Epílogo
Cuando Pau dejó la habitación, lo primero que hizo Troy fue salir corriendo en busca de su amada Sharpay. La gente seguía festejando la victoria de los Linces en la misma cancha de madera en la que se había llevado a cabo el juego.
Era demasiada gente y Troy no podía encontrar a Sharpay por ningún lado, mientras corría el chico gritaba《Sharpay, Sharpay》. Tal vez en uno de esos llamados la rubia respondería pero no sirvieron de nada, ya que había demasiado alboroto y la gente no paraba de gritar.
Finalmente, después de tanto correr y correr, Troy encontró lo que estaba buscando al final del pasillo. Había encontrado a sus cuatro tesoros, a los cuatro amores de su vida.
Sharpay aún no se percataba de la presencia de su marido. Estaba muy ocupada asegurándose de que sus gemelos no desaparecieran de su vista mientras tenía al pequeño Aaron en brazos.
Los hermosos gemelos llevaban puesta una camiseta roja con el número 14, era igual que la de su padre, al igual que llevaban unos jeans oscuros y zapatos tipo converse rojos. Aaron estaba vestido igual que sus hermanos mayores.
La preciosa Sharpay lucía un hermoso vestido rojo que le llegaba arriba de la rodilla junto con unas alpargatas del mismo color. Su cabellera dorada estaba suelta, sólo llevaba un pequeño broche del lado derecho. Para su marido ella era la mujer más hermosa y sensual de todas, la única mujer a la que amaba y amaría nunca.
Troy se quedó unos segundos admirando y observando ese hermoso escenario. Esas 4 personas eran lo más preciado que él tenía, su mayor tesoro.
De pronto, sin que la rubia se diese cuenta, escucho que alguien le murmuró.
-Nos vamos a Los Ángeles...-
Sharpay giro para ver quien le había dicho eso y al final, descubrió que había sido su marido, los pequeños no sabían de que se trataba lo que sus padres hablaron, ya que entre tanto ruido era un poco difícil de escuchar de que se trataba por lo que estaban más que felices Troy y Sharpay. Pero a pesar de no haber escuchado nada, ver tan felices a sus padres también los puso feliz a ellos y comenzaron a brincar y saltar de igual manera.
Troy volvió a besar a su amada y después cargo en un brazo a Caleb y en otro a Chloe, el ojiazul no podía pedir más. Lo único que no le gustaba era dejar a su hermana, a sus sobrinos, a toda su familia y sus amigos. Pero Troy sabía que para cumplir su sueño tenía que sacrificar algunas de las cosas que más amaba.
Después los dos regresaron con los demás para irse a casa, los gemelos nada más ver a su padre corrieron hacia él, ellos nunca habían ido a ver un partido de baloncesto porque Troy hasta hacía poco no había querido saber nada de eso pero ahora que gracias a su preciosa Sharpay podía volver a jugar y además pensaba compartir su amor por el baloncesto con sus pequeños, era algo que siempre había imaginado que haría cuando tuviera hijos pero que esta ahora no pudo hacer.
-Papi, ¿cómo jugaste tan bien si llevabas mucho tiempo sin jugar?-preguntó Caleb ya en brazos de su padre
La pregunta sacó a Troy de su fantasía, porque aunque había estado hablando con su amigo, seguía emocionado por la oferta de los Lakers. Aún no le había comentado a Sharpay por la emoción y el desconcierto que le generó dicha oferta, ya que se trataba de jugar en un equipo muy importante y en una liga diferente a lo que estaba acostumbrado.
-Bueno, swettie porque papi ha jugado al baloncesto desde que era niño-contestó Sharpay por él
Troy volvió a la tierra después de aquella pregunta, que lo había vuelto a transportar no solo al momento de la oferta de los Lakers sino a cuando era pequeño.
-Sí campeón, antes del accidente en la rodilla yo jugaba baloncesto, desde que tenía 17 años cuando iba a secundaria-añadió Troy
En lo que se despidieron de los demás y llegaron a casa, Sharpay llevo a los niños a la cama, luego de darles las buenas noches, se dirigió a su habitación junto a Troy. Lo notaba extraño, estaba muy pensativo y sabía que algo le pasaba que no le decía.
