Capítulo 72.- Te falta un no sé qué

Dos años después - Casa Chou Minatozaki.

— Mamá no creo que esto sea una buena idea —Yoon Ah, en la cocina de su antigua casa, hablaba con Sana— Me encanta la idea de una fiesta sorpresa, pero lo de los disfraces me parece demasiado —agregó oponiéndose a la idea de su madre— A mami Tzuyu no le va a gustar esto para su cumpleaños —se negaba rotundamente.

Sana giró los ojos— Vamos Yoon Ah... Va a ser divertido —dijo revolviendo en las cosas que estaban arriba de la mesada.

— ¿Fue idea de la tía Momo cierto? —Preguntó— Lleva tiempo tratando de vengarse de mami —sacudió su cabeza para luego mirar a su madre sospechosamente, la rubia estaba sonrojada— No puedo creerlo... fue idea tuya —la apuntó.

— Nooooo —se defendió y agarró su taza de café— Yo solo ayude a Momo a idearla —Confesó.

— ¡Lo sabia! —Yoon Ah dio un golpe en la mesada— tu también quieres vengarte... ¡Fue un error! —defendió a su otra madre.

— Error o no, tu madre y Jihyo nos engañaron a las dos —Insistió Sana.

Yoon Ah giró los ojos— ¿Y por qué no se quieren vengar de la tía Jihyo? —indagó la ya mayor cangurin.

— Porque Jihyo estaba embarazada, no sabía lo que hacía, estaba mormonal y tu madre la engatuso para su propio beneficio —dijo sin perder la calma.

— Sabes cómo es mami, no pudo aguantarse —Habló Yoon Ah— tu llevabas tiempo negándoselo y ella necesitaba hacerlo —era memorable la fuerza con la que Yoon Ah defendía a Tzu.

— Tu la defiendes, porque tu le hiciste lo mismo a Lucas... de tal palo tal astilla —Sana todavía se acordaba cuando Jake le contó la vez que Yoon Ah lo había engañado para salirse con la suya.

— Mami y yo somos dos almas libres atrapadas aprisionadas por espantosos seres como ustedes dos —dijo Yoon Ah riendo.

Sana se rio a la par de su hija— Además Yoon Ah —siguió— Yo le advertí a Jake antes de irnos a vivir juntos, que de vez en cuando necesito hacerlo, que es algo que llevo en la no sangré —lo decía por Tzuyu— Y si el se empeñó en negármelo, de alguna forma lo tenía que hacer —agregó.

— No te preocupes que lo sabemos, y yo misma me encargue de decirle a Jake que te tuviera bien vigiladita —le dijo su madre.

Yoon Ah giró los ojos justo cuando su tía Momo entraba a la cocina— ¿De qué hablan? —les preguntó.

— De que tu y mamá están haciendo todo esto —señaló la mesa llena de cosas varias— solo para vengarse de mi mami —explicó Yoon Ah.

Lejos de mentir Momo habló con la pura verdad— El bomboncito no debió manipular a mi hermosa esposa para que las llevara al parque a embarrarse —la verdad había salido.

— ¿Y qué quieren que haga si ustedes no la dejan ir sola? —contestó preguntando.

— ¡Cada vez que va alguien vuelve embarrado! —saltó la abogada— No podía verle la cara a mi mujer de tanto barro que la cubría —protestó.

— Ustedes están celosas porque son las únicas dos de la familia que no han probado el barró —Yoon Ah había dado en el clavo.

— Nada que ver —esquivó Momo.

— Estás hablando cualquier cosa —disimuló Sana.

Yoon Ah hizo una mueca burlona, había dado en el clavo— Inclusive Changbin ya lo probo... bueno estaba dentro de la panza de la tía Jihyo pero cuenta igual —Tanto su mamá como su tia se hacían las desentendidas del tema— Aunque yo las entiendo... si yo fuera la única que no ha participado de algo tan especial, yo también me sentiría mal —no iba a parar hasta que confesaran el verdadero motivo de su ira— Pero yo no me puedo quejar —rio— yo fui la primera ¿se acuerdan? —Volvió a reír— Y después he participado de varias veces más... ustedes —les dijo— que no han parti...

— ¡YOON AH! —La cayó Sana— Porque mejor no vas a llamar a tus hermanas, hay que repasar el plan, quiero que todo salga a la perfección —le dijo muy seria.

La joven asintió a duras penas y se fue en busca del resto del clan Chou Minatozaki.

