Capítulo 40: "Revelaciones" (2/2)

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
 

Pov's Matt 

 
—Hola, Amelia —Digo llegando a su escritorio ella me sonríe.  
 
 — Hola, Matt —Saluda amablemente La castaña. 
 
—Podrías cancelar mis citas de hoy, viene Melissa, necesito hablar con ella —Murmuro apoyándome en su escritorio dándole la espalda, escucho que ella teclea en su computadora. Me quedo mirando a las personas trabajando hasta que Amelia me dice que está todo arreglado, luego de un rato de hablar entro a mi oficina, prendo la luz dejando mi maletín y mi saco colgados en el perchero junto a la puerta.  
 
Me ciento en mi silla detrás del escritorio y estiro mi brazo para prender mi computadora, mientras espero que se prenda me recuesto sobre el respaldo de mi silla, anoche me había quedado hasta tarde hablando con Williams mi abogado por teléfono sobre todo lo del nuevo contrato, luego de que lleguemos a un acuerdo con Melissa hoy debemos reunir a nuestros abogados para que hagan el papeleo para presentárselo al presidente de la empresa, en este caso mi padre y en unos días poder firmarlo.  
 
Suspiro y restriego mis ojos me estaba quedando dormido no había ayudado de mucho el cambio de habitación, no lograba acostumbrarme a ella, pero dentro de todo eso, había algo más que no me dejaba conciliar el sueño mis pensamientos, esos que me recordaban que lo pude tener todo, pero no luche por ello.  
 
—Mierda —Murmuro cuando mi mirada cae en el portarretrato sobre mi escritorio, todavía estaba allí y no sabía si tenía el valor de sacarlo ¿Debería hacerlo? La foto de su graduación, recuerdo que tenerla a ella en mi escritorio hacía que mi corazón se acelerara; cuando estaba teniendo un mal día solo me hacía falta mirar la felicidad retratada en su rostro para que todo valiera la pena, pero hoy ver esa foto que tanto me movía antes me traía toda una combinación de emociones en su mayoría negativas, estaba dolido y aun así no dejaba de quererla y eso era lo que más me molestaba.  
 
Aun sabiendo que la sigo amando no puedo perdonarla, no hasta que mi corazón sane, no me siento preparado para mirarla a los ojos, no puedo mantener una conversación con ella simplemente no me sale.  
 
Cielito, cielito, la panza esta cada día más grande, no puedo evitar sentir una conexión con ella, es mi princesa, mi cielito, la única que con solo pensarla me saca una sonrisa , es lo único bueno en esta situación y en mi vida en este momento. Salgo de mis pensamientos cuando siento mi teléfono vibrar en mi bolsillo.  
 
—Hola —Digo descolgando el teléfono, inconscientemente comienzo a sacarme la corbata, a esa cosa la odiaba por lo que cuando estaba en mi oficina siempre me la sacaba.  
 
—Hola, hijo —Dice mi padre del otro lado de la línea, su voz hasta parece alegre, la última charla que tuvimos mejoro las cosas entre los dos, más que me haya pedido disculpas, él no sabe todavía sobre el nuevo contrato, se lo vamos a presentar una vez que este todo terminado.  

—¿Sucede algo? —Pregunto un poco confundido estas son las horas que le dedica a mi madre, hace un tiempo cuando yo empecé a trabajar como vicepresidente de la empresa y que pude quedarme a cargo más horas, mi madre y él llegaron a un acuerdo para pasar más tiempo juntos, mi madre se quejaba mucho de que papá pasaba muchas horas en el trabajo por lo que él solía venir solo unas horas a mitad de mañana, siendo el presidente solo tiene que supervisar lo que yo ya supervise, supongo que todos estos años "a cargo" me servirán para el día que sea el presidente.  
 
—Liam dice que quiere que lo pases a buscar a la escuela quiere conocer a su sobrino —En las últimas dos semanas tengo más contacto con mis padres ya que siempre me preguntan por cielito y por como vienen el embarazo, me alegra mucho que hayan aceptado tan bien la noticia, hasta podría decir que están ansiosos con la idea de tener un bebé en la casa de vez en cuando.  
 
