Peyton. Tú y yo

Sharpay estaba más que furiosa, como había podido caer en el juego de ese cretino de Troy Bolton, ya no más, no dejaría que volviera a hacerlo. Menudo cerdo machista era Troy, quien se creía, no era más que un muerto de hambre que quería aprovecharse de ella y un cuerno que no lo haría. Él no era como ella, no tenía clase alguna, ella estaba muy por encima, no había punto de comparación, ella valía más que él. 

« Por el amor de dios. Troy Bolton no estaba a su nivel »

Después de que Troy se marchara Sharpay fue hacia el baño pero se detuvo al ver que Boi estaba olisqueando algo en el suelo. Se acercó a verlo, no era suyo porque era objeto un tanto vulgar y una revelación llegó a su mente.

« Troy »

Tenía que ser suyo, por supuesto que tenía que serlo, ella no usaba esa clase de joyas baratas, ella usaba las joyas más caras y exquisitas, seguramente debía habérsele caído cuando habían hecho el amor, pues que ni pensase que se lo devolvería porque no lo haría, no si podía evitarlo y eso implicaría tener que ver a Troy, así que ya se podía ir olvidando de recuperarlo.

Sharpay guardó el colgante en su bolso y esta vez si entró al baño, necesitaba mimarse un poco, luego se iría a tomar algo con London, probablemente también irían de compras, de lo que si estaba segura es que nunca le diría a su amiga de sus encuentros íntimos con Troy.

Después de recorrer miles de tiendas de ropa y complementos solo salieron con tres bolsas, dos de ellas eran accesorios para su bebe Boi, solo una llevaba algo para ella, una única prenda, aunque muy costosa para cualquiera pero casi nada para Sharpay. Sin lugar a dudas, hubiera pasado lo que hubiera pasado ir de compras la hacía olvidarse de sus problemas.

Sharpay y London acababan de entrar en una cafetería para tomar un café y seguir charlando pero antes de poder siquiera sentarse a pedir, el carísimo bolso de Sharpay se rompió dejando todo su contenido esparcido por el suelo, metería las cosas en una de las bolsas mientras no iba a comprarse otro. London ayudo a su amiga a recoger las cosas y se topo con el colgante de Troy, la asiática se sorprendió porque sabía que no era en absoluto del estilo de Sharpay.

« Diablos - se dijo para si Sharpay »

Había olvidado que lo tenía ahí, que le diría ahora a su amiga, porque estaba claro que ella sabía que no era suyo, ella no llevaría algo tan vulgar, debía pensar rápido pero tenía que ser algo con sentido o empezaría a preguntar cosas que no quería tener que contestar.

-¿Qué es esto?-preguntó London con el colgante en la mano

-Es un colgante-soltó Sharpay con pasividad

-Si eso puedo verlo pero habló de porque lo tienes y de quien es. Porque desde luego no es tuyo, tu no usas joyas baratas como esta-contestó London inquisitiva

Sharpay debía ser cuidadosa y segura de lo que decía, no podía mostrar signos de nerviosismo o su amiga empezaría a sospechar que pasaba algo.

-Es de Troy, me choqué con él antes de venir y se le cayo. Si me lo vas a preguntar. Si lo puse en su lugar por andar sin ver a donde va-

-De acuerdo pero cariño. Se lo vas a devolver-preguntó London

-No, para nada-Sharpay estaba muerta de nervios pero no podía demostrarlo

-A no, ¿cómo no?-soltó London con confusión

-Porque no quiero verlo. Se ha vuelto muy raro y más arrogante, engreído y cretino de lo que ya era desde que volvió, así que prefiero mantenerme alejada de él-

-Ya era hora mujer. Troy a cambiado mucho. A menos a como me decías que era cuando ibais al instituto-expuso London

-Lo sé y no quiero tener ya nada que ver con él. Yo por un lado y él por otro-Sharpay se relajó

-Ahora vamos por un bolso. Luego tomaremos ese café-inquirió London

Ambas fueron por el bolso más caro y exclusivo a la venta. Sharpay metió todas las cosas que tenía en el otro bolso, incluyendo el colgante de Troy, después si fueron a por un café.

En cuanto estuvieron sentadas y con sus cafés servidos, London bebió un sorbo y tragó saliva.

-¿Qué haras con él?-preguntó London

-Disculpa-

Sharpay estaba confundida, ¿de que le hablaba London?

-El colgante de Troy-contestó London

-Tirarlo, no quiero nada suyo-Sharpay bebió un largo sorbo y hice un gesto con su Pelo-Troy no esta a mi altura

-No, te mereces algo mejor que un simple desgraciado como Troy Bolton, ni dónde caerse muerto tiene-soltó London con aire de superioridad

-Nosotras somos mucho mejor que ese pobre diablo-

-Desde luego-afirmó también London

Sharpay río fuerte. Ella era mejor que Troy, no pertenecía a su misma clase, por muy atractivo y masculino que fuese no era se podía comparar con el poder de Sharpay Evans.

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Troy hizo sus maletas para volver a irse, cuando regresó tenía previsto quedarse pero ahora después de todo lo sucedido había decidido marcharse para estar lejos, no quería seguir viviendo cerca de personas a las que había en el pasado considerado su familia y amigos, se sentía tan traicionado que no podía estar en el mismo lugar que ellas.

Estaba por dejar su casa en dirección al aeropuerto para regresar a California cuando una voz muy conocida para él lo llamo. Troy se giró y  miró con rabia.

