Cambios. Renovaciones

En cuanto las chicas terminaron de contarles lo sucedido durante el secuestro Troy se levantó del sofá de un golpe. Desde luego estaba furioso y echaba humo, Mike también pero ni punto de comparación a como estaba el ojiazul.

Como habían sido capaces de tratarlas de eso modo, sobre todo Peyton y Peter que las habían tomado a la fuerza, Troy sentía una ira incontrolada, estaba decidido que pagaran. Tampoco podía olvidarse de Sami, ella era la que había planeado todo para atacarlas por ser valiosas para el ojiazul.

Troy estuvo dando vueltas por la sala histérico, no se aguantaba del cabreo que tenía encima, después de un rato salió de la casa dando un fuerte portazo. No estaba seguro de poder obtener respuestas pero al menos lo intentaría. El ojiazul fue a la cárcel a ver a Jared, el responsable de su atropello y el accidente de Sharpay y sus hijos algún tiempo atrás, ese había sido el motivo por él que estaba allí ahora.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Jared de mala gana

-Solo hablar. ¿Quería saber si sabes de Sami, Peter y Peyton?-respondió Troy

-Ya veo-rió Jared

-Vas a decirme o no-soltó Troy

-Porque iba a saber de eso-expuso Jared

-Te aliaste una vez con ellos-comentó Troy

-Si lo hice pero te recuerdo que estoy en la cárcel y no se nada de lo que puedan o hallan podido hacer-dijo Jared

-De acuerdo-

-Solo quiero añadir que me alegra lo que quiera que hiciera y que es por lo que estas aquí-Jared alzo la cabeza-Te lo mereces, tu hermosa mujer es una zorra que solo te busca por el sexo-Se relamió los labios-Debe ser exquisita, yo le haría de todo. Eres un hombre afortunado amigo-

-Yo te mato...-bufó Troy

Inmediatamente después Troy se abalanzó sobre Jared, podía escuchar cualquier cosa pero no que insultaran a su mujer y mucho menos de esa manera. El ojiazul lo golpeo con rabia, no lo soltaba hasta que varios guardias los separaron, Jared tenía la cara ensangrentada y Troy los puños con los rastros de la sangre de su víctima.

Después se lo llevaron a la comisaría detenido por atacar a Jared, no lo arrestarían pero si le harían pasar una noche en los calabozos. Aunque él se lo hubiera buscado no tendría que haber saltado de ese modo.

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Eran ya las once de la noche y Sharpay estaba preocupada porque no sabía nada de Troy, desde que se había ido hacía unas horas no lo había vuelto a ver. Además no respondía a su teléfono, lo que no hizo sino preocuparla más. Pensó en llamar a alguien pero era tarde y no quería ser una molestia, estaba por ir a su habitación cuando vio a Caleb aparecer en la cocina con su gigante oso polar.

-¿Qué sucede swettie? Deberías estar durmiendo-dijo Sharpay

-¿Dónde está papá? ¿Por qué no vino a darnos las buenas noches?-preguntó Caleb con tristeza

Sharpay tragó saliva, que iba a decirle, ni siquiera ella sabía donde estaba Troy, de lo que si estaba segura es de que tenía que tranquilizar a su hijo. Sino no podría dormir, puso a trabajar las ideas y se le ocurrió decirle que su tía estaba malita. Eso tranquilizo al pequeño un poco, al menos para que se fuera a dormir.

Sharpay subió a la habitación, el pequeño Aaron de cinco meses dormía en su cunita. Así se veía adorable, tan adorable como su marido, no por algo él era el padre. La rubia dio beso en la frente a su bebé y se acostó en la cama, intento conciliar el sueño pero cada vez que cerraba los ojos las imágenes de Peyton abusando de ella aparecían en su memoria.

Y lo peor era que no sabía nada de Troy, ¿y si había ido por Peyton? ¿y si le había pasado algo? El pánico la embargo, después de lo del secuestro no podía soportar perder a su marido, eso la mataría. Troy se había portado maravillosamente con ella aún cuando últimamente lo había estado evitando. El ojiazul podía tener un aspecto de gradullón y hasta podía llegar a intimidar pero era todo un pedazo de pan incapaz de hacer daño a alguien de manera deliberada. Aunque si era necesario podía sacar carácter, además de fuerza bruta.

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Pasar la noche en los calabozos de la comisaría no era nada agradable, sobre todo porque no tenía a su hermosa mujer y sus tres hijos, los gemelos Caleb y Chloe y el pequeño Aaron. Solo quería ir a casa y abrazarles, seguro estarían preocupados por él.

Un oficial abrió la puerta y le dijo que lo acompañase, Troy no puso objeción porque quería salir de allí lo antes posible para ver a su familia. El ojiazul creyó que le devolvería sus pertenencias para poder marcharse pero no fue así, en realidad lo llevaron a la sala de interrogatorios de la comisaría, lo que le pareció extraño.

