Capítulo 5|Ex estrella de Rock.

5|Ex extrella de Rock.

Sonrío orgullosa cuando le doy los últimos retoques con el pincel a la pequeña figura que he moldeado con arcilla fría, se trata de un búho tierno y muy kawaii desde mi punto de vista. El profesor de escultura elaboró esta actividad con tal de explotar nuestra creatividad y observar nuestras capacidades para tener una noción a lo que se enfrentará con sus nuevos alumnos de primer semestre. Han sido las dos horas más divertidas y estresantes, pero ha valido la pena.

A mi cerebro le sale humo.

—Ow, pero que bello está tu escultura —dice Remi acercándose a mi mesa.

—Gracias. ¿Y tú qué hiciste, Remi?

—Un intento del maestro Yoda —tuerce la boca y acerca su mano para mostrármelo —está aplastado de la cara y eso fue porque se me cayó, lo único que me gusta son las orejas.

No está mal. Está muy lindo.

—Está muy tierno y joven. Para ser nuestra primera vez con la arcilla, no nos fue mal, anímate. Que ya vamos a entregar nuestro trabajo —ladeo la cabeza en dirección donde se encuentra el profesor observando el trabajo de dos compañeros —y luego el almuerzo.

—Gracias al cielo, porque ya me chillan las tripas al estar cuatro horas sentada, ¿aun sientes tu trasero? Porque yo no.

Me echo a reír ante su comentario y asiento con la cabeza. Así ha sido todos los días. Ahora que me lo pienso mejor, debo traer un cojín o cuando llegue diciembre, ya no sentiré nada.

—Valtersen y Demissy, traigan acá sus trabajos —me levanto de la silla y me incorporo detrás del chico de cabello rubio cenizo, le echa un vistazo a mi escultura, se ríe de manera burlesca y lo ignoro. El profesor sonríe —pero que bonitos trabajos, todos ustedes hacen un gran esfuerzo que no necesitan ser comparados, ¿de acuerdo? El arte no puede tener una calificación, así que personalmente, prefiero darles puntos por participación, Valtersen —sujeta con delicadeza mi trabajo —que tierno, me encantan sus enormes ojos y la manera en que difuminaste el color beige con el negro, felicidades.

—Muchas gracias.

—Demissy, vale, ¡¿Y esto...?!

Abre los ojos anonadado ante el trabajo, también he hecho la misma expresión cuando veo su escultura más grande que la mía, se trata del coliseo Romano, ¿cómo le quedó tan bien en dos horas? Es muy bonito.

Estoy tan maravillada que el profesor ha acabado de hablar y nos dice que ya podemos retirarnos.

—Tu trabajo quedó impecable —le dije a mi compañero.

—Lo sé, no necesito que me lo recuerden, sé lo que hago.

Me contesta con sus aires de hombre inalcanzable.

—Vaya, pero que pena que seas grosero —y sin nada más, regreso a mi lugar y sujeto mi mochila sobre la mesa.

—Uh, tienes una expresión de querer aniquilar a alguien —murmura Remi con una sonrisa, quiere agregar algo más respecto a mi humor, pero el profe pronuncia su apellido —¡Adelántate, Juls, te veo con Xavi!

Y no me lo pienso más. Me llevo la mochila a los hombros y salgo a zancadas del salón con mi búho en manos y me doy unas palmadas mentalmente por lo que he logrado. Me encanta alegrarme por las pequeñas cosas a pesar de que no sea una persona que derroche felicidad de manera seguida.

Bajo las escaleras de mármol hasta llegar al pasillo principal del edificio, por fortuna, el lugar está medio vacío, pero deben faltar como diez minutos para que timbren. Cuando doblo, mi celular vibra dentro de la mochila y cuando ya lo tengo en la mano veo el mensaje dentro del grupo, es de Xavier.

Divazas.

Xavier

Bellas, estoy en las bancas en el jardín donde está el gran árbol de flores rosas.
:3

Julie

Voy para allá. 🖤

Bloqueo el celular y salgo del edificio, en ese momento una figura conocida llama mi atención justo para entrar. Achico los ojos para asegurarme de que se trata de él aun teniendo la vista fallada y mis sospechas son ciertas.

—¿Allen?

El chico alza la cabeza saliendo de su trance. Lo veo y no lo creo. Lleva puesto una camisa azul cielo metida en sus pantalones oscuros y con las mangas arremangadas hasta al codo y zapatos lustrados junto con una mochila colgada en el hombro derecho. Es imposible, el Allen que conocí tiempo atrás vestía menos casual, más ex estrella de Rock y no se peinaba.

—¡¿Julie?! —Extiende sus brazos y corre hacia a mí sin dudar para envolverme entre ellos y alzarme a escasos centímetros del suelo —pero que gusto es volver a verte, ¿dónde está Rafael?

—De seguro en clases, pero ya no debe tardar en salir, ya van a timbrar, es una sorpresa verte aquí.

Nos apartamos y le sonrío.

También lo es para mí, me ofrecieron una oferta de trabajo como profesor de composición, Lara se enteró y me obligó a tomar un avión para venir a la entrevista. No sé puede discutir contra ella.

Bufa y se le escapa una sonrisa. Es increíble ver de nuevo al chico que le dio un empujoncito a mi hermano cuando se sentía perdido entre partituras, Rafael lo admira, mi familia también y... bueno, ni que decir de mí.

