Capítulo 48. La resurrección de la bestia

En una pastelería de Nueva York - Ultimo día de abstinencia.

— ¿Qué te parece este Momo? —Sana le daba una cucharada de su pastel de boda. En realidad, eran varias muestras de pasteles que las chicas estaban probando para decidir uno para la boda.

— ¡Guacala! ¡Detesto las avellanas! —la mayor de las japonesas se asqueaba— Me gusta más el que está comiendo Jihyo ¡OIGA! —llamó a la persona que las estaba atendiendo. Era un hombre joven de serio porte.

— ¿Puede traernos más de ese pastel? señaló el pedazo que estaba comiendo la bailarina.

— ¿El de mousse de chocolate blanco con relleno de cajun?—las chicas se miraron.

— si ese —afirmó la mayor— y un café para mí —agregó Momo.

— Un latte para mí —pidió Sana.

— Yo quiero leche con chocolate —levantó la mano la bailarina— Disculpe, pero nosotros no servimos café ni el resto. Esto no es un café —se excusó el hombre.

Sana y Momo se miraron.

— ¿Usted está queriendo decir que venimos a este lugar a elegir el pastel de la boda de nada más y nada menos de Minatozaki Sana y Chou Tzuyu y usted nos dice que no nos van a servir café? —modo perra activado— ¿A caso tiene idea de cuantas pastelerías nos han molestado para tener la exclusiva tarea de hacer el pastel de esta boda? —le dijo firmemente.

— Seguramente usted no tiene idea de lo que está haciendo, por eso voy a evitar llamar a su superior y hacerlo echar. Pero no pienso darles el gusto de tener su pastel en mi boda —protestó con esa mirada de superior— tal vez en otra pastelería nos atiendan como la gente —dijo la fotógrafa y agarrando su cartera se levantó.

— ¿Puedo llevarme mi pastel? —a la bailarina le había gustado el cajun.

— Un momento por favor —una señora mayor aparecía— sabrán disculpar a Walter, él es nuevo aquí. Deja Walter yo las voy a seguir atendiendo —se dirigió al joven— mi nombre es Lisa ¿En qué puedo ayudarla señorita Minatozaki? —la mujer la reconocía.

— Bueno estoy segura de que como ya lo habrá leído en todas las revistas, me caso en unos meses y mi madre insistió en que pasara por este lugar para probar sus pasteles —contó.

— Sí, sí. Su boda con la señorita Chou es conocido por nosotros. De haber sabido que venían las habría atendido yo desde un principio. Sepan disculparnos —la mujer quería esa venta como sea.

— Disculpas aceptadas señora Lisa. Mis amigas y yo queríamos una bebida para acompañar las tortas que estábamos probando —explicó.

La mujer les aseguró que en unos minutos llegaban el café, el late y la chocolatada, acompañadas por mas muestras de pasteles para los clientes VIP— ¡Dios! Adoro cuando nos chupan las medias así. Estoy segura de que Walter mañana está buscando trabajo —A veces la mayor no tenía piedad.

— ¿Viste la cara que tenía cuando escucho mi apellido? —Sana se reía a la par de Momo.

— Si Tzu se entera de que ustedes dos están abusando de los empleados las mata. Y como dama de honor de mi Tzu —Momo no quería recordarlo.

— tengo el deber de contárselo —las amenazo Jihyo.

Las otras dos la miraron. Cuando la bailarina le contó a la morena que Momo y Sana habían hecho llorar a la mitad de los empleados del catering, Tzuyu amenazó con raptar a Sana y llevársela a las Vegas para casarse en un local de mala muerte y se aseguró de decirles que si seguían maltratando gente la luna de miel iba a ser en medio de la franja de Gaza.

— Jihyo solo estamos tratando de conseguir un café. Nada más —la calmó su esposa— Nos portamos bien ¿Cierto ardilla? —Sana ya se había comprado el bikini para la Luna de miel, no lo podía permitir.

— Si Jihyo, nos portamos bien. Te lo prometo. Pero por favor no dejes que me case en esos lugares que huelen a cigarro y alcohol —le rogó.

— Lo mismo me prometieron ayer cuando fuimos a elegir las flores...

— Esa mujer nos estaba estafando — protestó Momo.

