Capítulo 56.- Entre nombres y apodos
— ¿Ya están despiertas mis dos princesas? ¿Estaban esperando a que mamá llegara? —Tzuyu recién llegaba de su trote matutino— Sé que se los digo todos los días, pero... las quiero mucho... ¿Qué digo las quiero? ¡LAS AMO! Y las voy a cuidar y mimar siempre, porque ustedes se lo merecen. Porque desde el día que las tuve en mis manos quedé completamente hipnotizada con ustedes dos —La morena les hablaba con verdadera dulzura— NUNCA, pero nunca me dejen, por favor —Les pidió.
— Chewy ¿Qué te he dicho de hablarle a mis pechos? —Sana se despertaba en su enorme cama de la casa de verano en que se hospedaban para su Luna de miel en el Caribe, con su esposa encima de ella hablándole a sus pechos desnudos.
— ¡Shhhhh! —la calló— No interrumpas. Estoy hablando con mis bebes. Tu —Señaló el pecho derecho de Sana— Eres mi Squishi —le dio un pequeño apretón rememorando una grande escena de "Buscando a Nemo— No le digas nada a tu hermana, pero en cierta forma eres mi preferida...
— ¡TZUYU! No puedes tener preferidas —la retó Sana— ¿Cómo crees que se siente Spongi cuando te escucha decir qué prefieres a Squishi? —De hecho, la elección de los nombres había sido una eterna discusión que finalizó con Tzuyu eligiendo como llamar a los pechos de Sana, mientras que Sana eligió un nombre para cada cuadradito del estómago de la morena. Bueno en realidad solo para tres porque un el otro nombre se lo puso Jihyo.
— ¿Me puedes dejar terminar por favor? —Le pidió logrando que Sana girara los ojos y que le hiciera un gesto con su mano para que continuara— Gracias _Se aclaró la garganta— Eeeee ¿Qué estaba diciendo? —le preguntó a su esposa.
— Le estabas por explicar a Squishi porque es tu preferida —la ayudo.
— Cierto —dijo y volvió a enfocarse en el pecho derecho— Como te decía querida Squishi, tú eres mi preferida porque cuando beso a tu otra mamá eres la primera en reaccionar —Mientras hablaba jugaba a recorrerla con su dedo índice— en cambio esta picarona — Apretó fuerte el pecho izquierdo— necesita un poco más de tiempo —Los pezones de Sana respondían como debía ser— Pero...—Miró a su rubia que ahora tenía los brazos debajo de su cabeza. No era la primera vez que Tzuyu le dedicaba tiempo a hablarle a sus pechos— Pero... Spongi tiene algo a favor —esto era algo que la fotógrafa no había escuchado.
Sana se apoyó en sus codos para poder mirar a su chica— ¿Qué se supone que Spongi tiene a favor? —preguntó curiosa. A esta altura de más está decir que Sana tiene su propia empresa de asesina profesional de gatos. Sana es una especie de Hitman de los gatos, algo así como Hitcat.
— Primero interrumpes y ahora te metes en la conversación —se hizo la ofendida Déjeme decirle Señora Chou Minatozaki que sus modales dejan mucho que desear —apuntó.
— Es culpa de mi esposa —se defendió— Desde que la conocí no ha hecho otra cosa que enseñarme malos modales —agregó.
— Estoy segura de que esos modales ya los tenías antes de conocer a tu dulce, inocente y hermosa esposa —la morena seguía el juego.
— Acepto lo de dulce y hermosa, pero inocente es una palabra que nunca pero nunca va a definirte cariño —Y antes de que Tzuyu hablara agregó— Además ¿Acaso no estabas en medio de una conversación? —Cambió de tema rápidamente— Quiero escuchar lo que tienes para decir sobre Spongi —afirmó.
— Tú no tienes por qué saberlo. Esto es un secreto entre mis bebes y yo —Mientras le contestaba se iba agachando hacía el pecho izquierdo— ¿Sabes lo que me encanta de ti Spongi? —Preguntó casi en un susurro— El pequeño lunar que tienes aquí justo debajo del pezón —con un dedo rozó la pequeña marca y notó automáticamente la reacción que esto provocó en Sana— ¿Y sabes porque —me gusta? —volvió a preguntar.
— ¿Por qué? —alcanzó a repreguntar la artista justo antes de tener que tirar la cabeza hacia atrás como reacción a lo que Racel hacía con ella.
