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— Su padre los habia obligado, pero uno de ellos si estaba dispuesto a hacerlo; el mayor de los dos odiaba a los mortales porque su padre le prestaba más atención a su medio hermano junto con su esposa, Coraline. — Dijo Charles mirando a su hija a los ojos, esta solo miraba al vacio sorprendida, pronto hablo.

—¿Pero eso no significa que...?

—Sí, Shadow es tu hermanastro por parte de tu madre. —Respondio antes de que terminara la pregunta, luego continuo su historia. —Tu madre habia decidido venir conmigo porque aun me amaba al igual que yo a ella, los dejo todo, a su hijo y a su esposo, ahi fue cuando nos enteramos de tu llegada. Habia organizado una fienta para celebralo pero él se habia enterado de todo, estaba tan enojado que juro que cuando pasaran diesiocho años se llevaria a los que mas amaba, pense que hablaba de Coraline pero cuando ella murio al tu nacer... — Paro su relato durante unos segundos cuando recordo que casi mataba a su propia hija en un ataque de dolor y decepcion, la misma noche en la que su esposa habia muerto.

Pero continuo.

>> Cai en cuenta de que vendria por ti, por esa razón decidi encerrarte durante tanto tiempo, temia por tu vida, pero caundo llego la noche de tu cumpleaños y él no habia aparecido me confie en que no vendria. Pero todo ocurrio, y ahí es cuando entran los hermanos. Yo sabia que el guardia era Shadow, él me habia explicado queMephiles habia poseido a Sonic para acercarse a ti y asesinarte. —Hizo una pequeña pausa para abrazarla cuando esta comenzo a llorar, duraron asi unos minutos cuando ella movio su mano para que siguiera. —Shadow peleo contra su propio hermano para protegerte Amelia, supongo que porque se enamoro de ti o simplemente porque sabia que eras su hermanastra.

>>Por eso deje que se pusiera esa armadura y fingiera ser un guardia, queria estar cerca de ti para intentar disculparse por lo que hizo, se sentia culpable por lo que habia hecho su hermano.

Despues de eso un silencio los rodeo a ambos, era una noche tranquila por lo que no habia mucho ruido ademas de las ramas rozando contra el vidrio por el viento invernal. Ni siquiera los grillos sobrevivian al frío invierno como para que pudieran cantar en la noche.

—Debo hablar con él, ¡debo disculparme por lo que dije! —Exclamo de repente la ojos jades mientras se levantaba de aquellas escaleras, haciendo que su padre imitara su acción.Estaba apunto de irse cuando Charles hablo nuevamente.

—Hija por favor perdoname por haberte encerrado todos esos años... —Suplico con lagrimas en los ojos mientras se acercaba un poco a ella.

—No debes pedirme perdón, despues de todo lo hiciste porque tenias miedo de perderme. —Respondio la ojos jades a la vez que lo abrazaba por unos segundos y finalmente empezaba a correr hacia afuera.

Dejandolo a él atras, no se molesto en seguirla. Debia hacer esto ella sola.

Cuando llego al lugar del cual habia huido noto como un enorme bulto yacia en el suelo, inmediatamente se acerco a el sin pensarlo dos veces, esperando que fuera él pero, no lo era.

Caundo se acerco lo suficiente noto que el color de su pelaje era de color azul y su piel color melocoton, su ropa estaba un poco rasgada y tenia rasguños en su rostro y brazos; se arrodillo frente a él y empezo a sacudirlo, al no recibir respuesta apoyo sus orejas contra su pecho. Sus ojos se llenaron de lagrimas otra vez cuando escucho sus latidos pausados y lentos, como los que escuchas en el pecho de alguien que esta durmiendo.

Levanto su cabeza buscando al azabache en alguna parte pero no veia mucho ahora que la luna se habia ocultado entre las nubes, todo estaba tan oscuro que no podia diferenciar algo mas que no fueran las ramas de los arboles. De repente escucho una voz que se le hacia conocida.

— Espero que me perdones. —Reconocio su voz sin necesidad de verlo. Se oia cerca pero aun así no lograba distingir su fijura.

—¿De qué estas hablando? ¡Yo soy quien deberia disculparse, no tu! —Respondio ella mientras sonreia a la nada, seguia esperando que la luna apareciera para poder verlo y correr hacia él. — Actue como una idiota, no te escuche cuando intentaste explicarme lo que habia sucedido pero ahora lo se todo, lo de tú y tu hermano, ¡E incluso que somos hermanastros, por favor dejame verte para poder abrazarte! —Suplico mientras se levantaba del suelo frío y miraba hacia alrededor.

Cuando la luna finalmente volvio a iluminar el cielo, revelando todo aquello que se ocultaba en la oscuridad, todo, quedo al descubierto por la luz tenue.

La mayor parte de su cuerpo estaba de un color gris mientras que sus ojos mostraban toda su humanidad, triste, pena y lastima; todo eso en forma de lagrimas que bajaban por sus mejillas con fluidez. Aquel rastro gris seguia subiendo por su cuerpo.

Transformandolo en piedra.

—Perdoname por haberte hecho sufrir pero, mira; — Dijo señalando el cuerpo de erizo azul, que aun seguia inconsiente en el suelo. — He traido de vuelta a quien más amas, lo he arreglado todo para ti.

— E-esto —Susurro mientras se acercaba a él, a medida que aquel rastro gris subia por su cuerpo se iba petrificando más. Cuando estuvo lo suficientemente cerca rodeo su cuerpo con sus brazos, haciendo que su cabeza quedara a más arriba de su cadera, estaba frío. —Esto no es lo que q-queria, ¡Queria disculparme y que todos fueramos felices, tal y como en los libros que tú me habias traido! ¡No que te convirtieras en piedra, por favor!

— Escuchame. —Dijo el ojos carmín mientras tomaba su rostro y la obligaba a verlo con esos ojos llenos de lagrimas, reflejaban dolor. —Todo esta bien ahora, tu padre por fin pago su deuda con tu madre al protegerte despues de su muerte y aun lo sigue haciendo, tu primo Sonic por fin volvera a verte despues de todos estos años, y tu... Tu solo tienes miedo de lo que pueda pasar ahora. Pero no va a pasar nada malo, seguir viviendo junto con todos los que te aman y beneran, yo seguire aquí, jamas me ire de aquí, podras venir cualquier día y hablaremos como los buenos hermanos que nunca fuimos.

Junto su frente con la suya mientras notaba que sus brazos ya empezaban a volverse piedra, mojando su frente con las lagrimas que seguian cayendo. Aquella mancha ahora estaba sobre su cuello por lo que dijo unos breves pero no ultimas palabras:

— Te quiero, Amy.

Y así fue coo en medio de una frío invierno, su cuerpo se convirtio en piedra, pero su corazon y palabras se siguieron escuchando todos los días en la noche en aquel jardín oculto para algunos.

Los ajenos al castillos rumoriaban sobre que la princesa la habian visto hablar con una estatua extraña, decian que esa estatua podia responderte si le hablabas, de manera dulce y amistosa como la princesa hacia. E incluso que antes de morir decreto que nadie moviera o tocara alguna parte del jardín, eso incluia la estatua, y que finalmente fuera enterrada ahí.

Y solo algunos pocos han entrado a ese jardín durante la noche, ellos afirman que algunas veces puedes oir susurros, casi como una conversación que nunca acaba.




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