-Troy...-

-¿Qué quieres Jack?-soltó Troy

-Jack, ahora soy Jack-preguntó Jack dolido

-Si, para mi ya no sois mis padres. Si lo fuerais me habrías apoyado, habríais creído en mi cuando os dije que era inocente-Troy estaba furioso

-Por favor hijo-

-No Jack. Ya estoy harto, no me valen las excusas-chilló Troy hechando humo

-¿Qué sucede aquí?-preguntó Lucille llegando desde la cocina

-Troy se va-expuso Jack

-Tan pronto. Creía que te quedarías algo más de tiempo-dijo Lucille

-Llevo aquí algo más de dos años, aunque estos dos últimos hallan sido en la cárcel-le recriminó Troy

-Si pero...-

-Nada de peros Lucille, ya estoy cansado, no os importo en absoluto-Troy se sentía traicionado y tremendamente dolido con su familia, bueno con todos para ser exactos

-Cariño, claro que nos importas y mucho. Te queremos, eres...-argumento Lucille pero Troy no le permitió continuar

-Eso no es cierto, si lo fuera habríais estado a mi lado cuando fui a la cárcel y cuando me lesione pero ninguna de las dos veces estuvisteis ahí. Yo os necesitaba-gritó Troy apretando los puños

-¿Qué? ¿Cómo que tu...?-preguntó Jack con confusión, de que estaba hablando, él no se había lesionado 

-Pero si tu nunca te lesionaste-dijo Lucille

-Si, me lesione, fue en la Universidad, dos meses después de estar allí, en un partido. Os llamé para contároslo pero vosotros me dijisteis que os habíais ido de viaje y que hablaríamos cuando regresaseis a Albuquerque-expuso Troy a punto de estallar

-Estuvimos solo dos días más de viaje y cuando te llamamos...-

-Si, Jack. Recuerdo lo que os dije. Siempre lo recordaré-contestó Troy

-¿Por qué no nos lo contaste?-preguntó Lucille

-¿Qué habría cambiado? Nada, absolutamente nada-Troy empezaba a perder los estribos

-Claro que si mi niño. Habríamos estado a tu lado, te habríamos apoyado. Te queremos Troy. Eres y siempre serás nuestro hijo. Pase lo que pase-respondió Jack

-Mentira. No es cierto-soltó Troy 

-Cariño, tienes que calmarte. Te equivocas-dijo Lucille con dulzura

-Ojalá no fuerais mis padres. Os odio-gritó furioso Troy

-Cariño-dijo Lucille con tristeza

-Os odio. No quiero volver a veros. De verdad os odio-

Troy salió de la casa dando un fuerte portazo mientras Lucille rompía en llanto y era consolada por Jack. Para su mala suerte Chad esperaba fuera para ver a su amigo.

Justo lo que le hacía falta. Quería largarse de una maldita vez de allí y todos se empeñaban en impedir que lo hiciera pero joder ya lo tenía decidido. 

Carajo, porque no podían dejarlo en paz, tal como habían hecho durante eses dos años en los que estuvo en la cárcel.

-¿Qué cojones quieres tu?-contestó un furioso Troy

-Hablar. Quiero pedirte perdón-respondió Chad

-Pues yo no. Paso de escucharte. Tu y yo no somos amigos, además ahora no estoy de humor para tus gilipolleces-soltó Troy

-Troy...-

-Vete a la mierda. Que no ves que no me interesa lo que tengas para decirme-expuso Bolton

-Amigo, por favor-dijo Chad tratando de convencer a su amigo de que al menos escuchase lo que tenía que decir

-Joder Chad. Es que eres imbécil. Déjame en paz de una maldita vez-

-Al menos permite que...-respondió Chad con desesperación

-Bien. Tienes cinco minutos. Date prisa que el tiempo corre-murmuró Troy

-Quiero pedirte perdón por todo, por la pelea de lo del trabajo pero sobre todo por no haber creído en tu inocencia. Somos como hermanos desde preescolar, yo debí saber que a pesar de que has cambiado no eres un delincuente y me siento mal por ello. Por favor Troy, amigo perdóname. No quiero perder tu amistad-Chad estaba casi llorando, él no era de los que andaban llorando por todo pero sentía tanta rabia que no había podido evitarlo

-Vaya, el gran Chad Danforth llorando. Esto si que no me lo esperaba-rió Troy

-Perdóname, te lo pido, Troy. Fue un imbécil de primera. Si te quedas más a gusto pégame pero por favor-suplicó de rodillas Chad

-Se te acabó el tiempo. Adiós Chad. Hasta nunca. Bórrame de tu vida idiota-

Troy dio por terminada la conversación con su antiguo amigo y cogió un taxi dirección al aeropuerto. Ya se las arreglaría, sabía cuidarse solo, llevaba siete años haciéndolo y lo seguiría haciendo el resto de su vida.

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Sharpay salía del plató de grabaciones donde Peyton estaba rodando la continuación de la película que lo había traído a Albuquerque, ya que en eses dos años, la producción de la primera película se había convertido en la más taquillera de los últimos años, además se había ido a vivir con su madre cerca de la casa de la rubia y ahora se veían muy a menudo debido a que Peyton le había pedido sus consejos que después de varios intentos la había convencido, así que se había convertido en asesora de vestuario.

De camino a su coche se tropezó con Gabriella, quien traía signos de no estar pasando un buen momento, se la veía más delgada, tenía el pelo muy corto, llevaba varios piercings y un tatuaje en el cuello, además parecía tener signos de ojeras, estaba casi irreconocible y eso sorprendió a Sharpay.

