Capítulo 17|Invasión de meteoros.

17|Invasión de meteoros.


Soy consciente de que una persona de vez en cuando me inspecciona de manera curiosa mientras transcurre la cena. Trato de controlar los latidos de mi corazón y cojo el bolso donde tengo guardado el block, supongo que ha sido una larga tortura y ya es hora de mostrar mi trabajo, así que su atención sigue en mí cuando abro el cuaderno y rebusco entre las hojas, suspiro hondo y una sonrisa inocente se plasma en su rostro.

—Espero que te guste y si haces una crítica, que no sean las palabras que quisiera escuchar —le advierto.

—¿Uh? ¡Pero si me has dejado sin aliento todo este tiempo! —Un silencio envuelve el momento de manera repentina y el los chicos voltean a vernos —cara... coles.

—¡Muestra tu obra de arte, Julie! —Alienta Remi frente a mí.

—Uh, de acuerdo —suspiro con resignación —pero antes, quiero agradecer a Ellington por querer ser el modelo.

El chico se sonroja y encoge los hombros quedándose sin habla. Giro el block para que quede a la vista de todos, como reflejo, cierro los ojos esperando no arrepentirme. El retrato refleja mi esencia con la combinación de salpicaduras, delineados y un poco del estilo impresionista, pero con acuarelas, resalté el color de ojos, las facciones varoniles sin exagerar, trabajé mucho en la luz para darle un balance mágico sin dejar rastro de machones de lápiz.

Supongo que hice un buen trabajo, porque cuando vuelvo abrir los ojos, todos tienen la expresión del famoso Pikachu.

—Oye, hiciste más guapo a mi amigo —escupe Rick en un tono burlón mientras sonríe —no le tengo envidia. Me gusta, Julie.

—¿Qué? Pero si su rostro parece esculpido por los mismos dioses, claro, después de mí —ronronea Xavier para luego tomar su segundo vaso de vino. He tratado de apartárselo de su camino, pero se ha salido con la suya, honestamente, no es gracioso verlo en ese estado —grrr, sino fuera hetero, créeme que ahora mismo lo estaría besando.

Greta comienza a reírse sin poder creer sus palabras, niega con la cabeza.

—¿Y qué tal? —La pregunta va dirigida al chico bailarín.

Los nervios se apoderan de mi cuerpo seguido de un cosquilleo.

—Te juro que no tengo palabras para describir lo que estoy sintiendo ahora, pero puedo dejarte en claro que es un sentimiento positivo —sonríe y sujeta el block para echarle otro vistazo de cerca —¿Estás segura de que no eres pariente lejano de Monet, Renoir o Vincent? P-Porque esto parece fuera de otra galaxia, Julie. Me siento un modelo orgulloso —ríe.

—Oh, pues gracias. Fue complicado al principio, pero no imposible, iré mejorando con el tiempo —le guiño un ojo. —¡Ey! Tampoco puedo olvidar al cumpleañero.

—¿Me vas a presentar a un chico sexy? Porque si es así, ¡adelante! —hipea Xavi y niego con la cabeza —bueno, no importa.

Rebusco en mi bolso el set pequeño de iluminadores que tanto ha querido conseguir, lo obtuve por un buen precio en internet. Lo envolví con papel periódico decorado a mi estilo colorido para que no se vea mal, me levanto de la silla y camino en su dirección para luego entregarle el obsequio.

El chico pega de brincos emocionado.

—Feliz, feliz cumpleaños, Emperador del drama, espero que te guste —enseguida me envuelve entre sus brazos y tengo que hacer un esfuerzo para inclinar la espalda.

—¡Gracias, bella! No importa que sea, lo voy apreciar con todo el corazón. Gracias.

—De nada, te aseguro que vas a divertirte.

Seguidamente, también los chicos le entregan sus obsequios, me entretengo disfrutando de la comida mientras la charla continúa, frente a mí hay una gran variedad de platillos con pasta, ensaladas de verduras y camarones.

—Oye, Julie, ¿me obsequiarías el retrato? —Mis cejas se levantan a modo de sorpresa mientras observo al chico.

—Eh... ¡seguro! Cuando regresemos al campus te lo doy.

—Gracias —responde animado y prosigue con su cena. Hasta que Rick vuelve abrir la boca para divertirnos con sus anécdotas de vida.

—Recuerdo cuando me estrellé en la pared al terminar de ejecutar un gran jeté, fue horrible, todos mis compañeros me lo recordaban todos los días —gruñe. Coge los palillos y juguetea con un camarón —hasta el mismo Ellington.

—Pero fue tu culpa, te dije que te pongas las malditas zapatillas, pero no, el niño quería lucirse frente al grupo —me rio —la profesora lo terminó regañando.

