Cambios y conflictos
Sharpay se sentía inmensamente feliz, más que dichosa, sus dos pequeñines eran lo más maravilloso que tenía ahora en su vida, sus gemelos eran un regalo del cielo a pesar de como habían llegado.
Caleb y Chloe Bolton Evans eran el vivo recuerdo de su encuentro con Troy Bolton, de lo que los dos habían hecho y del amor que la rubia sentía por el ojiazul, aún cuando él ni siquiera quería saber nada de ella pero no le importaba.
Una semana después Sharpay salió del hospital con sus dos preciosos bebés, uno en cada brazo. En cuanto los tres estuvieron en casa Sharpay sintió que vendrían muchos cambios en su vida pero todo merecería la pena por sus dos amores, Caleb y Chloe.
-Te dije que papá se enamoraría de los pequeños en cuanto los viera-soltó con alegría Ryan
-Si Ry. Me alegra teneros a...-
-Vamos Sharp no te pongas así. Troy se lo pierde y aún no puedo creer que les hayas puesto su apellido cuando ni siquiera le importan sus hijos-bramo Ryan
-Ya pero era lo correcto. Cierto que no quiere saber nada al respecto, sin embargo eso no cambia que sean sus hijos y si en algún momento...-le explicó Sharpay
-No, de eso nada. Si aceptamos que lleven su apellido pero no que... Dios Sharpay que te esta pasando-replicó Ryan molesto
-Lo amo Ry-murmuro Sharpay
-¿Qué?-escupió Ryan con sorpresa
-Estoy enamorada de Troy-soltó con seguridad Sharpay
-Dime que me estás tomando el pelo. Sharp-preguntó Ryan
-En absoluto. Estoy completamente enamorada de Troy Bolton-
-Pero es un completo cerdo, cretino, arrogante, engreído y cínico-le explicó Ryan
-Si lo sé, se que ahora es así pero también sé que el en fondo sigue siendo ese chico bueno, tierno y dulce que era cuando estábamos en el instituto-expuso Sharpay
-¿Cómo estás tan segura de eso?-preguntó Ryan frunciendo el ceño
-Porque lo he visto. ¿Por que crees que estaba segura de que Troy era inocente?-respondió Sharpay
-Sigo sin entenderlo-replicó Ryan
-Bajo esa capa de odio, ira, rabia y resentimiento, bajo esa fachada de arrogancia sigue estando el que nosotros conocimos en el instituto, el mismo que trabajo en Lava Springs, el mismo que me rechazo porque amaba a Gabriella-le explicó Sharpay
-De acuerdo. Solo no quiero que te haga daño-asintió Ryan
-Amo a Troy pero se que no va a ver nada entre nosotros, así que tranquilo-respondió Sharpay
-Vale pero si se le ocurre hacerte daño se las verá conmigo-soltó Ryan
Sharpay río. Ryan golpeando a Troy, eso tenía que verlo, por supuesto que tenía que verlo. Su mellizo no podría con Troy ni aunque quisiera, el ojiazul era algo más grande y fuerte.
-¿Por qué te ríes?-cuestionó Ryan
-Eso de verterlas con Troy-soltó entre más risas Sharpay
-Vale, Vale-Ryan también río
-Sólo quiero dejar claro que a pesar de como sean las cosas Troy es el padre de mis hijos-argumentó Sharpay
Ryan asintió y abrazó a su melliza. Sharpay podía irse de fría y falta de sentimientos pero en realidad tenía un gran corazón. Al menos con la gente que quería.
-Y ahora que harás. Por cierto, Troy es el nuevo empleado de Lava Springs-preguntó Ryan
-¿Qué?-
De verdad había escuchado bien, Troy trabajando en el club, eso no se lo esperaba, aunque era lógico que tuviera que hacerlo, Troy no estaba a su nivel y no era multimillonario, quizás por eso era un chico tan sencillo, a parte de que también era sexy, extremadamente atractivo y muy pero que muy varonil.
-Si solicitó el puesto de mantenimiento y mamá se lo dio. Creé que eso le ayudará a darse cuenta de que es afortunado de tener dos maravillosos hijos contigo. Me parece que igual que tu mamá ve algo bueno en Troy-explicó Ryan
-¿Y papá?-preguntó Sharpay
-Se puso como una fiera pero acabó por aceptar ante la insistencia de mamá-respondió Ryan
-Lo imaginaba-escupió Sharpay
-Entonces ahora que harás- preguntó Ryan
-Pasaré unos meses aquí para aprender como cuidar a mis bebés y regresaré a Nueva York-le explicó Sharpay
-Crees que es lo mejor-Ryan alzó las cejas
-Si lo creo. Mi vida está allí, nunca estuvo en mis planes quedarme. Además vendré a visitaros, sobre todo en el verano para tomar el sol en el club y se que vosotros a mi. Y así Troy no podrá hacerme daño, aunque no voy a permitírselo-le explicó Sharpay
-Bien, de acuerdo. Vendré luego con Kelsi a ver a mis sobrinitos-
Ahora que había recuperado su espectacular figura debía lucirla, aunque sabía que acabaría de malas formas debía hacerlo, por eso lo haría cuanto antes, además quería hablar con su padre y él estaba en el Lava Springs asegurándose de que el señor Fulton siguiera bien las indicaciones para las reformas en el club.