¿Qué era lo que estaba pasando? ¿por qué no podía irse todavía? Ya había pasado la noche en los calabazos y se suponía que ahora era libre para irse a casa.

-Troy Bolton-pronunció el oficial y se puso a sus espaldas-Queda detenido por el asesinato de Jared Ortiz-

-¿Qué? Pero si yo no... bueno le pegue pero eso es todo-dijo Troy

-Y esa es la causa de su muerte, así que queda detenido. Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga serás utilizado en su contra en un tribunal y tiene derecho a un abogado, sino puede costearlo se le asignará uno de oficio-le explicó el oficial

-Puedo hacer una llamada-preguntó Troy

-Si, claro. Vamos-respondió el oficial

El oficial llevó a Troy al teléfono de su oficina y salió fuera para que el ojiazul pudiera hablar con quien quería llamar. Marcó el número y esperó a que el destinatario cogiera el teléfono, a los tres tonos contestaron.

-Diga-dijeron del otro lado de la línea

-Chad-dijo Troy

-Que hay colega-dijo Chad

-Necesito tu ayuda-dijo Troy

-Si, claro ¿qué pasa?-preguntó Chad

-Me han detenido...-

-¿Qué? ¿Cómo?-dijo Chad sorprendido

-Ayer fui a ver a Jared, él insulto a Sharpay y le pegue. Me acusan de su asesinato-explicó Troy

-No puede ser, entiendo que le pegases pero no me creo que lo matases por muchas razones que tengas-añadió Chad

-Y no lo hice, me llevaron una noche a los calabozos por pegarle en la sala de visitas en la cárcel. Fue entonces cuando me detuvieron y me enteré, cuando lo deje estaba vivo-dijo Troy

-Vale y que quieres que haga-preguntó Chad

-Para empezar avisarle a Sharpay, no quiero que se preocupe por mi. Después haz lo que tengas que hacer pero yo no mate a Jared, aunque tuviera motivos para hacerlo-respondió Troy

-De acuerdo, yo me encargo-dijo Chad

-Confío en ti colega-dijo Troy

Nada más terminar la llamada el oficial entró y le puso a Troy las esposas para llevarlo a prisión, a diferencia de la anterior ocasión no tendría juicio, sino que sería enviado en la cárcel en la que debía pasar 10 años por asesinato en primero grado sin posibilidad de libertad condicional. Eso para Troy fue un mazazo, no porque tuviera miedo o algo así, sino porque eso suponía estar lejos de su mujer y sus tres hijos. Se perdería tantas cosas de la vida de sus pequeños, quería esta vez poder ver los primeros pasos de Aaron, cuando dijera su primera palabra, todas esas cosas que se había perdido de los gemelos.

Troy hizo caso a las ordenes del oficial y espero esposado a que llegara el furgón que lo llevaría a la prisión federal. Ya había estado allí antes pero esta vez estaba aterrado por entrar, quería estar con su mujer y apoyarla con lo sucedido durante su secuestro. Al cabo de un rato Sharpay llegó con Caleb en el brazos y con Chloe de la mano, Troy sonrió pero también se sorprendió.

-Papi-gritó Caleb a ver a Troy

Inmediatamente quiso bajar de los brazos de su madre para correr hasta su padre, Troy se agachó y le sonrió.

-¿Dónde fuiste? Nos quieres verdad-dijo Caleb

-Claro que os quiero, os amo mis dos amores-dijo Troy, quería abrazarlo pero estando esposado no le era posible-Salí a hacer unos recados, se me hizo tarde, así que me quede con los abuelos a dormir, no quería llegar y despertarlos-

-Quiero ir a jugar al parque. Podemos ir-preguntó Chloe acercándose a su padre

-Me gustaría, mi princesa pero...-empezó a decir Troy

El oficial se acercó y le quito las esposas, luego se alejo un poco para que pudiera hablar con sus hijos. Los gemelos no entendían que era lo que estaba pasando con su padre y pensaban que se iría con ellos a casa.

-Venid aquí mis pequeños-sonrió Troy y los niños lo abrazaron, el ojizul los rodeo con sus brazos-Os amo-

-Ahora podemos ir a jugar. Podemos papi, podemos ir los cuatro y también Aaron-dijo Caleb

-Si, papi. Porfa, podemos ir-preguntó Chloe

-Claro pero yo no puedo acompañaros-respondió Troy

-¿Por qué?-preguntó esta vez Caleb

-Tengo cosas que hacer. Estaré unos días fuera-le respondió Troy

-Vas a volver-

-Claro que si mis pequeños. Jamás os abandonaría, ni a mamá, ni a Aaron-

-Quiero ir contigo-sollozó Caleb

-Yo también-sollozó también Chloe

-Me gustaría pero...-

Entonces los dos pequeños se pusieron a patalear y a llorar, querían estar con su padre, con su familia al completo. Después se abrazaron a la pierna de Troy con fuerza, trataron de que lo soltaran porque ya debía marcharse pero nada, así que como uno caso especial permitieron que los niños lo acompañasen.

