En el Bowling

Iban por el quinto tiro ya y Momo prácticamente estaba barriendo el suelo con cada una de ellas por las siguientes sencillas razones: Jihyo cada vez que iba a tirar lo hacía haciendo un paso de baile distinto antes de soltar la bola, de mas esta decir que sus tiros no tenían buen destino. Yoon Ah no tenía mucha fuerza ni tampoco práctica, tiraba la bola con dos manos y casi siempre tiraba los palos del medio. El de Tzuyu y Sana era otro tipo de problema. Desde que llegaron al lugar no se habían podido sacar las manos de encima. Tzuyu se sentó y tirando de su mano obligo a Sana a sentarse arriba de ella, no quería espacio entre ellas, Tzuyu necesitaba estar pegada a su novia todo el tiempo, no importaba si no había aire para respirar o si no tenía agua para beber, si tenía a Sana cerca Tzuyu se sentía viva. Esa era una de las razones por la que Momo iba ganando, la morena y la rubia se paraban lanzaban la bola lo más rápido posible y volvían a su lugar, una arriba de la otra

— Mami tengo sed —la más pequeña del grupo si necesitaba algo de beber

Sana atinó a moverse de su cómodo lugar, evidentemente Tzuyu en su otra vida debió haber sido mueble, pero su novia la freno— Deja bonita, ya voy yo —le dejó un corto beso a su novia— Vamos bichito —agarró la mano de su niña y ambas se dirigieron a la barra.

— Voy con ustedes —las siguió Jihyo

Momo que venía de hacer su tiro, una chuza nuevamente, siguió la mirada de su amiga y llego exactamente a donde sabía que iba a llegar, a la espalda de Tzuyu

— A veces me canso de ser jodidamente buena en este juego —trató de llamar la atención de la fotógrafa— Sanake ... Ardilla.... ¡SANA! —gritó para que la rubia volteara a verla— En serio Sanake ¿Qué demonios estas esperando para comerte al bomboncito? Juro que cada vez que se tocan sale una onda expansiva capaz de voltear todos los pinos de una sola vez —la mayor no se equivocaba

— No sé qué me pasa Momoring — necesitaba hablarlo con alguien— No puedo dejar de mirarla, de tocarla, de besarla ... nunca me había pasado nada igual... Necesito... Necesito que... De repente miro a Yoon Ah y luego a su amiga 

— ¿Qué? No me mires así Sanake NO NO Y NO —al parecer Momo había adivinada las intenciones de Sana

— Por favor Momo. Por esta noche nada más. Por favor —rogaba Sana

— Sana ¿sabes cuánto tiempo llevo sin poder tocar a mi futura esposa? ... DIAS... ¿oyes bien?... llevo DIAS. Si Yoon Ah se queda con nosotras esta noche Jihyo y ella me van hacer ver la estúpida película del pescado ese... Mencho y...

— Nemo —la corrigió la rubia

— Bueno eso —aceptó la corrección girando los ojos— Y después van a querer hacer palomitas y así sucesivamente hasta que todo termina en esas dos quedándose dormidas en el sofá y yo tratando de dormirme sola en mi cama y sin haber tenido mi ejercicio nocturno preferido —explicó Momo pausadamente de manera que su amiga entendiera su necesidad

— Cuido a Lord Knock Knock durante una semana —ofreció a modo de intercambio la fotógrafa.

— Nop —se negó la mayor

— Dos semanas y durante tu luna de miel —la rubia subió la oferta— Por favor Momoring necesito esta noche a solas con Tzuyu, todavía tengo que contarle lo de anoche... me voy a tener que desnudar ¿entiendes? ¿de verdad quieres que tu sobrina vea a su madre desnuda rogándole a su otra madre que no la deje? ¿eso quieres Momo? —Sana apelaba a todo lo que podía

— ¿Sabes qué día es hoy? —preguntó retóricamente la mayor— Hoy es sábado. Todos los sábados llaman primero mis padres y luego los de Jihyo y tengo que aguantar uno por uno sus opiniones acerca de MI BODA, acerca de MI vida y la de MI novia, es como si fueran dementores succionando mi alma lentamente Sana ¿entiendes?, ¿Y sabes que es lo único que me devuelve las ganas de vivir? —la rubia ya sabía la respuesta— Exacto —Momo había adivinado que Sana sabia la respuesta— Jihyo me premia, por así decirlo, por aguantar a nuestros padres con una maravillosa, inolvidable e inigualable maratón de sexo. Y créeme Sana, por nada del mundo me perdería esa maratón, así tuviera que aguantarme a la vaca imitación de gato esa por ciento cincuenta años más. Un consejo Sanake... tomate una buena ducha fría y empieza a jugar bowling porque me estoy aburriendo de tanto ganar —le dio unas palmaditas en la espalda a su amiga sin saber que le había dado una buena idea

