Extra.

(Setsuna)

Desde que su madre les había anunciado que asistirían a un nuevo preescolar, ambas se sentían un poco nerviosas. El temor de no encontrar nuevos amigos era difícil de ignorar, pero decidieron no demostrarlo frente a su madre. Sabían cuánto se estaba esforzando para que tuvieran una mejor educación y una vida más cómoda. La noche anterior, su abuela había intentado tranquilizarlas, contándoles lo maravilloso que sería estar en un nuevo lugar. Sin embargo, la incertidumbre aún persistía en sus pequeños corazones.

Esa mañana, mientras tomaba sus pastillas con la rutina de siempre, Setsuna observaba cómo su madre trataba de domar el cabello rebelde de su hermana gemela, Towa. Cuando terminó, Towa salió corriendo hacia ella con una media cola en el cabello, emocionada por avisarle que era su turno. Setsuna se dejó peinar con paciencia, quedando con dos pequeños ganchitos a cada lado y el cabello suelto que resaltaba su expresión dulce y adorable. Mientras tanto, su abuela terminaba de alistarse para llevarlas al preescolar.

El camino al nuevo preescolar estuvo lleno de expectativas y silencios. Al llegar, una amable maestra las recibió con una sonrisa cálida y las condujo a un salón pequeño, decorado con mariposas de colores brillantes. El espacio era claro y acogedor, transmitiendo una sensación de calma. La maestra llamó la atención del aula y se dispuso a presentarlas.

—Tengo el agrado de presentarles a dos nuevas compañeritas —anunció con voz suave, sonriendo mientras decía sus nombres—. Ellas son Towa y Setsuna.

Ambas niñas sentían los nervios a flor de piel, pero la confianza innata de Towa les dio fuerza para no rendirse. La maestra buscó un lugar donde pudieran sentarse, y justo en ese momento, una niña de cabello recogido en una cola alta saltó de su asiento, levantando la mano con entusiasmo.

—¡Aquí hay dos espacios! —exclamó, señalando los asientos a su lado.

La maestra captó rápidamente la idea y las dirigió hacia allí. La energía de la niña pareció contagiarles algo de tranquilidad. Esa misma mañana, sus compañeros las recibieron con amabilidad, lo que ayudó a que el nerviosismo inicial se desvaneciera poco a poco. En especial, aquella niña de la cola alta, que no tardó en proclamar a ambas como sus nuevas mejores amigas.

—Me llamo Moroha Taisho —dijo la niña con una sonrisa traviesa, un nombre que parecía despertar cierta curiosidad y respeto entre los demás niños.

Para Towa y Setsuna, sin embargo, Moroha resultó encantadora, y en cuestión de horas se convirtió en su primera amiga.

—Entonces, ¿ustedes son gemelas? —preguntó Moroha con ojos brillantes, mientras las miraba con interés—. ¿Y su apellido es Nishimoto?

—Sí —respondieron las gemelas al unísono, asintiendo con una pequeña sonrisa.

—¿Y tú te apellidas Taisho, verdad? —preguntó Setsuna con curiosidad.

—¡Así es! —afirmó Moroha con entusiasmo mientras continuaban conversando de una y otra cosa, llenando el salón de risas infantiles y comenzando lo que parecía ser una amistad especial.

Nota.

Estos son capítulos extras ,que serán narrados por Towa o Setsuna o otros personajes que sean necesarios .pero en especial de ellas.