Sharpay dio de comer a los pequeños y los puso a dormir en el cochecito, luego buscó en su amplió vestidor algo para ponerse, después de varios minutos se decantó por vestido rosa con una pamela a juego, unas sandalias negras con pedrería, un collar blanco y su bolso blanco con rayas negras. Ahora que estaba lista arreglo a Boi para que fuera conjuntada con ella y salió con él y sus pequeños, a pesar de ser madre, su perrrito era un tercer hijo para ella, además también esperaba que sus niños crecieran con el cariño de su hermanito de cuatro patas.
Nada más llegar Vince salió a ayudarla con Caleb y Chloe pero la rubia se negó, quería ser ella quien se ocupase, después de todo cuando estuviera en Nueva York no tendría a nadie. Vince asintió, aunque no estaba de acuerdo. A lo que Sharpay no puso objeción fue a que su padre tirase del carrito de los pequeños, se veía muy tierno para ser el mismo hombre poseedor de una inmensa fortuna y que siempre se hacía ver intimidante, eso si no lo conocías.
Troy se fue acercando a ella aunque desvió la vista cuando se cruzo con Vince quien llevaba a los pequeños, Caleb y Chloe. Sharpay a lo lejos vio como por un segundo Troy sonreía con disimulo al ver pasar a sus hijos después su rostro volvió a ser el de siempre, frío y sin emoción alguna, aunque por eso la rubia lo amaba, podía decir lo que quisiera pero ella podía ver más allá de su fachada y esperaba que algún día él pudiera deshacerse de ella.
Cuando estuvieron frente a frente, todos los sentidos de Troy se pusieron a cien, la hermosa Sharpay olía deliciosamente bien y sonrió seductoramente, Boi emitió un ladrido reclamando atención, bien fuera por parte de su dueña o del ojiazul.
-Hola amigo-Troy le acarició la cabeza a Boi
-No se puede negar que le caes bien-sonrió Sharpay
-A mi también me cae bien. ¿Verdad amigo?-soltó Troy acariciándole la cabeza
Boi ladró y le lamió la mano a Troy. Sharpay rió
-Nunca te había visto así-
-Así como-preguntó Sharpay alzando una ceja
-Tan llena de alegría-respondió Troy
-Será porque lo estoy. Caleb y Chloe me alegran los días-sonrió Sharpay
-Imagino eran los dos pequeños que llevaba Vince en el carrito-preguntó obvio Troy
-Lo son y déjame decirte que se parecen a ti. Nadie puede negar que Troy Bolton es su padre, a parte de porque llevan tu apellido-le explicó Sharpay
-¿Por qué?-
Troy estaba sorprendido, no por el hecho de que se parecieran a él, eso era normal siendo sus hijos, lo que le llamo la atención fue lo que había dicho de llevar su apellido.
-Dices por lo de que le puse tu apellido y que en su partida de nacimiento apareces como su padre-Troy asintió
-Si, ¿por qué? Te deje bien claro que no pensaba hacerme cargo de ellos-preguntó Troy
-Lo sé pero independientemente de como sean las cosas eres su padre y me pareció lo correcto, si te parece mal no es asunto mío-soltó Sharpay algo molesta
-No, claro que no, solo me sorprendió, supuse llevarían tu apellido-
-Si, bueno. Son Caleb y Chloe Bolton Evans. Así que en realidad si lo llevan-explicó Sharpay
-Cuando tenías a nuestros hijos seguías siendo hermosa. Veo que recuperaste tu espectacular figura. Estás preciosa, muñeca-soltó Troy coquetamente
-Te dije que no me volvieras a llamar así. Idiota-escupió Sharpay
-Vamos muñequita. Por que no vamos a jugar un poco los dos-replicó Troy con picardía
-Eres un cerdo-gritó Sharpay
-Sabes que solo busco sexo. No tengo intención de atarme y menos comprometerme-sonrió seductoramente
-Te odio Troy Bolton-chilló Sharpay furiosa
Sin más Sharpay se dio la vuelta para irse pero rápidamente Troy la agarró del brazo, la giro hacia él y la beso con hambre, loco de deseo, esa exquisita rubia lo volvía loco, hacía que perdiera el control. Sharpay se dejo llevar y Troy profundizó el beso haciéndolo tierno mientras sus lenguas jugaban al ritmo del contacto de sus labios.
