Capítulo 22.- La despedida
— ¡Listo! —Anunciaba Sana cuando terminaba de ponerle la remera a Tzuyu— no es que me queje pero si vas a terminar todas nuestras discusiones en ropa interior, tengo el presentimiento que nunca voy a ganar —decía la rubia poniendo sus brazos alrededor del cuello de la morena
— La idea es que tú también quedes con poca ropa —le dijo Tzuyu con una sonrisa provocadora, mientras tomaba a la rubia de la cintura— ¿vamos? No es que no me guste estar así con mi novia, pero necesito cambiarme el uniforme — decía acariciando su rostro
— ¿Recién te recupero y ya nos separamos? —preguntaba la fotógrafa
— Primero —Tzuyu le dejó un corto beso en los labios— nunca me perdiste, lo que pasa es que tu no confías en mi aún —la rubia iba a protestar pero la deportista se anticipó— no digas nada —puso un dedo en sus labios— me va a gustar ver cómo vas a hacer para compensarme después de que te demuestre que eres la única mujer que quiero a mi lado —dejó otro corto beso— y segundo, ¿puedo proponer algo? —preguntó dulcemente
— ¡Epa!, sí que las deportistas hacen las cosas rápidas, hace unos minutos que somos novias y ya quieres proponerme matrimonio —bromeaba Sana— ¿no piensas que van un poco rápido las cosas? Me estas asfixiando —la rubia aguantaba la risa. La cara que ponía Tzuyu era genial
—Ja ja, muy graciosa señorita Minatozaki... ¿sabes qué? Olvídalo —Tzuyu se hacia la ofendida— ¿Nos vamos? —se soltaba de su novia y caminaba hacia la salida
— ¡CHOU! —la llamo Sana, Tzuyu giró a verla— ven aquí —ordenó alzando su dedo y moviéndolo de arriaba hacia abajo para que su chica se acercara a ella, pero la morena agito su cabeza negándose— ¿No vas a venir? —preguntó la rubia. Tzuyu volvió a negar con su cabeza— UNO —alzó el primer dedo, Tzuyu no se movía— DOS —contó Sana alzando el segundo, pero igual que el anterior la morena no se movió— Y TRES —llegó al final sin lograr nada
—¿Y ahora qué vas a hacer? NO me asustas Minatozaki —dijo Tzuyu burlándose
— Voy a usar tu misma estrategia —agarró el borde de su remera y la empezó a subir por su cuerpo lentamente— ¿Vienes? —preguntó con la remera en la mano, Tzuyu no gesticulaba palabra alguna, ni movía su cabeza, nada. Solo la miraba— ¿No vienes? Bueno, vamos a ver ahora —desprendió el botón de su jean y empezó a quitarlo exagerando sus movimientos. Una vez se los quito completamente miro a la morena que estaba en shock— ¿Tampoco? Bueno —levantó sus hombros— supongo que algo está fallando. Voy a salir a preguntarle a alguien que me falta. Nos vemos luego — Tzuyu, tú chica cruzando la cancha en ropa interior para que otra persona la vea, REACCIONA
Tzuyu corrió hacia ella y la agarro de la cintura— si das un paso más estas en problemas Minatozaki —amenazó bromeando la otra chica
— ¿Me estas amenazando? —Sana pegaba más su cuerpo semidesnudo al frente de la morena