— Porqué... —lo agarró con su boca— porque yo y solo yo, puedo verlo, sentirlo y hasta disfrutarlo —terminó de atacarlo con su lengua.
— Chewy... Chewy... Es mejor que... —Sana no quería parar, pero si no lo hacía, sabía que Tzuyu no iba a parar y llevaban casi un día entero sin salir de la hermosa casa a orillas del mar habían rentado. Y para colmo la morena astutamente había escondido la llave del baño impidiendo que Sana la pudiera encerrar. Su cuerpo suplicaba por un descanso— Chewy... bebé... —Sana agarró el rostro de su esposa con ambas manos y temió que fuera demasiado tarde— Mírame por favor —le pidió lográndolo con éxito— Podemos tomarnos un tiempo fuera —soltó el rostro de su chica para hacer la señal basquebolística— Me encantaría salir a caminar por la playa y tal vez almorzar en una mesa de verdad...
— ¿No te gusta comer sobre mí? —le preguntó la morena media ofendida y haciendo pucheros.
— Amor... ME ENCANTA comer sobre ti —aclaró— pero nunca terminamos de comer y la verdad es que tengo bastante hambre —le explicó.
— Yositerminodecomerte —Tzuyu murmuró algo ininteligible.
— Repite eso por favor —le pidió la rubia acariciando a su chica.
— Dije que yo si termino de comerte —aún parecía ofendida.
— Tu siempre comes cariño —le dijo la artista— el problema es que eres insaciable y para poder seguir llenándote, esta pancita —señaló su propio estómago— necesita llenarse con verdadera comida —le dijo para finalmente pararse de la cama dejando a su mujer embobada cuerpo desnudo— Me voy a dar una ducha por su ¿vienes? —Miró a su esposa que estaba dando la espalda ofendida.
— No gracias —Respondió secamente.
Sana sonrió— ¿Segura? Porque creo que Squishi tiene algo para decirte —le dijo caminando hacia el baño.
— ¡DEMONIOS! Detesto ser una dominada —la morena se paró para seguir a su esposa al baño.
Mientras tanto en la casa Hirai Park.
Momo estaba sentada cómodamente en su sillón viendo televisión. Había dejado de trabajar por recomendación del doctor y la falta de ocupación la estaba matando, bueno al menos hasta que su sobrina llegaba del colegio, que era donde la cosa se ponía realmente difícil.
— ¡Momoring! Ya estamos aquí —anunció Sana desde la entrada. La bailarina era la encargada de ir a buscar a Yoon Ah a la escuela.
— ¡ESTOY EN LA SALA! —anunció la mayor.
— Hola cariño —saludó a la rubia dejándole un pequeño beso en la boca— ¿Cómo te has sentido? —le preguntó.
— Me siento como una ballena Jihyo —se quejó— Me siento pesada y tengo ganas de comer todo el tiempo... ¿Estás segura de que no son dos? —Por el hambre voraz de Momo, Jihyo juraba que podían llegar a ser hasta ocho, como los octillizos de Apu y Manjula.
— Aaaaaa —Jihyo se lamentó por su esposa— Sólo un mes más cariño y vas a volver a sentirte como antes —la consoló— ¿Quieres que te prepare algo? —preguntó.
— Tengo ganas de comer doritos con guacamole —contestó. No era un antojo sino más bien un gusto personal.
— Manos a la obra entonces —Jihyo salió para la cocina.
— Oye Sana —la llamó la mayor— ¿Dónde está la ratita endemoniada? —lo cierto es que la relación de Momo y Yoon Ah estaba un poco tensa últimamente.
— Tratando de hablar con alguna de sus madres —contestó.
— Pero sí habló anoche con ellas —Las dos mujeres hablaban con ella todos los días.
— Me dijo algo así como que tiene problemas de "pollelones" y necesita hablar con Tzuyu urgente —explicó la bailarina sin salir de la cocina.
— ¿Problemas de qué? —no estaba segura de haber entendido esa parte.
— "Pollelones" —respondió nuevamente a bailarina.
— ¿El guacamole lo quieres con limón? —de pasó preguntaba.
— Muy poquito —le contestó mientras vio cómo su sobrina entraba a la sala y después de tirar su celular sobre la mesa dejaba caer su cuerpo contra el sillón individual cruzando brazos.