— Sí, pero ¿Era necesario que la hicieras llamar al lugar donde cultivan las flores para ver si no eran del mercado negro? —Y eso mientras Sana le hacía recitar uno por uno las partes de una flor para ver si estaba en condiciones de atenderlas— Tzu tiene razón, debió dejar que Florence Anderson se encargara de la fiesta —dijo Jihyo como si nada.

— Antes muerta que dejar que una organizadora que babea por mi futura esposa toque mi boda —le advirtió Sana— de ahora en más prometemos que vamos a tratar bien a la gente ¿cierto Momoring? —le dio un codazo a su amiga que asintió

Mientras tanto Somi, Mina y Nayeon entraban por la puerta cargada de bolsas— No van a creer lo que nos pasó —dijo la camarera dueña del bar tomando asiento alrededor de la mesa donde estaban las otras tres.

— Un momento —la frenó Momo— ¿Van a querer algo de tomar? —sutilmente iba a seguir con su maldad.

— Un jugo para mí —dijo Nayeon.

— Un cortado —esta fue Mina.

— Una cerveza ¿puede ser? —un poco temprano, pero no estamos acá para juzgar a nadie.

— ¡LISA! —Sana llamó a la señora haciéndole gestos con la mano. Jihyo las seguía de cerca.

— Dígame señorita Minatozaki —la mujer se mostraba paciente.

— Estas tres chicas se suman a la degustación ¡Tráiganos un...!

— Mmmhhh —la bailarina carraspeaba.

— ¿Sería tan amable, tan bondadosa de traernos un jugo, un cortado y una cerveza por favor? —cualquier cosa menos Gaza y la señorita Anderson.

— Como no, enseguida llegan sus pedidos —la mujer se retiró.

— Déjame adivinar —dijo la cantante— por nada del mundo cambias tu luna de miel en el caribe ¿no? —le era extraño para Mina ver a sus amigas tan amables.

— ¿Qué les pasó? —Momo salía al rescate de su amiga.

— Fuimos a recoger las muestras de tela para los vestidos a donde nos mandaron y no nos atendía nadie. Al contrario, nos miraban de arriaba hacia abajo como si nada —contó Somi.

Nayeon le sacó la palabra— cuando nos estábamos por cansar a Somi se le ocurrió nombrar a Tzuyu, entonces uno de los empleados nos preguntó si estábamos hablando de Chou Tzuyu —siguió el relato.

— Entonces yo dije que sí, que veníamos a buscar las telas para su boda —la camarera estaba excitada.

— Cuando quisimos acordar en un segundo teníamos a diez personas atendiéndonos, sirviéndonos. Me sentía una reina —la cantante finalizaba la historia — Hicimos que nos trajeran champagne, bocadillos, entre otros —contó.

— Yo hice que me abanicara uno de los empleados —agregó Somi.

Sana vio la cara de Jihyo y le urgió cambiar de tema— ¿Qué les parecieron las telas que elegí? —preguntó Sana.

— Tu vestido va a ser un sueño amiga —le aseguró Nayeon.

— Aunque con la tela de color carmesí de nuestros vestidos podemos opacarte fácilmente —a Somi les había encantado el modelo de los vestidos de las damas de honor.

— ¿Y Tzu? —preguntó la bailarina.

— Tzuyu dice que a ella no le importa lo que ella use, que lo único que quiere es que llegue el momento para verme entrar a mí —se escuchó un coro de "aaaaaa".

— ¿Te va a esperar con el juez entonces? —preguntó la mayor de las japonesas. La rubia asintió— ¿Va a usar vestido? —preguntó de nuevo.

— Tzu no quiere que Sana lo sepa —aclaró Somi.

— Lo único que se es que no va a estar de blanco —Somi y Jihyo apoyaron a la novia con su cabeza.

— Disculpen —un mozo llegaba con las ordenes, mientras Lisa servía las muestras de pasteles— El primero es el de cajun que pidieron —señaló una pequeña muestra de pastel— la que ven con frutos rojos es un pastel de vainilla con relleno de crema inglesa y nueces — señaló la otra muestra— Y, por último, el especial de la casa, mousse de chocolate suizo, con relleno de frutos del bosque y un leve baño en almíbar de durazno —explicó— las dejo para que disfruten. Cualquier cosa me llaman —dijo para luego retirarse.