-Amor, ¿en que piensas?-le preguntó Sharpay
Troy la miró, estaba nervioso porque no sabía cómo se tomaría Sharpay el tema de la mudanza, ya que eso era lo que pasaría al aceptar la oferta.
-Sharp, al final del partido se me acercó Pau Gasol, el representante de los Lakers-respondió Troy
Sharpay se sorprendió pero no dijo nada al respecto, Troy prosiguió.
-Y me ofreció jugar con los Lakers-
-¡Pero esa es una buena noticia, Troy! ¿Qué ocurre?-
-Que nos tenemos que mudar a Los Ángeles-
Troy se esperaba una inmediata reacción dramática de Sharpay, conocía perfectamente la reacción que solía tener la rubia ante ese tipo de noticias. Sin embargo, para su sorpresa, estaba en silencio, luego de un momento, surgió la respuesta.
-¡No puedo creerlo! ¡Jugarás para los Lakers! Pero, amor, ¿qué pasará con los niños y con nuestros padres y hermanos?-
-A los niños, pues los inscribiremos en otro colegio, sé que se adaptarán bien a esta nueva vida. Respecto a nuestra familia, podremos visitarlos y ellos a nosotros-expuso Troy
Sharpay saltó emocionada, ya se lo estaba imaginando.
-¡Omg! ¡Viviremos en Los Ángeles, rodeados de famosos!-exclamó Sharpay
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Troy estaba nervioso, él y Sharpay acordaron decirles a los niños sobre la mudanza pero eso lo asustaba. Una cosa era la reacción de su mujer, porque con ella se podía razonar. Otra totalmente diferente era la de sus hijos, porque les podía resultar difícil dejar todo lo que habían vivido atrás, a su amiguitos, esas cosas. Sharpay despertó a los niños y él empezó a hablar.
-Niños, ¿recuerdan cuando papi jugó la otra vez?-
Los niños asintieron emocionados, les había encantado ver a su padre durante el partido con los linces.
-Estuviste increíble, papi-
-Gracias, princesa-Troy se aclaró la garganta-Bueno, resulta que a papi le pidieron ir a Los Ángeles para jugar, así que nos mudaremos para allí-
Los niños sonrieron emocionados, adoraban a su padre.
-¿Y veremos a papi jugar?-preguntó Caleb
-Sí, mi amor-le respondió Sharpay
Los niños saltaron emocionados, luego Caleb fue a su habitación y regresó con una pelota de baloncesto para acercarse a su padre.
-Yo quiero ser como tú, papi-dijo Caleb con la pelota en la mano
Troy sonrió al enternecedor hecho de que su hijo lo idolatrase de esa manera, en cierto modo le recordaba un poco a él mismo de pequeño.
-¿Quieres jugar al baloncesto?-
Caleb asintió con cierta emoción.
-Sí, papi, quiero jugar baloncesto como tú-respondió Caleb sonriendo
-Bueno, campeón, te enseñaré en Los Ángeles y podrás llegar a jugar en el equipo que quieras-
-¿En el equipo de papi?-
-Claro que sí, campeón. En el equipo de papi-dijo Troy sonriendo
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Tres días después del partido, Troy viajo sólo a Los Ángeles para arreglar los detalles con los Lakers. Estaba nervioso pero daría su mayor esfuerzo porque era un sueño hecho realidad, siempre había querido un futuro jugando al baloncesto y gracias a su Sharpay ahora lo tenía, ella lo había convertido en realidad.
L.A., CALIFORNIA
Troy llegó al estadio de los Lakers, ese estadio era gigante y realmente diferente al de los Red Hawkes de Albuquerque. Troy sólo podía mirar a su alrededor admirado todo, no podía creer que formaría parte de ese gran equipo.
