Reunión de antiguos alumnos
Al día siguiente los padres de Troy fueron hacia la cocina pero vieron a su hijo tirado en la cama y es que cuando había llegado ni siquiera se había preocupado por ponerse el pijama o meterse bajo las sabanas, entonces repararon en su mano, tenía sangre seca de la pelea con aquel tipo en el bar, como los padres cariñosos se acercaron a su pequeño, porque a pesar de que ya era un hombre adulto para ellos siempre sería su niño.
No hubo la necesidad de lo despertaran porque de inmediato Troy abrió los ojos, lucía bastante cansado a pesar de haber dormido bien pero era lógico debido a la resaca por la borrachera de anoche.
-Auch-chilló Troy al mover la mano
-Troy cariño, ¿qué te ha pasado? ¿cómo te has hecho daño?-pregunto Lucille preocupada
-Nada importante-soltó Troy impasible
-Pero te duele-dijo Jack
-Estoy bien-espetó Troy molesto
-Hijo que...-
-Venga joder, os importa si me dejáis a solas-dijo Troy tratando de que se fueran-Ahhh!!!
-Deja que te vea eso, por favor-dijo Lucille
-Dejadme solo carajo, no quiero ver a nadie-escupió Troy enfadado
¿Que estaba pasando? ¿Qué le sucedía a Troy? Él no era así
-Cariño, vamos-dijo Lucille
-Escucha a tu madre Troy-dijo Jack
-Me largo, ya estoy cansado-dijo Troy levantándose pero se tambaleó y se sentó en la cama
-Troy-gritó Lucille llorando
-Ves lo que has hecho-le contestó Jack con un tono de enfado
-Me importa una santa mierda, joder-respondió Troy todavía más enfadado
-¿Qué te sucede hijo?-dijo Lucille tocándole la mejilla
-No me toques-espetó Troy zafándose aún débil sin poder mantenerse en pie
-Hijo digas lo que digas no estás bien, por el amor de Dios-dijo Jack agarrando a Troy y tumbándolo en la cama-Llama a los señores Cox y que avisen a su hija Martha
Troy que hasta ese momento se había mantenido consciente a pesar de que su cuerpo le pedía lo contrario dejó que su mente bagase al pasado, recordaba ese nombre.
« Martha Cox, compañera de clase, era una cerebrito a la que le gustaba el baile »
¿Por qué iban a llamarla a ella? Si era cierto que habían sido amigos pero no tanto como para llegar a eso.
Media hora más tarde llamaron al timbre, era Martha, estaba bastante cambiada, había perdido peso y lucía más esbelta, aunque seguía siendo muy alegre, traía consigo un maletín de los de médico, por eso la habrían llamado.
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Como hacía cada día Sharpay se puso su ropa deportiva, muy ajustada y resaltando su figura, se hizo una coleta, se ató las zapatillas deportivas, bajo con aire de superioridad las escaleras sin prestar la más mínima atención a los empleados, en la cocina se tomo un zumo de naranja y salió al gimnasio, para lucir hermosa debía cuidarse, así era que tenía una figura de escándalo capaz de atraer las miradas de cualquiera sobre todo las del género masculino.
Después de una sesión de cinta y bicicleta regreso a casa, al llegar se cruzó con una chica, su cara le resultaba familiar, no sabía porque hasta que recordó de que, si se acordaba de ella.
« Kelsi Nielsen, la compositora de los últimos musicales del instituto y ganadora de la beca de Juliard, además si mal no recordaba interés amoroso en su último año de su hermano Ryan »
¿Porque una chica como ella iría a su casa? Nunca se habían llevado bien
« Claro Ryan también recibió una beca para Juliard, seguramente habrá venido a verlo, además recuerdo que él me comentó algo de que eran novios, aunque lo que haga esa chica no es de mi incumbencia »
-Hola Sharpay-dijo Kelsi alegremente
Sharpay pasó por su lado como si nada, ella era mejor que esa niña, tenía más clase y no se rebajaría a hablar con ella más cuando nunca habían sido amigas, las únicas palabras que se habían dicho era cuando Sharpay le pedía algo o la trataba mal.