Momo la había seguido con sus ojos, no se sorprendió al ver el parecido de sus gestos con los de su madre— ¿Qué te pasa ratita? —le preguntó.
— No puedo hablar con ninguna de mis madres —contestó poniendo una cara exactamente igual a la de Tzuyu cuando la morena se frustra por algo— ¿Y para que se supone que las quieres? —volvió a preguntar.
— Porque tengo problemas de Pollelones y quiero hablar con mi mami Tzu —de vuelta contestó.
— ¿Me puedes decir qué coño significa tener esos problemas? —Momo no sabía que significaba, pero ya se había idiotizado de solo escuchar esa palabra.
Yoon Ah giró sus ojos— Tienes problemas de Pollelones cuando tienes problemas de polleras y de pantalones —explicó la pequeña resaltando cada palabra.
Momo abrió la boca bien grande— ¿Qué? ¿Tú tienes problemas de polleras y de pantalones? ¿Acaso no sabes que eres muy chica para esas cosas? —le dijo.
— O tú estás muy vieja quizás —le respondió la pequeña.
— ¡JIHYO! ¿OISTE LO QUE ME DIJO? —Momo buscaba apoyo.
— ¿Acaso no te puedes defender tu sola? Eres una acusona —le dijo la pequeña.
— JIHYO AHORA ME DIJO ACUSONA —la volvió a acusar.
— Momoring deja de pelear con Olivia —La rubia aparecía con la comida y retaba a su esposa. El cangurin aprovechaba para sacarle la lengua a la abogada
— Pero Jihyo —Momo le sacaba la lengua a Yoon Ah para responderle.
— Pero nada Momorin... Tu come —le alcanzó el bowl con doritos— Yoon Ah, cariño, cuéntanos que problemas tienes &insistió la bailarina— Tal vez te podamos ayudar —le ofreció.
Yoon Ah miró a sus tías con sospecha. Respiró y habló— Pues que Jake me preguntó si quería ser su novia y...
— ¿QUEEEE? ¿COMO QUE TE PIDIO SER TU NOVIO? TÚ NO PUEDES TENER NOVIO, ERES MUY PEQUEÑA AUN —Momo casi se ahoga por hablar.
Yoon Ah giró sus ojos— Momoring come un poco más —Jihyo quería que su esposa tuviera su boca ocupada— No le hagas caso y sigue contándome —le dijo a la niña.
— Bueno... —la pequeña miró de reojo a su tía Hyo— Pues que cuando Yuri se enteró, vino corriendo a preguntarme si quería ser su novia —Antes de que Momo pudiera saltar había puesto el queso cheddar en frente de su esposa— ¿Y qué pasó? —le preguntó la bailarina.
— Que ahora no sé qué hacer —contestó— Y no quiero que se peleen entre ellos por mí, quiero tenerlos a ambos —dijo recostándose sobre el sillón— Por eso quiero hablar con mami Tzu ella sabría que hacer —la niña se encogió de hombros— Seguro no atienden porque están teniendo sexo —la pequeña no terminó de decir la palabra que ya tenía un pedazo de su cabeza.
Momo finalmente había logrado atragantarse y ahora su esposa le daba palmaditas en la espalda para ayudarla— Momoring... Momoring... ¿Estás bien? —le preguntó una vez que dejó de toser.
— ¿Es... es... escuchaste lo que dijo?— Le preguntó a la bailarina— Dijo S... E... X... O —susurró.
— ¿Sabes que puedo unir las letras no? —La pequeña no era nada tonta— Tía Momo, mi mami Tzu me explicó sobre el sexo y todo lo demás —dijo la pequeña.
— ¿Todo lo demás? ¿Qué es todo lo demás? —Jihyo era la curiosa.
— Pues como se hacen los bebes y eso —contestó la pequeña— Me explicó cuando le pregunté porque la tía Momo estaba tan gorda.
— ¡NO ESTOY GORDA! —Se defendió la mayor— ¿LA ESCUCHASTE SANA? ¿LA ESCUCHASTE? —Momo se recostaba sobre su esposa.
— Claro que no cariño, claro que no —Yoon Ah trataba de no reírse.
— Mami Tzu dice que escondes un balón de básquet debajo de tu remera —comentó la pequeña— ¡Upsss! Creo que después me dijo que eso no lo tenía que decir frente a ti —agregó la rata traicionera.