-Ya estás contenta-dijo Gabriella

-¿Qué? Dios mío Gabriella que te ha pasado-preguntó Sharpay, para que la chica dulce que ella conocía ahora estuviera así debía haberle pasado algo serio

-Ahora te preocupas por mi-soltó con desprecio Gabriella

-Ya bueno y que es lo que quieres porque algo me dices que vienes por algo-contestó Sharpay

-No eres tan tonta después de todo para ser rubia-dijo Gabriella

-Oye no te pases-respondió Sharpay molesta

-Por tu culpa Troy...-

Sharpay se quedó atónita, de verdad Gabriella le estaba reprochando algo a ella, cuando ella era la que había hecho daño a Troy, tanto que él había cambiado por completo. De verdad que no entendía que le pasaba a la morena

-Disculpa-replicó una muy enfadada Sharpay-No tienes derecho a reprocharme nada cuando tu has arruinado la vida de Troy

-Eso no viene al caso-le gritó Gabriella

-Y de que me hablas-Sharpay no entendía, a que se refería entonces

-Troy se ha ido lejos por tu culpa-protestó Gabriella algo molesta

-Un momento. Se ha marchado-

-No lo sabías-preguntó Gabriella

-¿Por qué se supone que debería saberlo?-expuso Sharpay

-Parece que Troy y tu os lleváis muy bien últimamente-dijo Gabriela

-De donde sacas eso-le hecho en cara Sharpay

-Os habéis acostado juntos-Gabriella estaba furiosa con Sharpay por tener a Troy

-¿Qué...-

Como era que Gabriella sabía eso, ella no se lo había contado a nadie, ni siquiera a su amiga London, entonces como se había enterado, habría sido Troy, si seguro el cerdo de Troy se lo habría dicho, tenía que ser así porque no había otra explicación.

-Mira niña lo que yo haga o deje de hacer con mi vida es asunto mío no tuyo. Además no tienes el derecho a recriminarme nada y mucho menos referente a Troy cuando tu le has hecho daño al abandonarlo-le reprocho de malas Sharpay 

-Solo ale...-

Quien se creía que era Gabriella Montez para ir y hecharle en cara lo que ella le hubiera hecho a Troy cuando en realidad lo único de lo que era culpable era de que él pudiera estar libre de la cárcel y eso no era nada malo.

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Dos semanas después del extraño encuentro de Sharpay con Gabriella, la rubia se encontraba tomando un baño de espuma relajante mientras sus padres y amigos les estaban organizando a ella y a Ryan su fiesta de cumpleaños que sería pronto.

 -Hermanita, traigo noticias-dijo Ryan entrando al baño mientras Sharpay se envolvía en una toalla

-Ry, no sabes llamar. Que pasaría si llego a estar desnuda-protestó algo molesta Sharpay

-Perdón, lo siento-le asintió Ryan

-Vale y a que venías-preguntó Sharpay

-Nos están preparando una fiesta sorpresa, asistirán todos nuestros amigos salvo Troy, me he enterado de que se ha vuelto a ir-le comentó su mellizo

-Si, sabía  que Troy se fue pero no tengo interés en él, por mi como si se va a china-espetó Sharpay

-Pero no tenías...-sin dejar que Ryan terminase de hablar Sharpay corrió hasta el inodoro a vomitar

-Sharp, te encuentras bien-preguntó con preocupación Ryan mientras Sharpay se limpiaba la boca con una toalla

-Si, probablemente he comido algo que me ha sentado mal, solo es eso-se apresuró a contestar Sharpay

-Bien pero si sigues encontrándote mal tienes que ir al médico-le replico Ryan

-Por supuesto Ry. Sabes donde será la fiesta y todo eso-preguntó cambiando de tema Sharpay

-Todavía no pero le averiguaré-dijo Ryan saliendo del baño

-Si yo me entero de algo te cuento-Ryan asintió

No había creído a Gabriella cuando le dijo que Troy se había ido pero ahora que su hermano lo había mencionado Sharpay supo que era cierto. Se habría marchado por ella, por eso había ido a despedirse o simplemente nunca estuvo en sus planes quedarse. Sharpay supuso que había regresado a Albuquerque para quedarse, al menos eso creyó cuando Troy le contó la historia de porque había terminado con Gabriella.

« Porque te importa tanto lo que haga Troy. Eso era lo que querías. No volver a ver a ese cerdo de Troy Bolton »

Sharpay se sentía contrariada, porque debía importarle ese cerdo machista de Troy, claro que no le importaba, así que prontamente se dijo que le daba igual el motivo de su marcha. Se puso ropa cómoda pero no menos glamurosa y bajo al comedor, tenía hambre. Fue percibir el olor que provenía de la cocina y no pudo evitar sentir náuseas, inmediatamente tuvo que ir al baño a devolver. La rubia no le dio importancia porque se dijo que solo era que algo le había caído mal y por eso se sentía así.

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Después de haber pasado dos años en la cárcel y sentirse traicionado por los que consideraba amigos y familia le resultaba duro, Troy tomó la decisión de volver a Berkeley pero sobre todo porque últimamente había tenido molestias en la rodilla, así que por eso asistiría de nuevo a las sesiones con su terapeuta.

Nada más llegar al aeropuerto, dejó cogió sus maletas y tomo un taxi en dirección a la casa de su terapeuta que además trabajaba en casa con profesionales del baloncesto, por eso era que Troy la había conocido. Troy llamó al timbre y cargo sus maletas a la espalda.

-Troy-contestaron abriendo la puerta

-Hola. Podría pasar-respondió Troy y recibió un asentimiento en contestación

-Bueno y que te trae de nuevo a Berkeley, me exactamente a mi consulta-preguntó una mujer joven de un 30 y pocos, ojos marrones y pelirroja, la cual tenía un gran físico

-Para empezar. Me alegra verte de nuevo Lia-Troy se acercó a saludarla con un corto beso en los labios

-A mi también me alegra verte Troy-expuso Lia

-Sería posible quedarme en tu casa. Es por unos días hasta que encuentre algo permanente-preguntó Troy dejando las maletas en la puerta

-Claro pero creía que regresabas a Albuquerque para quedarte-Lia parecía confusa pero con un toque de picardía en su mirada que no había sido apartada del cuerpo de Troy

-Si, así es, era mi idea inicial pero después de los últimos acontecimientos no deseo seguir allí-

Eso dejo a la mujer pelirroja perpleja por las palabras de un Troy algo distinto a lo que ella conocía cuando lo había tratado durante su lesión.