— Te estoy advirtiendo —le dio la vuelta para enfrentarla— escucha bien lo que te voy a decir, NADIE, absolutamente nadie te va a ver así. Solo yo —una morena posesiva no estaba precisamente ayudando a Sana a controlar la situación— ¿Entendido? —preguntó
Sana sacudió la cabeza de un lado al otro— Porque no me lo haces entender... —Y eso es como decirle a un chico que no meta los dedos en el enchufe... si primero fue Sana la que le comió la boca a Tzuyu, lo que hizo la morena fue prácticamente canibalismo.... Le DEBORO los labios a su reciente novia tratándole de hacer entender que ella había comprado todos los derechos de aires sobre ella
— ¿Entendiste? —fue lo primero que preguntó Tzuyu apenas se separaron
— Que... que... que —Sana sacudió su cabeza, el beso la había descolocado— ¿Qué ibas a proponer? —una cena en medio de Alaska o una expedición al polo norte para la rubia hubiera estado perfecta
Tzuyu sonreía ante la tartamudez de su chica— ¿Puedes ponerte la ropa antes? Es un poco difícil hablar contigo así — Tzuyu se dio vuelta
— ¿En serio Tzu? —se burló Sana al ver que la morena no miraba— como si no hubieras visto suficiente ya
— Sana estoy sufriendo créeme, si vuelvo a mirar no respondo de mi —explicó la morena
— Ya te puedes girar —avisó la fotógrafa
— Bueno tampoco es que haya mucha diferencia ahora —dijo la deportista apenas volteo— estas hermosa —coqueteó Tzuyu
— Ya dime de una vez antes de que quiera volver a besarte —presionó Sana
— Vamos a casa, cocino algo y vemos una película o lo que tú quieras —ofreció la morena
— ¿oí bien o todavía no me recupero del beso? ¿Dijiste que cocinas? —de verdad Da a no sabía si había escuchado bien o no
— Oye ¿te vas a seguir burlando de mi por mucho tiempo? Porque de ser así prefiero que lo hagas sin ropa
— Acaso no puedo estar sorprendida de que mi novia casi perfecta cocine también —se defendió la fotógrafa— acepto la propuesta de matrimonio que me hiciste antes —bromeó
— ¿Me vas a contestar o vas a seguir con tus bromitas? —Tzuyu necesitaba sacarse esa ropa transpirada
— Ya ya, señorita gruñona, acepto su propuesta siempre yo elija la película — dijo Sana y le dio un corto beso en los labios
— Por supuesto su majestad —Tzuyu hizo la reverencia le agarro la mano a su chica y ambas salieron del estadio
En el departamento de Tzuyu
— Tzuyu se está bañando Momoring — Sana había decidido llamar a sus amigas para pedirles que se quedaran con Yoon Ah hasta que ella llegara
— Sí que la hiciste ensuciar eee, bien callado te lo traías picarona... yo que tu estaría metida en esa ducha con ella ahora —para la mayor ducha y sexo eran sinónimos
— Te digo que no pasó nada Momo, así que deja los chistes de mal gusto ¿quieres? —Lo que menos necesitaba la rubia en este momento era que su amiga le pusiera ideas en la cabeza— Pásame con Jihyo —pidió Sana
— Jihyo se está duchando también, así que a esta conversación le quedan exactamente...