-Hola Troy, ¿Cómo ha estado?-dijo Pau Gasol mientras se acercaba a Troy
-Hola Señor Gasol, ¿Cómo ha estado usted?-dijo Troy algo nervioso mientras le estrechaba la mano a Pau
Pau río ante eso pero no lo hizo con una mala intención, además fue una risa discreta. Se notaba de que a pesar que Troy era un gran jugador, estaba más que nervioso.
-Dime solamente Pau, mis amigos me llaman así. Debo decirte Troy, que cuando me llamaste ayer diciéndome que aceptabas venir fue un golpe extremo de felicidad para mí. Sé que serás un jugador muy valioso para el equipo-dijo Pau sonriendo
Al oír eso, Troy se sintió aliviado, oír esas palabras de ese hombre era lo mejor para él ya que era un muy buen comienzo
- De verdad le agradezco mucho Señor.... Pau. Le agradezco mucho Pau-
-El día que fui al partido en Albuquerque, vi algo en ti que he he visto en casi nadie de aquí y eso es PASIÓN. Troy tu tienes la pasión por el baloncesto y sabes que este deporte también es un arte. Sabía que eras el indicado-explicó Pau
- De verdad le agradezco sus palabras-dijo Troy ya un poco más tranquilo
-Bueno, ya basta de palabras. Vamos te llevaré a que firmes tu contrato por 6 años con el equipo, queremos hacer oficial tu entrada a los Lakers-añadió Pau
-Espere... ¡¿Qué?! ¡¿Seis años?!-dijo Troy más que sorprendido, no podía creer todo el potencial que había visto Pau en él para darle ese contrato
-Así es Troy, presiento que en esta temporada tú serás el jugador estrella de los Lakers y te advierto que mi intuición nunca falla. Ahora... ¿Me acompañas?-señaló Pau con la mano
Troy sólo sonrió y fue caminando junto a Pau, eso era lo mejor que le hubiese podido pasar en la vida, bueno, después de Sharpay y sus hijos pero era lo único que podía superar eso.
Al final Troy después de leer detenidamente el contrato, dio su firma y oficialmente estaría en el equipo de los Lakers de Los Ángeles.
Regresando de Los Ángeles, Troy fue directamente a su casa, estaba muy feliz porque no podía pedir nada más, ahora veía que destrozarse la rodilla le había hecho regresar a casa y así había conocido a la mujer más maravillosa del mundo, su Sharpay, bueno a conocerla mejor. A demás de todo, se le pagaría una casa propia, con autos último modelos y una escuela para sus hijos.
Lo primero que hizo al llegar fue ver a Sharpay y pedirle que comenzara a hacer la mudanza, ya que tendrían que irse en un par de semanas, todo se había acelerado pero valía la pena porque jugaría con los Lakers.
En ese par de semanas tanto Troy como Sharpay se encargaron de dejar todo en orden antes de dejar Albuquerque. Dieron de baja a Caleb y Chloe de la escuela en la que estaban, Troy tuvo que renunciar a Lava Springs y pusieron en venta su casa. Afortunadamente con un muy buen agente inmobiliario que el Señor Evans conocía, habían logrado vender la casa en menos de 1 semana.
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Ya habían pasado las 2 semanas y así que el tiempo de irse a Los Ángeles había llegado, aunque Troy le había pedido un día más a Pau ya que su último día quería pasarlo con su familia y sus amigos.
Alessandra y Mike decidieron organizarle a Troy y a toda su familia una cena de despedida a la que invitaron a todos sus amigos y familiares. Fue una reunión muy emotiva, en donde rieron, recordaron momentos e incluso hasta lloraron.
Ya era muy tarde, casi media noche pero antes de que todos se fueran, Mike decidió hacer un brindis por su cuñado.