Un carraspeo los devolvió a la realidad y los dos se giraron, Vince los miraba visiblemente enfadado, se podía ver a la legua que no le había gustado que se hubieran besado, después repararon en que traía consigo a Caleb y Chloe. Troy pudo ver con más detalles a sus dos hijos, como había dicho Sharpay se parecían a él y tenían los ojos del mismo color.
-Papá...-
-He aceptado que él fuese nuestro nuevo empleado pero no quiero que esto vuelva a pasar. Me oíste-soltó con rabia Vince
-Soy mayorcita para besarme con quien quiera. Además Troy es el padre de mis hijos-espetó Sharpay
-Lo sé y no me gusta pero no puedo hacer nada al respecto. Sin embargo, si el miserable de Bolton vuelve a acercarse a ti, lo despediré-soltó Vince
-Ya no tienes derecho a decirme que hacer-chilló Sharpay todavía más enfadada
Troy quería romperle la cara a Vince por tratarlo de esa manera pero estaban Sharpay y sus hijos delante, así que se estaba controlando y mucho.
-Ni se te ocurra levantarme la voz-replicó Vince
-¿Qué te pasa papá? Tu no eres así. Troy no...-
Oír a su hija pronunciar el nombre de Troy le hizo estallar en rabia y levantó la mano para darle una bofetada pero cuando iba a hacerlo, en un acto reflejo Troy le agarró el brazo a Vince sin preocuparle que se tratase del padre de Sharpay o que sus hijos recién nacidos estuvieran presentes.
-No se te ocurra pegarle, aunque sea su hija o se las verá conmigo-soltó Troy alzando el pecho a modo retador
-Por favor papá-reclamó Sharpay
-Lleva a Caleb y Chloe dentro, creo que tienen hambre-dijo Vince con su tono normal de voz
-Ya han comido pero está bien. No quiero que los niños vean a su padre discutiendo con su abuelo. Aunque sean todavía muy pequeños-
Sharpay tiró del carrito con Caleb y Chloe dirección a su suite, ya era algo tarde y empezaba a refrescar, pensaba quedarse unos días en Lava Springs para aprovechar del Spa del club, además de que pronto el club tendría piscina cubierta, no sería muy grande pero ya tenían el resto que si lo eran y quería probarla antes de regresar a Nueva York.
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Ahora que Sharpay no estaba Vince se encaró con Troy, el ojiazul no le gustaba para su hija y enterarse que él era el padre de los gemelos de su princesita le había sentado fatal, por eso se había ido una temporada para poder hacerse a la idea.
-Mira Troy, no me agrada que tu seas el padre de Caleb y Chloe pero no puedo cambiar eso. Pensar que mi princesita estuvo contigo me repugna, sin embargo confío en ella y respeto sus decisiones. A lo que voy es que más vale que no te le acerques o me encargaré de que termines en la cárcel-soltó con rabia Vince
-No me da miedo. Haré lo que me venga en gana y no pienso acercarme a su hija, salvo para tenerla en mi cama-expuso Troy altivo
-Muchacho insolente-escupió Vince hecho una furia
-Si quiere despídame, ya ves lo que me importa-soltó Troy apretando los puños
-Bastardo, hijo de puta-le gritó Vince
-No le consiento que me hable de esa manera-
Ya no lo aguantaba más, ahora que estaban los dos a solas Troy le soltó un puñetazo en la cara a Vince haciéndolo retroceder y se dirigió a la salida del club. Sabía que después de enfrentarse al padre de Sharpay su recién estrenado trabajo se había ido a la mierda.
« Que estás haciendo Troy »
Para un trabajo que sabía hacer, lo tiraba a la basura por defender a la hermosa Sharpay pero joder merecía la pena, por supuesto que la merecía, más si eso le daba puntos con la rubia. Aunque era una putada que tuviera que empezar de nuevo la búsqueda, su cuenta estaba bajo mínimos, sino conseguía algo pronto tendría que recurrir a su familia y no quería tener que hacerlo, aún seguía enfadado con ellos, también con los que había considerado sus amigos.
-Sharpay se quedará dos o tres meses. Te daré tu paga y no quiero que vuelvas hasta que ella se haya ido a Nueva York-soltó Vince
-Espera que-
Troy estaba perplejo, pensaba pagarle para que se mantuviera lejos de Sharpay eso no se lo esperaba, habría esperado que le dijera de todo pero no eso.
-No voy a darte el gusto de despedirte pero así me aseguro que no os encontréis mientras esté aquí-le explicó Vince entregándole un sobre blanco
Troy estiro la mano y cogió el sobre, miró en su interior, dentro había una considerable cantidad de dinero. Troy no estaba dispuesto a obedecer las órdenes de Vince pero en ese momento no tenía más opción que aceptar lo que el magnate Evans le estaba pidiendo.
