me voy a ningún lado. Ahora ve a jugar con tus amiguitos. Mañana iremos a tomar helado vale-explicó Troy
-No quiero. Quiero...-
Caleb se frotó los ojos con sus pequeñas manitos, era evidente que tenía sueño y cara de cansancio.
-De acuerdo amor. Vamos con mamá para que os lleve a casa a dormir-
-Quiero jugar contigo papi-
-Tienes sueño. Venga campeón-
De camino al salón el pequeño se quedo profundamente dormido en brazos de su padre. Troy sonrió viendo a su niño de esa manera. El ojiazul se acercó a Sharpay, quien se tensó al verle con Caleb en brazos.
-¿Por qué has ido por el niño?-protestó Alessandra molesta
-Solo fui a ver como estaban y le vi llorado, entonces...-
-¿Qué haces con mi hijo?-inquirió Sharpay enfadada
-Perdona pero me sentía intranquilo y quise ver a nuestros hijos. Caleb estaba llorando, por eso lo cogí, no me gusta verle mal, entonces se quedó dormidito y vine para avisarte. Siento si te ha molestado-explicó Troy
-Dame al niño-bufó Sharpay
-Claro, toma-
Troy le tendió con cuidado al pequeño para no despertarlo pero no sirvió de nada porque abrió sus hermosos ojitos azules como los de su padre.
-Mami...-soltó Caleb y Sharpay se alejó de todos
-Estás bien swettie-preguntó Sharpay
-Si y papi, ¿dónde está?-
-Tranquilo, vamos a casa-
Sharpay fue por Chloe y se dispuso a irse de casa de Alessandra pero una fuerte brazo se lo impidió, era el de Troy. La miraba con confusión y un toque de deseo.
-Espera Sharpay-
-¿Qué quieres?-escupió Sharpay con desdén
-Yo, bueno se que te sucede algo pero me gustaría... bueno quizás te vendría... he pensado que... si me permites yo... me gustaría pasar todo el día de mañana con los niños-preguntó Troy rascándose la nuca
-Mañana regreso a Nueva York, así que no-respondió Sharpay fríamente
-¿Qué? ¿Creía que esperarías a que naciera el bebé?-
-Si pero esto es lo mejor. Así que te pido que no vuelva a acercarte a mis hijos-aclaró Sharpay
-¿Por qué? No puedes hacer esto. Nuestros hijos no...-escupió Troy enfadado
-Claro que puedo. Vete con esa zorrita tuya y ni se te ocurra quitarme a mis hijos porque te aseguro que te arrepentirás-
-¿De qué hablas?-
-Lo sabes muy bien. Olvídate de mi, no quiero verte más. Te odio Troy Bolton. Ojalá no me hubiera enamorado de ti-bufó Sharpay
Sharpay abofeteo a Troy y se marcho con sus hijos, el ojiazul quiso ir tras ella para pedirle que no lo alejase de sus hijos pero sabía que en ese momento no era lo mejor, le daría su espacio para serenarse. Troy regresó por su chaqueta, con lo que acaba de pasar se le habían quitado las ganas de todo.
-Troy...-
-Ale no estoy de humor-
-Haz caso a Sharpay, no te acerques a tus hijos, oíste. Ya has hecho bastante y tampoco me llames-inquirió Alessandra
-Tu también-preguntó Troy frunciendo el ceño
-Si, eres un idiota-
Del mismo modo que con Sharpay, Alessandra también abofeteo a Troy. Luego el ojiazul si abandono la fiesta.
No entendía nada, primero Sharpay y ahora Alessandra, ¿qué les sucedía a las dos? ¿por qué le habían dicho eso? Troy se sentía furioso y al mismo tiempo confuso por la situación de segundos antes. No quería alejarse de sus hijos, ni del bebé, esa idea le rompía el corazón. Sus hijos y el bebé eran todo lo que Troy quería, no tenerlos cerca le destrozaba el corazón poco a poco.
Eran algo más de las cuatro de la madrugada y Troy acaba de llegar a casa. Después de enterarse de que Sharpay se llevaría a los niños le había afectado mucho y no había querido regresar a casa antes.
Dejo su chaqueta en el suelo y las llaves y cartera en la mesita junto al sofá, subió a su habitación. Estaba por quitarse la ropa y meterse en la ducha cuando su maldito teléfono empezó a sonar con insistencia. Troy no tenía ganas de hablar con nadie pero finalmente atendió la llamada.
-Si-
-Troy...-
-Ryan, ¿qué sucede a que se debe la llamada?-preguntó Troy sorprendido debido a la llamada del hermano de Sharpay
-Es... es... Sha... Sharpay-logró decir Ryan
-¿Qué le sucede?-escupió Troy preocupado-Responde Ryan
-Ella ha... ha tenido un accidente de coche-
-¿Cómo?-chilló Troy preocupado, inmediatamente pensó en los niños-Nuestros hijos, por favor Ryan dime que no iban con ella-
-Me temo que si. Los han llevado al hospital-
-Voy inmediatamente para allí-
-Por favor-
Condujo como pudo hasta el hospital, corrió en busca de alguien conocido e inmediatamente encontró a una consternada Derby Evans llorando a mares. Luego divisó al resto de los Evans, todos estaban hechos polvo pero Troy también lo estaba, si saber que Sharpay lo alejaría de sus hijos le había roto en pedazos, esto era aún peor.
Sus hijos y la hermosa Sharpay estaban al borde de la muerte, ¿cómo podía estarle pasando?, ¿que había hecho para merecerlo? No quería ni pensar en la idea de perderles, no lo soportaría. Le dolía tanto que sentía como si su cuerpo iba a romperse, nunca pensó que experimentaría semejante dolor.
>> Sharpay. Sharpay Evans no puedes morir -se dijo Troy <<
En ese momento las palabras que Sharpay le había dicho días atrás resonaron con fuerza. ¿Qué sentía por esa rubia? No lo sabía, por supuesto que lo sabía. En el fondo siempre lo había sabido y ahora tenía la respuesta. Amaba a esa exquisita rubia y a sus hijos.
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NOTA
Entiendo que me odien por este final pero no soy tan mala como parece, solo quería que Troy reaccione de una vez. Os prometo que en el próximo capítulo las cosas irán mejorando poco a poco.
Quiero nombrar a Anggtoledo, también quiero agradecerle a Karlaguicelli por hacerme el graphic de Troy y Sharpay, se ven adorables. Gracias guapísima😘😘
Aprovecho a comentar que dos de mis historias han quedado entre los ganadores de un concurso al que las presente. Mi primera historia Ángeles Caídos quedó tercera en la categoría de mejor mejor novela terminada y la de Resurreción en segundo lugar en la categoría mejor trama. Les agradecería si gustan y se pasan, son bienvenidos.
Saludos,
PriorSalvatore 😘😘😘😘😘😘
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