-Pónganme atención por favor-dijo Mike después de hacer sonar su copa para llamar la atención de todos los presentes-Antes que nada... Quiero felicitar a Troy, porque finalmente cumplió su sueño y aunque el camino fue largo y negro, ya triunfó. Troy, eres un gran padre y tienes a una de las mejores mujeres a tu lado, además de tener unos hermosos y lindos hijos. También quiero agradecerte por concederme el honor de estar con tu hermana. Ustedes son las mejores personas que he conocido. Así que por favor, quiero que todos brindemos POR TROY-dijo Mike mientras levantaba su copa
-¡POR TROY!-dijeron todos al unísono mientras levantaban sus copas de igual manera que Mike
-Muchas gracias Mike-dijo Troy y continuó-Saben que todos forman parte muy importante de mi y que dejan huella en mi corazón, gracias por apoyarme aún en los peores momentos de mi vida. Los extrañaré como no tienen una idea. Soy el hombre más afortunado por tenerlos a todos vosotros. Yo brindo por vosotros-dijo Troy mientras levantaba su copa-Pero en especial, brindo por esta hermosa mujer, la madre de mis hijos Sharpay Evams, eres el amor de mi vida Sharp y no sé que haría sin ti ni estos pequeños-dijo Troy mientras observaba a sus tres hijos con orgullo. El ojiazul se dirigió hacia su esposa, quien lucía realmente hermosa un vestido de lentejuelas doradas-Sharpay, de verdad eres lo mejor que me haya podido pasar-
Sharpay solo sonrió sonrojada, estaba segura de que había elegido al hombre correcto y que había valido la pena todo el sufrimiento. Amaba tanto a Troy, así como amaba a sus preciosos hijos.
Después de ese hermoso brindis los invitados comenzaron a irse, los únicos que se quedarían a dormir en casa de Alessandra y Mike serían Troy y Sharpay, además de los niños ya que la casa en la que vivían ya estaba a punto de ocuparse y toda su mudanza ya había sido enviada a Los Ángeles.
Una vez que todos los invitados se fueron, Troy, Sharpay, Alessandra y Mike llevaron a dormir a sus niños y después ellos se fueron a dormir.
A la mañana siguiente Troy se despertó muy temprano. Sharpay aún seguía dormida, pero lucía como un ángel mientras dormía.
Troy se dirigió hacia la ventana y quitó la cortina que la cubría, entonces, se encontró con un hermoso amanecer de Albuquerque, ver ese hermoso amanecer anaranjado le recordó a Troy que ese era el lugar que lo había visto nacer, el lugar en donde sus hijos habían nacido, el lugar en donde vivió por más de 20 años, el lugar donde conoció al amor de su vida, el lugar donde nació un sueño que se volvió realidad.
De pronto, el ojiazul sintió que alguien lo abrazó por detrás y cuando giro, se percató de que esos esbeltos brazos eran de su hermosa esposa. Troy giro hacia ella y la observó, se veía muy bonita con ese camisón de seda rosa bebé, incluso para Troy, Sharpay se veía perfecta aún si recién despertaba.
Troy se giró para besar a su hermosa esposa mientras le susurró en su oído un cálido "Buenos Días"
Después de eso, los tórtolos se quedaron observando juntos el amanecer, minutos después él pequeño Aaron despertó. Troy fue por él y lo sacó de su pequeña cunita, ahora los tres admiraban el hermoso amanecer.
Más tarde llegaron los gemelos brincando y saltando, habían llegado en el momento perfecto para aprovechar a ver el hermoso amanecer que les brindaba la ciudad.
Después de haber vivido ese hermoso momento, todos los Bolton bajaron a desayunar juntos con los demás. Ese sería el último desayuno de ellos viviendo en Albuquerque, aunque sabían que regresarían para visitarles, ya no sería lo mismo. Ahora sería una nueva aventura para ellos.
Cuando todos terminaron de desayunar, decidieron ir a jugar una pequeña y última partida de baloncesto, bueno, sólo Troy, Mike y los 4 pequeños, ya que Ale y Sharpay se quedarían sentadas en una pequeña mesita del jardín mientras tomaban limonada y hablaban de los preparativos de la boda de Ale.
Todos se divirtieron bastante. Estaban muy felices, los niños estaban muy felices al igual que sus padres.
Un par de horas después todos se dieron una ducha, ya que de haber jugado tanto, necesitaban realmente un baño.