-Y a que se debe ese cambio-preguntó curiosamente Lia

-Joder Lia, te parece que deseo hablar de ello. Carajo-Troy estaba visiblemente molesto

-De acuerdo, te parece si te acomodas en tu habitación-le replicó Lia

-Me gustaría que volviéramos a tener sesiones de ejercicios-soltó secamente Troy

-Te ha estado molestando la rodilla-afirmó Lia

-Así es, si no es molestia claro-preguntó Troy sin emoción alguna

-En absoluto, si te parece podemos tenerla ahora. Me tome el día de hoy libre pero haré una excepción contigo-contestó Lia pasando a su consulta, Troy simplemente asintió y luego la siguió

Para Troy no era nada nuevo estar allí otra vez. Tragó saliva y se sentó en una silla. Desde que se había destrozado la rodilla había estado acudiendo habitualmente a largas sesiones con la terapeuta para aliviar el dolor que sufría provocado por la lesión y para su desgracia ya se sentía cómodamente acudiendo a ellas, aunque el hecho de que la doctora era una mujer joven y atractiva había hecho más fácil lidiar con las intensas sesiones o como él lo llamaba, masoquismo puro.

Una hora después de ejercicios para aliviar el dolor y las molestias que estaba teniendo en la rodilla, Troy se acercó a Lia y la beso desesperadamente, ella no puso resistencia y el ojiazul la empotró contra la pared, sin siquiera importarle nada bajo su bragas y la penetró con dureza mientras ambos gemían.

Con fuerza e intensidad propio de un animal sin control alguno, a pesar de lo bestia que Troy estaba siendo con Lia, ella solo gemía de placer a cada embestida hasta llegar al orgasmo, nada más terminar, sin siquiera dirigirse palabra Troy subió sus maletas a la que sería su habitación y se acomodó. 

Lo único que Troy buscaba en las mujeres ahora era solo placer, no quería nada con ellas, ni compromisos ni ataduras de ningún tipo, además no pensaba tener a una misma chica en la cama, aunque eso no implicaba que no pudiera hacerlo con ellas en más de una ocasión si resultaba ser satisfactorio pero no dos veces seguidas. 

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Hoy era el cumpleaños número 25 de Ryan y Sharpay. La fiesta se celebraba en el casino Royal Huptons, se trataba del más lujoso de Albuquerque por eso lo habían elegido.

Se encontraba cerrado al público salvo los invitados a la fiesta, los cuales eran más que nada amigos y familia pero en esta ocasión tampoco asistiría Gabriella, no solo porque ya no era la misma sino porque Sharpay había prohibido que se presentara en la fiesta sino querían que ella misma se ausentara de su propio cumpleaños. Tampoco Troy asistiría ya no solo porque no lo habían invitado sino que ahora ya no se encontraba en Albuquerque.

La fiesta transcurría con normalidad, todos bailaban o charlaban mientras bebían, incluso algunos habían utilizado las habitaciones para tener más intimidad, como les había pasado a la parejita de casados Ryan y Kelsi quien hacía poco habían contraído matrimonio.

Sharpay se encontraba en la barra de bebidas bebiendo de su copa de champangne, aunque en realidad solo estaba tomando un zumo ya que últimamente no podía tomar alcohol con London mientras miraban a los asistentes, aunque la fiesta era por su cumpleaños, la rubia no se sentía a gusto y quería marcharse pero si lo hacía todos se preguntarían porque y no deseaba ser el centro de atención. al menos no es ese momento.

-Vamos querida, quita esa cara. Es tu fiesta-soltó London a su amiga

-Lo se pero la verdad es que después del encontronazo con esa zorra Gabriella no tengo ganas de estar con sus amigos-respondió Sharpay con desgana

-Si, entiendo pero vamos, al menos disfruta una noche. Además vas a dejar que esa perdedora te estropee la fiesta-replicó London

-Creo que tienes razón, mientras ella no esté aquí todo está bien-Sharpay se acomodo en su asiento

-Mira quien viene-expuso London alzando la mano

Sharpay se giró a donde su amiga London le estaba diciendo y un radiante Peyton vestido con un traje negro con camisa blanca y corbata roja junto con zapatos negros se acercaba a ellas, se lo veía de muy buen humor.

-Hola hermosuras-exclamo Peyton mostrando su blanca dentadura

-Peyton se te ve muy bien-London le sonreía coqueta mientras terminaba de beber su copa de Champagne

-Gracias tu también. Me prestarías a Sharpay un rato-preguntó Peyton

-Claro, iré a buscar a Ryan para bailar un rato-contestó London mientras Sharpay dejaba su copa en la barra

London se marchó y Sharpay tragó saliva, no tenía la cara de hablar con Peyton después los últimos días el lo que él se había mostrado muy interesado en ella y que trabajaran juntos no ayudaba pero ante todo Sharpay era una profesional, sin embargo debía admitir que ese le estaba estresando bastante y además se sentía algo cansada últimamente.

-Te ves preciosa Sharpay-exclamó Peyton con una enorme sonrisa

-Gra... gracias Peyton-le respondió Sharpay bajando la cabeza

-¿Estas bien?-preguntó Peyton cogiéndola por la barbilla para que lo mirase a los ojos-He notado que estos últimos días has estado algo distraída y además se te nota como cansada

-Si, bueno...-Sharpay no sabía que decirle, sobre todo no solo porque no quería que se sintiera mal por el hecho de tratar de conquistarla de nuevo cuando ella ya no estaba interesada en él sino porque ni ella misma sabía porque estaba así-Es solo cansancio por el trabajo, eso es todo

-Seguro solo es por eso, puedo permitirme dar un descanso a los actores de mi película y demás trabajadores, incluyéndote a ti si lo necesitas-expuso Peyton

-La verdad es que me gustaría tener un poco de tiempo para mi-contestó Sharpay y no pudo evitar abrazarlo

-Entonces esta hecho, tomate un par de semanas-respondió Peyton tendiéndole la mano-Me harías el honor de ser mi compañera de baile en la pista

-Yo... Peyton yo...-trato de decirle Sharpay pero Peyton ya le había cogido la mano-Estaba bien-termino cediendo para acompañarlo hasta la pista de baile donde algunas parejas bailaban al ritmo de las canciones que el dj estaba tocando

-Me gustaría fueras mi novia. Todavía me gustas Sharpay-pronunció Peyton mientras bailaban

-Yo... esto no... Peyton yo-

Ni siquiera la dejo continuar porque de repente Peyton la estaba besando, era un beso tierno, cargado de sentimientos al menos para él, al principio Sharpay no parecía poner oposición porque seguía inmóvil dejando que la besase hasta que por fin cuando pudo reaccionar se apartó con brusquedad y salió corriendo.