— Tendríamos que habernos dado cuenta que se iba a convertir en una espinilla en el trasero —comentó Momo— Entre que era una ratita traicionera y encima la expusimos al gen Chou, salió esto —concluyó.

Lejos de defender a su hija Mina comentó— Bue... ya no hay vuelta atrás... ahora que la soporte Jake —no estaba de buen humor la rubia, el stress de la organización de la fiesta sorpresa de disfraces la estaba aniquilando.

— ¡MAMÁ! ¡MAMÁ! —el terremotito Sakura entraba a todo lo que da a la cocina. Se subió en la banqueta de al lado de su madre y la abrazó fuerte, muy fuerte— ¡Ji-woo ABRAZA A TU MAMA! —pasaban los años y la cosa seguía igual, Ji-woo llego hasta Momo y subiéndose a otra de las banquetas la abrazó.

Sana y Momo se miraron— ¿Por qué esta muestra de cariño repentina? — preguntó Sana riendo.

— Yoon Ah nos dijo que están tristes porque son las únicas que no han probado el barro —contó despacito el patito porque Sakura seguía ocupada dejando besos en la mejilla de su madre.

Girada de ojos para ambas adultas— Eso no es cierto...

— ¿Sabes que pasa mama? —Fin de los besos— A ti y a la tía Moguri, les falta un... un... un algo para embarrarse —les dijo la niña muy segura— ¿cierto Ji-woo? —quería confirmar con su prima.

Ji-woo asintió temerosa por la reacción de su madre— ¿Y que se supone que nos falta? —preguntó Momo ofendida.

Sakuea se bajo de la banqueta y empezó a examinar a su madre y a su tía Momo— A ver... —pensó— Den una vueltita para Kura y para Ji-woo —ordenó la pequeña.

— No vamos a dar una vu... MOMO —la abogada estaba girando sobre si misma.

— Mmmm... ¿Tu qué piensas Ji-woo? —preguntó.

Ji-woo tardó en decidirse— Les falta un no se que un no se que no era muy distinto de un algo.

— ¿Vieron? —Sakura retomó su lugar.

— ¿Y que se supone que es ese no se qué? —Momo indagaba a su hija.

— ¿De que no se que hablan? —Yunjin entraba junto a su prima Minju. Al parecer estaban jugando al básquet, por que el pececito traía la pelota bajo el brazo.

— Mamá y la tía Moguri se quieren tirar al barro del parque —informó Sakura como si nada.

El pececito y el leoncito agitaron la cabeza en negativa— Es imposible —aseguró la primogénita de Momo.

Minju las miró firme— Aaaa... de ese no se que hablaban —dedujo— Es cierto, les falta un algo —aseguró dejando aun más atónita a las mayores.

— ¡Ya estamos todas! —anunció Yoon Ah que venía con sus hermanas más difíciles de despertar, Hye-won y Dahyun.

— De acuerdo —Sana alzó en sus piernas a su hija menor. Apenas se subió a su madre, la pequeña se abrazó a ella y empezó a jugar con su pelo— Aquí están sus disfraces —señalo la mesa dando pase a que cada una agarrara el suyo.

— ¡BIEENNN! —obviamente que Sakura iba a festejar— Pero son todos iguales —y obviamente que iba a protestar.

Hye-won examinó el suyo atentamente— Esto no le va a gustar a mami —concluyó igual que Yoon Ah.

— Lo mismo dije yo —la apoyó el cangurin.

Sana giró los ojos— Sakura, no son todos iguales —aclaró.

— ¿cómo que no? Nos vamos a disfrazar todos de...

— Ya lo se —la frenó su madre— pero son distintos entre si —le explicó para luego mirar a las dos opositoras que la estaban mirando como si la quisieran llevar a la horca— Puede que al principio no le guste, pero después se va a acostumbrar —les dijo.

— ¡Dejen de quejarse! Va a ser divertido —ayudó la abogada.

Yoon Ah y Hye-won se miraron y agarraron sus disfraces no muy convencidas.

— Escuchen —Sana quería atención absoluta de sus hijas— Dahyun, cariño, préstame atención —su hija estaba entretenida jugando con los dedos de su madre, o acariciándola o dandole besos, Dahyun era terriblemente cariñosa— Bien —dijo una vez que todas la miraban— Como todas saben, le hemos organizado una fiesta de disfraces temática...