— ¿Y la ratita donde esta? —Momo pensó que su sobrina iba a ser la primera en querer probar los pasteles.

— Ni me lo recuerdes —A Sana se le iba a cerrar el estómago— se fue con Tzuyu al estadio porque "Soojin" le va a enseñar a hacer un mortal para atrás, así puede hacerlo en el partido de esta noche — Sana se había cansado de escuchar ese nombre en su casa.

— ¿Le dijiste que tú se lo podías enseñar también? —después de todo Sana había sido la capitana de las porristas.

— Sí, y Jihyo también se ofreció, pero mi hija no quiso saber nada. Según Tzuyu a Yoon Ah le gusta cuando Soojin le muestra cómo hacerla porque cada vez que lo hace se le levanta la playera. En el último entrenamiento se lo hizo repetir como diez veces —Momo no pudo evitar que un trozo de pastel saliera de su boca con la carcajada que le salió.

— Perdón —se disculpó la abogada— se me atoro el cajun —Jihyo le daba palmaditas en la espalda.

— ¿Hablaste con Tzuyu? —si Somi estaba nerviosa por el partido de esta noche, no se quería imaginar cómo estaba la morena.

— Lo poco que SeokJin la deja en paz aprovecha para llamarme. Mi preferida es la de almíbar de durazno —Desde la noche anterior que todo el equipo estaba concentrado en un hotel— Juro por Dios que esa mujer se convirtió en mi pesadilla. La veo en todos lados —aseguró.

— ¿Esta nervioso el bomboncito? — preguntó Momo.

Sana rió— Tzuyu lo único que quiere es ganar esta noche y volver a casa. A propósito... alguna de ustedes tiene que quedarse con Yoon Ah esta noche si quieren evitarle a su sobrina un posible trauma. A Tzuyu no la para ni el público, se los aviso. Yo también me quedo con la de almíbar —la rubia estaba segura de que no iba a probar ni un solo pedazo de pastel el día de su boda, pero los invitados iban a disfrutar de este pastel.

— Amiga temo por tu vida —dijo Nayeon— yo voto por el de durazno.

— Yo también temo por mi vida —dijo Sana— y también voto por el de durazno... ¡LISA! —una cosa menos.

Ese día a la noche - Estadio de las Liberty.

Sana y el resto de sus amigas estaban ubicadas ya en los asientos de costumbre esperando que la voz del estadio anunciara la entrada de los equipos. Esta era la parte favorita de Sana. Ya van a saber porque.

— ¡DIOS! Me estoy muriendo de los nervios —la fotógrafa no entendía como su novia podía jugar con tanta gente alrededor. El estadio estaba lleno.

— No sé si voy a poder mirar —Momo compartía los nervios de su amiga— ¿Por qué no fuiste a ver al bomboncito a la sala de presidencia como todos los partidos? —para la abogada era una aberración.

— Me mandó un mensaje diciéndome que si nos veíamos me iba a hacer el amor en la mesa de juntas. Decidimos que era mejor no vernos —estos iban a ser los cuarenta minutos más largos de Sana.

Las luces del estadio se apagaron, una sola luz blanca alumbraba la entrada a los vestuarios. La música de Rocky se empezó a escuchar. Lo siguiente que vieron fue como una porrista, a la que Sana pudo distinguir como Soojin corría hasta el medio de la cancha y hacía varias piruetas demostrando su destreza. Momo la miró— No digas una palabra de ella ¿Me escuchaste? —le advirtió. La mayor se encogió de hombros.

— ¡Que buen trasero! —Jihyo se lo gritó a su esposa y a su amiga. Sana giró los ojos.

— Lo dijo Jihyo, no yo —se defendió Momo.

Varias porristas siguieron saliendo para unírsele a Soojin en el baile y luego de la coreografía final se abrieron dejando libre el círculo central.

La voz del estadio sonó— "CON USTEDES HACIENDO SU PRIMERA PRESENTACION COMO PORRISTA DE LAS LIBERTY Minatozaki Yoon Ah"

Las chicas se miraron mientras en la cancha un rapidísimo bichito vestida con un uniforme de porrista, corría a toda velocidad hacia el centro para terminar haciendo un mortal. Y la pequeña no fallo, hizo gritar y aplaudir a toda la tribuna.

