Recuerdos y sentimientos encontrados

Sharpay se despertó en la cama de su habitación pero no en la de su casa sino la que tenía en casa de Ryan y Kelsi, su mellizo estaba sentado a su lado.

-Ry ¿qué ha pasado?-soltó Sharpay frotándose los ojos

-Te desmayaste. Llamé a Martha, te revisó y dijo que solo fue una subida de tensión-contestó Ryan

-¿Martha?-preguntó Sharpay confundida

-Si Martha Cox. Fue compañera nuestra de clases. Ahora es médico-respondió Ryan

Sharpay hizo memoria y por fin logró recordar había asintido a la fiesta de graduación con Jason Cross, era una cerebrito y estaba gordita.

-Escuchaste la...-

-No solamente oí gritos y cuando os vi supe que discutían-Ryan frunció el ceño-¿Qué sucedió entre ustedes? Peyton se veía muy enfadado. Sabes que esto no es bueno para el bebé

-Si lo sé de sobra, es que Peyton se enteró no se como que estoy embarazada...-aunque en realidad si lo sabía pero si se lo contaba tendría que decirle sobre Troy y no quería hacerlo-Y me preguntó por el padre, como me negué a hacerlo se lo tomo mal, ambas cosas

-Entiendo. Bueno tienes que cuidarte y hablar con papá y mamá. Ellos deben saberlo-respondió Ryan

-Ya es que me costó aceptar que pronto tendría un hijo, me sentía aterrada por eso no dije nada pero se lo diré, así que te pido que...-

-Tranquila mantendré el secreto pero cuentas con mi apoyo-explicó Ryan

-Gracias Ry. Te Quiero-Sharpay se incorporó y abrazó a su mellizo

Sharpay aún no podía creer la reacción de Peyton, cierto que a él no le agradaba Troy pero no tenía derecho a portarse así por mucho que todavía sintiese algo por ella, de ninguna manera.

« Peyton se comporta como si estuviéramos saliendo y yo fuera suya, pues no. Yo no soy el objeto de nadie »

Sharpay sería fría y soberbia pero por ser rubia no era una cabeza hueca. No estaba dispuesta a que juguesen con ella. Y un cuerno que no. Por el amor del cielo, para nada.

Hablaría con Peyton y dejaría las cosas bien claras pero por ahora se mantendría alejada mientras se le pasaba el cabreo.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Sharpay se sentía algo más cansada de lo normal, estaba por entrar en el cuarto mes y pronto empezaría a notarse su embarazo, así que había llegado el momento de darles la noticia a sus padres, ya se había hecho a la idea de que tendría un hijo y uno de Troy Bolton, además quería ser ella quien se lo contase a su familia.

Por eso Sharpay había organizado una comida con sus padres, su hermano y su cuñada, aunque Ryan ya lo supiera. Después de levantarse y darse una ducha, Sharpay se puso una blusa blanca ajustada y una falda de volantes negros con brillantes en la cintura y unas sandalias negras bajas pero estilosas. Cuando iba a salir de la habitación encontró su viejo anuario, aunque para ella eso ya era más que pasado, sintió cierta nostalgia y no pudo evitar abrirlo.

Después de cerrarlo Sharpay se quedo un minuto pensando en lo mucho que habían cambiado todos, incluida ella misma pero sobre todo el que más era Troy, por aquella época estaba locamente enamorado de Gabriella y ahora no podía ni verla. La rubia se dio cuenta de lo rápido que podían torcerse las cosas y lo difícil que podía ser recuperarse de una traición, más si viene de alguien en quien confías.

Aún a pesar de lo mucho que Troy Bolton había cambiado Sharpay no podía negar que sería el padre del hijo que pronto tendría pero de lo que si estaba completamente segura es de que ella sola criaría al bebé. Sabía la clase de persona que era ahora Troy y él no querría al niño o niña, así que le resultaría fácil ocultárselo estando Troy lejos de Albuquerque.

Sharpay había reservado mesa en el restaurante de Zeke, quería un buen sitio donde ninguna de la gente del entorno de Vince Evans fuese a aparecer y por eso había elegido ese sitio. Además era acogedor y la comida estaba buena. Por orden de Zeke les habían preparado una mesa especial algo más apartada del resto, Sharpay agradeció el gesto del chico que en los años de instituto estuvo enamorado de ella, era muy amable por su parte, así tendría un aire más tranquilo para darles la noticia.

Sharpay sabía que su madre, su amiga y cuñada después de la sorpresa inicial se alegrarían, Ryan por su parte quien ya lo sabía aunque quería saber la identidad del padre la apoyaba pero su padre, podía reaccionar de diferentes formas y era también por eso que había elegido hacerlo en un restaurante y no en casa, así aunque no le sentase bien el enfado sería más contenido.

Ryan noto el estado de ansiedad de su melliza y la tranquilizo poniendo su mano encima de la de ella para que viera que no estaba sola.

-Esto le hace mal al bebé-le susurro Ryan al oído de Sharpay

-Lo sé pero no puedo evitarlo, estoy aterrada-le susurró también Sharpay a su hermano

-Cuentas con mi apoyo-murmuro Ryan y Sharpay solo asintió

La comida transcurrió con normalidad, entre risas y bromas hasta el momento del postre.