— JIHYOOOOOO —siguió chillando la mayor— ¿CIERTO QUE NO SOY UN BALON? ¡MIRA COMO SE RIE! —la pequeña había soltado su carcajada, no podía esperar para hablar con sus madres y contarles sobre los chillidos de su tía.
En un restaurante en el Caribe.
Como ya era costumbre Tzuyu estaba sentada casi pegada a Sana y ambas disfrutaban de un delicioso almuerzo en una mesa de verdad, diría Sana. ¡Bah! En realidad, Sana disfrutaba, la morena estaba más concentrada en hacerles caricias a las piernas de la rubia que en la comida.
— Te amo —le dijo Tzuyu.
— ¿Mucho? —otra vez el jueguito.
— Muchísimo —contestó evadiendo el reto.
— Sabes que así no funciona —dijo la rubia— Dime cuánto me amas —presionó.
Tzuyu la miró directamente a los ojos— Mmmm... Te amo más que Lindsay Lohan al alcohol —Y vaya que era mucho.
— Otro —pidió la rubia no muy convencida.
— Te amo más que Charlie Huge Grant a las señoritas que prestan servicios sexuales —le dijo.
Sana rió ante la forma que su novia definió a las prostitutas— Uno más por favor —pidió.
— Te amo más que Tom Cruise a los hombres —y con esta sabía que tenía ganado al menos un beso.
— Eres una tonta —se inclinó y besó a su esposa.
— Pero... —Tzuyu quería saber lo que le seguía a esa sentencia.
— Pero eres mi tonta —agregó— Mi hermosa y dulce tonta —afirmó.
— ¿Inocente no? —preguntó haciendo muecas.
— Nop... Cualquier cosa menos inocente... Es más, eres lo contrario de inocente, eres... eres... ¿Qué es lo contrario de Inocente? —preguntó con ignorancia.
TZUYU pensó— No lo sé... Eeeee... ¿Yo? —contestó riendo.
— ¡Exacto!... lo contrario de inocente eres tú —apuntó— Esa es la mejor forma de definirlo —Con otro beso silenció la pequeña risita de su chica.
— ¿Chou Tzuyu? —Una voz extraña interrumpía el beso.
La morena de daba vuelta para averiguar el origen de esa voz— ¡Por Dios! Jessica Larsson... ¿Cómo estás? —La actriz porno preferida de Tzuyu aparecía en la escena. "Best Honey Moon Ever" Diría Jihyo.
— Bien —contestó alegre la actriz— Veo que estás bien acompañada —Señaló a la rubia que de repente no tenía buena cara
— Jessica —le dijo la basquetbolista— Déjame presentarte a Sana Chou Minatozaki —agarró la mano de la rubia— Mi esposa —finalizó con la presentación.
— ¡Guauu! Esposa... me gusta esa palabra —Y de repente a Sana no le cayó tan mal la actriz— Jessica Larsson —le extendió la mano a la fotógrafa— Un gusto conocer a la esposa de mi jugadora de básquet preferida —le dijo muy amablemente.
— Minatozaki Sana—respondió agitando su mano— Un gusto conocer a la actriz porno preferida de mi esposa —Ambas rieron por el comentario.
— Veo que no se guardan secretos — comentó— Jessica... ¡GEORGE! —llamó a un hombre que se acercaba a ellas a buen paso.
— ¿Algún problema cari...? ¡SON TZUYU! —El hombre se dio cuenta de la presencia de la jugadora.
— Chicas les presento a mi esposo y director de mis películas... George Bigone —las introdujo— George ellas son... bueno ya conoces a Tzuyu y ella es su esposa Sana —se saludaron efusivamente.
— ¿Bigone? —A Tzuyu no le parecía real el apellido
— Es mi nombre artístico... No sé si me entiendes —el hombre miró a su entre pierna.
— Aaaaa... claro, claro —la deportista no pudo evitar reír ante el apellido, miró a su novia que también reía.
— ¿Estás buscando trabajo? —le dijo el hombre a Sana mientras la saludaba— Porque déjame decirte que la industria estaría encantada de contar con una cara tan perfecta como la tuya —completó su idea.
— BUENO, BUENO —A Tzuyu no le gustaba nada para donde iba la conversación— George déjame decirte que antes que Sana salga desnuda en alguna de tus películas vendo todos mis órganos —le dijo muy segura.