Después de ese baño que todos se dieron, comieron unas deliciosas hamburguesas con patatas fritas y al terminar los adultos estuvieron charlando mientras los niños jugaban.
Pero por fin había llegado la hora de la despedida, Troy y Sharpay se irían casi al caer la noche pero aún había algo de luz.
Lo primero que Troy hizo fue meter el par de maletas que llevaban en la parte trasera del coche. Mientras que Troy hacía eso, Sharpay metió a Aaron al coche y lo puso en su sillita.
Minentras la rubia terminaba de poner su cinturón de seguridad, Troy comenzó a despedirse.
-Bueno, creo que ya llegó la hora-dijo Troy un poco desanimado
-Te extrañaremos mucho hermano, pero sabemos que al fin cumplirás tu sueño y eso nos hace muy feliz-dijo Ale para animar a su hermano, si le ponía triste que se fuera pero aún así tenía que dejar ir a su hermano
Troy fue hacia su hermana y le dio un gran abrazo, los dos estaban muy unidos y se querían un montón.
-Te prometo que estaré aquí para cuando nazca mi sobrino y para la boda también. Cuídate mucho hermosa-dijo Troy a su hermana para después darle un beso en su frente
Después el ojiazul se dirigió hacia Mike, se dieron un fuerte apretón de manos y un par de palmadas en la espalda.
-Estamos muy orgullosos de ti Troy, de verdad te felicito-dijo Mike con una gran sonrisa
-Gracias Mike. Te extrañaré mucho. Extrañaré a mi acompañante para ver los partidos de los Lakers cada dos domingos-
- Pero ahora te veré jugando ahí...-
-Y serás el mejor-dijo Alessandra para completar la frase de Mike
Troy volvió a abrazar a su hermana y a su cuñado y después se dirigió hacia los niños.
-Caleb y Chloe Bolton, digan adiós a sus primos-dijo Troy a sus gemelos
Los pequeños un poco tristes tuvieron que obedecer a su padre, así que se despidieron de sus primos, de sus tíos y fueron con Sharpay para que los ayudara a entrar al coche.
Troy se acercó a sus pequeños sobrinos y los abrazó, después les dio un pequeño beso en sus mejillas.
-Tío Troy, ¿Ya no podremos jugar contigo?-preguntó la pequeña Lily con tristeza
-Claro que si princesa, vendré a verlos cuando pueda. A demás tengo que estar aquí para cuando nazca su hermanito-
-Te extrañaremos mucho Tío Troy-dijeron los dos pequeños niños al mismo tiempo
-Yo también hermosos pero les prometo que nos veremos pronto-dijo Troy para volver a abrazar a sus pequeños sobrinos
Poco a poco el ojiazul se alejó de los pequeños hasta que fue con Sharpay quien se estaba despidiendo igual.
-Nos vemos Ale, por favor Cuídate mucho. Vas a ver que todo estará bien, y seguiremos en contacto para seguir planeando ti boda, después de todo seguiré siendo la organizadora-dijo Sharpay
-Gracias Sharp. Pero aún tengo miedo por lo del bebé-dijo Ale un poco nerviosa
-No tienes porque, tienes que pensar en positivo. Ese bebé nacerá sano y fuerte igual que su madre-la animó Sharpay
Alessandra sonrió y le dio un abrazo a Sharpay, nunca se imaginó que la extrañaría tanto, se había convertido en su mejor amiga, además de confidente.
Ahora la rubia fue con Mike, le dio un abrazo y comenzaron a despedirse, él era su amigo, su cuñado.
-Cuida mucho a Ale, es una gran mujer y sigue asustada por lo del bebé-sonrió Sharpay
-No te preocupes Sharp. La cuidaré como a mi vida-
Ahora Sharpay fue con los niños para despirse .
-Pequeños. Tienen que portarse bien. Sobre todo por su mamá esta un poco asustada por la llegada de su nuevo hermanito, así que por favor portense bien-les pidió Sharpya
Los pequeños sólo asistieron y le fueron a darle un beso en la mejilla a su tía favorita.