— ¿Qué tal si apostamos algo Momoring? —por algún camino tenía que conseguir lo que quería

— Se lo que quieres lograr y no lo vas a conseguir Sana —sentenció la mayor

— ¿Qué quieres lograr cariño? —la deportista aparecía de vuelta al lado de su novia junto a su hija que en ese momento le estaba dedicando la mayor parte de su atención a su merienda tratando de que su Tía Jihyo no le robara sus galletas

— Momo tiene miedo de perder —le contó Sana

— Pero eso no es nada nuevo. Desde el día del paintball que se sabe —Tzuyu echaba leña al fuego

— Yo que tu no me metería bombón, que puedes terminar un mes entero cuidando de mi gato —contestó sin achicarse— además miren el marcador. Tiene que hacer todas las chuzas para ganarme, sin contar que hoy estoy imparable —la abogada se agrandaba señalando el tablero con su puntaje.

— Con más razón aun deberías querer apostar —agregó Sana— Pero sabes que Tzu, deja, Momo siempre fue así... cobarde.... Tan cobarde que hasta el día de hoy no se anima a enfrentarse a sus propios padres ni a los de Jihyo —la fotógrafa sabía que botones tenía que tocar para hacer reaccionar a su amiga

— Minatozaki espero que no hayas dicho lo que creo que dijiste porque si no te juro que vas a cuidar a Lord vaquinock hasta que nazcan mis nietos —la amenazó Momo

— Pues oíste bien... o debo llamar a tus futuros suegros para que te hagan entender... COBARDE —más vale que después de esto Sana empiece a hacer chuzas porque la cara de Momo pedía sangre y sangre Minatozaki mas precisamente

— ¿Sabes que rubia hueca? Te lo buscaste... si yo gano este juego no solo te quedas con el bicho durante un mes, sino que también y no sé cómo, pero de alguna manera te la vas a arreglar para convencer a Jihyo que te regale el próximo hijo de Lord cerdingnock — Momo se tenía garantizar no tener que aguantar también las próximas generaciones de ese gato

— Y si yo gano, tú me concedes mi deseo —Sana se comunicaba con su amiga por códigos, no podía dejar que la morena viera lo desesperada que estaba por una noche a solas con ella.

— Hecho estrecharon sus manos

— ¡JIHYO! Amor ven a verme ganar —La mayor necesitaba todo el apoyo que pudiera tener

Por su parte Tzuyu abrazó a Sana por la espalda rodeándola con sus brazos y descansando sus manos en el estómago de su novia. La morena dejo un beso en el cuello de su chica que hizo estremecer a esta ultima

— Chewy... bebe... no es que me queje, pero necesito concentrarme en este juego y contigo así no creo poder —le explico dulcemente tratando de alejarse, lamentablemente su cuerpo iba en direcciones distintas que su mente y no pudo moverse mucho

— Perdón —pidió la morena— es solo que no te das una idea de lo que me provocas —le dijo en un susurro...— Y por favor créeme cuando te digo que estoy tratando de no tocar más de lo que sufriendo la deportista debo —explicó

— DONDE DEMONIOS ESTA MI BOLA... TENGO QUE GANAR ESTE JUEGO COMO SEA —se separó de su novia, era por el bien de las dos.

Después de cuatro tiros Momo se ponía enfrente de su línea mirando fijamente su objetivo. La mayor sabía que si tiraba al menos un palo en este último tiro a la noche iba a correr una de las mejores maratones de su vida. Respiro hondo, llevo la bola hacia atrás y...

— JIHYO DEJA DE MOSTRARLE TUS PECHOS A ESOS HOMBRES —gritó Sana haciendo que la bola de la mayor fuera directo a la canaleta. A esta altura el buen comportamiento deportivo a la rubia le importaba muy poco realmente

— ¡MINATOZAKI! ESO ES TRAMPA —la acusó su aun por el momento amiga

— No me hagas reír Momoring, hace unos segundos cuando yo estaba tirando te me pusiste al lado para describirme célula por célula las piernas de Tzuyu —habría ver cuál de las dos era más tramposa Ahora hazte a un lado que me toca a mí —Sana corrió a la abogada y con bola en mano se puso en posición

— Vamos Sana. TZUYU y tú, solas esta noche. Necesitas esta chuza. Vamos —La rubia se alentaba