-Mamá, papá. Hay algo que debéis saber-soltó Sharpay y tragó saliva

-Regresas ya a Nueva York-preguntó Derby frunciendo el ceño

-No todavía-contestó Sharpay

-Entonces que sucede-preguntó también Vince

-Estoy embarazada-explicó muerta de nervios Sharpay

-Vas a...-dijo Derby

-Si, pronto entraré en el cuarto mes-respondió Sharpay

-Lo presentía. Es genial, me alegro, voy a ser tía-expuso con emoción London

-Yo coincido con London-se apresuró a decir Kelsi igual de emocionada

-Tendremos un nietecito-exclamó Derby con ilusión

-O nietecita, todavía no se que va a ser-aclaró Sharpay, Vince seguía sin decir nada

-Vamos a mimarlo tanto. Sabía que te apoyarían-soltó Ryan

-Cuando vas a la próxima revisión, ya quiero verlo-en la voz de Derby se podía percibir la emoción por el bebé que estaba por venir

-Papá-

Sharpay estaba aterrada, sin contar a Ryan, todos se habían entusiasmado con la noticia, excepto Vince quien seguía con la mirada inescrutable, sin abrir la boca.

Después de unos minutos que a Sharpay le parecieron una eternidad Vince habló.

-Eres consciente de la situación-soltó molesto Vince

-Si, soy muy consciente, reconozco que al principio cuando me enteré me sentí devastada con lo que implicaba pero ahora estoy ilusionada por tenerlo. Aún no ha nacido y ya lo quiero con todo mi corazón-le explicó Sharpay tocándose el vientre

-Eres muy joven y aún tienes una brillante carrera por delante. No te das cuenta-le replicó muy enfadado Vince-Esto va a destrozar tu carrera

-Algún día tenía que pasar papá-replicó molesta Sharpay

-Pero eres todavía una niña-contestó gritando Vince

-Ya tengo 25 años, tan niña no soy. Llevo viviendo sola en Nueva York poco después de graduarme. No te parece que soy lo suficientemente adulta como para ser madre-chilló Sharpay, en ese momento le importaba bien poco montar un escándalo

-Querido, tu hija tiene razón, no creo que ha...-intervino Derby

-No la defiendas-protestó Vince

-Vale reconozco que no esperaba ser madre tan pronto pero es igual, sino quieres saber nada esta bien-espetó furiosa Sharpay, aunque en el fondo le dolía

-Al menos el padre te respalda-preguntó más tranquilo Vince

-No, el padre no quiere al bebé-respondió Sharpay

-Estas de broma ¿no?-repuso Vince

-Para nada, lo criaré yo sola-le recriminó Sharpay

-Ese hombre tiene que responsabilizarse-volvió a decir enfadado Vince-¿Quién es el padre?

-No te lo diré-

-Es Troy, Troy Bolton-soltó una voz potente tras ellos

Todos se giraron hacia el propietario de la voz, se trataba de Peyton Leverett, se lo veía algo agitado, lo que daba a entender que había ido corriendo. Quitando a Sharpay que ya lo sabía todos se quedaron pasmados al oír lo Peyton acababa de decir.

-¿Peyton? ¿Qué haces aquí?-preguntó con sorpresa Sharpay

-Vengo a pedirte matrimonio. No me importa que el niño sea de otro. Lo voy a querer igual-respondió Peyton

-No, de ninguna manera-expuso un furioso Vince

-Vince...-

-No permitiré que ese mal nacido y delincuente de Troy Bolton entre en esta familia-gritó Vince

-Papá, si lo dices por lo que lo metieron a la cárcel, eso fue un malentendido-expuso Ryan tratando de calmar a su padre, aunque no parecía que eso hubiera funcionado

-Peyton vete, aquí sobras. Hablaremos más tarde-le reclamó Sharpay

Peyton asintió y aceptó que no era el mejor momento para pedirle a Sharpay que se casase con él, así que salió del restaurante.

-Si puede que sea inocente pero es un miserable y no lo quiero en mi familia. Es un pobre desgraciado que no esta en nuestra misma posición social. Si se le ocurre acercarse me encargaré de meterlo preso el resto de su vida, seguro se sentirá cómodo allí-soltó Vince más que furioso

-Papá...-

-Bien es cosa tuya. Pero me has decepcionado y mucho-replicó Vince y también abandonó el restaurante, hecho una auténtica furia

Sharpay sintió una presión en el pecho y unas lágrimas salieron de sus mejillas sin que ella pudiera pararlas.

« Malditas hormonas - se dijo Sharpay »

Pero no era por eso por lo que estaba llorando, le había dolido el rechazo y las palabras de su padre, Sharpay siempre había sido la princesita de Vince, le daba lo que quisiera sin importarle nada pero ahora se lo veía muy decepcionado. Cuando quería Vince Evans era un verdadero cabezota.

