Capítulo 7|Sensibilización.
Capítulo 7|Sensibilización
La última clase del viernes es pintura, la profesora Florence aprovecha los diez minutos que quedan de la clase para hablar con respecto a un tema polémico que siempre se escucha en la sociedad y en las redes sociales. Ella está de pie sobre su escritorio para tener la atención de todos, ella debe estar en sus treinta y pico de edad, así que no ha sido problema.
—¿A ustedes les han dicho por alguna persona, que si estudian artes se van a morir de hambre? —Se lleva los brazos a los costados de su cintura en jarra.
Automáticamente todos respondemos con un: Sí.
Y es que la verdad, me lo dijeron unos compañeros cuando estaba en preparatoria, decían que con dibujitos y pinturas no iba a llegar a ser alguien importante en la vida, tal vez no sería como Frida Kahlo u otro artista destacado, pero no solo podría dedicarme en crear obras propias. Por fortuna, mis padres siempre han estado felices por mi decisión y me apoyan como también lo hacen con Rafael y Harry.
》—Ugh, ni qué decir del típico: ¿Por qué no mejor estudias una carrera decente? —Continúa la profesora tratando de observar a cada uno de los presentes —esto, chicos, es una carrera decente, la culpa la tiene la sociedad, ¿saben por qué? Por el simple hecho de no eliminarlo de su vocabulario al momento de opinar, por la falta de sensibilización, por falta de educación socioemocional. Entonces, es ahí cuando nosotros intervenimos, seas especializado en artes o docente, nosotros tenemos el trabajo de cambiar esos paradigmas negativos. Tampoco quiero ilusionarlos de esperanzas, porque es cierto, la vida de una persona que estudia artes es difícil, pero no imposible.
Una chica levanta su brazo, si no me equivoco se llama Gwen, la profesora le da la palabra.
—¿A qué se refiere con difícil? ¿Cómo podemos lograr mantenernos a flote con nuestra carrera? He visto personas con gran talento, pero han terminado como comerciantes ambulantes tratando de vender su arte para sobrevivir.
El ambiente se siente abrumador y siento un escalofrío recorrer mi espina dorsal, una parte de mí concuerda con el punto de vista de mi compañera.
—Voy a corregirla, señorita, el hecho de que aquellas personas no tengan un estudio de arte o galería propia para exhibir su trabajo, no quiere decir que hayan fracasado en la vida. De alguna manera están buscando la manera de que sus creaciones sean admirados por la sociedad, pero repito, no es nuestra culpa, es la manera en cómo se ha educado la sociedad. Aquí en Europa el arte tiene un poco más de reconocimiento por institutos de la preservación de la cultura y las artes, en este continente fue el boom, el comienzo de las Bellas Artes, sin embargo, si cruzamos el océano Atlántico en los países latinos, existe una segregación grande hacia el arte, donde el gobierno le da más prioridad al deporte que la difusión del arte en general, eso no quiere decir que esos países no tengan ese acercamiento, existen también instituciones, secretarias de educación que impulsan desarrollar planes y programas de estudios para la enseñanza de la educación artística. ¿Y qué va ser de ustedes cuando se gradúen dentro de unos tres años...? —El timbre suena interviniendo el discurso de la profesora —bueno, lo seguiremos hablando la siguiente semana, por favor, estudien y pongan en práctica lo aprendido, en cualquier momento podré evaluarnos. Buen fin de semana, no se embriaguen o se arrepentirán cuando despierten con resaca.
Me rio ante su comentario, espero que el mar de estudiantes salga, para luego incorporarme junto a Remi.
—Esa sí que es una profesora genial —me dice una vez en el pasillo.
—Exacto, que un profesor tenga el coraje de hablarnos con la verdad, es de mucha ayuda, así podemos reflexionar con respecto a los obstáculos que nos enfrentaremos en un futuro.
—De tan solo pensar que hay personas que no pueden seguir dedicándose a lo que más les gusta, me deja nostálgica —Remi realiza una mueca. Presiono mi block sobre mi pecho mientras asiento con la cabeza.