—Okey ¿a qué hora sale? —Digo contento, hace mucho no venía mi hermanito a visitarme, antes cuando todavía vivía en casa solía ir a buscarlo a la escuela siempre, ahora se me complica un poco más ya que su escuela está alejada de la ciudad. Mi padre me pasa el horario y el resto de la conversación es sobre mi madre y como estaba todo en casa.  
 
Una vez que prendió mi computador comienzo a supervisar el trabajo de mis empleados y responder mails.  

. . .  
 

Miro mi reloj cuando ya pasan de las doce hace veinte minutos que Melissa debería de haber llegado, me levanto de la silla y agarro mi corbata la cual estaba en mi escritorio para ponérmela, no podía salir como se me daba la gana, tenía que estar bien vestido.  
 
—Amelia podrías llamar a Melissa —Digo al mismo tiempo que abro la puerta de mi oficina encontrándome con la anaranjada cabellera de Melissa, ella está dándome la espalda. Miro sorprendido a la cabeza que se asoma por encima del hombro de Melissa quien se da vuelta para sonreírme.  
 
—Aquí estoy —Dice Melissa rompiendo el silencio que se había creado, inevitablemente mis ojos van a la pelinegra detrás de ella, echándole un pequeño vistazo a cielito, solo puedo pensar dos cosas.  
 
¿Qué hace aquí? ¿Y por qué se ve tan malditamente hermosa con el embarazo?  
 
Mi mirada pasa por las otras dos personas que siguen paradas en silencio, Amelia tiene una de sus manos sobre el vientre de Lía, sobre mi hija, ella no lo sabe, en realidad nadie de la empresa lo sabe ya que fueron días muy complicados en la empresa por todo lo del contrato nuevo y eso no tuve tiempo ni cabeza.  
 
—Amelia —Digo llamando su atención —No había tenido oportunidad de decírtelo —Hablo acercándome a ellas —Te presento a mi hija —Digo orgulloso, la mirada de Amelia se reparte entre Lía y yo confundida.  

—Felicidades —Dice al fin después de un rato, casi por acto reflejo me acerco a Lía mirando su vientre, ahí está mi bebé nuestro bebé, estiro mi mano tocándolo.  
 
—Yo... ya me iba tengo que seguir trabajando —Dice Lía separándose un poco sobresaltada seguramente por mi contacto  —Adiós —Susurra dándose la vuelta para desaparecer rápidamente de mi campo de visión.  
 
—Mis chiquitos —Dice Amelia abanicándose la cara con sus manos, podía ver sus ojos llorosos. Me doy vuelta mirándola mientras sonrió un poco.  
 
—Ey no llores, es algo por lo que hay que estar felices —Digo acercándome para tomar sus manos.  
 
—Lo sé, es una muy bonita noticia —Dice ella limpiando sus ojos impidiendo que se le escape alguna lagrima —Ver a mis chiquitos tan grandes —Dice ella sentimental, no me molestaba contárselo a ella porque sabía que no iba a indagar en la situación que iba a respetar lo que le contemos.  
 
—Lamento interrumpir el momento, pero necesitamos organizarnos para patear traseros —Dice Melissa haciendo que me ría.  
 
—Sí, lo siento —Dice Amelia a lo que yo niego haciéndole saber que no se tiene que disculpar.  
 
—Bueno ¿entramos? —Pregunto a Melissa que asiente firmemente. Nos despedimos de Amelia quien se devuelve detrás del escritorio. Abro la puerta de mi oficina dejándola pasar para luego cerrar la puerta detrás de mí, ambos caminamos en silencio hasta el escritorio en donde nos sentamos como la primera vez que discutimos por un contrato, solo que ya no sentía el miedo de su lado ni la ansiedad del mío, ambos habíamos cambiado, nos habíamos conocido y entablado una linda amistad, ella no era más esa chica asustada por lo que venía, ahora era una mujer segura que estaba negociando para su empresa, admiraba a Melissa, porque aunque tuvo que pasar por momentos difíciles se fortaleció y saco su propio lado positivo.  
 