Sharpay bajo la cabeza y su madre puso una mano en su hombro, la rubia no pudo evitar abrazarse a ella sin dejar de llorar, porque su padre no la apoyaba, si claro que sabía lo que implicaba tener un hijo y que tendría que dejar Broadway por lo menos un tiempo pero sabía que aún podría volver. Aunque no fuera así no le importaba, ahora para Sharpay lo importante era su bebé, puede que Troy no desease al niño o niña que estaba por llegar pero le daba lo mismo, ella cuidaría de él y si lo necesitaba tenía a su familia, bueno menos a su madre. Entonces Sharpay no pudo evitar llorar aún con más fuerzas.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Troy estaba frente al edificio dónde tenía cita con el psicólogo, el doctor Somerhalder, el amigo de su terapeuta Lia Clemingwar. Troy tragó saliva y cuando se disponía a entrar vio a lo lejos algo que llamo su atención, se trataba de la preciosa Sharpay Evans, iba con su mejor amiga London Tipton, ahora que le veía se dio cuenta de que en eses casi cuatro meses la había echado de menos. Esa hermosa rubia era todo un deleite para sus sentidos y el sexo con ella había sido el mejor de toda su vida, solo de pensar eso su amiguito ya se ponía duro como una roca, ninguna otra mujer se podía comparar con Sharpay Evans.

Una vez que la muñequita de Sharpay desapareció su vista reanudo su caminar hasta la entrada del edificio pero nuevamente fue interrumpido por algo que lo dejo más que sorprendido, se trataba de... de verdad era ella. 

« Gabriella Montez »

Troy estaba más que perplejo, se la veía tan... tan... distinta, ya no parecía ser la chica dulce y amable, ahora se veía a una mujer con un aspecto intimidante, daba miedo y se notaba que sus facciones se habían endurecido, lucía abatida, con un evidente rastro de ojeras. Vaya que había cambiado Gabriella. Por unos minutos se quedó inmóvil pero luego Troy reanudó su camino, lo que hiciera ahora la morena ya no era más su asunto, por él como si se tiraba de un puente, no le importaba lo más mínimo.

Nuevamente caminó.

¡Oh joder! ¿Por qué venía a encontrárselas a ambas justo ahora? Parecía todo una puta broma de mierda pero sabía que no podía tratarse de nada de eso, si no todo lo contrario.

¡Maldición! No había sido buen momento para encontrarlas. Su mente en ese instante no estaba siendo precisamente la más cuerda o sensata. Y el hecho de haberlas visto a ambas no había hecho si no empeorar todo el caos que él llevaba dentro.

Que lo jodieran si no estaba acabado.

Suspiró y luego soltó una hila de palabrotas para poder destensarse. Se llevó las manos a la cara y se la estrujo.

>Manten la calma, manten la calma, Bolton< se repitió numerosas veces.

Luego decidió que ya era hora. Debía entrar.

No sabía ni siquiera por qué mierda había aceptado pero ahí estaba y ya no había vuelta atrás.

Entró al edificio y buscó el piso donde se encontraban los consultorios. Encontró el que buscaba anunciado en una lista. Memorizó el número así como solía memorizar jugadas en el baloncesto y asintió. Subió por las escaleras, hasta que llegó a la puerta buscada.

Estaba a punto de tocar cuando escuchó la voz que lo llamó de dentro.

-Pasa, Troy, la puerta está abierta-

Troy frunció el ceño. ¿Cómo demonios había adivinado ese doctor que él ya se encontraba ahí? ¡Ni siquiera había hecho ruido!

Pues bien, no perdería tiempo preguntándoselo. Y mientras más pronto comenzaran con la puta terapia, más pronto terminaría.

Exhaló, giró el pomo y entró.

Se llevó una sorpresa al ver que el doctor detrás del escritorio era joven. Se había esperado encontrar a un viejo canoso y con lentes pero qué más daba. Era igual.

-Buenas tardes, doctor Somherlarder-

-Buenas tardes, Troy, ya estaba esperándote-

-Sí me di cuenta-respondió Troy con ironía

-Por favor siéntate para que podamos comenzar. Ponte cómodo-dijo el doctor mientras se levantaba de su escritorio y lo rodeaba para poder llegar hasta el sofá donde se llevaría a cabo la terapia

Troy resopló pero obedeció. ¡Mierda, ya quería largarse de ahí! Se sentía como un puñetero marica hablando de sus problemas en busca de consuelo. ¡Joder!

-Lia me habló mucho de ti, Troy pero en fundamental que tú y yo nos conozcamos. Que yo escuche de tus propios labios todo lo que tienes para decirme-

-Escuche, no estoy aquí por gusto, ¿vale? Así que no intente hacerse mi amigo-

El doctor Ian sonrió. No se sintió ofendido pues llevaba años trabajando con personas difíciles, incluso más difíciles que Troy Bolton.

Alzó las manos en señal de paz.

-No estamos aquí para atacarnos, Troy. No pretendo ser tu amigo, soy tu doctor, así que seré más que un amigo-

Troy casi soltó una palabrota pero se contuvo.

-De acuerdo-siseó

-Bien, quiero que me hables de tu lesión-

-¿De mi lesión?-

-Sí, me ha contado Lia que antes solías jugar baloncesto-

-Usted mismo lo ha dicho... solía-escupió con amargura

-¿Antes de esa lesión como era tu vida?-

-Mi vida era perfecta. Jugaba el deporte que amaba, tenía a la chica de mis sueños, amigos y además contaba con el apoyo de mi familia-

-Bueno, es evidente que después de tu lesión no sigas jugando pero por qué motivos o razones ya no tienes lo demás que has mencionado-

Troy se sintió casi a punto de resoplar.