—¡Así como se enteró del tatuaje que te hicieron recientemente! —Casi se me cae la mandíbula. Uh, otro silencio.

—Wow —suelto girando la cabeza en su dirección. Xavier comenta algo al respecto, pero no logro escucharlo ante sus balbuceos.

Ellington no me responde, se ha quedado observando el techo mientras forma un puchero con los labios.

—Fantástico, Rick, la has cagado —musita Remi —creo que eso era personal.

—Ups.

Ellington baja la mirada para inspeccionarnos y sonríe como si nada.

—Sí, tengo uno, no me molesta que todos se enteren, fue algo entre mi hermano y yo que sucedió la semana pasada.

Mi cabeza comienza hacerse miles de preguntas y entre ellas destaca: ¡¿En qué lugar lo tiene?! Bueno, no es como si quisiera saber con exactitud y qué diseño es... bueno, agh, tal vez un poquito.

—Quieres saber qué es, ¿verdad? —Me mira —puedo pillarlo en tus ojos que vagan encima de mí.

Entrecierro los ojos. A veces detesto que no tenga pelos en la lengua y sea muy directo, supongo que le divierte, es tan seguro.

Me gustaría esa seguridad más a menudo para mandar a la mierda lo que digan los demás.

—Son solo ilusiones tuyas, Ellington.

¿O no?

¿Y si en serio quiero saber?

El chico apoya su espalda en el respaldo de la silla y se lleva el vaso con agua a sus labios sin dejar de mirarme. Me reta, es lo que está haciendo.

¿Me dejaría retratarlo de cuerpo completo?

No me siento con las agallas para preguntarle en voz alta, soy cobarde por naturaleza. Pero, siento una presión en el pecho que no desaparece, me angustia, he construido una barrera que reprime muchas situaciones, supongo que ya comienza a derrumbarse.

Se echa a reír, el maldito se está riendo. Levanto mi mano enseñándole el dedo corazón y realiza un gesto fingiendo estar ofendido.

¿Qué es esto que tanto atormenta mi cabeza y que a la vez juega con mi corazón?

—Será mejor que dejes de tomar alcohol, Xavier Collins, o mañana cuando despiertes con resaca la NASA no podrá apagar la luz solar.

Greta hace otro intento por retirarle la copa, pero nuestro amigo tiene esos reflejos ninjas que se termina bebiendo hasta la última gota. El plan de hacer un corto paseo por los comercios se esfuma cuando tenemos que encargarnos del cumpleañero que ríe sin parar, Ellington y Rick deciden guiarlo manteniéndolo de pie, por la sonrisa que vaga en su rostro, está más que contento que dos chicos intenten cargarlo.

Es su día.

...

Tengo ojeras.

El lado positivo, es que estudié toda la noche alado de Remi para aligerar la ansiedad que nos carcomía, así que no me siento mal.

Ahora mismo, ella se encarga de darme unos retoques con su base de maquillaje líquida antes de dirigirnos a clase, mi amiga tiene un estuche mágico para emergencias, yo quisiera uno.

Antes de salir, nos llega una notificación del grupo, es Xavier.

💪DIVAZAS 💋 🍭

Xavi ha cambiado el asunto del grupo a 💪DIVAZAS 💋🍭.

Xavi

🤢 El día de hoy estaré ausente, preciosas. 🤮

Me duele la puta cabeza.

Siento que me retumba hasta el alma. 😔

Juguito de chale. 🧃

Greta

¡TE LO DIJE!

🙄

Julie

😱 Te lo advertimos. Ahora mejor descansa.

—Pues Xavi se ausentará —le aviso a Remi cuando guarda su estuche de maquillaje.

—Qué mal, no querrá salir todo el día.

Asentí con la cabeza. Ya pisando los alrededores del edificio principal, los estudiantes se ven más alborotados que nunca, trato de esquivar y evitar pisar a alguien para llegar al comedor, Greta nos avisa que se reunirá con su grupo y se aleja dando zancadas entre la multitud hasta llegar a una mesa, no obstante, Remi y yo nos acercamos a la barra para hacer fila, es una lástima que los chicos no se asomen en el transcurso del desayuno.

El timbre suena y nuestro día comienza. Las horas pasan y llega ese momento crucial donde siento que el tiempo transcurre muy lento cuando estoy frente a la hoja de evaluación.

Hago el esfuerzo por recordar cada palabra cada apunte que hice en clases, siento ese mini infarto cuando la profesora avisa que faltan quince minutos, observo que algunos de mis compañeros se remueven incómodos y sigo con lo mío.

Enhorabuena, Julie Valtersen, has respondido todos los incisos.

¿Ahora qué?

En cinco minutos, me veo vagando por los pasillos gracias a la profesora, sin embargo, escucho una pieza clásica provenir del auditorio, echo un vistazo a todas mis direcciones y me cuelo dentro del lugar, era de esperarse que me encontrara con la especialidad de danza, pero especialmente con el tercer semestre.