— MOMO NI SE TE OCURRA ENTRAR EN MI DUCHA... MOMO... MO.... —tarde la abogada ya había cortado— Aaaaghhh, cuando la agarre... —le decía a su celular
— Espero que no estés hablando de mi — Tzuyu aparecía en la sala vistiendo solo un top y un short tipo los que usaba para correr o boxear, abría la heladera— ¿Te gustaría un Chop suey de pollo y verdura ¿o prefier.... —Tzuyu no pudo terminar de hablar, Mina la había atrapado entre su cuerpo y la heladera
— Ponte ropa —suplicó Sana— por favor mientras yo lavo las verduras —le sacó los comestibles de la mano a la jugadora y se dirigió al lavabo dándole tiempo a que la morena fuera a ponerse una remera
— Bien. Ahora usted señorita —agarró a Sana y la subió a la mesada —se va a quedar allí mientras yo preparo esto
— ¿No me vas a dejar ayudarte? — preguntó haciendo pucheros
— Nop —le mordió el labio que sobresalía— mientras yo cocino tú me tienes que prometes algo —Pidió Tzuyu— en realidad nos vamos a prometer algo —hablaba Tzuyu mientras cortaba la verdura
— Dime —incitaba la rubia mientras acomodaba un mechón de pelo de la morena detrás de su oreja
Tzuyu paro lo que estaba haciendo y busco los ojos de Sana— quiero que me prometas que no vamos a pasar una sola noche enojadas una con la otra. No vamos a dejar pasar ese tiempo sin hablarnos o resentidas entre nosotras. Sea la hora que sea, sea lo que sea que tengas por decirme, me vas a buscar y lo vamos a hablar o discutir o rompemos cosas o me tiras cosas, lo que sea... — explicaba la deportista— Por favor bonita, prométemelo —le pidió agarrándole ambas manos
— Lo prometo Yoda —Sana veía como Chaeyoung sonreía al apodo— pero tú tienes que hacer lo mismo —agregó la rubia
Tzuyu beso a su chica sellando ambas promesas— no podría pasar ni una hora enojada contigo —la volvió a besar y siguió con sus tareas
Cuando la morena sirvió la cena, a Sana no solo le sorprendió lo sabroso de la comida sino que Tzuyu tomo una de las sillas y se sentó bien pegada a ella tratando de tocarla de alguna forma. No era que a Sana le molestara, por el contrario, sino que le llamaba la atención. Pensó en preguntarle pero decidió dejarlo pasar por esta vez.
— Ya puedes abrir los ojos —Sana había convencido a Tzuyu de que se tapara los ojos mientras ella elegía la película
— ¿Qué elegiste? ¿No es Nemo cierto? Porque esa película solo la veo con mi Minatozaki favorita —preguntaba la morena mientras se acomodaba en una de las esquinas del sofá
— Solo por decir eso vas a tener que esperar —Sana se sentaba en la otra esquina del mueble
— ¿Qué haces? —preguntó Tzuyu a quien no le gustaba nada que la rubia estuviera lejos de ella, y por lejos entendamos a más de dos pasos— ven aquí —golpeó el asiento al lado de ella— prometo que me comporto —beso su dedo índice en cruz
Sana se arrimó de apoco y como la basquetbolista no quiso ponerla incomoda se limitó a esperar la película— "Cuando un extraño llama" ¿Sabes que es una película de terror no? —preguntó Tzuyu
— ¿Te da miedo? —Preguntó la rubia alzando su ceja— porque si te da miedo puedo ponerte "El rey león", al parecer tienes muchas de esas películas —resaltó Sana.
— Es un engaño. Solo la caja es de películas infantiles, adentro hay películas condicionadas —Tzuyu trató de aguantar pero la cara que puso Sana pudo más— Es broma... es broma —corrigió rápidamente, pero Sana miraba las películas sospechosamente— ¿Quieres comprobarlo cierto? —la rubia asintió— adelante
Sana se paró y fue a buscar "El rey león" lo puso en el DVD y... Timón y pumba aparecían cantando Hakuna Matata. Tzuyu pensó que la rubia hacia zaceado su curiosidad pero se equivocaba. Mina volvió al estante donde la morena guardaba sus películas y agarro "La bella y la bestia". No fue hasta que vio bailar en un bello salón a Bella con la Bestia cuando Tzuyu la vivo suspirar
— ¿Ya? —le preguntó la deportista— ¿Conforme? —le preguntaba a Sana mientras esta última volvía a sentarse una vez que había puesto la película de terror nuevamente. La rubia asintió no tan segura
Ni diez segundos llevaba puesta la película que la fotógrafa la volvió a pausar— ¿Dónde las tienes? —le preguntó a la otra mujer sin vacilar
— ¿Dónde tengo que? —Tzuyu estaba perdida
— Las películas condicionadas —lo preguntaba como si le estuviera preguntando donde guarda las toallas del baño
— ¿Qué te hace pensar que tengo ese tipo de películas? —se defendió la morena
— Eeeee, olvídalo —miró el televisor y agarrando el control remoto puso play
Esta vez no pasaron ni cinco segundos para que Sana volviera a poner pausa— ¿Las tienes? —En serio Sana era demasiado curiosa
— ¿Qué cosa? —Tzuyu se hacia la tonta— ¿Películas condicionadas? ¿Por qué quieres saberlo? —preguntó la morena
— Porque creo que como tu novia tengo el derecho a hacerlo —respondió
— Oye yo nunca he estado de novia antes pero estoy casi segura de que ese tipo de secretos se llevan hasta la tumba —Tzuyu estaba dispuesta a aguantar lo más que pudiera
— Bien —la mujer más alta no dijo nada más, simplemente se volvió nuevamente hasta la otra punta del sillón y cuando se pudo acomodar reinicio la película
Tzuyu contó para adentro...uno, dos y...tres Sana volvía a pausar la película
— Quiero que me lo digas ya mismo — exigió la artista— no tengo un motivo ni nada quiero que me lo digas y punto —la señalaba con el dedo
— -¿Tú tienes? —Tzuyu preguntaba
— Yo pregunte primero. —esta era Sana— ¿Por qué es tan importante para ti?