De camino a casa el capo de su camioneta empezó a echar humo y Troy se vio obligado a parar a un lado de la carretera. Lo que le faltaba, sino había sido suficiente con lo sucedido en Lava Springs ahora su coche le dejaba tirado.
« Genial »
Ahora que podía hacer, podía pedir un taxi pero su teléfono se había quedado sin batería cuando abandono el club, con lo que no tenía manera de llamar. Tendría que dejar su coche tirado y buscar ayuda pero para su suerte o quizás no, Chad pasaba con su sedane rojo cuando paro detrás del coche de Troy.
-Necesitas ayuda-preguntó Chad
-Vete, Chad. Hoy estoy teniendo un día de mierda-escupió Troy molesto
-Ya veo, por favor Troy-musitó Chad suplicante
-Gracias por lo de la otra vez-
-Lo haría una y mil veces más. Eres mi colega, mi hermano-respondió Chad
Escuchar a Chad llamarlo hermano hizo que le vinieran un montón de recuerdos. Como cuando eran críos y jugaban hasta altas horas de la noche, cuando sus padres les regañaban porque era hora de irse a dormir o cuando había roto un jarrón y Chad dijo que fue el para que su madre no se enfadara con él. Inconscientemente Troy sonrió, eran muy buenos recuerdos, de verdad que echaba de menos a su amigo, su colega, su hermano y también recordó la vez durante el verano en el que había trabajado en el Lava Springs y se habían peleado pero los hermanos discutían y seguían siéndolo.
« Quizás debería perdonarlo »
« No, es un traidor que te abandonó cuando más lo necesitabas »
Una batalla interna se libraba en el interior de Troy, una parte quería recuperar a su amigo pero otra lo odiaba. ¿Qué debía hacer entonces?
-Llamaré a una grúa y que lleven tu coche al taller del hermano de Jason-le explicó Chad
-¿Jason?-preguntó Troy frunciendo el ceño
-Si, Jason Cross, llevaba el número 23 cuando estábamos en el instituto y eras el capitán, ahora juega en la NBA-soltó Chad
-Ahora recuerdo, era una buena época. Yo habría estado en su lugar sino fuera por...-
-Cierto, algo paso-afirmó Chad
-Gra... gracias por tu ayuda-le sonrió Troy
-De nada. Eres mi hermano y aquí me tienes. Se que fui un completo idiota al no creer en ti pero me arrepiento cada día de ello-inquirió Chad
-Yo...-
El sonido de un teléfono interrumpió la conversación, era el de Chad y por la forma de hablar debía tratarse de su mujer, Taylor porque se despidió con un: <<Te amo>>. Troy se vio a si mismo cuando él se lo decía a Gabriella, cuando creía en el amor, cuando aún podía jugar al baloncesto y se dejo caer en el suelo. Segundos después llego la grúa y se llevo el coche, el conductor les dijo que no debían preocuparse, que mañana se pasasen por el taller para arreglar lo que fuera necesario.
-Troy estás bien-preguntó Chad preocupado
-No, no lo estoy-respondió Bolton todavía en el suelo
-Anda, vamos a comer. Es tarde y está anocheciendo-Chad lo ayudo a levantarse
-Puedo solo-espetó Troy molesto
-Lo sé. Deja que te invite a comer. Por favor Troy-soltó Chad amablemente
-Bien, solo porque tengo hambre-replicó Toy
Entonces Troy le vio el colgante de Chad, era el mismo que él tenía o había tenido antes de perderlo, era un conjunto de dos colgantes idénticos, simbolizaba un vínculo, su amistad eterna y las palabras que el psicólogo le había dicho en una de sus sesiones hicieron eco en su cabeza.
« Que habrías hecho tu en su lugar »
Que habría hecho él en su lugar, probablemente lo mismo que había hecho Chad, por eso no podía reprocharle nada. Ahora lo veía todo claro, ahora sabía que debía hacer y también recordó el día en que Gabriella lo había abandonado. Una lagrima corrió por su mejilla, lo había amado tanto hasta el punto que su corazón se había roto cuando su relación termino, por eso ahora era como era.
Troy siguió a Chad y subió al asiento del copiloto, después fueron al restaurante de Zeke, a pesar de estar algo alejado servían buena comida, tenía comida para todos los precios y además el dueño era amigo suyo. Se sentaron en una mesa y enseguida un camarero les tomo nota, en todo el camino Troy no había abierto la boca.