— Monotemática diría yo más bien — la corrigió Yoon Ah aun disgustada por los disfraces escogidos por su madre y su tía.

— YYYY —Sana obvió el comentario de su hija— quiero estar segura de que todas sepan el plan y lo sigan a la perfección.

— ¿Cuál era el plan? —preguntó dudosa Minju.

Momo giró los ojos— La fiesta es mañana a la noche —informó— vamos a hacerle creer al bomboncito que no nos acordamos que mañana es su cumpleaños —rápidamente al ver la cara de angustia de las niñas Momo tuvo que explicar más— dije "vamos a hacerle creer" —puntualizó— para que sea sorpresa —las caras no cambiaban asi que tuvo que buscar ayuda de Sana.

— No me gusta ese plan —dijo el lobito.

— A mi tampoco —la apoyó Hye-won.

— Es una fiesta sorpresa niñas, necesitamos que Tzuyu se crea que nos olvidamos para que la sorpresa sea más grande —explicó— Por favor, prométanme que van a seguir el plan,que van a poder cerrar sus hermosas boquitas —ante esto todas miraron a Sakura.

— ¿QUE? —les preguntó a las miradas.

— El cumpleaños pasado le diste el regalo el día antes Kura —atacó Minju— Sencillamente no puedes cerrar la boca —le dijo

— ¡OYE! DAME UN DISFRAZ Y TE GUARDO TODO EL SECRETO QUE QUIERAS —La pequeña estaba emocionada

— ¿No voy a poder darle besos a mami? —Preguntó toda tierna el lobito— ¿Ni tirarle las orejas? ¿Ni cantarle el cumpleaños? —la voz que estaba usando derritió a todas las presentes.

— Cariño —Sana habló— puedes darle todos los besos que quieras, pero sin decirle feliz cumpleaños ¿De acuerdo? —le preguntó al lobito— ¿De acuerdo? —le preguntó al resto.

— SIIII MAMÁ —No es un ejército Kura.

— ¿Podemos volver a jugar? Le estaba dando una paliza a Yunjin —dijo Minju.

— NO ES CIERTO —Se defendió el leoncito y salieron discutiendo.

— Ustedes dos —Sana dejo que todas se fueran menos Yoon Ah y Hye-won— ¿Puedo contar con ustedes? —preguntó sabiendo que eran las más difíciles de convencer.

Hye-won buscó refugio en su hermana— No te preocupes —le dijo Yoon Ah a su madre— Que Hye-won se venga a casa esta noche así no tiene que ver a mami y no se tienta —sabían que Hye-won no iba poder soportar sin saludarla— Además Yuri va a cenar esta noche... —miró sospechosa a su hermana que estaba oculta en su espalda.

— ¿En serio? —Hye-won salía de su escondite para confirmarlo.

— Si —le aseguró Yoon Ah— le va a encantar verte, siempre me pregunta por ti especialmente, creo que eres su Chou Minatozaki preferida... después de mami Tzu por supuesto —reflexiono.

Hye-won sonrió, un segundo puesto después de su mami Tzu no estaba nada mal— Si mamá, yo creo que es mejor que me vaya a dormir a lo de Yoon Ah —afirmó la niña de diez años.

Sana giró los ojos... lo mormonal era hereditario también.

— ¿HAY ALGUIEN EN CASA? —la voz de Tzuyu se hacía sentir. Momo se apresuró a esconder todos los disfraces, la abogada salió corriendo con ellos al cuarto de una de las niñas.

— EN LA COCINA CARIÑO —Avisó Sana.

Segundos después Tzuyu entraba junto con Jihyo que en sus brazos traía al pequeño Changbin. La morena puso un montón de bolsas en la mesada.

— ¿Pueden creer que Jihyo se probó ciento cincuenta conjuntos de ropa interior? —Preguntó la morena. Obvio que las otras lo podían creer. Le habían ordenado expresamente a Jihyo que distrajera a Tzuyu.

— No te escuché quejarte mientras me mirabas probármelos —saltó Jihyo.

Sana miró a su esposa— No la mire con ojos de lesbiana cariño —aclaró— la miré con ojos de alguien que lleva años y años comprándole ropa interior a su mujer —infinitas eran las veces que Tzuyu tenía que salir a comprarle ropa interior de repuesto a Sana. Una vez que la bestia atacaba, no dejaba nada de suvenir. La ropa interior de Sana era práctica descartable.

— Eso es cierto —la defendió Jihyo— No hizo ninguno de los comentarios que Momoring suele hacer cuando estoy con poca ropa...