Horas más tarde la fiesta termino y todos los invitados se marcharon a sus casas, incluida Sharpay quien a pesar de seguir en la fiesta se la había pasado en el baño llorando sin saber bien porque pero últimamente tenía muchos cambios de humor y estaba más sentimental, salvo Ryan y Kelsi que pasarían la noche en una de las habitaciones del hotel en el que se encontraba el casino.

Por fin Sharpay podía irse a casa para darse una ducha luego dormiría unas largas horas, los tacones que llevaba puestos haciendo juego con su hermoso vestido rojo hasta la rodilla con un escote palabra de honor dejando su espalda al descubierto la estaban matando, necesitaba quitárselos pronto o no podría andar en varios días.

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Varios meses de sesiones con su terapeuta, así como pequeños momentos de sexo brutal, Troy se sentía mejor de la rodilla pero no quería nada con Lia y ella sabía que él no pensaba llegar a algún tipo de relación pero disfrutaba teniendo al ojiazul en su cama, porque era todo un tigre salvaje cuando se trataba de sexo. Troy solo consideraba a Lia una amiga con beneficios que resultaba que le ayudaba con su rodilla por su terapeuta, además era la única que no sentía lástima o lo veía como si fuera un extraño.

-Troy últimamente te veo muy amargado y bastante huraño-le soltó Lia con cierta preocupación

-¿Qué?-respondió un confuso pero algo distante Troy

-Si, no eres el mismo chico que conocí cuando te lesionaste. Hemos tenido muchas sesiones para rehabilitar la rodilla pero ahora... Sea lo que sea lo que te ha pasado ha debido ser muy doloroso para que hayas cambiado de ésta manera-contestó Lia

-Y a ti que mierda te importa, solo eres mi terapeuta-espetó Troy molesto

-También soy tu amiga, no puedes seguir así. No te traerá nada bueno-respondió Lia

-Joder Lia. Eso es asunto mío-le recriminó Troy enfadado

-Yo respeto tus decisiones y todo eso pero creo que no deberías...-

-Carajo Lia. Quieres dejarlo de un maldita vez. Duele jodidamente demasiado-reprochó Bolton hecho una furia 

-Porque no vas a un psicólogo-expuso Lia

-¿Qué? Ni de coña-

-No es tan malo-explicó Lia

-Al psicólogo solo va la gente que está loca-soltó con desprecio Troy

-Te ayudaría-respondió Lia

-He dicho que no-negó con contundencia Troy

-Sería algo bueno, te ayudaría con toda esa rabia, ira y resentimiento que llevas dentro-Lia miró a Troy esperando alguna respuesta del chico dulce que había conocido en la primera sesión, ese que tenía sueños

-Yo no estoy loco, mierda, no lo estoy. Por eso no pienso ir-replicó con extremada furia Troy arrinconando con rabia a Lia como si fuera a pegarla, aunque no tenía la más mínima intención de hacerlo-Joder Lia, me niego

-Vamos Troy porque no le intentas, te ayudaría. Se trata de un amigo mío-dijo algo agitada Lia, aún recuperándose del susto de pensar que Troy le pondría la mano encima

-Yo no... no. Esta bien iré. Por cierto puedo ser muchas cosas, un cretino, arrogante, engreído y otras tantas más pero jamás le pondría la mano encima a una mujer

-Toma te vendrá bien ir. Hablaré con él-Lia sacó una tarjeta de un cajón y se la entrego a Troy

-Esto... esto es...-

-Si, está en Albuquerque-respondió Lia

Troy tenía la vista en la tarjeta, parecía como si le hubiera hipnotizado

-Debes marcharte, se que esto no es lo mejor pero vamos, al menos ve y habla con él-le expuso Lia

-Regresaré a Albuquerque-

Fue lo último que Troy dijo antes de zanjar la conversación, quizás Lia tuviera razón o quizás no, puede que lo que necesitase era poner en orden las cosas, de lo que si estaba seguro es de que no volvería a casa de sus padres, ya se buscaría un lugar donde vivir pero no pensaba aceptar disculpas de ninguno de sus amigos ni familia cuando ninguno de ellos había creído en su inocencia.

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Como hacía ya varios meses atrás Sharpay salía del estudio de grabación camino a buscar su coche para ir a casa y cambiarse, esa noche había quedado con su mellizo para una cena junto con su esposa y nueva Kelsi, porque ahora que estaban casados Ryan había comprado una casa a la que decir suya para así formar en ella una familia. Precisamente ese era el motivo por el cual realizaban la cena, para inaugurarla oficialmente después de las reformas que le habían hecho para ponerla a su gusto, ya que aún siendo uno de los herederos del legado de Vince Evans Ryan era más sencillo a pesar de que el dinero no era un problema para él, si cuando quería algo no le importaba el precio pero sabía arreglárselas con poco.

Puesto que sus padres, Vince y Derby Evanas ya la habían visto, ahora se la enseñarían a sus amigos, lo que incluía a los compañeros de instituto, Peyton, London y Sharpay quien debido a su trabajo de asesora de vestuario no había podía pasarse a verla. Algo así como una nueva reunión de instituto pero solo con los más íntimos, más tranquila y reservada sin la asistencia de Gabriela Montez quien ahora estaba metida en asuntos bastante turbios, según estaban enterados, por ello era que había cambiado su aspecto y Troy Bolton a quien no le interesaban esas cosas, a parte de que ya no vivía en Albuquerque.