— ¡DIOS MIO! ¿LA VISTE MOMORING? —Sana se había sorprendido, ni su novia ni su hija le habían dicho de esto.

— TIENE TU SANGRE MINATOZAKI —la felicitaron sus amigas. Sana vio como Yoon Ah la buscaba desde la cancha y la saludaba agitando su pompón.

— "PRESENTAMOS AL EQUIPO LOCAL EL NEW YORK LIBERTY" —la voz las anunciaba y una por una de las jugadoras iba saliendo. Tzuyu siempre era la ultima.

Una vez que todas las jugadoras local y visitante estuvieron presentadas, se saludaron y otro silencio empezó en el estadio. El público del estadio y la parte preferida de Mina empezaba con la voz del estadio— "VAMOS TODOS JUNTOS... BESO... BESO... BESO..." —Y todo el estadio a coro pedía por el beso de Tzuyu con Sana. Desde esa vez que la morena la beso, lo hicieron costumbre en cada partido de local.

La morena llego a la tercera fila y miró a su novia— Si la gente lo pide...

—;la gente lo tiene —terminó Sana para después agarrar la cara de su novia y besarla intensamente— Amor tienes que ganar este partido —le pidió la rubia una vez que se separaron.

— Créeme que es lo único que quiero hacer. Te amo —dejó otro corto beso y seguido de los aplausos de la gente se fue al banco.

Cinco minutos para el final del partido

— ¡MINUTO! ¡TIEMPO! ¡TIEMPO! — SeokJin corría a la mesa de control para pedir tiempo fuera, Nancy, la capitana había perdido su tercera pelota consecutiva con tal de no pasarle el balón a Tzuyu.

Las jugadoras se reunieron alrededor del coach— ¿Qué demonios haces Nancy? — Shuhua estaba furiosa con la capitana— SE SUPONE QUE LA JUGADA ES PARA CHAEYOUNG, ESTA METIENDO TODO — era cierto todo lo que Tzuyu lanzaba lo metía, el problema era que Nancy le había dejado de pasarle la pelota.

— CALLATE, NO SE POR QUE NO TE VUELVES AL BANCO DONDE PERTENECES, IDIOTA —la capitana buscaba pelea con la suplente.

— AL MENOS YO SE ACEPTAR QUE TZUYU ES LA MEJOR JUGADORA QUE TENEMOS, NO COMO TU QUE TE MUERES DE LA ENVIDIA —Shuhua seguía la pelea.

Nancy no aguanto y se le fue directo, pero Tzuyu se puso en el camino— ¿A dónde crees que vas? —la atajó.

— ¡Suéltame idiota! —ambas jugadoras empezaron a forcejear.

— ¡SILENCIO! —SeokJin llegaba a poner las cosas a su lugar— NANCY AL BANCO YA MISMO. SHUHUA PREPARATE PARA ENTRAR —dio las ordenes.

—;¿QUE? ¿ESTA LOCO? NO PUEDE SACARME AHORA, ESTE ES MI EQUIPO — Nancy no aflojaba.

— HACE RATO QUE ESTE DEJO DE SER TU EQUIPO —le dijo SeokJin— AL BANCO —le señaló el mueble con su brazo— Bien —con una pizarra empezó a dibujar jugadas— Vamos abajo por tres. Shuhua quiero la pelota en manos de Tzuyu todos los ataques ¿sí? —dirigió>

— VAMOS A GANAR ESTE PARTIDO — alentó la morena— Juntemos la mano — las chicas la siguieron— 1,2,3 ¡LIBERTY! —fue el grito de guerra para después correr a la cancha.

En las tribunas.

— ¡SIIIIIII! —Sana festejaba el triple de su novia que las ponía a un punto del campeonato— ¿Cuánto queda? —preguntó agarrada de la abogada.

— 40 segundos... ¡VAMOS BOMBONCITO!... dos puntos más por favor —las chicas estaban más nerviosas que la propia jugadora.

Como era de esperarse el otro equipo se ocupó todo su tiempo de ataque y a Tzuyu solo le quedaban 16 segundos para ganar el partido.