— ¡Jihyo! —Sana la frenó justo a tiempo— Hye-won está aquí —avisó, la pequeña se había quedado escuchando atentamente.

— ¡Por fin llegó mi hombrecito! —La abogada aparecía e iba directo a agarrar a su hijo— ¿te portaste bien con mami y la tía Tzu? —le preguntó al niño mientras le daba besos en su cabecita.

— ¡Muy bien! —Contestó Jihyo—sobre todo cuando esas mujeres rodearon a Tzuyu, el estaba en las nubes —contó.

Nuevamente la mirada de Sana atacaba a la morena. Se acercaron a verlo— él cariño, es un cerdito muy atractivo Ficha técnica de Chabgbin: Changbin Hirai Park, bautizado cerdito porque Sana, durante todo el embarazo sufrió de hambre extrema. Las señoras estaban locas con el —agregó la deportista.

— Pues a mi no me parecían tan señoras —Jihyo no entendía— Y las promotoras que hablaban contigo no parecían muy interesada en mi hijo —La bailarina no tenía códigos, mejor dicho, no los entendía.

— ¡Mami! —el lobito ya estaba abrazada a la pierna de su mami.

Tzuyu la agarró suavemente y la sentó en la mesada— Mami... —Dahyun agarraba una de las manos de su madre— te quiero mucho... mucho... mucho... —le dijo.

Tzuyu sonreía como una tonta mientras su hija jugaba con sus dedos— ¡Me derrites lobito! ¡Me derrites! —le dijo mientras se comía a besos los cachetes de su hija menor.

Pero algo más que su madre llamó la atención de su hija, Changbin. El pequeño la miraba anonadado, Dahyun lo miró y agitó sus enormes pestañas, Tzuyu fue testigo de toda la acción. Bajo a su hija de la mesada y se trasladó al lado de su esposa— Esa niña es un peligro Sana, un peligro —aseguró— Voy a tener que comprarme una escopeta o algo así —le dijo a su esposa.

— Aaaa cariño —se lamentó Sana abrazando a su mujer— No te preocupes, no creo que sobrevivas a Sakura — dijo no tan en broma. Si a duras penas la morena había pasado a Jake, y después le tocaban las dos gemelas, Sakura no iba a ser nada fácil.

Mismo día - un minuto antes de la media noche.

Tzuyu estaba en la cama esperando a que se hiciera la hora, estaba lista para recibir cariño de todo su zoológico y en especial estaba lista para recibir el máximo cariño de su mujer. No es que necesiten una fecha especial para hacerlo, de hecho, apenas se fueron Momo y Jihyo, Sana metió a Tzuyu en el cuarto para enseñarle que ninguna promotora se igualaba a ella, pero el sexo de cumpleaños era uno de sus preferidos. La morena se sorprendió cuando Yoon Ah y Hye-won se fueron a la casa de la mayor, pero dedujo que en cualquier momento volverian a escondidas e iban a aparecer por la puerta de su cuarto.

La puerta se abría al mismo tiempo que Tzuyu abría sus brazos en la espera de sus animalitos— ¡Dios! —Sana entró a la habitación absolutamente sola— ¡Estoy muerta! —le dijo a su mujer mientras se acostaba a su lado. Tzuyu la miraba atentamente esperando el momento en que la rubia dijera "sorpresa" y se desnudara

— Chewy —Sana la miró y Tzuyu se alegró— Mañana ¿Qué haces? Porque yo tengo un día complicadísimo en el estudio y las niñas tienen millones de actividades —indagó.

Tzuyu dejo caer su sonrisa— ¿Mañana? ¿No vas a estar en todo el día? —preguntó triste.

— No cariño, te dije que tenía clientes muy importantes —agregó.

Tzuyu la miró seriamente— Mañana tengo doble entrenamiento a la noche —Sana sabía eso, de hecho, le había pedido específicamente al coach ese doble entrenamiento.

— Bueno, supongo que me llevaré a las niñas al estudio —concluyó la rubia— Buenas noches cariño —la besó en los labios tibiamente y se durmió, no sin antes ver un mensaje de Jake que decía "les tuve que sacer el celular a las dos". Menos mal que Sana le avisó al chico que tuviera cuidado con esas dos.

— Buenas noches —contestó Tzuyu disgustada.

A la mañana siguiente.