-Mi novia me dejó porque consideró más importantes otras cosas, me abandonó cuando más la necesitaba, los amigos no existen y nunca existieron, no son más que mierda y mi familia... mi familia está muerta ahora-

-Lia no me mencionó que tus padres estuvieran muertos-

-No lo están pero para mí es como si lo estuviesen-

-¿Por qué Troy?-

-Porque se supone que la familia debe apoyarte por sobre todas las cosas, se supone que la familia debe creer en ti primero que en nadie más pero mis padres no hicieron nada de eso. Soy un ex convicto, ¿sabe? ¿Eso no se lo contó la cotilla de Lia?-

El doctor asintió.

-Estuve en esa maldita cárcel por dos malditos largos años esperando inútilmente a que mis padres se arrepintieran de no haber creído en mí pero eso jamás sucedió. Me dieron la espalda, me creyeron un asqueroso narcotraficante y luego me dijeron que se avergonzaban de mí. Toda una mierda, ¿cierto?-ironizó

-¿Y cómo lograste salir de ahí? Tengo entendido que las condenas por posesión de drogas son mucho mayores a dos años-

-¿Eso no se lo contó Lia?-

El doctor negó.

-No, Troy-

Troy resopló. Era cierto, aquello no se lo había contado. El hecho de Sharpay creyendo en él y ayudándolo lo había guardado solo para él. ¿Pero por qué? No quiso saber la respuesta.

-Hubo una mujer que creyó en mí. La única que lo hizo y ella me ayudó a reunir las pruebas para demostrar mi inocencia-

El doctor hizo anotaciones.

-De acuerdo, háblame de esa mujer, ¿quién es esa mujer en tu vida, y qué significa ella para ti?-

Troy dio un respingo.

-No es nadie. Es una vieja compañera del instituto con la que nunca me llevé bien-

-¿Entonces por qué te ayudó?-

Troy frunció el ceño.

-¿Y yo qué mierda voy a saber? Nunca se lo pregunté. Me acosté con ella una vez y tal vez le gustó tanto que quiso repetir pero sabía que no podría hacerlo mientras yo estuviera encarcelado-

Y vaya que aquello tenía un poco de verdad. No sabía exactamente los motivos por los que Sharpay Evans había ido a su auxilio pero sí que recordaba la noche en la que habían repetido... ¡Oh, santa mierda! ¡Vaya si lo recordaba! Había sido unas cuantas semanas atrás, él había ido a agradecerle por todo lo que había hecho por él, pero la había encontrado tan apetitosa en ese vestidito color cereza, y... ¡Mierda! Troy simplemente no se había resistido. Aun recordaba la primera noche juntos pero sin duda esta ultima vez había sido la mejor. Sharpay se había entregado a él, se había mostrado tan apasionada y receptiva...

Y como el infierno que Troy debía dejar de pensar en eso, pues sería lo más bochornoso de su vida tener que continuar con la terapia con una tremenda erección entre sus piernas.

-Entonces esa chica no significa nada para ti-

Troy tragó grueso. ¿Significaba algo? Él comenzaba a pensar que sí. ¿O de otra manera por qué no podía sacarse a esa rubia de la cabeza? ¿Por qué seguía poniéndose duro cada vez que recordaba el tacto de su piel y el sabor de su boca?

Troy ya había estado enamorada una vez, así que conocía el sentimiento pero se negaba a aceptar que aquello que sentía por Sharpay era algo más que lujuria.

Ella era una mujer muy atractiva y él un hombre tremendamente sexual, así que no era nada raro que él la deseara con cada suspiro que echaba fuera su alma.

-Sharpay Evans no significa nada para mí más que un buen trasero y un par de tetas para pasar bien el rato-sonrió con ironía

El doctor Somerhelarder asintió y continuó haciendo sus anotaciones.

Estaba ya dándose una idea de la carga tan pesada y las cadenas de amargura que ese hombre llevaba arrastrando consigo.

Lia le había dicho que era un tipo con problemas pero Ian no se había imaginado con cuántos.

Sin embargo lo ayudaría, era su deber.

-Muy bien, Troy, has venido al sitio correcto. Yo te ayudaré-sonrió amistosamente

Troy simplemente frunció el ceño.

Él no estaba tan convencido de que hubiese sido buena idea.

Troy recordó la noche que pasó con Sharpay, la primera, pero luego la más reciente y fue una delicia pero sería todavía más volver a tener en su cama, haciéndola suya, gimiendo su nombre, eso lo ponía tan duro como una roca.

El doctor Somerhalder le sacó de sus pensamientos ya que Troy se había trasladado a esos momentos que había compartido con la hermosa Sharpay.