Llevaron a Troy al modulo de ingresos, el ojiazul llevaba a Caleb y Chloe en brazos, uno a cada lado. Ambos niños iban la mar de contentos, adoraban a su padre, querían también a su madre pero con Troy tenían una conexión especial. Pasaron varias horas hasta que los pequeños por fin se durmieron y Sharpay pudo despedirse de su marido, no sin antes susurrarle al oído: "Te amo. Se fuerte, te prometo que haré lo que sea necesario para sacarte de aquí. Nuestros hijos te necesitan, yo te necesito", después regreso a casa con sus hijos.

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Troy ya llevaba una semana en la prisión federal, en ese poco tiempo lo habían visitado, no solo sus padres, sino también sus amigos, sin olvidar a Sharpay y los pequeños pero había una persona que no había ido a verle aún. Su hermana pequeña, no sabía nada de ella y eso le preocupaba, tenía miedo de que hubiera podido hacer alguna tontería.

-Tienes visita-dijo el guardia de seguridad a Troy

-¿Quién es?-preguntó Troy

-No ha querido decirlo pero es una mujer-respondió el guardia de seguridad mientras lo llevaba a la sala de visitas

El guardia le quito las esposas y luego salió de la habitación, Troy reparó en la mujer, le daba la espalda pero sabía de quien se trataba.

-Alessandra-

-Troy...-

Alessandra corrió a abrazarlo, el ojiazul la rodeo con sus brazos y entonces su hermana estalló en llanto. Troy sintió una punzada de dolor, no soportaba verla así y dejo que se desahogase, sabía que lo había estado pasando fatal. Todavía lo hacía pero esperaba que poco a poco fuera mejorando.

-Ya te sientes mejor hermanita-preguntó Troy

-Si pero...-respondió Alessandra

-Tranquila, todo estará bien. Ni yo ni Mike dejaremos que te vuelvan a hacer daño-dijo Troy sonriendo

-Yo... yo...-sollozó Alessandra

-Shhhh, todo estará bien-Troy le acarició la mejilla-Ya paso-

Entonces de repente como si algo hubiera saltado Alessandra se puso histérica y se alejó de Troy a la velocidad del rayo. El ojiazul intento acercarse despacio para calmarla pero su hermana no se lo permitió, ahí entró el guardia. Había visto lo sucedido y agarró a Alessandra para sacarla de la sala de visitas.

-Suéltame, suéltame-gritó Alessandra forcejando con el guardia

-No, deja de patalear-dijo el guardia

-Suéltame, suéltame. Que me suelte-volvió a gritar Alessandra

Troy se acercó y empujo al guardia para que soltara a su hermana pero no lo hizo, luego le grito que la dejara en paz. Al final el guardia soltó a Alessandra y ella corrió a abrazar a Troy, el ojiazul la contuvo, entonces le susurró al oído: "Tranquila hermanita. No dejaré que nadie te haga daño, siempre voy a protegerte". Su hermana le beso la mejilla y hablaron un rato más de lo que iba a pasar bajo la supervisión del guardia. Después Alessandra se marchó y Troy regresó a su celda mientras maldecía a Peter todo lo que pudo y más, si se cruzaba con ese cabrón desgraciado iba a enterarse de quien era Troy Bolton.

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Ya habían pasado dos semanas desde que Troy había sido detenido y llevado a prisión, Sharpay estaba mejor. Ese tiempo le había servido para ir poco a poco superando lo sucedido durante el secuestro. Sharpay sabía que nunca lo olvidaría por completo por mucho tiempo que pasase pero no dejaría que eso controlase su vida.

También aprovecho para hacer unos pequeños cambios en la casa, más que nada estéticos, le dio un nuevo aire a su habitación y diseño por fin la habitación del pequeño Aaron que hasta ese momento estaba durmiendo en la cuna que usaban los gemelos cuando eran unos bebés, sin siquiera tener su propia habitación, aunque aún dormiría con ellos pero cuando creciera la tendría lista.

Caleb y Chloe estaban ilusionados porque por fin su padre regresaría a casa con ellos, se había descubierto que Jared había planeado su propia muerte que se lo culpara a Troy para que uno de sus compinches pudiera llevar a cabo la operación de terminar con la vida del ojiazul en una pelea entre reclusos. Sin embargo ahora que sabían la verdad Troy había sido puesto en libertad y sin ningún cargo, por lo que podía volver con sus hijos y su esposa a casa.