-Tranquilo, todo está bien-mencionó Chad
-Ehhh-soltó Troy confundido volviendo a la realidad
-Si, el colgante. Se que lo perdiste pero no pasa nada, lo tiene Sharpay-respondió Chad
-Como lo sabes-preguntó Troy alzando una ceja
-Taylor escuchó como la misma Sharpay se lo decía a London-respondió Chad
-De acuerdo, no pretendía...-
-Olvídalo, solo ve y pídeselo. Se que recuerdas lo que significan-contestó Chad
-Si y me temo que no puedo, no si quiero mantener mi trabajo en Lava Springs, no puedo acercarme a Sharpay-soltó Troy
-Desde cuando trabajas en el club y como es así-preguntó Chad frunciendo el ceño
-Necesitaban una persona para mantenimiento y me dieron el trabajo aunque al padre de Sharpay no le ha gustado en absoluto, él fue quien me dijo que no me despediría si me alejaba de ella después de que nos encarásemos-contestó Troy
-Cierto que no somos de su misma clase social pero no tiene motivos para que no le caigas bien, ¿no?-afirmó Chad
-Si los tiene. Por cierto, estás perdonado-
Troy estrechó la mano de Chad y se abrazaron como colegas, poco después el camarero les trajo su pedido. Chad sonrió, le alegraba haber recuperado a su mejor amigo, a su hermano.
-Ahora cuéntame como te va. ¿Cómo es que terminaste trabajando en Lava Springs?-preguntó Chad entre risas
-Es una larga historia pero si tienes tiempo-
Troy soltó una fuerte carcajada. Desde que había vuelto Chad no había visto a su hermano así pero no iba a quejarse, le gustaba verlo así.
-Claro que lo tengo-respondió Chad
-Esto empieza hace cinco años cuando nos fuimos a la Universidad-empezó Troy
-Fuiste a Berkeley porque Gabriella fue a Standford y así estaríais más cerca, ahí paso todo ¿no?-preguntó Chad
-Si, ocurrió poco después, allí yo estudiaría para lograr convertirme en jugador de algún equipo de la NBA-Troy soltó unas lagrimas
-Pero eso no paso evidentemente-preguntó de nuevo Chad
-No, joder cinco años y aún duele como si hubiera pasado ayer-
Chad podía ver sin que Troy le contase nada todavía que lo que le había sucedido debía ser algo tremendamente doloroso para que soltase unas lágrimas, además se veía en su rostro que aún le afectaba.
-Lo que paso tiene que ver con que rechazases ser mi ayudante como entrenador de los Linces y te pusieras de ese modo. Se que te sucedió algo, tu me contaste que tuviste problemas pero no lo que paso-soltó Chad
-Si, lo tiene-
Troy tragó saliva, ahora que había empezado terminaría de contarle, era su amigo y sabía que le apoyaría, más cuando Sharpay sin tener nada con él había reaccionado dandole un abrazo. Chad lo entendería, los dos amaban el baloncesto, por eso le revelaría la historia completa, aunque le doliera, igual que con la rubia.
Joder si dolía, dolía malditamente demasiado, parecía que había sucedido ayer y no hacía cinco años. Todo había cambiado tan rápido, todo se había desmoronado en un segundo. Ese día su vida se había ido al carajo.
-Se celebraba el partido Berkeley contra Standford, jugábamos en casa, así que como no, al enfrentarnos a su universidad, Gabriella estaba presente-Troy trago saliva-Ibamos ganando 40 a 25 en el segundo periodo hasta que me hicieron una falta y termine en el suelo. Me moría de dolor, se acercaron a mi y detuvieron el partido para llevarme a la enfermería, había que ver que tipo de lesión era, a simple vista no parecía ser grave pero yo no lo veía así. Se me nublaba la vista por el dolor pero...-
Chad simplemente escuchaba a su hermano, narrar como había sucedido todo y entre medias algunas lagrimas corrían por las mejillas de Troy.
-Pude distinguir que Gabriella estaba conmigo, me agarró la mano y me dijo que todo estaría bien, que pasaríamos por esto juntos. Entonces se confirmó lo que tanto me temía, me había destrozado la rodilla y debían operarme de urgencia. Después de pasar por quirófano Gabriella dejo los estudios para estar a mi lado y apoyarme, tuve que asistir a una larga rehabilitación, todo parecía ir bien, incluso me organizaron un partido amistoso para determinar si me había recuperado pero a los pocos minutos sentí un crujido y caí al suelo, me dolía todavía más que cuando me lesione, entonces me dijeron que se había agravado, así que me sometí a una segunda operación. Nada más informarnos de que esta vez irían con más cuidado y que necesitaría más rehabilitación, Gabriella me dijo que aún después de haber dejado los estudios, por sus buenas calificaciones el director de la universidad le había ofrecido una beca con todos los gastos pagados en un prestigiosa universidad en Roma y la había aceptado-Troy respiró hondo y continuo-Oír que se iría me rompió el corazón, estando en la habitación del hospital, antes de la segunda operación me había dicho que me amaba y que pasaríamos la vida juntos, que formaríamos una familia, que superaríamos esto pero todo era una mentira. Desde mi lesión había pasado ya un año, durante ese tiempo a pesar de los momentos duros, las noches en vela sin poder pegar ojo Gabriella había estado para mi, me había dado su cariño y yo la amaba, era mi vida, así que con lagrimas en los ojos le suplique que no se fuera, que la necesitaba, que teníamos un futuro juntos, sin embargo no le importó y cuando estaba por irse le dije que si salía por la puerta nuestra relación terminaría pero lo hizo, no sin antes decirme que me amaba y que debía hacerlo que se trataba de sus estudios. Eso terminó de romperme el corazón y me vi obligado a pasar por la rehabilitación solo, fue duro, muy duro pero dos años después me recuperé, sin embargo no puedo volver a jugar-
-Vaya no me esperaba eso de Ga...-soltó Chad
-Por favor no la nombres. No quiero saber de ella, me abandonó cuando más la necesitaba, me dejo tirado como un maldito perro sarnoso. Deje Albuquerque para estar con ella y me traiciono, si lo hubiera sabido, tu y yo habríamos ido juntos a la universidad y habríamos jugado en los Red Hawks. Pero si no eso fuera suficiente cuando trate de contárselo a mis padre no quisieron escucharme-le explicó Troy
Ahora lo entendía todo, ahora todo tenía sentido porque a pesar de los Red Hawks se habían enfrentado a Berkeley nunca había coincidido con su amigo, era por eso, por esa razón había cambiado tanto, por eso ahora era como era, por eso odiaba a Gabriella.