Los pasillos no están llenos y es que, por culminar las ultimas clases de la semana, dan pie para que varios alumnos foráneos se vayan a sus hogares para reunirse con la familia, otros deben aprovechar para irse de fiesta o ser como yo, Remi y Greta y quedarnos en los dormitorios viendo alguna serie o entretenerse con las montañas de tareas que han dejado los profesores. Los que somos de otros países o ciudades lejanas, no corremos la misma suerte o quizás sí, ya que los boletos de avión u otro transporte público no son de tarifa barata.
—Tengo algo que contarte que me hace mucha ilusión, Juls —mi amiga se enrosca en mi brazo mientras pega de brinquitos.
—Uh, suena interesante, ¿qué sucede?
—Como sabes, hace unos días conocimos a Rick —asiento con la cabeza atenta a sus palabras sin importar que seguimos caminando fuera del edificio —bien, pues intercambiamos números, nos mandamos mensajes y a veces nos encontramos... en fin, a lo que quiero llegar con tanta palabrería, es que él me ha invitado esta noche a una fiesta.
—De cuerdo, supongo que le dijiste que sí.
—¡Por supuesto que sí! Ese chico es un amor de persona, está loco de remate y cuenta buenísimos chistes. Dime que tú también lo notaste —volteo para verla a los ojos y me rio, es increíble como ya en un mes las cosas tomen su rumbo, jamás creí que terminaría teniendo amigos, Remi es una chica no solo dulce, sino que también es muy decidida y aventurera.
—Sí, pero eso no cambia el hecho de que estés alerta a los peligros, Rick emana un aura de diversión, lo pude notar.
Ella sonríe y me abraza con fuerza emocionada.
—Lo sé, Juls, tranquila que yo estaré alerta a todo lo que tenga a mi alrededor, si alguien quiere pasarse de la raya, me defiendo con una rápida llave, no es por presumir, pero estuve en defensa personal de pequeña, nadie se mete con Remi Melling.
Aplaudo de manera orgullosa.
—Así me gusta, espera, ¿y dónde se ha metido Xavi? —Le pregunto.
—Oh, está en un ensayo de último momento, su profesor de actuación está montando una obra para que se presente a finales de octubre, así que ya tiene en que entrenarse, sino es eso, de seguro debe estar coqueteándole a los chicos de quinto o séptimo semestre.
Vaya, a Xavier le gustan mayores.
Mi viernes transcurre en estar entretenida en el block de ejercicios personales tratando de retomar aquel dibujo que no he tocado desde el martes, también en ponerme en modo creativa y diseñar uno de esos diarios coloridos a pesar de que no soy de escribir lo que sucede en mi día a día, aunque no está demás experimentar. Tampoco puedo olvidar mis lecciones de los viernes con Harry, que ahora mismo está hablando y no le estoy prestando atención.
—Houston, tenemos un problema, al parecer Julie sigue flotando en su propia órbita que no me está escuchando, repito, no me está escuchando —blanqueo los ojos y ahora le presto atención a la pantalla de mi celular.
—Lo siento, es que estoy tratando de hacer dos cosas a la vez, pero ya me di cuenta que es imposible —él bufa como toro y alejo mis lápices de colores del escritorio para no caer en tentación y abro mi libreta de apuntes —¿Cómo están ustedes?
Por lo que veo detrás de él, está en su habitación.
—Mamá sigue pasando la etapa del nido vacío a pesar de que ustedes la llaman cada noche, papá se las ingenia para que ya no esté triste siguiendo con la tradición de sus paseos. Por mi parte, estoy molesto contigo y Rafael, me dijeron que la preparatoria iba a ser lo mejor, ¡pero qué vil mentira pude tragarme! Ahora tengo que resolver sin ayuda los ejercicios de matemáticas y los de química, ¿ya notaste que me sale humo por las orejas?
—Es momento de que también te esfuerces, cuando estábamos en casa siempre te aprovechaste de nosotros para que resolviéramos tus ejercicios ya no más. Deberías dejar los videojuegos, ¿no lo crees?