Ryan y Kelsi fueron recibiendo uno a uno a todos los invitados, primero llegaron Chad y Taylor, luego Martha y Jason, después Zeke, poco después London y Peyton y por último Sharpay, era una cena informal, bastante sencilla pero con un todo que elegancia. Desde luego a diferencia de su hermana melliza aunque la casa era muy grande y lujosa era bastante menos ostentosa que la de sus padres o de lo que en el futuro sería la de Sharpay.

La residencia Evans Nielson tenía un portal de acero forjado que restringía en paso al interior y una entrada con un camino de piedra natural a cada lado de la gran extensión de jardín daban a una gran puerta de madera de roble tratada. Por fuera se veía una gran casa de dos pisos muy sencilla, nadie diría que pertenecía a uno de los herederos de Vince Evans pero por dentro si se podía ver el lujo y la elegancia. La entrada al interior era una amplió recibidor con dos escaleras a los lados que daban paso al piso superior con un corredor debajo que conectaba con la parte trasera donde se ubicaba una gran sala de estar con un piano en un lado y las puertas de acceso al jardín con piscina privada. Cabía mencionar que la mansión tenía techos altos y distintos estilos de decoración pero bien combinados

Del lado derecho estaba una gran cocina con sofisticados muebles hechos a medida de madera marrón a juego con el suelo, electrodomésticos último modelo y una gran isla central, espaciosa y bien iluminada.

Junto a la cocina pegada al salón un comedor sobrio con una mesa para 14 personas aprox., muy iluminada y una puerta que daba hacia el jardín. 

Del lado izquierdo la biblioteca-estudio con distribución imitando dos plantas pero con una escalera para subir a la parte de arriba de la habitación, abajo tenía un escritorio frente a un sofá, dos sillones y una mesita de café. Y al fondo del pasillo un pequeño baño con inodoro y lavabo.

En el piso de arriba justo encima del salón una amplia sala de cine con una gran televisión con proyector en el techo, un sofá en L y una mesa pequeña de cristal y una barra estilo bar pegada a la pared.

Del lado izquierdo de la sala de cine se encontraban las tres habitaciones de invitados eran casi iguales y bastante más sencillas que el resto de estancias de la casa pero con toda la comodidad de una gran mansión, todas con baño propio, aunque con diferentes colores de muebles y sábanas.

Al fondo del pasillo de lado de las habitaciones de invitados un baño acristalado de tamaño medio con plato de ducha, lavabo e inodoro.

Del lado derecho de la sala de cine, el dormitorio principal con cama de matrimonio, vistas a la terraza y baño privado con bañera y plato de ducha, doble lavabo e inodoro. 

Y en el jardín trasero una gran piscina privada con varias tumbonas con sombrilla para disfrutar del sol

Terminada la visita a la casa los invitados de Ryan y Kelsi pasaron al salón para una animada charla antes de la cena mientras los anfitriones se asuraban de que el servicio estuviera siempre atento y cuidando de que no les faltaba nada, sería una reunión pequeña pero para el mellizo de la rubia quería que sus invitados estuvieran bien atendidos en todo momento como si se tratase de un restaurante, cuando se lo proponía Ryan podía ser muy concienzudo y Kelsi quería que sus amigos estuvieran a gusto en su casa, así que se asegurarían de que todo fuera bien.

Una vez comprobado que todo estuviera perfecto se reunieron con sus invitados mientras que esperaban a que la cena estuviera servida, todos se sentaron en el sofá y sillones, como era de esperar cada uno se puso cerca de con los que más relación tenía a pesar de ser todo amigos, salvo Sharpay que quitando a London, su nuera y hermano no consideraba que ninguno de ellos fueran su amigos, de hecho se sentía tremendamente fuera de lugar pero no había podido rechazar la invitación porque se trababa de su mellizo.

-Por fin podéis empezar una familia en vuestra propia casa-dijo Zeke  

-Si, así es, nos ha llevado bastante acomodar la casa a nuestro estilo, cuando la compramos, por fuera se veía bien pero dentro requería mucho trabajo, sin embargo la espera ha valido la pena-explicó más que feliz Kelsi

-Desde luego cariño-secundó Ryan

-Y que planes tenéis ahora-preguntó Taylor

-Continuar con nuestro trabajo y puede que tener algún bebé-contestó Kelsi, ante eso Sharpay sintió algo extraño, una mezcla de desdén con una sensación de emoción

-Así que niños-proclamó Chad mientras cogía uno de los aperitivos que les habían servido

-Pues si, estamos pensado en dos o tres, al menos fijo tendremos uno-respondió Ryan sin dejar de cogerle la mano a su esposa

-Te veo algo fuera de onda-le dijo por la bajo London a Sharpay

-Si, no tengo el más mínimo interés de mantener relación con estás personas pero se trata de mi hermano y no he podido rechazar la invitación-le explicó por lo bajo Sharpay

-Eso lo suponía pero siento que hay algo más que eso-le preguntó London a su amiga

-¿Qué? Pero que dices. Como crees-le replicó Sharpay quitando importancia al asunto, aunque en realidad si había algo que la tenía intranquila pero no pensaba contárselo, por lo menos no por el momento, primero ella debía hacerse a la idea

-Bien, de acuerdo-le dijo London

-Por cierto, os habéis enterado de lo de Gabriela-expuso Martha, a lo que Sharpay si puso atención a pesar de que la morena no le caía en gracia, sentía curiosidad por saber como era que había acabado con el aspecto con el que se la había encontrado hacía unos meses atrás

-Claro, era mi mejor amiga y desde hace casi dos años que perdimos el contacto-contó Taylor

-Yo oí que su ex de antes de venir aquí es el responsable de su cambio de aspecto y actitud-explicó Jason

-Me parece que se llama Jared o algo así. Es una pena, tenía un gran futuro y ahora anda metida con malas compañías-dijo Taylor