Ryan bajo por la escaleras con una de sus tantas boinas en la cabeza, una vez abajo saludo a su hermana, a pesar de haber venido del gimnasio lucía radiante y cuando se diese una ducha aún lo estaría más, Ryan se despidió de Sharpay y se fue con Kelsi, la rubia subió a su habitación, se metió a bañar y salió con una toalla enrollada a su cuerpo, buscó un conjunto que ponerse, quería deslumbrar cuando entrara a East High después de estos años, demostraría que era mucho mejor que todos eses perdedores, aunque ella sabía perfectamente que estaba fabulosa con cualquier cosa que se pusiera y que podía atraer a cualquier hombre pero para esa dichosa reunión aún estaría más espléndida de lo normal, puede que su hermano la hubiera convencido pero después había estado ideando un plan para divertirse y su mejor amiga London estaría allí para darle su apoyo.
El gimnasio de East High se encontraba con arreglos y globos en sus respectivos colores rojo, blanco y plateado representativo de los Linces.
Eran las nueve de la noche y la fiesta de ex alumnos generación 2008 había comenzado hacía ya un buen rato, y estaba infestado de gente por cualquier parte.
Al parecer ningún alumno se había quedado sin asistir. Sin embargo faltaban tres figuras importantes, tal vez los tres más importantes de toda esa generación.
Las personas bailaban y charlaban, comían y se ponían al día con respecto a sus vidas y con respecto a cómo les había ido en esos cinco años que habían transcurrido.
Muchos se preguntaban por Troy Bolton y Gabriella Montez pero sobre todo tenían curiosidad por Sharpay Evans, la princesa del hielo.
No los habían visto por ninguna parte y sin duda eran las presencias más esperadas. La música continuaba sonando y la fiesta llevando su transcurso de siempre.
Taylor, ahora Taylor Danforth se encontraba junto al ponche bebiendo un vaso y a su lado Chad, su esposo conversaba con los demás ex Linces animadamente.
Taylor era ahora una importante diputada de la Cámara de Diputados de Nuevo México, y Chad el entrenador principal de los Linces. Hacía un año que le habían ofrecido el puesto y desde luego él no había dudado en aceptarlo, porque para él eso representaba un gran honor
A su lado se encontraba Zeke Baylor que ahora era dueño de una importante cadena restaurantes de la ciudad, Jason Cross que se dedicaba a la construcción de edificios, Martha Cox que ejercía de médico en el hospital de Albuquerque.
Kelsi y Ryan acababan de unírseles, la parejita estaba a punto de contraer matrimonio después de 5 años de noviazgo en los que no se habían preocupado por casarse, sino por triunfar en sus carreras artísticas. Ryan era ahora un actor y bailarín reconocido y Kelsi una importante compositora de obras y canciones, así que debido a que ya habían alcanzado el éxito, ahora se encontraban más que dispuestos a casarse y formar una familia.
Se unieron enseguida a sus demás amigos y comenzaron a abrazarse y a decirse lo mucho que se extrañaban, eran sus compañeros y a diferencia de otros ellos si los habían echado de menos.
-¿Dónde están Troy y Gabriella?-preguntó Ryan con emoción, pues tenía verdaderas ganas de verlos y saber de ellos. En sus años de instituto eran la pareja más adorable y todos imaginaban que terminarían casándose y formando una familia
-Seguro siguen tan enamorados como siempre. Muero por verlos-secundó Kelsi igual de emocionada.
De pronto hubo un silencio entre todos, que Ryan y Kelsi no comprendieron. La pregunta no fue respondida y ni ninguno de los dos lo comprendieron.
-Oye, Ryan, ¿vendrá Sharpay?-preguntó Zeke, en parte para desviar el tema anterior pero también porque le interesaba saberlo- Supe que se puso preciosa, aún más de lo que ya era cuando éramos jóvenes
-Está en la ciudad de visita y dijo que vendría, pero realmente no estoy seguro. Con ella nunca se sabe-
-He escuchado mucho de ella en la tv. Se volvió realmente famosa-dijo Chad
-Así es, mi hermana cumplió su sueño y es ahora toda una celebridad de Broadway-había orgullo en la voz de su mellizo.
-¿Y te llevas bien con tu cuñada, Kelsi?-cuestionó Taylor alzando una ceja
Kelsi sonrió, no era la relación perfecta pero al menos ya no la trataba mal, a veces la ignoraba pero otras simplemente hablaban aunque no le interesaba el tema, más que nada por deferencia a su mellizo ya que no quería enfadarse con él por eso.