-Creo que por hoy es todo. Si te parece nos vemos todas las semanas, cada jueves-preguntó el doctor

-Bien, como quiera-soltó Troy con frialdad

Sin más que añadir Troy abandono el consultorio con rapidez, no deseaba pasar más tiempo allí, no le agradaba ir a un psicólogo pero quizás y solo quizás le ayudase con todos esos problemas que arrastraba a sus espaldas.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Sharpay acababa de salir con su madre del obstetra para ver como estaba yendo su embarazo, además ya se sabía el sexo del bebé, para sorpresa de Sharpay eran dos, hasta este momento no se había apreciado bien porque uno de ellos tapaba al otro pero ahora se veía con total claridad que se trataba de gemelos, la pareja, niño y niña. Derby Evans estaba encantada con la idea de un nieto al que dar amor y cariño, bueno dos, la madre de los mellizos había imaginado que sería Ryan el primero en dárselos por estar casado pero aunque no había sido así, no le importaba lo más mínimo.

El obstetra había recomendado a Sharpay que evitase las situaciones de estrés porque eso podía hacer daño a los bebés y que debía cuidarse para que no se repitiera el desmayo que había sufrido hacía unos días atrás. Ahora que Derby estaba enterada de que su niña estaba embarazada de gemelos se encargaría de que eso fuera así.

-Estoy tan emocionada por mis futuros nietos-exclamó Derby

-Yo estoy aterrada. Se que criar a un hijo no solo es dar a luz, es cuidarlo, darle de comer, vestirlo, enseñarle a ser una buena persona y todo eso, ya sabes a que me refiero pero dos es el doble de trabajo-contestó Sharpay

-Si pero tu los quieres ¿no?-preguntó Derby

-Por supuesto, los amo con todo mi corazón, solo que no sé si podré hacerlo. Yo no se nada de bebés y los niños no me gustan-respondió Sharpay

-Cuando os tuve yo tampoco sabía pero de lo que estaba segura es de que os amaba y que haría lo que fuera por vosotros, eso era lo único que importaba, además no estás sola, nos tienes a...-explicó Derby

-A todos no, papá me odia-soltó Sharpay con tristeza

-No cariño, eres su princesita, sólo que no se lo esperaba, dale tiempo y se le pasará. Sabes lo cabezota que puede llegar a ser-expuso Derby

-Si, eso espero. Me duele mucho su rechazo-replicó Sharpay

-Cuantas con nuestra ayuda, Ryan, Kelsi, London, yo y a el pa...-dijo Derby

Sharpay se dio cuenta de lo que su madre estaba a punto de decir y sintió un ligero dolor en el pecho, al igual que con su padre también le dolía no tener el apoyo del padre de los bebés, aunque como iba a hacerlo si él ni siquiera lo sabía pero le gustaría que Troy estuviera ahí, solo que tendría que lidiar sola con todo esto, al menos con respecto a lo de no tener al padre del bebé.

Después de ir a tomar algo regresaron a casa y se encontraron que Vince se había marchado, eso fue demasiado para Sharpay porque no pudo evitar sentirse horrible, odiaba que su padre le tratase de esa manera, le dolía tanto su comportamiento que hacía que todo fuera más difícil de llevar. Era como si hubiera cometido el crimen más horrible y estuviera pagando el castigo por ello.

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Troy salía del centro comercial después de haber ido a comprar las cosas para su apartamento, había encontrado uno que podía pagar y no se lo había pensado dos veces, así que ahora tenía que equiparlo porque solo tenía una cama y nevera.

De camino a su camioneta vio algo que llamo su atención, era una hermosa mujer de pelo largo rubio y ojos color miel, Troy supo de inmediato que se trataba de la mismísima Sharpay Evans, estaba más hermosa de lo que recordaba y eso que solo habían pasado cuatro meses desde que se habían visto, iba acompañada de una mujer mayor, muy elegante y con cierto parecido a ella, era la señora Evans, su madre Derby pero entonces reparó en esa abultada barriga que lucía Sharpay y aún así para sorpresa de Troy se veía hermosa.

Inmediatamente Troy tensó la mandíbula, quien había sido el imbécil que se había atrevido a dejar embarazada a Sharpay, su instinto de macho lo estaba dominando y entonces sintió el deseo de acercarse, quería saber quien era el padre del niño que estaba esperando pero no quería montar un escándalo delante de su madre, sin embargo para su suerte se despidió de la rubia y se marchó.

-Mira a quien me encuentro. Que afortunado soy-gritó Troy

Sharpay se giró al escuchar esa voz tan profunda que ella conocía bien, si estaba en lo cierto pertenecía al varonil Troy Bolton.

-No se a que has vuelto pero te repito que no quiero saber de ti-espetó molesta Sharpay

-Vamos muñeca-soltó Troy coquetamente

-Deja de llamarme así idiota-

-Te ves muy bien con esa gran barriga, preciosa-respondió Troy con aire seductor

-Ni lo intentes. No quiero involucrarme contigo-le replicó Sharpay

-Te recuerdo que ya lo estuviste y fue una delicia oírte gemir mi nombre-expuso Troy con picardía

-Eres un cerdo-chilló Sharpay le plantó una bofetada a Troy

-Te dije que no se te ocurriera pegarme de nuevo-le recriminó Troy enfadado y le agarró el brazo