— ¿Oye es normal que Tzuyu este mirando a la camarera como si se la quisiera devorar? —Momo tiró un golpe bajo

Por suerte Sana aún no había aflojado la mano así que alcanzo a detener el tiro justo a tiempo y se dio vuelta a mirar a su novia que lejos de estar mirando a una chica le estaba enseñando a Yoon Ah a jugar al bowling en otra línea— Vas a tener que elegir bien el momento de tus comentarios Momo —le advirtió a su amiga justo en el momento que Tzuyu decidía sacarse la chamarra dejando verse su parte posterior solo en una, a entender de la artista, ajustada remera— Gano este juego como que me llamo Minatozaki Sana —se dijo a si misma

— Puff —suspiró. Tomo aire nuevamente y tiro la bola— Vamos vamos, para la derecha... —la rubia con sus manos trataba de darle dirección al objeto— Eso, eso ... si si si SIIIIIIIIIIIIIII —lo consiguió. La fotógrafa gano el juego

— MAMI, MAMI ¿ganaste? —Yoon Ah corría hacia su madre cuando escucho el grito del festejo

— ¡SI! —contestaba la mayor mientras recibía el abrazo de su hija— ¿Y sabes qué? —le preguntó a su niña que la miro esperando ansiosa lo que seguía— Tu tía Momo tiene algo que decirte ¿cierto Momoring? —presionó a la mayor que aún estaba siendo consolada por su prometida

Momo se despegó de su chica para mirar a Sana con toda la rabia del mundo

— Vamos Momoring —la rubia jugaba con fuego— dile a Yoon Ah lo que querías hacer esta noche —volvía a insistir

— Este... Yoon Ah... Jihyo y yo queríamos invitarte a casa esta noche. Vemos una película, comemos cosas ricas... Aunque si no quiere podemos dejarlo para otro día —se apuró a decir tratando de ver una luz al final del túnel

— ¿En serio? —la niña se emocionaba y Momo se iba despidiendo del maratón mientras asentía a la pregunta de su sobrina

— ¿Y podemos ver Nemo? —esta vez fue Jihyo la que preguntó entusiasmada, Saba tuvo que esconderse detrás de su novia para evitar que la abogada la viera reírse

— Si cariño, podemos ver lo que tú quieras —Afirmó la mayor que empezaba a levantar un poco su animo

— Bueno, pero antes tienes que tratar de convencer a mis padres para que lleguen una semana antes de la boda. Quiero que mi mama este en mi despedida de soltera —le dijo la bailarina a su novia haciendo que el poco animo que había conseguido se extinguiera de vuelta

— Estoy segura de que va a estar "encantada" de hacerlo Jihyo —Sana hablaba por su amiga— Mientras tanto —la rubia giro para enfrentar a su novia— tu y yo tenemos una cita —le informó

— ¿Una cita? —la morena no estaba segura de haber escuchado bien

— Si si. Una cita. En casa —le aseguraba mientras jugaba con el cuello de su remera— Y esta vez cocino yo —finalizó

— ¿Quieres que lleve postre? —preguntó pícaramente Tzuyu agarrando a su novia por la cintura

— Tu solo encárgate de estar a las nueve en el departamento... yo te voy a enseñar cual es mi postre favorito —la noche prometía

— ¿PODEMOS IRNOS YA O VAN A SEGUIR TONTEANDO? —al contrario de Sana la noche de Momo no prometía nada— a ver si se apuran que encima de todo está lloviendo —decía la mayor que miraba como el cielo se ponía de acuerdo a su humor. Ambos estaban negros

— Bueno Momoring —la rubia aparecía a su lado— no va a hacer falta que te des una ducha, solo quédate bajo la lluvia un rato y se te pasa —Sana seguía jugando con fuego. No es bueno burlarse mucho de Hirai Momo

— Jajaja —rio irónicamente la abogada— Oye Tzuyu —Momo le hablaba a la morena que suavemente ponía su chamarra sobre la cabeza de las otras dos mujeres para que no se mojaran y las tres empezaban a caminar hacia el auto— no te olvides de preguntar a Sana por Julia y sus otras nuevas amigas que conoció ayer por la noche —terminó de decir y se subió rápidamente al asiento trasero donde ya estaban Yoon Ah y Jihyo

— ¿Julia y sus otras amigas? ¿Qué quieres decir? —Tzuyu indagó a su novia mientras le abría la puerta. Para luego ir al lado del conductor

— Nada, bebe. Esta noche te cuento —la tranquilizó Sana mientras por el espejo retrovisor miraba como Momo sonreía malignamente