-Es linda cuando aprendes a conocerla bien. Nos llevamos bien, si es eso a lo que te refieres. Más que nada porque ella quiere a su hermano y le importa más que lo que piense de mi, así que hablamos poca cosa pero ya no hay roces como antes, a pesar de que a veces me ignora-respondió
En ese instante todos giraron la mirada hacia la entrada pues al parecer alguien importante había llegado porque las miradas de todos se encontraban en esa dirección, así era, una de las figuras más esperadas de la reunión.
Sharpay Evans hacia su entrada triunfal junto a su vieja amiga London Tipton, las dos se veían despampanantes pero sin duda era la rubia quien acaparaba toda la atención y no era para menos, una belleza como ella siempre atraía las miradas de todos.
Su cabello rubio caía a mechones por lo largo de su espalda descubierta y un tentativo vestido ajustado negro con brillantes cubría su firme cuerpo como un guante. Espectacular sin duda, siempre lo estaba pero en esta ocasión lo estaba todavía más.
Jason y Zeke la miraron impresionados y muy a su pesar Chad también pero enseguida Taylor le lanzó un codazo.
Ryan sonrió, ver a su hermana así le traía recuerdos, por mucho tiempo que pasase nunca cambiaría, ella era única.
-Ahí está-murmuró y después tomó de su bebida. Alzó la mano de su prometida y enseguida se encaminó hasta la pista de baile.
Después de haber hecho su llamativa entrada, Sharpay y London se detuvieron en el centro, aun con la atención en ellas, pero sin prestarles atención siquiera, no les importaban los asistentes a la reunión.
-Ya quiero irme-murmuró de pronto Sharpay con desagrado, a decir verdad no había querido ir en un principio pero London había terminado convenciéndola, junto con algo de insistencia por parte de Ryan. En principio tenía ganas de ir pero luego se dijo que a ella no le importaban sus antiguos compañeros y así acabaron teniendo que convencerla.
-Ay, vamos, ¿no te da curiosidad saber qué ha sido de todos esos losers de los que nos burlábamos?-
Las dos seguían siendo las mismas engreídas de siempre y en vista de que con el tiempo habían obtenido más belleza, poder y dinero, eran ahora mucho más soberbias, eso no iba a cambiar por mucho tiempo que pasara.
-La verdad es que no. Mi vida es demasiado genial como para andar perdiendo tiempo en esas estupideces-
London rodó los ojos.
-Eres una amargada, ven mejor vamos a beber algo-
De inmediato un camarero se acercó hasta ellas y ambas tomaron una copa, Sharpay miró a su alrededor, a pesar de que era superior se sentía algo incómoda.
-No sé qué hago aquí-Miró con desagrado los vestidos de las demás chicas. Sin duda eran vestidos lindos pero para alguien como Sharpay que vestía prendas de más de cien dólares, no lograban impresionarla.
-Venimos a divertirnos, así que hazlo-
-Jamás me divertí en esta escuela. ¿Que no recuerdas? Por cierto no quiero ni toparme a Troy con la estúpida de Gabriella-Sharpay siempre había odiado a Gabriela desde que llego al instituto
London buscó con su mirada.
-No los veo por ninguna parte-
Sharpay rodó los ojos, eso la tranquilizaba, no aguantaba esa adorable parejita que los dos formaban.
-Mejor, no quiero escuchar nada de ellos. Seguro se habrán casado y ahora tendrán un montón de niños llorones-arrugó la nariz.
London rió, entonces miró hacia la entrada.
-Hablando del rey de roma...-murmuró señalándola.
Sharpay miró y vio a Gabriella entrando... sola. ¿Dónde estaba ese bobo de Troy Bolton? No pudo evitar preguntarse aunque no le importase la vida de eses dos, sin embargo sentía algo de curiosidad.
Gabriella saludó a algunos compañeros e inevitablemente llegó hasta ellas, pues se encontraban derecho en su camino.
Les sonrió, aunque no podía tratarse de una sonrisa verdadera, pues nunca habían sido realmente amigas, fue más una sonrisa educada.
-Vaya, debo decir que las dos están muy hermosas-admitió Gabriella con sinceridad, mirándoles impresionada, ambas estaban siempre deslumbrantes.
Sharpay se abstuvo de responder, era lindo su vestido pero a comparación del suyo parecía insignificante, como siempre tan dulce y tan mal vestida, al menos eso pensaba la rubia, London fue quien respondió.
-Gracias, querida, tú también lo estás-
-Han sido demasiados años sin vernos. Por lo visto les ha ido bien-admitió Gabriela con sinceridad pero incómoda
-Desde luego-dijo London-¿Y a ti?