— No deberías privar al mundo de ver semejante belleza Tzuyu —el hombre disfrutaba de ver como se iba transformando la cara de la morena.
— Ya deja de molestarla George —Jessica detuvo lo que iba a ser una catástrofe.
— ¿Y qué hacen por acá? —Les preguntó Sana para darle tiempo a que se calmara su esposa— ¿No me digan que también están de luna de miel? —iba a ser una completa casualidad.
Ambos rieron— Eso sería imposible, porque llevamos veinte años de casados —le explicó la actriz— De hecho, estamos grabando una película "Las fantasías de Jessica X" —conto— ¿Supongo que habrán visto las anteriores? —los tres miraron a una ahora más calmada Tzuyu— Creo que yo te firmé la primera en Londres ¿cierto? —presionó la mujer— ¿Todavía la conservas? —preguntó.
— Bueno yo... este... —Tzuyu no sabía cómo decirlo, aun le dolía el recuerdo de su tesoro perdido— La tengo guardada yo bajo llave —saltó Sana. Era la película que su esposa había heredado de su padre y sabía que la tenía que guardar.
— Fue un gusto verlas, pero me temo que nos tenemos que ir. El tiempo es oro en esta industria —les explico— Tal vez les gustaría ir a visitarnos al set de grabación esta tarde— Por si no tienen nada que hacer —Sacó un bolígrafo y les escribió la dirección y un teléfono.
— Nos encantaría que vinieran —Jessica apoyó la idea de su marido.
— Vamos a tratar —Tzuyu salió del apuro. No quería pensar la clase de escándalo que podía llegar a hacer en el set— ¿Incendiarlo como hizo con sus revistas tal vez?. Genial volverlos a ver —les dijo saludándolos.
— Un gusto de conocerlos —saludó Sana Cuando la pareja no podía ser vista la rubia miró a su esposa— Tzu... —la llamó.
— Dime cariño —respondió— No entendí lo del apellido de George —confesó.
— Dime cariño —respondió— No entendí lo del apellido de George —confesó.
La morena se rió— ¿En serio cariño? George Bigone... George Grandote... Actor porno... se miró su entrepierna... —la cara de Sana era impagable.
— No te rías —le advirtió— Ya entendí. Y me parece poco original —le dijo.
— Pues a mí me parece divertido —refutó Tzuyu— Si yo fuera actriz porno me haría llamar Tzuyu Boobs (pechos) —contó como si estuvieran hablando del clima.
— ¿Tzuyu boobs? No te ofendas amor, pero sería mejor llamarte Chaeyoung wihtoutboobs (sin pechos) —Tzuyu se quería hacer la enojada.
— ¿Qué tal Tzuyu likesboobs (le gustan los pechos)? —preguntó.
— No... —negó— ¿Tzuyu Scissor (tijera)? —lo volvió a intentar.
— Tampoco... —Y así salieron del restaurante discutiendo nombres para Tzuyu.
Más tarde en la habitación.
Tzuyu hablaba con Yoon Ah mientras Sana miraba un rato la televisión esperando su turno para hablar con su hija.
— Cangurin eres muy pequeña para ataduras —le decía— porque no le ofreces tu amistad a ambos y así los disfrutas a los dos —Tzuyu sabía que a esa edad ser novios no significaba nada más que darse la mano y esas cosas— No le hagas caso a la ladrona de pelotas —Era el nuevo apodo de Momo— Tu puedes tener todos los novias o novios que quieras estuvo a punto de recibir una mirada mortal— PERO —se apresuró a decir— por ahora es mejor que te llenes de amigos y amigas y después eliges ¿No te parece? ¿O acaso quieres más problemas de pollelones? —Ahora sabemos quién había inventado la palabra— ¡Exacto! —Hija y madre coincidían— Bueno bichito te mando un beso enorme y no hagas rabiar mucho a tus tías —aconsejó— mejor dicho, no hagas rabiar a Jihyo, a tu tía Momo un poquito si —Sana pudo sentir risas en el teléfono— Te paso con mamá... Beso... Beso... Beso... —Y Sana le sacó el celular.