Después Sharpay se levantó, fue con Alessandra, Mike y Troy, ambos le dieron un último abrazo de despedida y después entraron al coche.
Una vez arriba y antes de arrancar Troy tomó la mano de su amada, juntos empezarían su nueva vida en Los Ángeles.
-¿Estás lista para una nueva aventura?-preguntó en ojiazul a la rubia
Sharpay sólo asintió y le mostró una sonrisa a su esposo, estaba más que preparada para empezar su nueva vida. Estaban juntos en esto.
Después de eso Troy arrancó el coche, aunque no sin antes dar una última mirada a lo que había sido su hogar y él junto con toda su familia se marchó a Los Ángeles.
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Después de un largo viaje de varias horas. Troy y su familia llegaron a Los Ángeles. Ya sólo faltaban unos minutos para que la familia Bolton conociera su nueva casa.
La fachada era toda blanca con la puerta color café tabaco, no era una mansión pero era una casa muy grande.
Tanto Sharpay, como Troy y los gemelos se sorprendieron era una casa realmente hermosa.
Entraron y se encontraron con una amplia entrada que llevaba a unas escaleras blancas con un barandal de metal negro.
En el primer piso de la casa hay¡bía cuatro habitaciones; en la habitación principal dormirán Troy y Sharpay con el pequeño Aaron en la segunda habitación dormiría Chloe y en la tercera dormiría Caleb. En la cuarta dormirían los huéspedes o invitados y en unos años más se la darián a Aaron.
En la parte de abajo había una gran cocina, al salir había un hermoso patio con juegos para los niños y en la parte de arriba había una cancha pequeña para que Troy pudiera practicar.
Cada habitación tenía su propio baño y en la parte de abajo había dos medios baños. Además los niños tenían su propio cuarto de juegos que ya querían usar.
La casa era realmente hermosa, a Troy y a Sharpay les encantaba pero lo mejor era que ahí criarían a sus maravillosos hijos. Ahí empezarían nuevos recuerdos, tanto buenos como malos.
Esa misma noche, sólo desempacaron los colchones inflables y la cunita del pequeño Aaron junto con unas sábanas y cobertores para que a nadie le diese frío durante la noche.
Al día siguiente comenzarían su rutina más normal, Troy se iría a su práctica para la temporada mientras que Sharpay llevaría a inscribir a los gemelos a su nueva escuela.
Todo comenzaba a irles muy bien para la familia de Troy y también para él, su vida soñada ya estaba ahí.
Un par de semanas después Troy y Sharpay se entaron de que Alessandra había sufrido una amenaza de aborto debido que a que Peter la había llamado pero todo había salido bien y ese desgraciado ya estaba pagando sus crímenes en la carcél.
A Troy le iba más que bien en sus entrenamientos, era uno de los mejores jugadores del equipo y por eso le habían dado el papel de capitán.
Los niños estaban más que felices en sus nuevas escuelas, sacando muy buenas notas y se estaban adaptando muy bien y muy rápido a la vida en Los Ángeles al igual que sus padres. Todos están más que felices, además Troy se ha estado comunicando con su hermana y afortunadamente después de ese incidente su embarazo estaba yendo muy bien.
Aunque últimante Sharpay no se había estado encontrado muy bien pero se lo había ocultado a Troy para no perturbar la felicidad que tenían ahora que todo les estaba yendo bien. Era por eso que había ido al médico para descubrir el porque de su malestar, ya que si era una enfermedad quería tratarla cuanto antes. Ahí en la clínica a la que había ido le dieron la noticia de que ¡ESTABA EMBARAZADA DE NUEVO!
La rubia no podía creerlo, estaba más que feliz por eso y sabía que su marido también lo estaría, así que como se imaginaba se alegro, apesar de que 4 hijos era una responsabilidad muy grande, tanto Troy como Sharpay sabían que lo lograrían con la ayuda del otro.