-No puedo imaginarme lo duro que debía ser pero se que no tuvo que ser fácil. Yo no se que sería de mi si no tuviera el baloncesto. Debiste contármelo, te habría apoyado-expuso Chad
-Me sentía traicionado que no se me paso por la cabeza contártelo. Lo siento hermano-explicó Troy
-Eso es pasado, tienes que olvidarlo, se que no es fácil pero tienes que hacerlo-le sonrió Chad
-Lo sé pero no puedo-replicó Troy
-Al menos ahora me tienes a mi y si alguna vez necesitas hablar llámame-
-Por supuesto-Troy choco los nudillos con Chad, su hermano
-Eso provoco tu ruptura con ella pero como terminaste trabajando en Lava Springs, acaso no había otro trabajo-preguntó Chad
-No encontré nada, así que me enteré sobre el puesto en Lava Springs y lo solicité, supuse que por lo sucedido con Sharpay no me lo darían pero para mi sorpresa Derby me lo dio, me dijo que esto me ayudaría a ver las cosas como eran-contestó Troy
-Un momento, ¿ver las cosas? ¿lo sucedido con Sharpay? No entiendo nada-soltó Chad frunciendo el ceño
-Si, es verdad, no lo sabes-murmuró Bolton riendo
-Taylor me contó que le dijo a Kelsi que Sharpay era madre, de gemelos pero no entiendo a que viene todo-expuso Chad
-A eso me refiero, el padre de los gemelos soy yo. Caleb y Chloe Bolton Evans-respondió Troy
-¿Qué? Estuviste con...-Chad se sorprendió por eso pero luego se dio cuenta de que era lógico que terminara pasando después de que ambos habían compartido momentos que podían encender el deseo de cualquiera y los dos eran adultos-Ya veo
-Por eso el padre de Sharpay me odia, cree que soy escoria, además después de decirle que solo quería a su hija en mi cama y no pensaba respaldarla con los gemelos-argumentó Troy
-Supongo que eso debió sentarle como una patada en los huevos-
-Lo hizo, así que me ha dado unas vacaciones hasta que Sharpay regrese a Nueva York-explicó Troy
-Así que eres padre, aunque tu no lo quisieras lo eres-respondió Chad sonriendo
-Si, lo soy y antes de el padre de Sharpay se encarase conmigo los vi, fue poco tiempo pero pude notar que soy hijos míos y tienes mis ojos azules-soltó Troy
-Unos preciosos ojos azules entonces-murmuró Chad
-Oye, ahora te has pasado al otro bando-Troy rió a carcajadas
Enseguida Chad se unió a él y le dio un pequeño codazo en el hombro a modo de camaradería, se veía a la legua que ambos se llevaban más que bien y nadie podría decir que habían estado algún tiempo peleados. Aunque todavía guardaba mucho pero que mucho rencor y aún no se había arreglado con sus padres o con el resto de los que en su tiempo de instituto había considerado amigos era un comienzo.
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Sharpay había estado dedicando tiempo a aprender como ser una buena madre, cuidando de sus dos gemelos Caleb y Chloe, sin descuidar a su hijo de cuatro patas Boi, también había tenido momentos para ella en el Spa del club o en la nueva piscina pero a pesar de que criar a dos bebes no era fácil no lo cambiaría por nada del mundo.