— Ya te lo dije. Soy tu novia y quiero saberlo punto. Y piensa bien tu respuesta Tzuyu —dijo rápidamente antes de que de que saliera otra pregunta de la boca de su novia— porque de ella depende donde voy a pasar las próximas horas —la tenía acorralada
— A ver... ¿Me prometes que sea la respuesta que sea todo sigue igual? —Sana asintió— ¿doble promesa? —volvió a recibir un silencio si— ¿promesa de canguro mayor a...
— ¡TZUYU! —la rubia se estaba desesperando
— Están en mi cuarto bajo llave —aguantó todo lo que pudo
— Ah —Sana miró al frente
— ¿Satisfecha? —No recibió respuesta— vuelve a mi lado por favor —suplicó la morena
— Acá estoy bien —parece que Tzuyu no iba a salir tan fácil de esta. La película volvía a empezar y ambas fijaron sus ojos en la pantalla
— ¿Cuántas son? —Esta vez ni atino a pausar la película— ¿5, 6... cuantas? — parece que el interrogatorio no iba a parar
— Eeeee... unas cuantas más —contestó sin dejar de mirar la película
— Ah —solo decía Sana mientras Tzuyu maldecía por haber hecho el chistecito de las películas condicionadas
— No pudiste quedarte callada Tzuyu, tuviste que abrir tu bocota —pensaba la morena— mírala esta enojada, no vas a volver a besa esos labios nunca más y vete olvidando de poder volver a verla en ropa interior. Maldición, malditas películas, malditas bromas...
— Quiero verlas —anunció la rubia interrumpiendo los pensamientos de la deportista
— ¿Qué? —Tzuyu no sabía si había escuchado bien— Sana... no sé si estamos listas para eso, me encantaría pero...
— NO DIOS NO.... Quiero ver donde las tienes, quiero verlas físicamente —aclaró la fotógrafa mientras miraba a su novia desafiándola
— Cariño no es buen momento Tzu
— No me digas cariño —yo te avise
— Sana no creo que esto llegue a buen puerto...