Sharpay esperaba impaciente a su marido a la salida de la prisión mientras que cargaba a su pequeño a Aaron, los gemelos corrían a su alrededor. Troy salió con la chaqueta a sus espaldas, Caleb corrió hacía su padre nada más verle y detrás iba Chloe. El ojiazul se agachó y los recibió en sus brazos, los había extrañado y eso que habían ido a verlo en varias ocasiones. Troy los cargo y los niños sonrieron como locos, Sharpay tampoco podía dejar de sonreír, amaba a su pequeña familia. Era una mujer afortunada de tenerlos, el ojiazul la beso en la mejilla para que no se sintiera amenazada, sabía que aún no estaría lista para tener intimidad con él y no quería presionarla, después beso la frente de su pequeño Aaron quien dormía plácidamente en brazos de su madre.

De camino a casa pasaron por una juguetería para comprarle algo a los gemelos, Troy quería compensarles estas semanas que no pudo estar con ellos, aunque no había sido su culpa. Después regresaron a casa y se encontraron con un preocupado Mike en la puerta, estaba bastante angustiado. Sharpay se llevó a los niños dentro mientras que Troy se quedaba a hablar con Mike.

-¿Qué sucede?-preguntó Troy

-Ale no aparece-respondió Mike

-¿Qué?-

-Le hemos buscado pero nada y quizás tu puedas encontrarla, parece confiar en ti porque a mi no me deja ni acercarme a ella-explicó Mike

-De acuerdo yo me encargo de eso. No te preocupes-dijo Troy

-Gracias amigo-dijo Mike

Troy choco los puños con Mike y se fue en busca de su hermana, entendía que no lo estuviera pasando bien y que fuera difícil pero debía ayudarla. No solo porque eran familia, sino porque la quería y sus hijos la echarían de menos si algo le pasaba. La conocía lo suficiente como para saber donde podía estar, cuando se sentía mal siempre le gustaba ir a la playa, así que era muy probable que estuviera allí. 

No se equivocaba porque la vio sentada cerca de la orilla viendo al mar, con tranquilidad se acercó a su hermana, pudo notar que estaba llorando porque se oían sollozos.

-Puedo sentarme-preguntó Troy, no espero respuesta y lo hizo-Ale...-

-Troy...-

Alessandra lo miro, tenía los ojos hinchados y la nariz roja de haber estado llorando, el ojiazul le abrazo fuerte, odiaba verla así. Tanto como ver a su mujer igual, era su hermanita pequeña y no quería que estuviera mal.

-Tranquila-

-Tengo miedo-dijo Alessandra mientras Troy le acariciaba el pelo

-¿De qué? Nadie va a hacerte daño-preguntó Troy

-Mike, yo no... me aterra que...-respondió Alessandra

-Entiendo pero él jamas te haría daño. Te ama, antes se corta las venas que verte sufrir-sonrió Troy-Si te sientes más cómoda, puedes quedarte unos días en mi casa-

-Sería que te quedes en casa con nosotros-dijo Alessandra

-Lo que quieras hermanita-sonrió Troy

-Eres el mejor hermano del mundo. Te quiero-dijo Alessandra

-Yo también te quiero pequeñaja-Troy la beso en la frente-Volvamos, todos están preocupados por ti-

Alessandra asintió y Troy la llevó a su coche, antes de ir a casa irían a comer, quería que se calmase, notaba que aún no estaba tranquila del todo. Después de una comida de hermanos fueron camino al coche y se tropezaron con Peter. Inmediatamente Alessandra se puso a temblar, tenía miedo de ese hombre que había sido su marido por tanto tiempo y que era el padre de sus hijos. Troy la vio y le hirvió la sangre ese mal nacido era el causante de que su hermana estuviera así ahora.

-Vaya pero si es el perro Bolton-escupió Peter con sorna

-Aquí el perro eres tu... ni te mereces que te llamen hombre-bufó Troy

-Eres un... un maldito, me divertí mucho tomando a tu dulce hermanita. Fue una delicia oírla gritar-bramó Peter

-Te voy a machacar hijo de puta-grito Troy y corrió hacía él-Yo te mato-

Troy se enzarzo en una tremenda pelea con Peter, los dos eran fuertes pero se podía ver que el ojiazul lo era más porque no dejaba que su oponente le golpeara. Sin embargo al cabo de un rato recibiendo golpes Peter se zafó y le propinó un tremendo puñetazo que lo dejo un poco mareado. El ex marido de Alessandra aprovechó para huir mientras que Troy estaba sentado en el suelo, lo veía todo borroso y sentía que iba a vomitar, trato de ponerse en pie pero no fue capaz.

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