—Bueno —Digo apoyando mis manos encima del escritorio —Tu mandas —Bromeo a lo que ella ríe y se aclara la garganta.  
 
—Okey —Murmura dejando una carpeta que ni había notado que traía con ella encima de la mesa —Nosotros vamos a pagar las deudas de la empresa —Dice haciendo que mi ansiedad disminuya —Pero quiero invertir en acciones para que la firma siga creciendo porque sé que tienes el potencial para llevar a la empresa a lo más alto —Me sonríe y yo la miro sorprendido —Para algo están los amigos —Dice callándome antes de que le diga algo.  

 . . .  

 
Estaciono mi auto cerca al gran edificio, fue más de una hora de viaje y por fin llegue a la escuela de Liam, todavía quedan diez minutos para que salga por lo que me quedo sentado esperando.  

Había hablado con Lía cuando nos encontramos en la puerta de la empresa y ella decidió irse en taxi hasta el apartamento era lo mejor una hora y media con ella en el auto no hubiera sido lo más cómodo del mundo teniendo en cuenta nuestra situación, aparte de todo hacía mucho calor para que ande a estas horas en la calle con cielito podría sentirse mal, así que preferimos que valla a casa en el taxi.  
 
Miro mi teléfono dándome cuenta que faltan cinco minutos para que Liam salga por lo que apago mi auto y bajo para ir a buscarlo ya que no estacione muy cerca de la entrada, comienzo a caminar hacia el lugar mientras guardo mi teléfono en mi bolsillo, de repente una oleada de chicos sale del colegio, parecen desesperados por irse, me quedo parado a un lado de todos los alterados niños cuando veo a Liam venir caminando tranquilamente junto a su mejor amiga Ría quien lo saluda y se separa de el caminando para el lado contrario cuando están fuera de la escuela. Liam levanta su vista y me ve a lo que yo le sonrió cuando lo veo caminar hacia mí.  
 
—Lo siento —Digo rápidamente luego de sentir que un cuerpo impacta contra el mío, bajo la mirada encontrándome con una niña pelirroja, el impacto a mí no me hizo nada, pero a ella la tiro al piso.  
 
—Oh lo siento —Susurra mientras me inclino a su lado.

 —¿Estás bien? —Digo tendiéndome la mano ayudándola a levantarse.  
 
—Sí, solo... venia distraída —Dice soltando una pequeña carcajada, miro sobre su hombro y Liam está detrás, pero dándonos la espalda.  
 
¿Qué hace?  
 
—Liam —Digo llamándolo él se da vuelta lentamente y su cara está completamente roja.  
 
—Hola Liam —La chica a mi lado es quien habla animadamente, dirigiéndose a mi sonrojado hermanito.
 
—H-hola, Dara Williams —Murmura el con nerviosismo sin hacer contacto visual, contengo una risa cuando recuerdo quien es esta chica, ahora entendía su comportamiento tan extraño.  
 
—¿Entonces estas bien? —Le pregunto a la pelirroja quien no me prestaba para nada atención por estar mirando a mi hermano.  
 
—Eh si, si gracias —Dice ella poniéndose igual de colorada que su cabello al darse cuenta que la atrape mirando a Liam.  
 
—Okey, bueno Liam vámonos —Digo y él asiente desesperado queriendo escapar del momento —Adiós Dara —Me despido y ella sacude la mano en forma de despedida para darse vuelta e irse. Miro a mi hermano que pasa prácticamente corriendo por mi lado hasta mi auto, camino hasta este y me subo, lo enciendo tratando de buscar las palabras para sacar el tema.  
 

—Así que... Dara —Murmuro  despreocupadamente luego de más de una hora de manejar él se tapa los ojos y gruñe por lo que yo rio.  
 