— ¡Alli viene! —Avisó Minju. Sana la había puesto a vigilar la ventana para detectar la llegada de Tzuyu de su trote matutino.

— ¡Recuerden el plan! —les avisó Sana mientras escondía en una bolsa el cartel que le estaban haciendo a su mujer.

— ¡BUENOS DIAS A TODAS! —saludó la morena entusiasta.

— Buenos días —saludaron a coro.

Tzuyu miró para todos lados. No había un pastel, no había un desayuno especial, no había tarjetas de sus hijas, no había nada de nada— ¿Están bien? —preguntó justo cuando entraba en la cocina.

— ¡MAMI! —corrió emocionada hacia Tzuyu, Sana vio todo su plan caer y junto con Minju empezaron a hacerle señas a Sakura por detrás de la deportista— ¡FE... —Sakura entendió las señas— ¡FE...FE... FELICITAME PORQUE HOY VOY A SER LA ASISTENTE DE MAMÁ EN EL ESTUDIO! —salió inteligentemente de la situación, Sana y Minju suspiraron.

La sonrisa de Tzuyu se volvió a caer— ¿Te vas con mamá hoy? —le preguntó.

— Si cariño, no me va a venir mal una mano —se justificó Sana.

— ¿Y huequito? ¿Vienen con Yoon Ah a almorzar? —indagó.

— No —Afirmó Sana tratando de que no se le notara la cara de afectada que tenía por la tristesa de su esposa— Yoon Ah la va a llevar de compras y esas cosas — inventó— Me llevo a Dahyun también, tiene turno en el dentista —seguía inventando.

— Yo la puedo llevar —se apresuró a decir Tzuyu.

— Tzuyu sabes que tienes prohibido la entrada a ese consultorio —le recordó.

— No se que tienen los doctores contigo —le dijo Tzuyu— Te ven y los vuelves locos —concluyó— Bueno Min —miró a la melliza— parece que somos tu y yo nada más —dijo.

— Lo siento mami me voy a la casa de las tías —informó sin prestarle atención— Yunjin y yo estamos haciendo un proyecto de ciencias —inventó a la par de todos.

Sana se tuvo que alejar para no verse afectada.

— ¿Te paso a buscar para ir conmigo al entrenamiento? —le preguntó Tzuyu a su hija.

— Nop —se negó Minju— la tía Momo nos va a llevar al cine —y seguían los inventos.

Tzuyu no dijo nada más. Comió su desayuno en silencio, Sana no aguantaba más, tenía que huir— ¡Vamos niñas! — presionó a sus hijas.

— Adios mami —saludaron indiferentemente.

Tzuyu no contestó, solo las vio irse— ¡Feliz cumpleaños Tzuyu! —se dijo irónicamente a sí misma.

Apenas salieron por la puerta las Chou Minatozaki se miraron— Eso fue muyyy difícil —dijo sabiamente Sakura.

— Nunca más nos hagas hacer esto mamá —pidió Minju.

— Créanme que hasta yo estoy arrepentida —les dijo la adulta guiándolas hacia el auto.

A la noche Casa Chou Minatozaki.

— ¡Mamá! —Sakura venía furiosa a ponerle las quejas a su madre— Dile a Minju que yo soy la única que puede tener pintada una enorme sonrisa —Minju venía por detrás. Desde la escalera donde trataba de poner los globos y las guirnaldas Sana miraba a sus hijas.

— ¿A caso te compraste todas las sonrisas? —discutía el pececito.

— ¿Y por qué yo no puedo tener dibujado una lagrimita cayendo de mi ojo como Hye-won? —Sakura se quejaba de todo.

— ¿Ves mamá? Sakura quiere todo, una sonrisa, una lagrimita... ¡caprichosa! —la acusó Minju.

— Mami dice que no soy caprichosa sino que yo se lo que quiero —se defendió la pequeña.

— ¡Lo dice porque te quiere! Cuándo yo le preguntó si jugue bien siempre contesta que fui la mejor, y eso no es cierto, lo dice porque nos quiere... ¡Eres una caprichosa! Seguro también quieres un sombrerito como el de Dahyun —dijo.

— ¿DAHYUN TIENE UN SOMBRERITO? —preguntó Sakura a su madre.

— ¡Niñas! ¡Niñas! —La fotógrafa se bajó para atender este pleito— Escuchen, falta media hora para que llegue su madre nada más, aun faltan cosas para hacer, en vez de pelear ¿no me ayudan un poco? —Preguntó— Por favor —suplicó.