Después de tres meses tocaba volver Nueva York, su buena amiga London la acompañaría para ayudarla con los pequeños mientras se instalaban en la nueva casa en la que viviría con sus pequeños. Vince había viajado unos días atrás para comprarla y encargarse de que tuviera no necesario pero ya había regresado para poder despedirse de su princesita, aunque iría a visitarla siempre que pudiese. Además de ayudar a la rubia, la asiática aprovecharía para pasar unos días con ella, así que Sharpay embaló todo lo que iba a llevarse con las cosas de los niños que su padre no pudo porque las necesitaba, luego se encontró con London en la puerta de su casa.
En cuanto llegaron al aeropuerto se despidieron de todos y entraron para facturar su maletas ya que los billetes ya los habían comprado hacía unos días, mientras esperaban a que saliera su vuelo fueron a comer algo.
-Sharpay...-
Ambas se giraron para ver de que era esa dulce y potente voz, vieron al guapo doctor Wesley frente a ellas con una sonrisa, como no estaba en su consulta vestía una camisa azul con los tres primeros botones desabrochados dejando ver su pecho, vaqueros negros y botas negras. Así sin sus ropas de médico se veía muy sexy y varonil pero Sharpay pensó que no podía compararse con Troy Bolton.
-Hola ¿Qué hacen dos mujeres tan hermosas aquí?-preguntó el doctor Wesley
-Hola Paul, estábamos tomando algo mientras no sale nuestro vuelo-respondió Sharpay
-Estés son los pequeños...-El doctor Wesley desvió su vista a los dos bebés
-Si, Caleb y Chloe-afirmó Sharpay sonriendo
-Bonitos nombres, se ven adorables, supongo se parecen a su padre. Por cierto, no está con ustedes-preguntó con cierta curiosidad el doctor Wesley
London observaba con disimulo al guapo doctor mientras jugaba con los pequeños
-No, él... bueno...-
-Ya veo, eso no es asunto mío. Entonces a donde van-sonrió el doctor Wesley
-A Nueva York, vivo allí. Vine unos días pero al final bueno me quede más de lo que tenía previsto-explicó Sharpay
-Diría que es una casualidad pero no creo en ellas-expuso el doctor Wesley
-Eso por que-preguntó London
-Pues porque yo también voy a Nueva York. Mi madre vive allí con mi hermano pequeño y voy a visitarles-contestó el doctor Wesley
-Quizás podamos quedar algún día mientras esté allí, ¿verdad London?-argumentó Sharpay
-Si.. si claro-se apresuró a decir London
-Bueno, Paul, naciste en Nueva York, como decidiste hacerte obstetra-preguntó Sharpay
-Decidí hacerme obstetra porque una de las hermanas de mi madre murió mientras daba a luz cuando yo tenía 6 años, además mi padre había muerto hacía unos meses, entonces mi madre me trajo aquí hasta que cumplí los 15 y regresé a vivir con mi tía, por lo que se fue profesora vuestra-respondió el doctor Wesley
-Entonces naciste aquí, en Albuquerque-
-Si, así es, mi madre y su hermana pequeña, es decir mi tía vivieron aquí toda su vida, salvo que nos trasladamos a Nueva York-afirmó el doctor Wesley
-Un momento, dijiste que tu tía fue profesora nuestra-soltó London frunciendo el ceño
-Si, además es la directora del club de arte dramático en East High-explicó el doctor Wesley
-Espera te refieres a Miss Darbus-
-La misma-asintió el doctor Wesley
-Es una de las mejores profesoras que he tenido-expuso Sharpay
-Quien lo diría, tu obstetra sobrino de tu profesora-inquirió London
Entonces por los altavoces anunciaron que el vuelo con destino a Nueva York estaba por salir y los pasajeros ya podían embarcar. Era su vuelo, los tres caminaron hasta la puerta de embarque y subieron al avión.
Horas más tarde el avión aterrizó en suelo neoyorquino, el guapo doctor las acompañó hasta la puerta y se despidieron pero no sin antes de que Sharpay le diera la dirección de su casa para que algún día se pasase a hacerles una visita.
Por fin estaba de vuelta, aunque no era como se imaginaba, le esperaban muchos cambios pero valía la pena, saldría adelante ella sola con sus dos pequeños, Caleb y Chloe, su dos tesoros, por ellos, porque aún a pesar de como habían llegado a su vida los amaba con todo su corazón.
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Troy salía de su nuevo trabajo dirección a su casa, había sido un día agotador pero merecía la pena a final de mes, no era el trabajo soñado pero estaba bien pagado y le daba para cubrir sus gastos, además tenía un nuevo proyecto para su casa, ya que iba a hacer una remodelación para añadir varias cosas que hasta ese momento no se había preocupado de arreglar.
Aunque aún albergaba mucho odio y resentimiento, haber recuperado a su hermano y contarle lo de su lesión le había aliviado una pequeña parte pero aún seguía sin tener intención de comprometerse, sin embargo después de varias charlas con Chad y su mujer Taylor se estaba planteando buscar a Sharpay para poder pasar tiempo con sus hijos aún sabiendo que no tendría nada con ella pero tampoco quería, siempre y cuando fuera algo más que sexo, que era lo que él quería, solo la vería por los niños si al final decidía tener contacto con la hermosa Sharpay.