—¿De todas las personas en la escuela, tenías que chocarte con ella? —Reprocha Liam tirando su cabeza para atrás y rio por su dramatismo.  
 
—¿Esa es la Dara de la que me hablaste, la que te gusta? —Pregunto solo para confirmar.  
 
—Ahg ¿todavía lo recuerdas? —Dice mirándome con cara de sufrimiento a lo que yo asiento.  
 
—¿Por qué no le hablas? Parece amistosa —Digo seguro de que vi un poco de interés de parte de la chica.  
 
—Ella tiene novio —Bufa —Aparte ambos sabemos que nunca me animaría a hablarle —Dice el cansado de la conversación —Dara Williams, le dije por su nombre completo, debí parecer un idiota —Susurra golpeando su cabeza con su mano.  
 
—Ey, tranquilo es normal que actúes así cuando alguien te gusta —Digo recordando las veces que hice el ridículo frente a Lía.  
 
—Pero tú no actúas nervioso frente a Lía —Murmura levantando una de sus cejas dando por sentado que a mí me gustaba Lía, no se equivocaba.  
 
—Es distinto, pasaron muchos años para que yo deje de actuar como idiota frente a ella —Digo despreocupado, no lo iba a negar, el estar enojado con ella no quitaba que me siga gustado o atrayendo. El resto del camino me dedico a conducir hasta el apartamento. Una vez que estamos en el ascensor siento la necesidad de decirle algo a Liam para que sepa que puede hablar conmigo. 
 
—Liam puedes preguntarme lo que sea no me voy a burlar de ti —Digo apoyado en una de las paredes del ascensor, él me mira confundido.  
 
—No hay mucho que contar, las chicas no van conmigo —Dice el levantando sus hombros.  
 
—¿Pero Dara te gusta? —Pregunto cuando bajamos del ascensor, caminamos hacia la entrada —No tienes que avergonzarte —Digo despeinando su pelo antes de abrir la puerta del apartamento —Es bonita enano —Le digo riendo cuando lo veo bajar su cabeza sonrojado.  
 
—Hola —Dice Liam parándose al lado mío mientras cierro la puerta.  
 
—Hola Liam —Lía regresa el saludo, termino de pasar la llave encontrándome con mi hermano junto a Lía y un bebé ¿Quién es ese bebé?  
 
—Ya está —Dice alguien entrando a la sala desde la cocina, como si fuese su casa, es David sacudiendo sus manos, frunzo el ceño mirándolo —Oh hola ¿Matt no es cierto? —Habla David tendiéndome su mano.  
 
Como si no me conocieras.  
 
—Hola, si —Respondo estrechando su mano, no puedo despegar mi vista de él, ¿Habrá ayudado en la mentira? ¿Él le habrá dado la idea? , trago grueso cuando todas esas preguntas quieren salir por mi boca.  
 
—¿Quieres que preparemos algo para merendar? —Pregunta Lía llamando la atención de mi hermano a su lado y de David los cuales la miran, yo solo lo hago de reojo —Acompáñame, Liam —Se levanta tomando la mano del ultimo —Toma David —Dice llegando a nuestro lado para entregarle a David el bebé que no sé quién es —Hace mucho que no nos visitabas —La sigo oyendo hablar mientras camina hacia la cocina con Liam detrás de ella.
 
—Ella es mi hija Sarah —Dice David de repente, mis ojos se desvían a la pequeña niñita que balbucea algo, una sonrisa abandona mis labios, era guapa.  
 
—¿Tu pudiste disfrutar del embarazo desde el primer momento? —Digo sonando irónico —Sácame una duda David —Murmuro tratando de organizar mis pensamientos, no quería dejarme llevar por los negativos y comportarme mal.  
 
—Si tu pregunta tiene algo que ver sobre si yo sabía algo de la mentira de Lía, te digo desde ya que recién me entero —Dice dejándome desconcertado al notar sinceridad en su voz –Y déjame decirte que si ella me lo hubiera contado antes habría hecho todo lo posible para hacerla cambiar de opinión —Dice callando mis palabras cuando estoy por hablar —Soy padre soltero y hablo desde mi lugar, mi hija es mi tesoro jamás participaría en algo así —Dice dejándome sin palabras.  
 