La voz firme de aquella profesora hace eco en todo el lugar, bajo algunos peldaños sin hacer ruido, lo que no quiero es meterme en problemas. Me siento en una de las butacas en la cuarta fila y dejo sobre mi regazo la mochila para poder prestar atención a la clase.

De manera automática sonrío cuando el centro de atención es nada más y nada menos que Ellington acompañada de otra chica en la cual están centrados en ejecutar el baile según las indicaciones de la profesora, la canción aligera el ambiente y puedo notar esa conexión de ambos bailarines sumidos en su papel de Romeo y Julieta.

Son perfectos.

Esto es lo suyo, Ellington Ray baila con una pasión que su sonrisa tierna refleja cuanto disfruta pasar el tiempo inmerso en su universo, vale y no solo es en el ballet, también transmite una seguridad cuando está en sus clases de contemporáneo, lo sé por el simple hecho de que Rick lo sube en sus historias de Instagram algunas partes de sus clases.

Fue una sensación extraña cuando me llegó una notificación de seguidor el día que abrí esa app. No pude evitar echarle un vistazo a su perfil y regresarle el seguido, no me arrepiento.

—¡Maldita sea! ¿¡Dónde está esa pasión señorita Shipka?! Vea al chico a los ojos, no dancen para mí, ni para el público que los verá, ¡dancen para ustedes! ¡Y eso va para todos —la mujer brama deteniendo la música —sé que les preocupa su calificación final de semestre, pero, por favor, no quiero que repitamos esto como el semestre pasado, ¡olviden la calificación! Si en verdad aman esta carrera transmítanlo, están cansados, tienen otras materias pisándoles los talones, agh, detesto gastar saliva, pero sé que es necesario para su formación profesional, sino me importara, créanme que no les estaría llamando la atención. ¿Quedó claro?

Un coro de sí se escucha después. De nuevo realizan la escena, el baile es romántico lleno de contacto visual, caricias, coqueteo y un sin fin de cargadas y vueltas.

Ambos chicos están dando todo su esfuerzo y sudor por lo que aman. En serio quiero estallar en aplausos cuando terminan de bailar.

Que profesionalidad.

Ellington se pierde de mi campo de visión, ya no lo veo en el escenario con el resto de los estudiantes que comienzan a bailar.

Mi celular vibra desde mi mochila con una nueva notificación.

Ellington

¿Disfrutando del baile y los gritos de la profesora? 😏

¿QUE?

Mi mirada vaga por cada rincón del lugar en busca de su presencia.

Ellington

Ni lo intentes, solo yo puedo verte. 🤭

No te vayas, bueno, a menos que ya tengas otra clase.

Aún falta la mejor parte.

Julie

¿Debo sentir miedo de ti? 👻

Ya me he auto- spoileado. En veinte minutos tengo mi siguiente clase.

Bailas hermoso.

Oh, vaya, he enviado algo que...

Ellington

Creo que soy yo que debe hacerte la pregunta. Pero no quiero que huyas. 💔

Vaya, me siento halagado, pero me gustaría escucharlo de frente, así es mejor.

Quiero responder, pero enseguida alzo la cabeza cuando escucho que pronuncian su nombre por parte de la profesora. Él se asoma a través del telón sin borrar su sonrisa y se acerca a su compañera, ambos intercambian unas palabras y se ríen.

Repiten varias veces un par de escenas antes de que los retiren.

Entonces, Ellington brinca del escenario y siento como el corazón comienza a acelerarse cuando lo veo a unos metros de distancia, su camiseta está empapada de sudor, ni qué decir de su cabello, pero a mí no me importa, aunque me quedo sin aire al ver cómo sus mallas se amoldan a sus piernas. No debo verlo de ese modo, que luego me siento culpable.

Me levanto de la butaca haciendo un esfuerzo para saludarlo.

Pero él me gana la palabra.

—Hola, Julie... —sus ojos azul ultramar me inspeccionan de manera minuciosa. —Que sorpresa tenerte por aquí.

Encojo los hombros.

—Me pasa por finalizar antes el examen.

Sus labios se curvan en una sonrisa. Se lleva ambos brazos a los costados de su cintura ocasionando que su camiseta se pegue más a su cuerpo, es blanca, por lo tanto, se ve de manera disimulada una silueta en el costado izquierdo de su torso.

Su tatuaje, sí.

—Vayaaa, you are a rock, chica. ¿Cómo te fue?

—Estoy segura que bien, ¿notas el humo que sale de mi cerebro? Ha valido la pena —señalo mi cabeza con un dedo.

Ellington pasa su mano por arriba de mi cabeza como si estuviera abanicándome.