Minju asintió y se fue, Sakura se quedó— Kura ve a decirle a la tía Jihyo que te dibuje una lágrima —la sonrisa dibujada en la cara de Sakura se hizo aun más grande y salió en busca de su lagrima.

La rubia terminó de decorar y miró a su alrededor, estaba todo listo. Los invitados disfrazados de lo que ella había querido, la comida lista, decorado listo, solo faltaba su mujer.

— ¡SANA! —Momo corría hacia ella, Sana no pudo evitar reírse al ver a su amiga disfrazada corriendo hacia ella— No te rías idiota —le advirtió la abogada— Me acaba de llegar un mensaje de el coach, están a cinco minutos de aquí.

— De acuerdo, apaga las luces... ¡TODOS A SUS LUGARES! —ordenó la rubia.

— Estoy a cinco minutos de decirte te lo dije —Yoon Ah se acercaba a su madre.

Sana giró los ojos, Yoon Ah nunca iba a bajar los brazos— Y yo a cinco minutos de decirte ¿viste? —le retrucó su madre— Tal vez el primer impacto sea fuerte, pero cuando nos vea a nosotras, se va a calmar —explicó su teoría ante la atenta mirada de su hija.

— ¡YA ESTACIONÓ! —Momo se acomodó junto a los primeros para sorprender a la morena.

Todos hicieron silencio esperando a sentir algún ruido que les diera un indicio, y efectivamente ruidos de llaves y la voz de la morena se sentían claramente.

— ¿Acerca de que promoción tiene que hablar con Sana? —al parecer el coach había usado una excusa para venir hasta la casa a festejar el cumpleaños.

Tzuyu abrió la puerta y...— ¡SORPRESAAAAA! —En no menos de dos segundos la silueta de la morena había desaparecido, Tzuyu había salido corriendo.

Todos se quedaron en silencio nuevamente, Yoon Ah se acercó a su madre— Te lo dije —susurró— Te dije que no era buena idea hacer disfrazar a todo el mundo de payaso —agregó.

Sana y Momo se miraron— Yo voy &le dijo una Momo disfrazada de payaso, para luego salir detrás de Tzuyu.

Tzuyu corría sin rumbo alguno— No lo puedo creer... mi pesadilla... payasos... muchos payasos... muchos escalofriantes payasos —decía para si misma— Tengo que despertar, es pesadilla —se frenó en medio de una calle— Despierta Tzuyu, despierta —sacudía su cabeza. Se pellizcaba— ¡AUCH! No es una pesadilla, es verdad, todo el mundo se convirtió en payaso —se seguía diciendo.

— ¡TZUYU! ¡TZUYU ESPERA! —la morena pudo ver a un payaso que la llamaba y corría hacia ella.

— ¡ME PERSIGUEN! ¡DIOS MIO! ¡ME QUIEREN CAPTURAR Y LLEVAR A PAYASILANDIAAAAA! ME VAN A CONVERTIR EN UNO DE ELLOS —la morena empezó a correr de nuevo, esta vez lo que creyó que era un parque.

— ¡TZUYU! ¡BOMBONCITO! ¡ESPERA! ¡SOMOS NOSOTRAS DISFRAZADAS! — como Tzuyu se había frenado, Momo la seguía de cerca sin poder distinguir bien a donde iban, la peluca amarilla que llevaba puesta le caía sobre los ojos.

— Momo en payaso, es aún peor de lo que podría imaginarme —corrió y corrió hasta que no pudo correr más porque las fuerzas de la naturaleza la habían frenado.

— ¡TZUYU! ¡ESPERA! ¡TZU...! —Glu glu glu glu— ¡QUE DEMONIOS! —la abogada estaba toda mojada. Se sacó la peluca y la tiró bien lejos— ¡cuac! ¡cuac! ¡cua! —se ve que había caído cerca de los patos.

— ¿Momo? —Tzuyu se acercaba a ella preocupada, que se hubiera quitado la peluca y que la pintura se le estuviera saliendo ayudaba un poco.

— ¡AHORA TE ACERCAS! —Momo la salpicó con el agua de nuevo— CONDENADA CHOU —salpicó.

— ¿Por qué te enojas? YO DEBERIA ESTAR ENOJADA. ¿COMO SE TE OCURRE PERSEGUIRME DISFRAZADA DE PAYASO? ES MI PEOR PESADILLA —atacó con otro salpicón.