—¿Sucede algo? —Pregunta Lía saliendo de la cocina parándose a nuestro lado.  
 
—Nada, solo estábamos hablando —Digo para luego pasar por su lado, entro a la cocina encontrandome con Liam que estaba batiendo algo en su taza —¿Qué haces enano? —Pregunto apoyándome a su lado en la encimera. Él se queda un segundo en silencio hasta que suelta un pequeño suspiro.
 
—Tomate tu tiempo para pensar, pero es humana todos cometemos errores se nota que esta arrepentida —Susurra todavía sin mirarme mientras revuelve lentamente lo que supongo que es café. Suspiro pasando una de mis manos por mi cabello.  

 . . .  
 

—Duérmete ya, a mamá no le va a gustar saber que te acuestas tan tarde - digo viendo a Liam entrar en la habitación con su cepillo de dientes en la mano, ya era más de media noche habíamos comido pizza y mirado una película —Me voy a cepillarme los dientes —Digo levantándome cuando él se tira a la cama, salgo de la habitación apagando la luz antes de cerrar la puerta, camino por el largo pasillo hasta el baño en donde cepillo rápidamente mis dientes y me lavo la cara.  
 
Camino de regreso a mi habitación deteniéndome enfrente de la que antes compartía con Lía, quería ver si ya estaba dormida.  
 
Abro la puerta de la habitación lentamente, la oscuridad me envuelve rápidamente al cerrar la puerta, miro la gran cama de dos plazas y la veo dormida, solo sus piernas están tapadas, esta boca arriba y su cara es angelical. Sacudo mi cabeza tratando de enfocarme a lo que vengo, saludar a mi hija, no a admirar a su madre, me arrodillo lentamente al lado de la cama tratando de no hacer ruido, no quería que Lía se despierte y me vea, iba a parecer un acosador. Una de mis manos se posa en mí su vientre, lo siento cálido.  
 
—Hola cielito - susurro bajo —Hoy fue un día agorador el trabajo me tiene saturado —Hablo por lo bajo suspirando pesadamente, desde que supe la verdad trataba de venir todas las noches y hablar con cielito, había leído en internet que es bueno hablarles a los bebés en el embarazo, así podían ir conociendo tu voz —Estuve todo el día queriendo salir de mi oficina para verte y hablarte —Digo sonriendo bobamente sabiendo que esta niña seria mi debilidad —Enserio no veo la hora de cargarte y darte todo lo que necesites hija —Lía se remueve en su cama por lo que quito mi mano rápidamente de su vientre asustado por ser descubierto, no podía verme.  —Bueno solo pasaba a darte las buenas noches hija —Digo después de un rato al ver que Lía parecía dormida. Dejo un beso en su vientre —Te amo —Susurro para luego separarme. 

Como si quisiera torturarme mi vista vuela hasta Lía que duerme plácidamente, sus ojos color océano están cerrados su respiración es lenta, antes de que pueda pensarlo me estoy inclinando hasta su altura, sus labios rosados me invitan a besarlos, pero no está bien, no puedo besarla mientras ella está dómida.  
 
Pero te mueres por volver a besar a esos labios.  
 
Me muero por que todo sea como antes.  
 
Suspiro resignado, desvió mis labios hasta posarlos en su frente 

—Buenas noches —Digo para luego salir de la habitación. Cierro la puerta detrás de mí y me apoyo en ella tirando mi cabeza hacia atrás.  
 
Odiaba que me haya hecho esto, pero no puedo dejar de amarla, mi mente esta echa una mezcla de emociones que no puedo parar, me siento agobiado.  

 
Estoy confundido. 
 

 
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¿Que le apareció el capítulo?

N/A: Espero que les haya gustado el nuevo capítulo no olviden dejar su voto, comentar y seguirme. También les dejo mi Instagram. 

-Aldi 🥀

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
 

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