Gabriella se hundió de hombros, no le gustaba que le preguntaran por eso pero si no les contestaba seguirían haciéndole preguntas.
-Se podría decir que sí-contestó
De pronto el ambiente comenzó a ponerse tenso, Gabriella entendió que después del saludo inicial debía marcharse, desde luego ellas nunca les iba a importar su vida y solo le preguntaban por mera curiosidad
-Fue un gusto saludarlas, chicas, debo buscar a los demás. Muero por verlos-
London y Sharpay mostraron sonrisas falsas y agitaron su mano para despedirse, Gabriella se marchó.
-Creo que sigue sin caerte bien-
Sharpay bebió de su copa.
-Al final dejé todo por la paz, pero nunca terminará de caerme bien. Aún tengo ciertas espinitas clavadas-
-¿Te fijaste que vino sin Troy?-preguntó London arqueando una ceja, divertida.
Sharpay le restó importancia con una seña, le traía sin importancia Troy y todo lo que tuviera que ver con él.
-Ese es otro tonto que tampoco me agrada. Te lo repito, esos dos me dieron justo en mi orgullo y eso es imperdonable-sonrió con arrogancia.
Del otro lado del lugar, Gabriella saludaba con entusiasmo a los demás linces.
-¿Dónde está Ryan y Kelsi? Me gustaría mucho saludarlos-les preguntó cuando terminó de saludar a todos.
Chad se los señaló, él nunca había sido de bailar y por eso no había hecho nada por salir a la pista con su esposa
-Ese par de tortolitos no han dejado de bailar-dijo Taylor
Gabriella sonrió, le alegraba verlos felices, siempre los vió como una bonita pareja y en cierto modo le recordaban a ella y a Troy
-Eso es lo que hacen los caballeros, invitar a sus chicas a bailar-espetó Taylor cruzándose de brazos y mirando molesta a Chad.
Chad dio un tragó a su cerveza.
-Oh, vamos, nena, sabes que yo no bailo-en ese instante vieron que alguien más hacía su entrada por la puerta principal.
Troy Bolton y debían admitir, uno muy diferente al que recordaban, desde luego el tiempo le había cambiado enormemente, Gabriella se estremeció.
-¿Ese es Troy?-escuchó que preguntaba alguno de ellos
Todos estaban impresionados, Taylor mostró una mueca de preocupación y miró a Gabriella, quien también la miró encogiéndose de hombros.
Chad sonrió, su amigo sería su salvación para no bailar con su esposa. Terminó su bebida, le entregó la lata vacía a una muy enfadada Taylor y pronto se encaminó hasta él.
-¿Qué hay viejo?-le preguntó chocando nudillos.
Troy alzó la cabeza a manera de saludo.
-¿Qué tal, Chad?-exclamó su ruda y masculina voz.
-¿Qué se siente volver, eh?-
Troy se hundió de hombros, no deseaba volver, quería dejar esa parte de su vida atrás pero su amigo del alma Chad le había convencido de ir, ya no se sentía a gusto entre sus antiguos compañeros.
-A decir verdad, nada especial-espetó sin emoción-De hecho llevo un par de minutos aquí, y muero por salir a fumarme un cigarrillo-
Chad soltó una carcajada, él seguía siendo el mismo pero al mismo tan diferente a cuando iban al instituto.
-Claro que no, ya te lo fumarás más tarde. Esta noche debes permanecer aquí. Es nuestra reunión, ¿no sientes nostalgia por esos tiempos? Fueron lo máximo-
Troy no respondió, sino que formuló otra pregunta, era algo que necesitaba saber, no tenía intención de verla y mucho menos esta noche
-¿Vino Gabriella?-
Chad asintió, sabía que las cosas con Gabriela ahora eran diferentes
-Se encuentra por ahí con los demás-
-Mierda-susurró Bolton
-¿No terminaron bien, eh?-cuestionó su amigo
Troy negó, terminar bien era el eufemismo del año pero no pensaba decirle, al menos no ahí en la reunión, si decidía contarle la historia completa, porque sabía que algo había pasado entre los dos lo haría en otro momento
-No quiero hablar de eso, pero lo mejor será que no nos topemos-giró su cabeza y entonces la miró y su cuerpo sintió una emoción extraña que él no pudo dominar.