-Si, cierto, creo que haber cortado con Troy le afectó mucho, aunque en la reunión de antiguos alumnos parecía ser la de siempre-expuso Chad

-Lo era, había cambia un poco pero todos nosotros hemos cambiado sin embargo no tanto como lo ha hecho ella ahora, cuando la reunión aún seguía sintiendo algo por Troy y me parece que él que el la rechazase en varias ocasiones fue lo que la llevo a esto-Taylor había soltado alguna lágrima por la que había sido su amiga 

-Cada uno es responsable de sus actos. Pero hablando de otra cosa. Alguno sabe que fue lo que sucedió con Troy y Gabriela-preguntó Zeke

-Es verdad. Al graduarnos los dos eran una pareja de enamorados y en la reunión de antiguos alumnos ya no, llegando a venir por separado, hasta diría que al menos Troy no se sentía a gusto con Gabriela cerca-respondió Ryan

-Ahora que se menciona. Yo también lo noté, incluso parecía que Troy estaba interesado en Sharpay-dijo Kelsi y todos se giraron hacia la rubia

-¿Qué tanto me miráis? Acaso se os perdió algo en mi cara-soltó Sharpay molesta, últimamente tenía muchos cambios de humor

-No, solo que como ese día ambos bailaron juntos...-

-Si pero solo fue un baile, no hubo. Como bien sabéis Troy a cambiado mucho y ahora es un auténtico cerdo arrogante. Del cual prefiero no tener contacto alguno-replicó Sharpay

-Ahí lleva razón, eso es cierto, me pregunto a que se deba ese cambio tan drástico, parece otra persona completamente diferente-repuso Martha

-Coincido. Yo conozco a Troy desde preescolar y no soy capaz de ver ningún signo del chico que era cuando estábamos en el instituto-explicó Chad

-Porque tanto interés en ese Troy-recriminó Peyton

-Se que no lo conoces pero es nuestro amigo y nos preocupamos por él-le respondió Chad algo molesto

-De acuerdo, no me meteré en eso pero no lo entiendo. Él no parece tener interés en vosotros y sin embargo... bueno olvidadlo. Lo conocéis mejor que yo, así que mejor no opino al respecto, simplemente no comparto vuestra opinión-les explicó Peyton

-Lo que nos preguntamos todos es porque cortarían si se veían tan enamorados. Eso parece ser que les afectó a los dos-expuso Ryan

-Si tie...-

-La cena está servida-dijo una empleada desde la puerta

Todos se dirigieron al comedor para disfrutar de la cena pero Sharpay en cuanto el olor de la comida llego a su fosas nasales no pudo evitar que las náuseas se apoderaran de ella, lo que la obligo a ir directa al baño, después de vomitar se limpió la boca con una toalla y regresó al gran comedor, últimamente toda la comida le provocaba unas terribles náuseas, tenía cambios de humor y se sentía cansada y con sueño.

Obviamente todos se sorprendieron por la reacción de la rubia, sobre todo London que le hecho una mirada de tu y yo tenemos que hablar, durante la cena Sharpay no probo bocado alguno y se ausentó en varias ocasiones.

Unas vez transcurrida la cena los invitados fueron abandonando la casa, excepto Sharpay que fue detenida por London.

-¿Qué sucede, Lond?-preguntó con confusión Sharpay

-Lo sabes muy bien-le respondió molesta London

-No, para nada-contestó la rubia frunciendo el ceño

-Te llevaré a casa y hablamos en el coche. Me parece que es mejor que sea una charla entre chicas-replicó London

-He traído mi coche-respondió prontamente Sharpay

-Sharp-

Ambas chicas se giraron hacía lo alto de una de las escaleras, Ryan las miraba inquisitivo, como esperando algo.

-¿Qué pasa Ry?-contestó Sharpay

-Me gustaría te quedases esta noche en mi casa-dijo Ryan bajando las escaleras

-Suena tentador pero no tengo ropa-respondió Sharpay, en ese momento no deseaba estar con nadie y menos con su hermano mellizo, solo quería darse una ducha e irse a la cama, se sentía exhausta

-Lo sé pero me encargué de que te trajeran unas pocas cosas de tu ropa, por si algún día te apetecía visitar a tu querido hermano mellizo-le expuso Ryan

-De acuerdo, está vez tu ganas. Cual es mi cuarto-repuso derrotada Sharpay

-El que tiene toques rosas en la cama y paredes-contestó Ryan

-Bien pero recuerda que tenemos una charla pendiente-asintió London hacia Sharpay

Sharpay también le asintió y se giro dirección a las escaleras, luego la asiática abandonó la mansión. Ryan acompañó a su hermana melliza hasta su habitación. Aunque no había dicho nada él también había notado a Sharpay diferente y sus repentinas ausencias no era nada normales, así que por eso se había asegurado de que no pudiera rechazar la oferta de quedarse a dormir esa noche.

-Espera Sharp-la detuvo Ryan

-Si Ry-respondió Sharpay

-Te encuentras bien-preguntó Ryan

-¿Qué? Solo es que algo me ha caído mal-explico con seguridad Sharpay

-La cena no ha sido porque ni dos bocados has probado y hace algunos meses también dijiste eso exactamente. Además te noto distinta, estás más cansada y eso no es normal. Casi no comes y tienes repentinos cambios de humor. No soy tonto y se que te sucede algo-replicó Ryan

-Yo... yo... bueno-

-He leído al respecto porque cuando Kelsi y yo tengamos uno quiero estar preparado por eso se que tienes todos los síntomas. ¿Estás embarazada verdad?-expuso Ryan

-Si, lo estoy-afirmó Sharpay

-¿De cuanto?-preguntó con sorpresa Ryan

-Tres meses-contestó Sharpay bajando la mirada

-Y el padre. Están saliendo o algo-inquirió Ryan

-Eso no voy a decírtelo-soltó algo molesta Sharpay

-Debe hacerse cargo de...-repuso Ryan

-No, no quiero saber nada de él-explicó Sharpay

-Está bien pero creo que debe hacerse cargo de su hijo. Si se que puedes cuidar del bebé tu sola pero aún así-reclamo Ryan molesto-Mira si cierto que fue debido a una aventura y los dos no tenéis nada serio pero eso no quita que tenga que responsabilizarse de sus actos

-Ya, Ry por favor. Quiero dormir-le recriminó Sharpay

Ryan le asintió y se fue a junto de su esposa. Sharpay por fin pudo entrar en su habitación, no era como la de su casa pero estaba muy bien y era acogedora, además en ese momento se sentía terriblemente cansada. Antes de acostarse se dio una ducha relajante para quitarse el estrés de la cena, después se metió en la cama y pensando en Troy se quedo profundamente dormida.