La rubia no espero más, se levantó del sillón y se fue directo al cuarto de Tzuyu. Esta última no tardo en seguir sus pasos
Cuando entraron a la habitación Sana empezó a abrir los cajones de la morena uno por uno
— Yo que tu no haría eso —advirtió Tzuyu
— A no ser que seas una asesina serial y escondas un arma no creo que haya nada aquí que me pueda asustar... ¡POR DIOS TZUYU! Este cajón parece una tienda online de juguetes sexuales —cerró rápido el cajón
— Te dije que no lo hicieras —se defendía
— ¿Y bien? —Preguntó la rubia sentándose en la orilla de la cama de brazos cruzados— estoy esperando que me muestres las películas —movía impaciente su pue contra el suelo
— Puufff, eres jodida rubia ¿lo sabes no? —Sana agitaba aún más su pie mientras veía como la morena se agachaba de bajo de su propia cama y volvía con una pequeña cajita tipo en las que se suele guarda dinero en los comercios
La artista suspiraba aliviada al ver el tamaño de la caja, allí dentro no puede guardar tantos videos ¿no? El tema es que de ahí la basquetbolista saco una llave y con esa llave se movió hasta una de las puertas cerradas de su armario
— Dime que no tienes lleno el mueble de películas condicionadas por favor —pedía Sana
— ¿Todo el armario? Claro que no, solo esta puerta —aclaró para oscurecer más su suerte mientras abría una de las partes del mueble dejando a la vista su colección de videos
— ¿UNAS CUANTAS MAS DICES? TZUYU SON CIENTOS DE PELICULAS —Saba se paraba en frente del armario y agarraba los DVD
— Tampoco es para tanto... serán unas ochenta y pico... —Sana no tardó en mirarla asesinamente, Tzuyu trago saliva— ¿estoy en problemas? —se animó a preguntar
— ¿Por qué aparece tantas veces el nombre de Jessica Larsson? "Jessica Larsson en la playa", "Jessica Larsson en el Jacuzzi" "Jessica Larsson XXX" Y ESTA FIRMADA POR LA MISMA MUJER —la fotógrafa le iba pasando las películas a Tzuyu quien agarraba una por una con mucho cuidado
— Bueno esté... —se escuchaban los gritos de la película— Eeeee... hubo un momento en que estaba un poco obsesionada con ella y... un día me la encontré en Londres y bueno le pedí que me firmara.... Como para tener de recuerdo —recordaba la morena—¿Qué haces? —preguntaba la deportista porque veía como Sana agarraba una caja que estaba en la habitación y la empezaba a llenar con sus videos
— Los voy a tirar —le informó la rubia sin dejar de cargar la caja
— ¿Qué? ... No no no, Sana espera —le sacó los DVD que estaban a punto de ir hacia su muerte— No puedes hacer eso, ellos me acompañaron toda mi juventud. Mi padre me regalo el primero —le contó
— Bueno ese me lo quedo yo, los demás van a la caja —siguió tirándolos
Tzuyu sabía que había perdido— ¿Puedo al menos tener un minuto a solas con ellos? —rogó la morena haciendo pucheros
Sana giró sus ojos y miro el reloj en su muñeca— Te doy un minuto corriendo desde... YA —cronómetro
Tzuyu se agachó en frente de la caja— Adiós compañeros de buenos momentos. Compartimos lindas emociones, me han ayudado mucho, estoy segura de que a varias les gustaría agradecerles —esto último se los dijo en secreto— ¿los de Jessica también? —preguntó a la rubia levantando la cabeza
— Esos son los primeros que se van a ir de aquí —contestó rápidamente— te quedan treinta segundos —la apuró
— Adiós Jessica, nunca me voy a olvidar de los días que pasamos juntas cuando me dio varicela, fuiste la única que evitaba que usara mis manos para rascarme ocupándolas en otras cosas....
— TIEMPO —cantó Sana y agarró el video que la morena tenía en sus manos lo puso en la caja y se la llevó
— ¡HASTA SIEMPRE! —los saludaba Tzuyu agitando su mano mientras se alejaban de la mano de su novia
Sana frenó sus pasos y volvió al cajón de los juguetes— Agrégalos —le ordenó a Tzuyu
— ¿Qué?... Eso sí que no. Soy una mujer con necesidades los necesito Sana —Esta vez no iba a ser débil
— Tzuyu agrégalos te digo —insistió su novia— no los vas a necesitar —le guiño un ojo— y en su caso compraremos nuevos...
— ¿Busco otra caja? —la morena no perdió tiempo y empezó a vaciar el contenido del cajón rápidamente
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