Chad se percató de la mirada de su amigo clavada en algún punto, así que miró él también hacia esa dirección, entonces se quedo pasmado al darse cuanta de a quien miraba su amigo.
-Oh, vaya, esto sí que me sorprende-sonrió
Troy no lo miró, sino que continuó con la mirada clavada en aquel espectacular cabello rubio que cubría una delicada espalda y era proseguido por un redondeado trasero envuelto en lentejuela negra, y un par de piernas demasiado bien torneadas. ¡Joder!
-¿Quién es ella?-preguntó
Chad lo miró con el ceño fruncido, de verdad que no sabía de que se trataba, ahora sufría de amnesia también
-¿Qué? ¿No la reconoces?-
Aunque le costó trabajo, Troy se vio obligado a desprender la mirada de la rubia y miró a su amigo esperando su respuesta
-A ver, es una belleza con toneladas de cabello rubio y ropa cara, ¿quién más era una belleza con toneladas de cabello rubio y ropa cara en nuestros años de juventud?-
Entonces la revelación le llegó de golpe a Troy Bolton, se sorprendió, en el fondo se lo imaginaba pero no se había dado cuenta hasta ese momento
-¿Sharpay?- ¡Claro! No podía ser otra más que ella-Mierda, sí que se puso buena-admitió mientras continuaba mirándola. Ella seguía de espaldas y la vista era fenomenal, vaya si lo era
-Siempre estuvo buena-opinó Chad
-Sí, pero en aquel entonces éramos niños, además yo estaba con quien ya sabes, Chad, ella era una niñita pero ahora es una mujer y nosotros somos hombres-
Chad tomó dos cervezas de uno de los camareros y le entregó una a su amigo, Troy la tomó, la abrió y bebió un trago largo, en ese momento lo estaba necesitando, ver al bombón de Sharpay le había dejado la boca seca
-Pues espera a verla de frente, no sé si fue mi imaginación pero se puso aún más hermosa-
-Ya lo creo-murmuró Troy-Una parte trasera como esa sólo puede ser complementada con una parte frontal espectacular-
Chad bebió su cerveza y le restó importancia, así era su amigo ahora
-De cualquier manera nunca me agradó mucho. Por más guapa que sea, era una arpía, y seguro estoy de que lo sigue siendo-
-Pero acabas de admitir que es hermosa-soltó Troy aún viéndola
Chad asintió
-Sí, eso no lo niego, pero no lo repitas frente a Taylor. Recuerda que ahora soy un hombre casado-
-Lástima para ti y una suerte para mí que ni estoy casado, ni tengo nada serio-le entregó la lata y se ajustó la chaqueta de cuero que llevaba.
-¿Qué piensas hacer? ¿Te acercarás a ella?-
-Desde luego. Recuerdo que estaba encaprichada conmigo. Tal vez lo siga estando y esta sea su noche de suerte-le guiñó un ojo.
-¡Pero es una perra!-
-Sí y yo sé manejarlas demasiado bien-sin mirarlo, se alejó de él y caminó hasta la rubia
Sharpay y London se encontraban en la barra de bebidas, sentadas, riendo y tomándose selfies con sus carísimos celulares para subir a sus redes sociales, en las que obtuvieron cientos de likes al instante, aunque no era para menos siendo dos bellezas.
Sin decirles nada, Troy se recargó justo tras la espalda de Sharpay, que se encontraba de lado y su cuerpo grande y lleno de músculos de inmediato la irradió de calor, haciéndola girarse al notar su presencia.
Sharpay y London lo miraron, él les sonrió, sabía perfectamente que si se lo proponía podía conquistar a cualquier chica, aunque fuera la princesa de hielo de su antiguo instituto
-Buenas noches, señoritas-saludó y enseguida ordenó una bebida
-¿Troy?-cuestionó London, parecía impresionada, a diferencia de Sharpay que lo había reconocido al instante y no había hecho nada más que rodar los ojos con irritación, porque ese bobo tenía que estar frente ella
-En efecto. ¿Tan cambiado estoy? Ustedes siguen estando igual, aunque más guapas-admitió con aire seductor
-¿Qué ha sido de tu vida, Troy?-preguntó London, en vista de que Sharpay no tenía pensado continuar con la conversación
Troy también lo notó y no pudo evitar sonreír, así que la bonita Sharpay le guardaba rencor e intentaba hacerse la interesante. Genial porque él adoraba los retos y por otra parte le excitaban las mujeres difíciles. Esa noche ya habían muchas cosas de Sharpay Evans que le excitaban, así que no iba a dejarla ir, esta vez la princesa del hielo y él iban a acabar de otra forma.