Nada más aparcar su camioneta y bajarse del coche Troy vio a alguien esperando frente a la puerta de su casa, ¿quién podía ser? ¿Qué era lo que podía querer de él?
Troy se acercó y vio que se trataba de Gabriella pero no parecía ser la misma chica, sabía que había cambiado pero no tanto, estaba casi irreconocible, además tenía muy mala cara, unas visibles ojeras y signos de haber llorado.
« Por el amor de Dios »
¿Qué le habría pasado a Gabriella Montez para que estuviera así? Se preguntó Troy, ya no tenía ese aspecto de chica dulce e inocente, ahora tenía un aspecto aterrador, intimidante, aunque al lado de un hombre como Troy Bolton no parecía tan amenazadora.
-Gabriella de verdad eres...-soltó Troy frío
-Si, la misma. Bueno no exactamente-espetó Gabriella
-Entonces es verdad lo que he oído-preguntó Troy
Aunque no quería saber nada de ella, sentía curiosidad por como una chica como Gabriella había acabado de esa forma
-Si, mi ex Jared. Él anda metido en malas compañías, me dijo que si no estaba con él te haría daño y acepté pero me he cansado de eso-contestó Gabriella
-Ya veo-soltó Troy
-Me arrepiento de lo que hice-le explicó Gabriella tratando de acariciar la mejilla a Troy
-No me toques Gabriella, por favor-replicó Troy
-Desearía estar tanto en el lugar de esa estúpida rubia y tener hijos contigo. Los dos hablamos de un día tener...-espetó Gabriella
-No hables así de Sharpay, ella no es como tu te piensas-le reprochó enfadado Bolton
-Te Amo Troy. Nunca he dejado de amarte-murmuró Gabriella con los ojos llorosos
-Eso es lo que creía pero nunca me amaste, sin embargo yo si. Si lo hicieras no me habrías abandonado cuando más te necesitaba-espetó un muy furioso Troy
-Por favor, Troy. Vuelve conmigo-suplicó Gabriella
-Es coña ¿no?-preguntó Troy frunciendo el ceño
-No, quiero que volvamos a estar juntos-sollozó Gabriella
-Deja de lloriquear, lo nuestro termino. No deseo volver contigo. Joder Gabriella. Me rompiste el corazón, yo te amaba-escupió Troy hecho una furia
-Troy...-
-Ni lo intentes, ni borracho volvería contigo Gabriella. Carajo deja de aparecerte en mi vida. Ya has hecho suficiente-
-¿Qué tiene esa estúpida de Sharpay para que ahora comas los vientos por ella? Ella te gusta, la quieres-preguntó Gabriella algo molesta
-Eso no es asunto tuyo y no como los vientos por Sharpay, ni siquiera me gusta. Admito que es una mujer hermosa pero lo único que quiero de ella es tenerla en mi cama-soltó Troy apretando los puños-Por cierto, ni se te ocurra volver a insultarla
-Lo siento, de verdad que lo siento-argumentó Gabriella
-Crees que con eso es suficiente. Pues lo siento pero no. Cuanto más lejos de ti mejor, tanto te cuesta entenderlo-soltó Troy con rabia
Troy estaba cansado de aguantar que Gabriella le jurase que lo amaba y que estaba arrepentida por lo que había hecho pero eso no iba a cambiar nada. ¿Por qué no podía dejarlo en paz de una maldita vez? ¿Acaso quería hacerle más daño? No era suficiente con lo que habían pasado, estaba claro que para la morena no pero si para Troy.
Estaba por continuar su corto camino a casa cuando de repente Gabriella se desplomó en el suelo, fue entonces cuando Troy se percató de que estaba sangrando. Troy no quería saber de ella pero tampoco quería que la morena muriera, simplemente que hiciera su vida, fuera como fuera.
Troy llevo a Gabriella al hospital y se aseguro de que estuviese en buenas manos, ya no sería el mismo de antes pero tampoco era un monstruo insensible.
« Después de lo que te hizo a un te importa»
« Eres un imbécil »
Gabriella no merece que te preocupes por ella, es todo lo opuesto a Sharpay, cierto que ambas crecieron en ambientes distintos pero aún así la rubia era mejor. No porque fuera rica sino porque a pesar de ser vanidosa, a veces algo fría y con un carácter de mil demonios pero era mejor persona, Sharpay no habría hecho lo que hizo Gabriella pero en el fondo aún sentía algo por ella, había sido primer gran amor y habían tenido una relación intensa.
Aunque tampoco podía pasar por alto que existía algo de afecto hacia la preciosa Sharpay pero no la amaba, no podía amarla.
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