Arqueo una ceja y Harry me saca la lengua en señal de rebeldía. Él ha cambiado desde el verano, ya está a mi altura, noto rastros de vello facial por su barbilla, se ha cortado el cabello y sus rulos rebeldes ya no son notorios, en serio que sus dieciséis años le ha beneficiado de manera física, porque de manera cognitiva, sigue luchando con los números.
—Ya lo sé, no es que sea malo, me da una flojera tremenda que prefiero empeñarme en aprender otras cosas. Además, no tengo ni idea de lo que voy a estudiar dentro de unos dos o tres años más —forma un puchero. Aprovecho para alejarme del escritorio y dejarme caer sobre el colchón para estar más cómoda —¿Cómo va todo por ahí? Lara me contó que Allen ahora trabaja en la universidad donde están y ahora es el profe de Rafael.
—¿Qué te puedo decir? Tengo mucha tarea, poco tiempo para dormir y comer y efectivamente, Allen ya es profesor y sí que lo está aprovechando.
—¿Por qué nuestra vida de estudiante tiene que ser tan dura? —Finge llorar —como sea, no me voy a desviar y tenemos que seguir con tus lecciones, no puedo creer que te hayas bloqueado al momento de hablar.
Y aquí vamos de nuevo, él tomando la postura de profesor ofendido.
El reloj marca las 9:30 de la noche, escucho los chillidos de Remi desde mi habitación cuando tocan a la puerta, Greta avisa que va abrir y es inevitable levantarse para ver a mi amiga tan emocionada.
Desde donde estoy, diviso a Rick detenido debajo del umbral de la puerta, va vestido de manera casual y su cabello lo tiene ligeramente peinado hacia un costado, en el rostro lleva unas gafas, ahora entiendo porque Remi le atrae.
—¡Ya nos vamos chicas! Les llamo cuando llegue a la fiesta.
—Por favor —digo y camino en su dirección para luego mirar al chico —cuídense.
—Así será Julie, no te preocupes que solamente vamos a divertirnos.
Asiento con la cabeza, ambos se despiden de nosotras y cierran la puerta, acto seguido, me gano una mirada de intriga por parte de Greta.
—¿En serio Julie? ¿Estás tomando el papel de mamá? —la morocha me sonríe de manera divertida y encojo los hombros restándole importancia a mi comportamiento
—Alguien de las tres debe hacerlo, ¿no? Tenemos que cuidarnos de manera mutua.
—Claro que sí, pero tu postura es como la de una mujer mayor —me rio junto con ella. Su melena afro se mueve con libertad —a veces me das miedo.
—¿Miedo? Tal vez porque a veces soy un poco huraña y es que no es culpa de nadie que me haya creado una barrera protectora.
Mi compañera frunce el ceño sin entender a lo que me estoy refiriendo, pero tampoco me lleva la contraria con respecto a cómo he decididoser.
—De acuerdo, ¿quieres qué veamos una serie antes de retomar los deberes?
—Por favor.
Al momento de querer seguirla, vuelven a llamar a la puerta.
—Yo voy, de seguro Remi se le ha olvidado algo —le digo y regreso para abrir, mientras ella va a su habitación. Cuando abro a medias, me encuentro con la figura de Allen con una sonrisa que luce radiante
—Hola, Julie, ¿interumpo en un mal momento
Creo que ahora mismo me va dar un soponcio.
7u7
¿Qué tal?
¿A poco no estuvo intenso la clase?
¿A ustedes les han dicho lo mismo respecto a las artes?
¿Han renunciado a algo qué les gusta para complacer a los demás? :(
¡Uh! ¿Les gustaría que Harry Valtersen aparezca en algún capítulo? YoY
Quisiera preguntarles, ¿se han dado cuenta entre la diferencia con Rafita y Julie? ¿Han detectado algo?
De no ser así, más adelante lo sabran. 😷
La diversión y metidas de patas continúa. 💜
Les mando muchos abrazos artísticos y espero que todo esté tranquilo en sus países.
Khyl. 🌻
Página fb, créditos: Memes de ciencias sociales.
Yop: Performer posmoderno drogadicto. 😂 ¡¿Qué?!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top