Al día siguiente Sharpay se levantó, estaba algo cansada, no había dormido muy bien debido al embarazo, la verdad es que aunque seguía las indicaciones del médico, aún le costaba hacerse a la idea y no lo estaba llevado muy bien pero de lo que estaba segura era de que aunque Troy Bolton fuera el padre del bebé ella lo quería con locura.

Nada más bajar una mujer morena de unos 40 y poco de ojos verdes, era una de las empleadas de la casa, Layna, le dijo que había preparado el desayuno y estaba servido en el comedor pero Sharpay no tenía ganas de probar bocado. Entonces llamaron al timbre, Layna fue a abrir, luego dejo pasar a quien había tocado, se trataba de Peyton, no tenía muy buena cara, parecía algo enfadado a decir verdad, después la empleada se retiró a la cocina.

Sharpay no estaba de humor para hablar con Peyton después de que le había pedido ser su novia y más aún besado, cierto que trabajaba con el pero ambos eran profesionales y sabían dejar los asuntos personales fuera de los estudios de grabación. La rubia trato de regresar arriba pero no pudo por sintió que alguien la agarraba del brazo, se trataba de Peyton.

-Por favor Peyton suéltame-reclamó Sharpay molesta

-Tenemos que hablar-contestó Peyton aún teniéndola agarrada

-No estoy de humor para eso. Quiero...-

Peyton soltó su agarre y frunció el ceño

-Es por eso ¿verdad?-preguntó Peyton

-Perdona-Sharpay no entendía a que se refería el rubio

-Si, estás así mal por el embarazo-contestó Peyton

Sharpay se quedó helada al oír eso. Simplemente estaba inmóvil

¿Cómo se había enterado? No se lo había dicho todavía a nadie, salvo Ryan que lo había descubierto la noche anterior y Peyton no estaba presente ¿Entonces como lo sabía?

-Respóndeme por favor-su cara denotaba enfado

-No se de donde sacas eso. Te lo dijo alguien-preguntó Sharpay

-Para nada, lo presiento. Solo quiero saberlo-respondió Peyton

-Si, así es, lo estoy-contestó Sharpay bajando la mirada

Aunque no lo estaba viendo podía notar que Peyton se sentía enfadado y en parte traicionado pero ellos no tenían nada, solo eran amigos. Entonces porque se estaba comportando así, Sharpay le había dejado claro que ya no sentía nada por él.

-¿De... de cuanto?-preguntó con algo de temor Peyton

-Tres meses y medio-

-Estás saliendo con el padre, se va a hacer cargo del bebé-inquirió Peyton algo molesto

Sharpay solamente negó y trago saliva.

-¿Qué?-gritó Peyton todavía más molesto

-Baja la voz quieres. Estas montando un escándalo-soltó Sharpay

-Me importa una mierda Sharpay. ¿Quién es el padre?-reclama Peyton ligeramente enfadado

-Lo siento pero no pienso decírtelo-le reprochó Sharpay también algo enfadada

-Vamos Sharpay dime quien es el padre-le replicó Peyton

-No, eso no es asunto tuyo. Solo somos amigos-

Sharpay estaba sorprendida por la reacción de Peyton, sabía lo que el rubio sentía algo por ella pero no se esperaba que reaccionase así. Además porque tanto interés en saber la identidad del padre, eso no era de su incumbencia.

-Exijo que me digas en nombre-bramó Peyton

-He dicho que no voy a decírtelo-chilló Sharpay

-Ya veo. Es Troy verdad-soltó Peyton

Sharpay no dijo nada, solamente se frunció el ceño. Estaba enfadada, que derecho tenía Peyton de portarse así. Ninguno

-Quiero que te vayas Peyton-espetó Sharpay

-No lo haré. Os he visto juntos. No solo el día de la boda cuando te fuiste en su coche sino el día que fue a despedirse al Lava Springs-arguyó Peyton furioso-Porque todos se preocupan tanto por él. Es un cretino, arrogante y engreído

-Mira eso no lo discuto, es verdad que si desde que volvió se comporta como tal pero no tienes derecho a reprocharme nada. Soy mayorcita y se cuidarme sola, deja de meterte en mi vida. Además te repito que no somos nada-le replico Sharpay alterada

-Pues no lo parece. No ves que Troy solo esta jugando contigo-

-Te agradezco que me ayudases a cumplir mi sueño pero no me digas con quien debo o no estar, se muy bien como es Troy Bolton. Acaso me ves cara de idiota-escupió Sharpay empezando a echar humo

-No soporto a ese miserable de Troy-gritó un muy furioso Peyton

-Es mejor que te vayas-

Ryan estaba en lo alto de las escaleras, lo miraba con sorpresa pero también con enfado, se lo vía realmente enfadado, muy raro en él porque siempre esta alegre. Sin decir más  Peyton abandono la mansión dando un fuerte portazo. Minutos después Sharpay sintió que todo daba vueltas y se desmayo.



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NOTA:

Los personajes aparecidos y que aparecerán en futuros capítulos son:

El psicólogo es el Doctor Ian Somerhalder interpretado por Ian Somerhalder

La terapeuta es la doctora Lia Clemingwar interpretada por  Lily Collins

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