— QUERIAMOS SOPRENDERTE Y DE PASO VENGARNOS POR EMBARRAR A CASI TODA LA FAMILIA EN EL LAGO —otro salpicón.

— PUES AHORA TU TAMBIEN TERMINASTE EN EL LAGO —contra atacó.

— POR CULPA TUYA... TENÍAS QUE CORRER... Espera —se frenó— ¿Qué dijiste? - ¿terminamos en el lago? — preguntó.

— No si va a ser una cancha de tenis... es el lago... el lago de los patos... el mismo lago en que siempre terminamos cayendo —resaltó.

Silencio— ¡BIEEEENNNNN! ¡PROBE EL BARRO! ¡ME EMBARRE! ¡TENGO EL ALGO, EL NOSE QUE! —Tzuyu la miraba como si estuviera loca— ¡EN TU CARA SANA! —Festejo la abogada.

— ¿Quién ANDA ALLI? —El cuidador del parque había llegado y las enfocaba con una linterna.

— Soy yo Edgard... Tzuyu... —saludó Tzuyu.

— ¿Tzuyu? ¿Otra vez tu? —preguntó.

— Si otra vez yo —contestó resignada mientras veía como Momo hacía la danza de la victoria a su lado asustando a los patos.

En la fiesta sorpresa.

Sana caminaba de un lado al otro nerviosa, el resto de los invitados ya se habían trasladado al jardín, donde estaba la fiesta. Sus hijas estaban sentadas en distintos lugares haciendole compañía.

— Tranquilízate Sanake —la calmaba Jihyo payasa— Estoy segura de que Momoring la alcanzó —le aseguró .

— No lo creo —Saltaba Minju— mami corre todos los días, la tía Momo no corre ni la cortina del baño —opinó.

— ¡OYE! —Yunjin habló— Es mi mamá de la que hablas —le dijo.

— Pero si tu acabas de decir que tu mamá no corre ni cuando hay peligro —le dijo.

— Pero es mi madre... yo puedo decir lo que quiera...

— ¡SORPRESA! —Sakura se paró del sillón cuando vio a Tzuyu entrar con las manos de Momo en los ojos.

— ¡TZUYU! ¡ESTAS MOJADA! ¡ESTAN MOJADAS! ¿QUE LES PASO? —preguntó.

Momo sonreía orgullosa y mirando a todos dijo— Nos caímos al lago —informó.

— ¿QUÉ? —Sana no lo podía creer.

— Lo que oyes Myoui ... yo Hirai Momo y el bomboncito nos caímos al lago —dijo— ¡EN SUS CARAS! —Señaló a todas las niña— ¿QUIEN ES AHORA LA QUE NO TIENE EL NO SE QUE? —provocaba victoriosa.

— Te felicito Momoring —Jihyo la saludó Sana no decía nada.

— ¿Podemos dejar eso para después? ¡Queremos saludar a mamá! —Sana se enfocó en su mujer que seguía con los ojos tapados.

Se acercó a ella— Tzuyu... amor... bebe... estamos disfrazadas de payasos... ¿crees poder manejarlo? —preguntó.

Tzuyu se negó— ¿puedes traernos algo para tapar los ojos? —preguntó.

— Cariño —Sana no se iba a rendir tan fácil, si Tzuyu no salía curada de su miedo esta noche era todo un fracaso— bebé... amor de mi vida... ¿no sabes lo graciosa que se ve Yoon Ah? Tuene dibujado una sonrisa triste y Sakura le pinto los cachetes bien colorados —la cara de su esposa iba aflojando— El lobito tiene pecas por todos lados y un sombrerito en su cabeza, se ve hermosa —agregó.

— YO TENGO UNA SONRISOTA Y UNA LAGRIMA DIBUJADA MAMI... PORQUE SOY EL PAYASITO FELIZ QUE LLORA... DE FELICIDAD —contó Sakura haciendo que Tzuyu sonriera.

Yoon Ah se acercó a ayudar a su mamá— Hye-won se dibujó una boca triste porque estuvo triste todo el día de hoy porque no te pudo saludar —le dijo haciendo que Tzuyu cambiara sonrisa por una mueca de tristeza.

Sana se acercó al oído de su mujer— Yo tengo dos disfraces —le dijo— uno ahora y el otro para esta noche...

— ESTOY LISTA —gritó la morena.

Momo quitó las manos despacito de sus ojos, Sana agarró la mano de su mujer por las dudas, no iba a dejar que se vaya de nuevo.