-Suéltame cretino-

-No lo vuelvas a hacer-Troy le soltó el brazo y le sonrió seductoramente

-Te odio Troy Bolton. Ahora si me permites-soltó Sharpay molesta

-Vaya pero mira quien ha decidido volver-dijo una gruesa voz a sus espaldas

-Peyton, ¿qué haces aquí?-preguntó Sharpay con sorpresa

-Vine a comprar unas cosas y te vi con este cretino-contestó Peyton

-Mira no se quien carajo eres y no me importa pero no te atrevas a hablarme así-le soltó Troy con arrogancia a punto de darle un puñetazo por idiota entrometido

-No me intimidas, no te tengo miedo-replicó Peyton alzando el pecho

-Pues deberías. Aquí no se te ha perdido nada, imbécil-Troy se puso en posición de defensa

-No quieras reclamar lo que te pertenece porque perdiste el derecho de darle tu apellido a ese bastardo cuando te fuiste-soltó con furia Peyton

-Peyton...-

-De que mierda hablas niñato estúpido-le recriminó con ganas Troy apretando los puños

-Por favor Troy-exclamó Sharpay y tiro del brazo de Troy

Sharpay se llevó a Troy lejos de un muy furioso Peyton. No quería armar un escándalo porque la situación que vivía no era la ideal. La rubia no podía creer lo que acababa de pasar, si el día de la cena en la que les había dado la noticia de su embarazo a sus padres le había sorprendido la reacción que había tenido Peyton ahora todavía más.

-De que hablaba ese niñato estúpido-preguntó Troy con cierta curiosidad

-Por favor Troy no vuelvas a llamarlo así-le suplicó Sharpay 

-Está bien-murmuró Bolton por lo bajo

-Troy yo no...-

Sharpay no pudo terminar la frase porque Troy la estaba besando, era un beso suave pero hambriento. Se separaron por falta de aire con las respiraciones agitadas.

-Cuanto he echado de menos tus labios nena-profirió Troy

-Esto no va a cambiar nada. Que este esperando un hijo tuyo no significa que quiera estar cerca de ti-soltó Sharpay

-Espera ¿Qué?-

Que era lo que lo la preciosa Sharpay acababa de decir, de verdad había escuchado lo que había escuchado.

« El hijo que estaba esperando Sharpay era suyo »

Tenía que tratarse de una broma, él siempre usaba condón pero entonces lo supo, había... si podía ser, lo recordaba bien como para olvidarlo, la hermosa Sharpay encendía su deseo y le hacía perder el control.

« Maldita sea, que carajo has hecho Troy »

-Dime que me estas tomando el pelo y el niño que esperas no es mío. Se que no utilice condón pero no puede ser-protestó Troy

-Tu has sido el único con el que me he acostado-soltó Sharpay de mala gana

-¿Eras...?-preguntó Troy

-Si lo era pero eso no importa-le reclamó Sharpay

-Joder Sharpay. Sabes de sobra que...-bufó Troy

-Si se que después de la traición de Gabriella no quieres ataduras ni compromisos pero no voy a pedirte nada. Ni siquiera pensaba decírtelo-le reprochó Sharpay

Aún después de cinco años le seguía doliendo y tampoco deseaba oír el nombre de Gabriella Montez, cuanto más lejos estuviera de la morena mejor, eso ya era parte de su pasado, un pasado quería olvidar.

-Carajo. Esto no está bien-Troy se llevó las manos a la cabeza

-Dejemos las cosas así-

-Yo no quiero un niño, de hecho no me gustan-soltó Troy

-Lo sé, a mi tampoco pero voy a tener a los niños, me da lo mismo que tu no me apoyes, los amo más que a nada en el mundo-le informó Sharpay con confianza

-No voy a... Espera dijiste niños-preguntó Troy

-Si gemelos, niño y niña-explicó Sharpay tocándose la barriga

-Dos-soltó Troy con los ojos bien abiertos

Si saber que iba a tener uno había dejado a Troy en shock dos ya era demasiado. No quería hijos, ni compromisos, ni ataduras de ningún tipo, absolutamente nada, solo quería divertirse, nada más que eso.

¿Por qué les hacían esa jugada? ¿Por qué les pasaba esto? Que crimen estaban pagando para que las cosas fueran así.

-Si quieres que follemos estoy más que dispuesto porque eso es lo único que vas a obtener de mi-espetó Troy con frialdad

-Ni lo sueñes cerdo cretino-soltó furiosa Sharpay

-Ya veremos-le respondió Troy pícaramente

––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Aunque Sharpay era una profesional y en cuanto a trabajo no dejaba que sus temas personales le impidieran realizarlo, el comportamiento que Peyton había tenido recientemente era más de lo que ella podía aguantar, había aceptado que él le coquetease de vez en cuando pero esto ya era el colmo y no lo permitiría. Así que dejo su trabajo como asesora de vestuario porque eso le estaba afectando demasiado y no quería que le pasara algo los bebés, desde entonces iba a ocuparse de mantenerse tranquila y cuidar su salud. Sharpay quien ahora amaba a sus dos pequeños a pesar de que todavía no los conocía pero sabía que daría todo por ellos, los protegería de lo que fuera y que estuvieran a salvo.