—¿Y bien? —Cuestiona con una ceja arqueada —¿Algo qué decir?

Ladeo la cabeza haciéndome la despistada, da un paso más hacia adelante activando mis sensores de alerta, no rompo el contacto visual, no me siento intimidada, se... se siente cómodo.

No puedo retroceder porque mis piernas chocan contra una butaca, inspecciono su rostro que transmite cierta emoción.

Respiro hondo cuando la tensión desaparece. Doy un paso hacia adelante y él parece sorprenderse.

—Bailas hermoso, Ellington.

Silencio. No comenta nada al respecto y soy yo quién aplaude mentalmente.

Momento de sentirse poderosa.

Aunque solo dura unos segundos porque él logra estabilizarse y acaricia mi mentón con su pulgar, su tacto es suave y cálido. Frunzo el ceño desconcertada porque no comprendo lo que está sucediendo, ¿estamos jugando?

—S-Será mejor que no hagas eso —comento en susurro y me aparto de su agarre —no está bien.

—¿Por qué?

Me responde de la misma manera. Su pecho sube y baja con calma, mientras que yo trato de encontrar las palabras adecuadas, el auditorio está en silencio, las luces son tenues, mi mirada comienza a vagar por todos lados hasta regresar a la suya.

Entonces se me ocurre hacer una jugada que de seguro va a molestarlo, pero me divertirá.

—¿Sabes que veo en tu mirada? —Ellington se acerca más al punto que nuestras respiraciones chocan.

—Dime.

Mi sonrisa crece.

—¡A mí!

Ahogo una carcajada y el timbre suena al mismo tiempo, me llevo una mano al abdomen para poder recuperar el aire.

—Ya me tengo que ir —palmeo su hombro disfrutando de su expresión estupefacta.

—Eso no fue divertido —forma un puchero con los labios —que crueldad, señorita.

—Nos vemos en la sesión.

Siento una invasión de meteoros recorrer mi cuerpo.

—¿Y esta vez qué será? —bajo la vista hacia sus manos y se da cuenta—santos cielos, Julie. Vete ya a tu clase.

Se lleva un mano al pecho y vuelvo a reírme, sus mejillas se colorean y me doy la media vuelta, pero antes me susurra a manera de broma: Pervertida.

...

En la clase de pintura nos han otorgado lienzos cuadrados de diez por diez centímetros, para que podamos practicar nuestras habilidades usando pinturas acrílicas. Es justo, así cuando llegue el momento de realizar algún proyecto artístico en un lienzo grande uno se sentirá más seguro.

El ambiente se siente relajante cuando la profesora reproduce la música clásica, no veo que nadie realice gestos de disgusto, estudiar en el ICA te terminas acostumbrando a toda clase de cosas que otros pueden clasificar como rarezas.

Lleno el godete con los colores que voy a usar y preparo mis pinceles de diferentes grosores. En mi mente se reproduce la imagen que me gustaría plasmar, es una playa rodeada de montañas rocosas, pájaros y el cielo resalta un planeta con anillos, lo sé, muy galáctico de mi parte.

Comienzo los trazos a lápiz hasta que todo comienza a gustarme, resalto una que otra montaña y le doy ese toque de realismo como mis habilidades me lo permiten, sigo con el mar y hago una especie de olas que insinúan chocar contra algunas paredes de las montañas. Me lleva más de media hora dibujar, por fortuna tengo dos módulos, sin embargo, no creo que una pintura pueda terminarse tan rápido.

La profesora inspecciona que estemos trabajando, siento su presencia tras mi espalda y se acerca para observar con más precisión lo que hago.

—Excelente, señorita Valtersen, su trabajo va a quedar hermoso.

—Gracias.

Uf.

Se siente bien.

Algunas veces dudo de mis capacidades, hay personas que me han tratado de dañar la autoestima y pensar lo contrario.

Nadie dijo que seguir nuestros sueños sea sencillo.

Me sentí aliviada cuando Ellington recibió con felicidad el retrato, me dijo que lo había pegado en su habitación y me envió una foto. Mi motivación sube unas cuantas rayas más.

Antes de que la clase finalice vuelvo echarle un vistazo a mi celular.

Hablando del Rey de Roma.

Ellington

Nos vemos en nuestra sesión de manos traviesas. 🤣😏

Este chico sabe cómo robarme el aliento, agh. 

¿Alguien más quiere ver ese suculento tatuaje?
Tengo la imágen y entre poco la subiré.

¿Que tal su domingo?

El día de hoy les traeré doble capítulo, porque Julie y Ellington se lo merecen.

¿Qué tal el capítulo de hoy?

¿Creen qué esa conexión pronto se dará?

7u7

Leo sus teorías jajajaja.

Vámonos a la sesión de manos traviesas con el chico bailarín.


Con amor artístico, Khyl.

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