— ¡VAMOS TZU! —alentó Jihyo.

Sana podía ver a su hija quieta sin agitar los pompones. Pobre cangurin los nervios se la comían. La morena ataco el aro y recibió un fuerte golpe.

— ¡FOUL! ¡FOUL! ¡MINA FUE FOUL, TIRA DOS LIBRES! —Momo estaba zamarreando a su amiga prácticamente.

— No puedo ver Momoring —Sana se dio vuelta— avísame que pasa —de alguna forma se iba a enterar.

Antes de que Tzuyu tirara toda la tribuna empezó a gritar ¡MVP! ¡MVP! ¡MVP! Haciendo alusión al premio que se merecía la deportista como mejor jugadora de la temporada.

La fotógrafa sintió el pique que su novia hacia antes de tirar cada libre...

— ¡LO METIÓ! ¡LO METIÓ! —Momo la sacudía y toda la tribuna festejaba— al menos esto nos asegura un alargue —era el consuelo por si fallaba.

La tribuna hizo silencio y Sana volvió a sentir los piques... Esta vez los gritos de la gente opacaron los festejos de Momo. La rubia se dio la vuelta. Y vio cómo su novia festejaba chocando su mano con la de Shuhua. Ganaban por uno.

— ¡DEFENSA! ¡DEFENSA! —eran los gritos del coach y del cuerpo técnico. Solo quedaban tres segundos.

3, 2, 1 "EL LIBERTY CAMPEON DE LA WNBA" Sana se abrazaba con sus amigas, ni Momo podía ocultar sus lágrimas. En la cancha Shuhua y Tzuyu compartían un abrazo y luego una marea de gente las absorbió. Del techo de la cancha caía papel.

— ¡MAMI! —Yoon Ah llegaba entre la gente a los brazos de su madre que la agarraba y le ponía su gorra que decía "campeonas WNBA".

— ¡LO HICIMOS BICHITO, LO HICIMOS! —Tzuyu se abrazaba a su hija y con ella en brazos empezó a hacerse paso entre la gente que de paso la felicitaba. Tenía que llegar a la fuente de su energía.

Sana las veía venir y empezó a bajar las gradas hasta llegar a ellas. "We are the champions" sonaba de fondo en el estadio.

— ¡GANAMOS AMOR, GANAMOS! —Tzuyu llegaba a la rubia y la abrazaba como si se le fuera a escapar.

— ¡LO HICISTE BEBÉ, LO HICISTE! YO SABIA —tenían sus frentes pegadas. Tzuyu cerraba los ojos y se entregaba a la voz que le había dado la fuerza para hacer cada tiro— TE AMO. TE AMO. TE AMO —le repetía la fotógrafa.

La pantalla del estadio las enfocaba y el público empezaba de nuevo— BESO... BESO... BESO —no se hicieron rogar. Fue un beso en el que Tzuyu le decía a su novia "Listo ya está, ahora me toca estar a tu lado. Mi trabajo está hecho" y Sana le expresaba todo lo orgullosa que estaba por lo que había trabajado, por lo que conseguido había.

— BUENO, BUENO, BOBA CONSTRUCTORA, YO TAMBIEN QUIERO SALUDAR AL BOMBONCITO —como siempre Momo cortaba el momento.

— ¡A FESTEJAR AL BAR DE SOMI! —gritó Shuhua. Ojalá la camarera tenga preparada varias mesas.

Mientras Tzuyu terminaba de ser felicitada por su trofeo de MVP y por el campeonato, Sana y sus amigas hablaban del partido. Cuando Jihyo encontró la mirada de su novia que estaba siendo felicitada por el presidente del equipo lo supo. La mirada de la morena era deseo puro. Era tan fuerte lo que Tzuyu le estaba diciendo con sus ojos que por un momento la rubia se sintió desnuda.

— Creo que estas en serio problemas Sanake —Momo también entendía la mirada de la morena— Vamos yendo al bar —le ofreció la abogada.

Cuando Sana estaba por llegar al auto de Momo, unos brazos fuertes la agarraron y le dieron vuelta. Si la rubia no hubiera sentido el perfume de su chica hubiera gritado. Se quedaron mirando por un momento— ¿Te vas con Momo? —le preguntó la morena. Su mirada era demasiado intensa. Lo único que pudo hacer la rubia fue afirmar con la cabeza— ¿Sabes que tengo ganas de hacer? —le pregunto Tzuyu cerca del oído.