Con todos ellos soy la persona más amorosa, cuando alguien gana mi confianza y cariño permito que conozcan a la Julie que le faltan algunas tuercas.
Lo conocí en la fiesta que organizó Harry y Lara para mí y mi hermano cuando regresábamos del examen de admisión de esta universidad, intercambiamos algunas palabras, me habló sobre su vida y fue cuando me hizo muchas preguntas del porqué decidí estudiar visuales, luego, sus visitas fueron más frecuentes por el verano junto con su guitarra. Él y mi hermano tocaban muchas canciones hasta no sentir las articulaciones de sus dedos.

Tuve la oportunidad de seguir frecuentando con él y supongo llegó un momento en que me comenzó a... ¿gustar? Creo que esa es la palabra adecuada para el lío en que estaba metida hasta el día de hoy. Mi hermano pudo intuirlo y decidió no fastidiarme para evitar sentir la furia de mi puño contra su brazo.

No, nunca se lo he dicho a Allen, pero creo que siempre a sospechado.

Tal vez es un sentimiento pasajero, solo atracción y nada más.

Ambos nos quedamos en silencio manteniendo el contacto visual, hasta que él decide hablar:

—¿Me podrías hacer un favor? Se trata de algo insignificante, jamás me imaginé vestir tan presentable y he traído una corbata para verme más... ya sabes, intelectual, para sorprender al directivo. Es tonto, pero no sé...

—No hay problema —Allen suelta un suspiro de alivio y lleva la mochila sobre su pecho para abrir un cierre y rebuscar dentro, luego me entrega la corbata.

Guardo mi trabajo en un pequeño bolsillo a un costado de mi mochila y luego le ayudo hacer el nudo, tengo que acercarme y soy consciente de su respiración chocando contra mí. Aprieto los labios y estoy atenta a lo que hago y sonrió cuando termino.

—Listo, de seguro vas a sorprenderlos, eres Allen Fjor, el que una vez fue estrella de Rock.

—Que lo tenía todo y está a punto de acabar siendo profesor de música —frunce los labios fingiendo estar decepcionado, pero su expresión regresa a una sonrisa —muchas gracias, Julie, me has salvado, ya estoy listo para entrar y obtener el puesto. No le digas a tu hermano que quiero sorprenderlo.

—No diré ni una sola palabra.

Le guiño un ojo.

Patética.

—Te adoro, ¿lo sabes?

Oh, cállate, cállate, si no fueras cuatro años mayor...

¿Qué?

Bueno, no sé si eso está mal.

Encojo los hombros como respuesta, porque en serio no sé qué responder. Él me sorprende con un beso en la mejilla y se despide para luego echar a correr en dirección a su entrevista. Aun puedo sentir sus labios tibios en mi piel.

—No puede ser, lo que acabo de ver es material buenísimo para una historia de romance entre alumna y profesor —dicen a mis espaldas. Cuando reconozco esa voz gruesa, trago en seco.

Giro sobre mis talones encontrándome con Ellington, el chico bailarín.

—Estás equivocado, no es lo que crees, lo que hayas visto, no... —farfullo sintiendo como la lengua se me enreda —espera, ¿estabas espiándonos?

—¿Yo?

Arquea una ceja y se señala mientras avanza en mi dirección.

—No, el intendente, ¡claro que a ti!

—Oye, tranquila Julie —alza las palmas en son de paz —no creí que fueras a molestarte tan rápido, bueno, solo nos hemos visto como dos veces. Qué voy a saber de ti este corto tiempo, ¿verdad?

—Lo lamento, pero sí que me has sorprendido.

—Bah, no hay problema, pero lo que he dicho desde un principio es verdad, si escribo un libro con esa trama, de seguro terminará siendo un Best Seller.

Me regala una sonrisa juguetona.

—Te obsequio los derechos porque desafortunadamente, yo no escribo —encojo los hombros.

—Es una lástima. Entonces seré un futuro escritor y bailarín rico.

Asiento con la cabeza de manera divertida.

Ellington luce radiante, no lleva puesto ropa de trabajo ni de super héroe, solo una sencilla camiseta blanca que se amolda a los músculos de sus brazos y torso, un pans gris y tenis.

Él es parecido a una escala de grises.

Y yo a una paleta de colores.

Vaya.

—Mis ojos están aquí, en mi rostro, no en mi torso —saborea mi vergüenza y blanqueo los ojos.

—Pues creo que esa noche en el club no te molestó que más ojos estuvieran clavados en ti estando en el escenario.

¡Vengan esos cinco Julie la atrevida!

Hoy he descubierto una nueva faceta de mí. Maravilloso.

Él aplaude y mi sonrisa desaparece.

—Buena jugada, pero te pido que no le cuentes a nadie sobre esa noche. Solo fue por diversión, algo de una vez.

Me quedo en silencio unos segundos.

Bebé Elli:


¿Qué Julie le atrae quién..?

¿Qué les ha parecido este capítulo?

¿Se acuerdan de Allen Fjor Dahl? 7u7 asu, asu.

¿Será que a Allen le guste también Julie?

¡Ellington espero que escribas ese libro!

Ese chico es todo un chismosín 😅.

Estaré agradecida leyendo sus comentarios y respondiéndoles. 🥰 muchas gracias por seguir aquí.

Julie tiene mucho que contar.

💜


Con amor artístico, KHYL. 🖌

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