— ¿Ya podemos abrazarte? —preguntó Hye-won.

Tzuyu asintió mirando a todos los payasitos con ternura.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! —todas envolvieron a la morena.

— ¿Tienes miedo mami? —preguntó el lobito— Mucho cariño... mucho miedo —pero se lo aguantaba.

Después de todo la fiesta había sido un éxito, se habían divertido mucho. Tzuyu no se separó de la mano de Sana en ningún momento y salvó por los saltos que pegaba cuando Sakura se le aparecía de repente, la noche pasó sin ningún inconveniente. La deportista había recibido mucho cariño en recompensa por el día que le hicieron creer que habían olvidado.

El inconveniente lo tuvo Sana después de la fiesta. La morena se desquitó con la payasita rubia que tuvo en la cama durante varias horas— Creo que estoy curada —dijo Tzuyu, había perdido la cuenta del número de orgasmo que era.

Ahora eran las cinco de la mañana y Sana no podía dormir, daba vueltas por la cama permanentemente y resoplaba cada dos por tres. La voz de Momo le retumbaba en la cabeza. La abogada no había perdido oportunidad para resaltarle que ella era la única que no había probado al barro y para colmo le decía que las niñas tenían razón y que a Sana le faltaba el no se que famoso.

— Sana... —Tzuyu había despertado, y a Sana no le molestó en absoluto— ¿Qué pasa amor? Se que algo te molesta, generalmente después de tanto sexo ya te hubieras desmayado —era cierto.

— Nada —mintió dándole la espalda a su esposa.

Tzuyu acarició su brazo— Sana... mírame por favor... —pidió obteniendo buenos resultados.

— Es una tontería —le dijo.

— Tus tonterías son mis tonterías ... dímelo —presionó— asi que dime.

Sana suspiró y se tapó la cara de la vergüenza— Soylaunicaquenosehacaidoallago —dijo rápido

Tzuyu le sacó las manos de la cara— ahora repítelo despacito —no había entendido nada.

— Soy la única que no se ha caído al lago —dijo y volvió a darle la espalda.

Sana espero una risa de parte de su esposa, pero en vez de eso sintió movimientos y varios ruidos, se dio vuelta y vio a Tzuyu cambiándose rápidamente— ¿Qué haces? —preguntó curiosa.

— ¡Vístete! —ordenó la morena.

— ¿Para que? Noooo no no —Había caído— Son las cinco de la mañana —le dijo.

Tzuyu se frenó— las niñas tienen razón, te falta un no se que —amagó a desvestirse.

— ¡No te atrevas a decir eso! —la apuntó Sana.

— Lo siento cariño, es lo que veo — provocó.

— ¡VAMOS! —Sana se empezó a vestir— ME VOY A TIRAR AL LAGO ESE DE UNA MALDITA VEZ —dijo segura.

En el parque.

— ¿Lista? —Sana y Tzuyu estaban al borde del lago.

— Pero no nos podemos meter voluntariamente —le dijo— tiene que ser un accidente —como siempre.

— De acuerdo —Tzuyu se puso atrás de su esposa y la empujó.

¡SPLASH! ¡CUAC! ¡CUAC! ¡CUAC!.

— ¡TZUYUUUUUUUUU! —se quejó la rubia.

— Fue un accidente cariño —le dijo antes de tirarse ella misma ¡SPLASH!.

— ESTOY DENTRO DEL LAGO —festejó la rubia— ¡MIRAME AMOR! ¡EN TU CARA MOMO! —gritó festejando.

— Pero lo tuyo va a ser mejor —le dijo la morena acercándose a ella.

— ¿Por qué? —preguntó curiosa.

— Porque tu vas a ser la única que va a hacer el amor en el lago —anunció antes de empezar a besarla para luego desvestirla.

— ¿QUIEN ANDA ALLI? —otra vez las habían pescado, pero no era Edgard esta vez.

En la casa de Yoon Ah.

¡Ringggg! ¡Ringggg!— Cariño tu celular está sonando —le dijo Jake a su novia dormido.

— ¿Quién demonios puede ser ahora? —el cangurin atendió su celular— ¡HOLA! ¿ACASO NO SABE LA HORA QUE... si las conozco... son mis madres.... ¿COMO QUE ESTAN EN LA CARCEL POR NADAR DESNUDAS EN EL LAGO DEL PARQUE? — pero al menos ya no faltaba nadie.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top