— Dime —lo dijo muy bajito.

— Tengo ganas de que to y yo no vayamos al festejo y nos quedemos haciendo el amor bajo la ducha de mi camerino —le susurró.

Sana trataba de respirar lo más normal que podía_ temsssprarno —carraspeó un poco— digo que te están esperando. Eres la estrella —la fotógrafa eligió mirar a otro lado, si volvía a mirar la boca de su novia aceptaba la propuesta.

Tzuyu la apretó más aun contra ella. La agarro del mentón y la obligó a mirarla. Los ojos llevaban bastante tiempo haciéndose el amor. La morena se inclinó y mordió el labio de la rubia, no se lo soltó hasta que la escucho quejarse— De acuerdo —aceptó— pero espero que estés lista para mi bebe —fue a darle un beso, pero cuando la rubia se acercó, Tzuyu se alejó— Para que sufras lo mismo que yo —le dijo y se fue a bañar.

— ¿Estas bien ardilla? —Jihyo noto la cara de su amiga cuando esa se subió al auto. Las chicas habían seguido todo el encuentro de Sana y Tzuyu desde el auto.

— Necesito que termine este festejo lo antes posible —les dijo. Las esposas rieron.

En el bar de Somi.

Tzuyu y Sana estaban sentadas una al lado de la otra rodeadas de sus amigas, las jugadoras, cuerpo técnico y las respectivas familias.

— Parece que Yoon Ah cambio su silla preferida por una porrista —comentó Somi, que estaba festejando con sus amigas. La pequeña estaba sentada con el grupo de porristas.

Tzuyu solo rió porque la verdad nada le importaba, no podía prestarle atención a nada, estaba totalmente entregada a las caricias que Sana le estaba haciendo en el interior de su pierna justo cuando Tzuyu había decidido usar un short.

— ¿Sabes que me estas volviendo loca con lo que estás haciendo no? —le preguntó a Sana en voz baja de manera que solo su novia pudiera escucharla.

— ¿Qué estoy haciendo? ¿esto? —la mano de la rubia subió hasta donde terminaba el corto short. La voz con la que Sana le hablaba tampoco ayudaba al control de Tzuyu.

La jugadora tragó saliva— Sana...

La artista se acercó al oído de su novia— Dime bebe —le susurró en el mismo tono que volvía loca a su chica. La mano que acariciaba la pierna ahora estaba debajo de la remera de Tzuyu marcando cada línea que definía los abdominales de la morena.

— Dios mío Sana —Tzuyu estaba agitaba— ¿Por qué me pongo así contigo? ¿Por qué pierdo el control? ¿Cómo es que sacas esta parte tan bestia de mí? — Tzuyu hablaba casi susurrando, pero en realidad le importaba poco y casi nada estar rodeada de gente.

Sana siguió recorriendo cada surco que se formaba entre los músculos del estómago de su chica, no contesto solo la miro profundamente, pasando su lengua provocativamente por sus labios de vez en cuando.

— Cada día me sorprendes más —afirmó la morena siguiendo con su mirada los movimientos de la lengua de su mujer.

— ¿Qué te sorprende de mí? —preguntó.

— El poder que tienes sobre mí, sobre mi cuerpo, sobre todo mi ser —contestó.

Sana volvía a no contestar, solo seguía con sus caricias, apenas apoyaba la punta de los dedos, seguía con los músculos del estómago, luego siguió por la espalda y termino en los brazos. Tzuyu la observaba en silencio, atenta al movimiento de sus manos, cada vez más intenso. A la artista la estaba volviendo loca ver el rostro cargado de deseo de su morena. Por fin Tzuyu frenó su mano y habló— vámonos por favor —su voz no disimuló la súplica que Tzuyu quiso mostrar.

Sana le dio un dulce beso en la mejilla y busco a Momo— ¿Te encargas de Yoon Ah por favor? —le preguntó.

— Ningún problema Sanake —respondió la abogada. No alcanzó a responder que Tzuyu ya estaba arrastrando a su chica por la puerta.