— Hola cariño... Primero que nada —la madre responsable hablaba— No hagas rabiar a ninguna de tus tías —ordenó— Y segundo... No puedes ponerte de novia con nadie hasta que tengas veinte cinco años —Sana pudo ver como Tzuyu giraba los ojos— No importa lo que tu mami diga... No importa que ella haya tenido su primera novia a los trece —La morena juraba que podía adivinar las caras que Yoon Ah estaba haciendo en New York— No importa nada de lo que Tzuyu haya hecho Yoon Ah... ¿A quién debes hacerle caso? —Preguntó— ¡Exacto! Así que nada de novios hasta la edad que dije. Un beso enorme hija... Pásame con alguna de tus tías —le dijo.
Mientras Sana esperaba a hablar con alguna de sus amigas veía como la morena agarraba su celular y empezaban los mensajes secretos con su hija. Sana giraba los ojos— Hola Momor... Espera... No te entiendo... Momo... Momo...MOMOO ¿PUEDES DEJAR DE CHILLAR Y HABLAR CLARO? —Exigió— Respira... respira... Ahora dime —pidió— ¿Quién te dice así? —La rubia miro a su novia enojada, pero la encontró matándose de risa con los mensajes— Sabes que no le tienes que hacer caso a Yoon Ah y a Tzuyu... Si no te preocupes que acá hay un lindo sillón para que Tzuyu pruebe esta noche —Upss, esto detuvo los mensajes— Nos vemos Moguri, saluda a Jihyo de mi parte —colgó e inmediatamente le sacó el teléfono a tu esposa.
— Tienes prohibido hablar con Yoon Ah hasta nuevo aviso —la artista hablaba muy en serio.
— Pero Sana...
— Nada de peros —le dijo— Y nada de protestas —advirtió con su dedo apenas vio la cara de su novia. Volvió a prestarle atención a la televisión mientras Tzuyu hacía pucheros lado.
— Tzu... —la llamó.
— Mmm...
— ¿A qué hora era lo de Jessica Larsson? —preguntó sin mirarla.
— Dentro de una hora ¿Por? —La morena no le dio importancia a la pregunta.
— Por nada —respondió e hizo silencio.
— Tzu...
— Mmm...
— ¿Tu... Digo... Si alguna vez... Tu...?
— Sana dilo de una vez —pidió suavemente.
Sana respiró y siguió sin mirar a su esposa— ¿Alguna vez estuviste en un set de grabación de esas películas? —preguntó con curiosidad
— Nunca estuve en ningún set de grabación de ninguna película —respondió.
— ¿Y te gustaría ir? —seguía el interrogatorio.
Tzuyu miró sospechosamente a la rubia— ¿Estás preguntando por algo? Porque parece que a ti si te gustaría —le dijo con una sonrisa maliciosa. Mírala a Sana la chanchita.
— ¿Qué? Yo no dije eso —se defendió— Sólo te preguntaba —le dijo.
— Como digas cariño —Tzuyu esperó lo que estaba por venir.
— Tzu...
— ¿Nos cambiamos y vamos para allá? —Sabía que si no lo proponían iban a estar así eternamente.
— Me leíste la mente —Ambas saltaron de la cama y empezaron a vestirse.
Horas después en la casa Hirai Park.
— Momoring ¿Has visto mi...? —Jihyo encontró a su esposa llorando nuevamente— Momo... cariño.... ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —La mayor negó con su cabeza.
— ¿Yoon Ah te dijo algo? —otra vez negaba.
— ¿Extrañas a Sana o a Tzuyu? —nuevamente una negación.
La bailarina respiró hondo— Momoring ¿Me puedes decir que te pasa? porque si no, no puedo ayudarte amor —le dijo.
Sin decir nada Momo le pasó su celular.
— ¿Qué tengo que hacer con esto? —Jihyo estaba perdida.
— Mira el mensaje de Sana —alcanzó a decir Momo.
Jihyo miró el mensaje abierto en el celular de su esposa "Con Jessica Larsson en el set de grabación de una de sus películas" Inmediatamente seguido del mensaje aparecía una foto de Sana y Tzuyu abrazadas a una mujer totalmente desnuda.
Jihyo levantó la cabeza y miró a su esposa— Lo siento cariño —le dijo.
— YO TAMBIÉN QUIERO UNA FOTO CON LOS PECHOS DE JESSICA LARSSON —chilló Momo.
— ¿Qué pasa? —Yoon Ah entraba a la habitación de sus tías— ¿Y ahora porqué llora la traficante ilegal de pelotas de baloncesto? —bromeó la pequeña.
— ¿LA ESCUCHASTE SANA, LA ESCUCHASTE? —y el llanto volvía.
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