-No me quejo-se hundió de hombros-Y veo que a ustedes también las ha tratado bien la vida
London también notó la actitud de su amiga y tuvo que reprimir una risa.
-¿Quieres bailar, Sharpay?-preguntó Troy
La rubia lo miró perpleja, London sonrió cuando se dio cuenta de lo que ocurría. Aquello iba a ser interesante, muy interesante debía admitir
-Eh, bueno, yo iré al tocador-pero antes de irse London tomó su margarita. Claramente no iba al baño, si no a algún otro lugar para dejarlos solos, aunque claro, los estaría viendo de lejos, eso no se lo perdería por nada del mundo, Troy y Sharpay bailando, nunca se lo habría imaginado.
-Tal vez no soy muy buena mandando sutiles mensajes, o tal vez tú no eres muy bueno leyendo lenguaje corporal-le dijo ella con sorna
Troy arqueó una ceja, divertido. Al parecer no iba a aburrirse esa noche y ahora ya se alegraba de haber accedido a acudir a la reunión.
-Sigues siendo cruel, nena-
Sharpay lo miró fijamente, ese no era el Troy Bolton que ella recordaba. El Troy Bolton del pasado no la habría invitado a bailar y mucho menos la había llamado "nena". El Troy que veía ahora era un Troy demasiado cínico y aparentemente algo cretino. ¿Qué ocurría ahí? ¿Tendría algo que ver con su obvia ruptura con Gabriella Montez?
Sintió demasiada curiosidad y casi aceptó bailar con él aunque fuese sólo por curiosidad, casi, pero no lo hizo, rodó los ojos.
-Algunas cosas nunca cambian-murmuró mientras bebía de su vodka.
-Y otras cambian para siempre-espetó él que de pronto se quedó pensativo y muy serio
Sharpay lo miró sin comprender su comentario pero entonces Troy le mostró de nuevo su descarada sonrisa blanca, sabía como debía hacer para conquistar a una mujer, sería soberbia, descarada y fría pero ante todo Sharpey era una mujer, una increíblemente hermosa pero una mujer al fin y al cabo.
-¿Entonces no quieres bailar?-cuestionó Troy con sorna-¿Acaso me tienes miedo, preciosa?-
¿Preciosa? ¿Él la había llamado "Preciosa"? Pero entonces algo más ocupó los sentidos de Sharpay. ¿Estaba llamándola cobarde? ¿Insinuaba que le tenía miedo? ¿Ella a él? ¡Y un cuerno!
Se puso en pie, dejó su bebida y sin esperarlo caminó hasta el centro con paso decidido, nadie la llamaba miedosa, menos por algo que se le daba de lujo.
-Vamos a la pista, Bolton. Dudo que tengas agallas suficientes para seguirme el ritmo-
Troy sonrió y enseguida la siguió, eso era justo lo que quería. Comenzaron a bailar la música que sonaba.
You don't own me un cover de los ochenta, cantada ahora en versión moderna se escuchaba, Sharpay movió sus caderas al son, sensualmente y al verla Troy deseó tocar y pegar a su cuerpo lo más cerca posible pero con sus movimientos Sharpay se acercaba y al instante se alejaba como tentándolo. Ofreciéndose a él pero inmediatamente dejándole bien en claro que no podría tenerla. Todo un desafío la preciosa rubia que bailaba con el, desde luego sería divertida la reunión después de todo.
Finalmente después de todas esas horas de sensual jugueteo entre ellos, Troy se hartó y la tomó de las caderas pegándola a él y haciéndola estamparse con su poderoso pecho, eso turbo unos segundos sus sentidos pero después Sharpay lo miró con sorpresa y la sorpresa inicial cambió de inmediato a enfado.
-¿Cómo te atreves? ¡Suéltame!-susurró. Intentó soltarse pero no pudo. Estaba atrapada entre sus brazos contra su pecho. Él era demasiado fuerte, demasiado musculoso.
-Se siente bien tenerte así, malditamente bien-susurró Troy y el aliento golpeó a Sharpay de una manera que la hizo estremecerse de... ¿deseo?
-Todos están mirándonos-espetó ella con un nudo en su garganta que no pudo tragar. La voz le tembló, Troy sonrió sin dejar de mirarla.