Sharpay esperaba a sus amigas London y Kelsi, su cuñada quien a pesar de su pasada relación ahora hasta le caía bien, por eso había entrado a formar parte del exclusivo club de amistades de Sharpay Evans, lo que para la esposa del hermano mellizo de la rubia era una gran alegría porque no quería que por culpa de problemas con Sharpay se acabase su matrimonio.

-Estoy tan emocionada. Siento que esto me va a ayudar cuando tenga los míos propios-comentó una muy ilusionada Kelsi, casi parecía que la embarazada era ella

-Me alegra contar con tu apoyo. Cierto que antes no éramos las mejores amigas ni nada de eso pero ahora es diferente. La verdad es que ahora que somos cuñadas y eres parte de mi familia me caes bien. Además veo que amas a Ryan y eso me hace inmensamente feliz-le respondió con una sonrisa Sharpay

-Quien diría que ustedes serían amigas-pronunció London alegremente

-Si pero me gusta que sea así. A pesar de lo que todos piensan tienes corazón-exclamó Kelsi

-Bueno y que tal va ese bebé-preguntó London con emoción

-No puede ir mejor, debo cuidarme pero bien. Y bueno son dos, gemelos, niño y niña-soltó con gran ilusión Sharpay tocándose el vientre

-¿Qué? Dos-dijeron London y Kelsi al unísono 

-Pues si, hace unos días fue con mi madre al obstetra para ver como esta yendo todo y nos dijo que eran dos pero que hasta ahora no se había notado porque uno tapaba al otro-les contó Sharpay

-Eso es genial. La parejita, va a ser grandioso-soltó London más que ilusionada

-Desde luego, dos sobrinitos para darle mimos y mucho amor-explicó Kelsi igual de ilusionada

-Si, amor no le va a faltar. Ryan, vosotras, mi madre y...-

Sharpay bajo la cabeza y evitó soltar unas lágrimas, le dolía el rechazo de su padre, sabía que no se lo tomaría bien pero esto era peor. Lo echaba mucho de menos, le hacía falta pero el muy cabezota se negaba a dar su brazo a torcer.

-Todavía sigue sin dirigirte la palabra-preguntó London

-Para él ya no soy su hija, de hecho se ha marchado-contestó Sharpay con tristeza

-Dale tiempo Sharp. Sabes como es-explicó Kelsi cogiéndole la mano a Sharpay

-Si pero me duele mucho su rechazo, lo echo de menos-

-Lógico pero ya no pienses en eso te haces daño y también a los bebés-inquirió London

-Si pienso Igual que London. Dinos pensaste en nombres para los niños-preguntó Kelsi

Con todo lo sucedido Sharpay no se había parado a pensar en eso, también estaba que aún no había sabido el sexo del bebé.

Sharpay negó.

-Pues ahora es el momento-exclamó London

-Si, necesitamos hacer una lista con posibles nombres-contestó Kelsi

-Desde luego y como vas a tener niño y niña toca de los dos sexos-explicó London

-Chicas...-

Sharpay se sentía agobiada con tanta emoción por parte de sus amigas, no es que no le gustará solo que casi parecían ellas las embarazadas pero es que el cansancio le seguía siempre a pesar de cuidarse y descansar como se debía. Además también pensaba en la reacción de Troy al enterarse de que sería padre de no solo un niño, sino de gemelos, cierto que no había esperado nada de él y que no se lo tomara bien, sin embargo no entendía porque eso le afectaba tanto. Si ellos no tenían ninguna relación, ni nada por el estilo, solo se habían acostado juntos.

-Sharp. Hey Sharp-Kelsi la sacó de sus pensamientos

-¿Te encuentras bien?-preguntó London 

-Si, solo pensaba-respondió Sharpay

-Mi instinto me dice tenías a Troy en mente-soltó London

-Bueno, yo...-

-¿Que hay entre ustedes?-se apresuró a preguntar Kelsi

Tanto a ella como a London todavía les sorprendía que ahora tuvieran trato cuando en los años de instituto solo se dirigían la palabra cuando era necesario, fuera de eso no había nada.

-Cierto, si lo que dijo Peyton es verdad Troy es el padre-dijo London

-Lo és, Troy Bolton es el padre de los gemelos que espero-respondió Sharpay bajando la mirada

-Se veía que Troy estaba muy interesado en ti pero no pensé que tu...-soltó Kelsi quien conocía perfectamente a Troy, ya que eran amigos, o ella seguía considerándolo así a pesar de como era él ahora

-Coincido con ella y eso que yo no lo conozco tanto como vosotras-replicó London

-Bueno no era algo que tuviera planeado. Simplemente sucedió-contestó Sharpay recordando

-No te habrá forzado a...-preguntó London un poco preocupada

-Troy abusar de alguien. Es verdad que ha cambiado mucho pero no creo que él sea capaz de hacer algo así-se apresuro a responder Kelsi

-Cielos no-

Podría ser muchas cosas pero Troy Bolton no era un violador ni tampoco un maltratador, solo era un hombre extramadamente atractivo, sexy y varonil que sabía como conseguir lo que quería, ella nunca habría permitido que Troy la tocase sin su consentimiento.