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Habían pasado dos semanas y hoy sería un día muy especial para todos, en especial para la pareja feliz que estaba por contraer matrimonio. El señor Bolton llevaba a Alessandra de su mano para entregarla al altar junto a Mike, el hombre con quien pasaría el resto de su vida, con quien formaría una familia. Alessandra llevaba un hermoso vestido blanco empedrado y un sencillo pero bonito ramo de flores. Detrás de ellos, iban los niños sosteniendo las arras vestidos igual para ir conjuntados.
Por otro lado, Sharpay era una bellísima dama de honor, como siempre glamurosa pero sin quitar protagonismo a la novia y Troy era el padrino, tal y como lo prometió. A Troy no le gustaban mucho las iglesias, por eso le agradecía a su hermana el haber escogido la playa para casarse. Era un hermoso lugar para ser testigo del verdadero amor, solo había un altar bajo una arco adornado con luces y sillas decoradas a juego para que los pocos invitados asistentes pudieran sentarse durante la ceremonia.
-Estamos aquí, para unir en matrimonio a Alessandra Torres y a Michael Scott. Lo que Dios ha unido en la tierra el hombre no lo separará-dijo el parroco
Luego del discurso nupcial del parroco y todo lo demás, finalmente llegó la hora de los votos de los novios.
-Yo, Alessandra Torres; te recibo a ti, Michael Scott, como esposo, para amarte y respetarte cada día de mi vida. En la salud y enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Hasta que la muerte nos separe-dijo Alessandra sonriendo
-Yo, Michael Scott; te recibo a ti, Alessandra Torres, para amarte y valorarte, respetarte y cuidarte; cada día de mi vida, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Hasta que la muerte nos separe-dijo Mike también sonriendo
-En el nombre de Dios, los declaro marido y mujer-
Y se besaron, de fondo se oyeron aplausos y gritos llenos de buenos deseos. Sharpay fue la primera en abrazar a los recién casados felicitándolos y deseándoles lo mejor a ambos. Seguida de Troy y la familia, luego llegaron los músicos y todos bailaron al son del vals, pero antes la pareja feliz inicio la ronda del baile. Fue una celebración muy hermosa y Troy aprovechó la oportunidad para hablar con sus padres sobre la oferta, aunque ninguno puso pega por que ahora no pudieran disfrutar tanto de sus nietos porque eso era un gran paso para su hijo, además se enteraron del nuevo hijo que estaba en camino.
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5 MESES DESPUÉS
Hoy era la final de la NBA, los Lakers habían llegado a la final con los Bulls de Chicago y todo era gracias a Troy, ya que había llegado a ser considerado como el mejor jugador del equipo.
Estos meses habían sido geniales, ya que afortunadamente el bebé de Alessandra había nacido sano y salvo. Había sido un precioso niño y lo habían llamado Nick. Lamentablente, Ale ni Mike habían podido asistir al juego de Troy ya que Ale había dado a luz hacía un mes y aún no podía viajar pero lo verían por televisión.
También el bebé de Troy y Sharpay ya estaba a apunto de nacer, esos eran los últimos días del embarazo de Sharpay pero aún así ahí estaba ella para apoyar a su marido.
También estaba ahí Chad con su familia para ir a apoyar al número 14 de los Lakers. Ese número nadie se lo pudo quitar a Troy porque era el número con el que había jugado desde que era tan solo un crio.
Troy estaba nervioso pero aún así sabía que todo iría bien porque su familia y amigos estaban ahí a pesar de faltar su hermana y cuñado.
El partido comenzó muy bien, los Lakers llevaban la delantera, Troy estaba dando su 100% y daba resultado.
Sharpay miraba a su marido orgullosa, sabía que Troy ganaría, siempre lo había sabido, él era todo un triufador. Pero de pronto, un pequeño dolor interrumpió la alegría de la rubia, era un dolor muy agudo y difícil de soportar.
-Ahora vengo, voy al baño-dijo la rubia entre quejidos a la pequeña Chloe
Había llegado el medio tiempo con los Lakers ganando por varios puntos, así que Troy dirigió su mirada a las gradas y se percató de que Sharpay no estaba. Tal vez había tenido una emergencia, sin embargo está vez el ojiazul sentía algo diferente.