-Esto te encantaba antes, que te miraran-
Sharpay despegó sus ojos marrones de sus azules, luego miró a Gabriella que los miraba con sorpresa y tristeza.
-¿Por qué terminaron Gabriella y tú? ¿Por qué no estás ahora con ella?-preguntó todavía atrapada entre sus brazos
Entonces un peligroso brillo atravesó la mirada potente de Troy. La soltó de inmediato, Sharpay tardó en reaccionar comprendiendo que al fin estaba liberada del agarre de ese hombre que la había perturbado tanto, las rodillas le temblaron.
Se miraron fijamente, las respiraciones de ambos parecían agitadas.
Troy continuó parado en medio de la pista. Todos los miraban, Sharpay negó y enseguida se marchó, se dirigía hasta la salida pero London, Ryan y Kelsi la detuvieron.
-¿Qué ocurrió, Sharpay?-preguntó London totalmente confundida.
-¿Por qué estabas bailando con Troy?-preguntó Ryan desconcertado.
Sharpay negó y comenzó a molestarse más, no quería hablar de eso, no quería recordar lo sucedido hacía solo unos segundos
-No pasó nada. Sólo charlamos pero ya tengo que irme. Nos vemos en casa, Ryan, London te llamo luego. Adios, Kelsi-
Entonces sin más impedimentos la rubia salió de East High y todos los presentes comenzaron a especular sobre su partida, desde cuando la princesa del hielo, Sharpay Evans salía corriendo como si hubiera visto un fantasma.
Troy se acercó hasta su amigo Chad que charlaba animadamente con Taylor y Gabriela, en cuanto su mirada se poso en ella sintió deseos de irse, estaba por hacerlo cuando sin poder hacer nada Gabriela le dio una bofetada dejando a Troy dolorido.
-Eres un idiota-soltó llorando Gabriela
-Tu no tienes derecho a reprocharme nada. Ya no estamos juntos así que puedo hacer lo que se me venga en gana-soltó Troy mientras se frotaba la mejilla, roja por la bofetada, muy molesto por la actitud de la morena-Acostúmbrate
Gabriela salió llorando del gimnasio, todavía quería a Troy pero estaba visto que él ya no sentía lo mismo, más bien parecía haber superado cualquier cosa que hubiera sentido por ella en el pasado, Taylor miraba a Troy sorprendida por la actitud que el amigo de su marido acababa de mostrar, no era el chico que recordaba, se veía muy diferente a aquel Troy tierno, dulce, amable, sincero y para nada engreído este era un Troy arrogante, demasiado, cretino y muy pero que muy engreído.
-No te parece que te has pasado-dijo Taylor molesta con Troy
-Para nada, ya no salimos, que tiene de malo que me acerque a otras-expuso el ojiazul con arrogancia
-Eso lo supongo pero aún así le has...-
-Cálmate amor. Al llegar a casa hablamos vale-intervino Chad para cortar la evidente tensión que se estaba creando entre su mejor amigo y su esposa
-Bien, de acuerdo pero no entiendo-dijo Taylor sin dejar de mirar a Troy
-Me marcho. Nos vemos colega-dijo Troy chocando los nudillos con Chad
-Si, claro amigo-
Después Troy abandono East High, había algo que quería hacer antes de acabar la noche, aún recordaba el excitante cuerpo de la hermosa Sharpay Evans pegado a su pecho, su exquisito cuerpo moviéndose al son de la música, cuando estaban en el instituto ella la parecía guapa pero era tan cruel y soberbia que no se le había pasado por la cabeza tener algo que esta hermosura, además por sus dos últimos años estaba con Gabriela, ahora era muy diferente y tenía claro que la deseaba, joder si la deseaba, los años le habían sentado más que bien, sin duda su belleza se había multiplicado considerablemente.
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NOTA
Este capítulo está dedicado especialmente a hsm_fangirl
Quiero agradecer a Anggtoledo por ayudarme en este capítulo y aunque lo hice en el anterior capítulo vuelvo a hacerlo porque quiero que todos conozcas las grandes historias que escribe, son espectaculares sobre todo mis dos favoritas, Cuando se ama a una mujer y su continuación Esperando el momento, ambas de Troy y Sharpay, sin olvidar Paz Robada y su nueva Sam&Cat, de verdad que se las recomiendo.
Un enorme saludo mis queridos lectores,
PriorSalvatore 😘😘😘😘
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