-Entonces como es que paso, porque sigo sin entenderlo-preguntó London

-Todo empezó el día de la reunión, bueno eso ya lo sabéis pero el primer encuentro fue después de la inauguración del restaurante de Zeke-explicó Sharpay

-Un momento ¿Primer encuentro?-dijo Kelsi con sorpresa

-Aunque os parezca raro, yo era virgen cuando me acosté con Troy pero después de ese primer encuentro hubo otro que fue el que acabo como ya estáis viendo. Fue el día en que él salió de la cárcel-les contó Sharpay

-¿Cómo?-preguntaron las dos al unísono

-Vino a darme las gracias y cuando me crucé con él vi que tenía una cristal clavado en la mano, así que lo lleve a mi suite para curarle la herida. Entonces no se bien porque lo hice pero lo beso y al final terminamos en la cama-explicó Sharpay sin mirarlas a la cara

-Quien diría que después de un affair con Troy Bolton terminarías embarazada de gemelos ni más ni menos-cuestionó London

-Cierto pero hay algo más entre ustedes o solo fue sexo-preguntó Kelsi algo confusa

-Bueno, no se que es lo siento. Es raro, nunca me... yo no se que me paso. Desde que lo vi en la reunión de antiguos alumnos me dije que mantendría distancias con él, no era el mismo que había sido en nuestros años de instituto y no pensaba mezclarme con un Troy tan frío, cínico, cretino, arrogante y engreído en el que se había convertido pero después de saber lo que paso entre él y Gabriella mi manera de verlo cambio, yo...-

-Espera tu sabes lo que sucedió entre ellos-pregunto Kelsi con sorpresa

-Si, claro que lo sé. Él mismo me lo contó cuando nos encontramos después de que me fuera de la inauguración del restaurante de Zeke-contestó Sharpay

-Y cuando hablamos de eso en la cena de tu hermano no dijiste nada. ¿Por qué?-soltó London

-No lo hice porque, una él me lo contó cuando estaba borracho y de manera privada. No soy yo la que tiene que airear lo que a Troy le sucedió con Gabriella, eso es algo de los dos, si él decidió contármelo fue porque quiso, que clase de persona sería yo si fuera por ahí destapando sus secretos-replicó Sharpay

-Creo que aunque me gustaría saberlo Sharp tiene razón. Bueno volvamos al tema en el que estábamos-explicó Kelsi 

-Supongo que si-suspiró London

-A raíz de los que nos acabas de decir, entiendo que fuera lo que fuera te hizo verlo con otros ojos, es así-

-Si, todo lo que paso entre ellos eso fue lo que hizo a Troy ser como es ahora y en algunos momentos que hemos compartido he notado que en el fondo sigue siendo el mismo chico bueno y tierno que era cuando íbamos al instituto. Por eso me siento confundida-exclamó Sharpay

-Troy te gusta-gritó Kelsi

-Shhhh. No tan alto Kels-respondió Sharpay tapándole la boca a su cuñada

-Porque te molesta tanto sentir algo por Troy Bolton. Es muy atractivo y sexy, lo reconozco a pesar de su comportamiento-contestó London

-Yo..., a mi no me...-

« Troy Bolton »

De verdad sentía algo por ese cerdo cretino de Troy que solo buscaba buen sexo, no, de ninguna manera, santo cielo, no y mil veces no. Una mujer como ella no podía gustarle alguien como él, eso era una completa locura.

-Se que puede ser difícil de asimilar pero desde que te relacionas con Troy eres diferente, has cambiado, gracias a eso bueno, nos hemos hecho amigas, si un poco es por Ryan pero más por Troy Bolton que por otra cosa-expuso Kelsi

-De verdad, ahí coincido con Kels-concluyo London

-Yo...-

-Admítelo, admite lo que sientes-espetó Kelsi

Sharpay se quedo unos minutos sopesando todo lo que había pasado desde la reunión de antiguos alumnos, las encuentros con Troy, sus sentimientos encontrados pero en ese momento lo supo, se dio cuenta de que estaba loca e irrevocablemente enamorada de Troy Bolton, de ese hombre sexy, atractivo y varonil, aunque frío, cínico, arrogante, engreído y cretino, lo amaba sin poder cambiarlo, a pesar de la forma en la que se comportaba con ella, por eso le dolía su rechazo, su indiferencia. 

Entonces Sharpay sintió como le temblaban las piernas y la vista se le nublaba, segundos después todo se volvió completamente negro. Su mente vago a los lugares más escondidos donde tenía una vida perfecta con Troy y sus gemelos, donde él la amaba de la misma forma que ella lo amaba a él.


-------------------------

NOTA

Para los que ya habían leído esa parte, en el capítulo anterior puse que Sharpay y Ryan cumplían 26 pero me equivoque y cumplieron 25, ya lo arregle así que si aquí ven que Sharpay dice que tiene 25 es por esa razón.

Agradecer a los que me han ayudado, además de recomendar nuevamente las historias de Anggtoledo, también las de hsm_fangirlTrisB02 con su historia Red  y MRmejia10. Tampoco la historia Red de TrisB02. De verás que os encantarán.

Agradezco votos y comentarios. Me encanta saber vuestras opiniones y si os gusta mi historia ya que sin vosotros nada de esto sería posible

Os quiere

PriorSalvatore 😘😘😘😘😘😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top