— ¡WOW! —Somi se acercaba a Momo— ¿Soy yo o alguien va a pasar una buena noche? —preguntó.

— Esperemos que las dos queden intactas —aunque todo podría pasar.

En el auto de Tzuyu.

Apenas Sana subió al asiento Tzuyu agarro su rostro— Eres la mujer más hermosa del planeta —la rubia se puso colorada, no importaba cuantas veces se lo dijera, siempre tenía el mismo efecto— Y me gustas aún más cuando te pones colorada —le dijo.

— Mentira, me queda horrible el colorado en los cachetes —protestó la fotógrafa.

Tzuyu no dijo, más bien la agarro de la nuca y la acerco a su boca. Su otra mano fue directa a su cintura. La besó intensamente, sin descanso, con su lengua se adentró lo más que pudo. Le devoraba los labios bruscamente con los suyos. El perfume de Sana invadía su respiración excitándola aún más si fuera posible.

— Quiero hacerte el amor aquí y ahora —le dijo.

La rubia se sorprendió— ¿Y si nos ven? —le preguntó.

— Los vidrios son polarizados. No puedo esperar a llegar a casa —La morena tiró.

La rubia se sorprendió— ¿Y si nos ven? —le preguntó.

— Los vidrios son polarizados. No puedo esperar a llegar a casa —La morena tiro de su chica hasta lograr que Sana se subiera en ella. Con ambas manos agarro fuertemente el trasero de Sana— Te amo Sana, te amo mucho —le susurró.

— Me hablas así porque sabes que no te voy a poder decir que no —comentó la rubia.

— ¿Eso quiere decir que puedo hacerte el amor? —quería asegurarse.

Sana no pudo ni protestar, Tzuyu metió las manos por debajo de su remera y le apretó los pechos a través del corpiño. La protesta fue un fuerte gemido. La morena le saco la remera y con habilidad se deshizo de la ropa interior superior para después atacar cada pezón con su boca. Sana no pudo evitar tirar la cabeza para atrás— levántate un poco —ordenó Tzuyu y la rubia hizo caso. La deportista aprovecho para desprender los jeans de su chica e inclusive se atrevió a meter la mano directamente hacia su centro— ¡Estas muy húmeda! —la exclamación salió como en forma de jadeo. La mantuvo en esa posición para poder introducir directamente uno de sus dedos. Sana, ya perdida bajo el placer totalmente, grito y se contorsiono arriba de su chica. Cuando Tzuyu agrego uno más la rubia clavo las uñas en los hombros de la morena y sollozo. Con su otra mano Tzuyu le acomodo los mechones de pelo a su novia que caían sobre su cara— ¿Estás bien amor? —me preguntó.

Sana no podía articular una sola palabra, el placer y la locura la estaban dominando. Sintió como Tzuyu besaba su cuello, justo donde sentía su pulso y bajo su boca para encontrar la de la morena. La mano de Tzuyu trabajaba el interior de Sana mientras la otra se alternaba entre la cintura de la rubia enseñándole el movimiento adecuado para poder darle mayor satisfacción y los pechos que tanto le gustaban— Muérdelos —pidió.

La deportista sintió como su parte interior se empezaba a mojar aún más con las palabras de su chica, pero esto no la detuvo. Hizo lo que se le pedía, cuando los gemidos de Sana le indicaban que estaba por llegar, sus miradas se encontraron y el amor las invadió, era su primera noche como prometidas, la primera vez que hacían el amor después de la propuesta. El movimiento empezó a ser más rápido. Sana bajó su mirada hasta donde pudo ver la mano de Tzuyu adentro suyo y una de sus propias manos empezó a tocar su clítoris.

— ¡DIOS MIO! ME MATAS AMOR, ME MATAS —ante la imagen de su novia tocándose Tzuyu intensificó aún más el proceso. El movimiento era aún más exagerado.

Tzuyu pudo sentir como los músculos de su novia se tensaban y después del último grito Sana cayó en el cuerpo de su morena rendida. La deportista la acomodo suavemente el asiento de al lado— Tienes el camino a casa para recuperarte. Llevo casi un mes atrasada —le dijo.

— ¡OH DIOS! —fue lo que alcanzó a decir la rubia que aún podía sentir el orgasmo anterior.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top