Los minutos seguían pasando y Sharpay no llegaba aún, por eso Troy ya comenzaba a preocuparse, así que se dispuso a buscar a su mujer.
El ojiazul fue hacia los baños mientras gritaba su nombre, nadie respondía lo que lo tenía histérico pero de pronto, escuchó un pequeño grito del baño de mujeres.
Troy sin pensarlo entró al baño y ahí se encontró a Sharpay a punto de dar a luz, estaba tumbada con su chaqueta en el suelo.
-Troy mi amor, ayúdame-dijo la rubia bastante adolorida-El bebé está a punto de nacer-
Troy quedó en shock, no sabía qué hacer, aunque de pronto logró reaccionar y fue a auxiliar a su esposa.
-Tranquila mi amor, todo estará bien te llevaré a la enfermería-dijo Troy con la voz temblorosa
-No Troy, ya es muy tarde. Ya no puedo moverme, siento que este bebé está a punto de salir-dijo Sharpay muy adolorida
-Está bien, entonces haremos esto tú y yo ¿De acuerdo?-dijo Troy nervioso, estaba sudando. Era la primera vez que recibiría a un bebé y se sentía aterrado-Ahora mi amor, por favor necesito que comiences a empujar ¿Sí?-
La rubia asintió y entonces comenzó la labor de parto, en aquel lugar peculiar que no solo era testigo de la mayor pasión de Troy, sino del amor de ambos.
Ya habían pasado unos minutos y todavía no pasaba nada, el bebé parecía estar tranquilo, no parecía querer salir ahora.
-Troy... Ya no puedo más, esto es demasiado, estoy cansada-dijo la rubia con un hilo de voz
- Sharpay Bolton. Yo sé que tu puedes, yo confío en ti. Ahora, necesito que des lo mejor para que este bebé salga, tu puedes-
La rubia juntó todas sus fuerzas y después de tres pujos más se escuchó el llanto del bebé
- Es una niña-dijo Troy sorprendido y con lágrimas en los ojos, no podía creer lo que acababa de pasar
-¿Puedo cargarla?-dijo Sharpay aliviada, a pesar de hacerse esforzado tanto, la rubia era una chica muy fuerte y se encontraba en sus 5 sentidos, aunque algo cansada
Troy le dio la bebé a su madre, la pequeña era hermosa, era rubia y sus ojos eran grandes y color café como los de su madre
-Es perfecta-dijo Sharpay con lágrimas en los ojos y mientras veía enbobada a su pequeña
-¿Cómo le pondremos?-preguntó Troy sonriendo como un bobo
-Su nombre será Adeleyn-dijo Sharpay mientras observaba a su bebé
Troy sólo sonrió, observaba a Sharpay y Adeleyn, ambas lucían hermosas aún estando así como se encontraban.
Troy fue junto a su esposa y besó su frente, los estaban felices por tener a su bebé en brazos. Estaban más que felices y no podían pedir más que esto pero debía acabar el partido, así que el ojiazul llevo a su mujer a la enfermería.
En cuanto Troy anotó el último punto triple y se hizo oficial la victoria de los Lakers, su equipo lo cargó en hombros, les había dado una brillante temporada. Entonces el ojiazul gritó a los cuatro vientos: << TE AMO SHARPAY. LA VICTORIA ES POR TI Y NUESTROS HIJOS. BIENVENIDA A LA FAMILIA ADELEYN BOLTON >>
Esta historia de nuestros amados Troy Bolton y Sharpay Evans ha llegado a su fin, me ha encantado escribirla y compartirla con vosotros. Ver esos hermosos comentarios que me hacéis me alegran el día y me animaban a seguirla porque a fin de cuentas aunque al escritor le guste lo que escribe el lector es el que da el aprobado final. 😍😍
PriorSalvatore 💖💖 😍😍😍😍😘😘😘😘 💖💖
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