KITSUNE FELIZ Y EN CASA.
Todo es una locura cuando cada uno toma la posición que le corresponde. Lydia y Allison colocan los cócteles en lugares estratégicos cerca de las ventanas así que, cuando Stiles y los demás irrumpen por la puerta principal, todos estallan en llamas que, guiadas por el poder del emisario, se extienden por las clases sin quemar más de lo necesario y sin tocar a su manada sorprendiendo a los betas enemigos que guardan la entrada al gimnasio y que son despedazados casi sin problemas por Derek y Boyd gracias al factor sorpresa.
- Bombarda máxima - los ojos de Stiles brillan en plateado cuando la puerta de hierro estalla hacia adentro, derribando los posibles hombre lobos que hubiera detrás.
El humano entra caminando sobre los escombros como si no sintiera el calor que emanan ni los bordes afilados que podrían hacerle daño. La manada trata de no mostrarse intimidados por el poder que demuestra porque ya deberían estar acostumbrados, es su emisario después de todo, pero bien es cierto que Deaton siempre ha dicho que Stiles nunca ha explotado el verdadero potencial de la magia que posee. Y ahora lo está haciendo. Esquivando los cuerpos aplastados, lacerados o calcinados de los cambia formas que han osado arrebatarle a Claudia, Stiles da muchísimo más miedo que todos los seres sobrenaturales a los que se han enfrentado.
El equipo de rescate avanza por ambos flancos mientras el equipo de contención se detiene junto a uno que aún parece respirar. Derek se agacha con todo su potencial de alfa llenando el gimnasio y los ojos rojos relucen en la oscuridad.
- ¿Dónde está?
- Oscuro, muy oscuro, el amo la llevó a la oscuridad...
El beta se está ahogando en su propia sangre, pero consigue reír con los ojos desorbitados.
- No se suponía que fuerais tan fuertes - tose sangre.
- Debisteis hacer caso.
- Una advertencia de un humano, por muy emisario que sea, nunca haría retroceder a la gran manada del oeste.
Stiles sonríe, oscuro, un gesto que ninguno le ve desde los oscuros tiempos del Nogitsune, cuando se inclina junto al herido.
- Oh, pobres ilusos - aparta los flecos del rostro lleno de sudor.- ¿Pensasteis que era una advertencia?
- Stiles... - lo llama Derek, poniendo una mano en su hombro.
- Debisteis notar la amenaza - estruja el puño y el cuello del beta se rompe.
Cuando se incorpora es como si la magia se arremolinara a su alrededor.
- Eh, Stilinski - Jackson rompe el silencio, sintiendo a Lydia y Allison llegar seguidas de Noah y Deaton.- Me alegra que estés en nuestro equipo.
La pequeña risa de Stiles consigue aligerar el ambiente.
- ¿No se supone que le estás enseñando a manejarlo? - pregunta Noah, girándose hacia el veterinario mientras recarga la pistola.
- Lo hago - afirma, el sheriff arquea una ceja.- Pero no solemos tener toda esta magia para practicar - admite.- Se lo dije una vez: necesitaba un fuerte aliciente para sacar su verdadero poder a la superficie.
- ¿El secuestro de Claudia ha sido el detonante? - pregunta Lydia.
- Eso parece.
- Tenemos que seguir avanzando - los llama Boyd.
- Allison, recuerda cubrirnos, ¿vale? - la morena asiente a su alfa, sacando el arco del estuche ahora que tiene un segundo de tranquilidad y cargando el carcaj.
- Hecho, Derek.
- Vamos - los demás asiente.- Stiles, ¿seguro que puedes continuar?
- Y aunque no lo estuviera, no podemos hacerlo sin él - interrumpe Lydia, cruzando los brazos sobre su pecho.
- Todo está bien, Der - le promete, dejando caer su frente contra la del alfa, estabilizándose al respirar el mismo aire.- Sigamos, hace rato que no escucho nada, ni siquiera a Scott y demás.
- Habrán mejorado en el encubrimiento de ruido.
Stiles espera que Allison tenga razón, pero lo duda tanto que caminan rápido cuando registran el gimnasio y no encuentran nada más. Dos betas en el pasillo de entrada, tres betas dentro del gimnasio. Cinco menos quince deja diez hombres lobos vivos y, al menos uno, es un alfa.
Scott saca las garras del cuerpo de un beta que acaba de dejar inconsciente y lo deja caer contra la pared. Se gira hacia Kira para consultar la flecha que Stiles ha hechizado con los cabellos pelirrojos de Claudia amarrados para que los guíe hacia su localización y se asegura de que están yendo en la dirección correcta.
- Maldita sea, ¿dónde se han metido? - Erika vuelve, había retrocedido algunos metros para ver si el grupo de Derek los alcanzaba.
- Ha tenido que pasar algo - Scott chasquea la lengua, mirando las opciones: hay dos bifurcaciones dentro de la sala de calderas, la flecha apunta a la izquierda, pero si se van sin los demás es probable que se pierdan.
- Bueno, dejaremos un rastro - sonríe depredadora.
Kira y Scott la miran sin entender, pero cuando Derek llega con los demás el camino a seguir está tan claro que Stiles solo puede sonreír ante la hilera de cuerpos que marca el camino. Jackson hace un gesto de asco mientras que Boyd infla el pecho con orgullo.
- Maravilloso, McCall - masculla Jackson, pasando por encima para poder entrar en el túnel.
- Oh, te aseguro que no ha sido cosa de Scott - Stiles entra detrás de él.- Esto tiene la marca de Erika por todos lados.
- Los han dejado vivos - comenta Isaac, incorporándose después de tomarles el pulso.
- Bueno, ese sí ha sido Scott - Derek se encoge de hombros, cerrando la comitiva en cuanto se asegura que Lydia y los demás saben por dónde deben ir.
A Derek no le gusta lo que percibe su nariz. En general, siente desconfianza hacia la magia desde el problema que tuvieron con el Darach y solo se ha terminado acostumbrando porque su compañero de vida y el humano que ama ha resultado ser mágico. Así que arruga la nariz cuando el hedor putrefacto de la magia negra llega hasta su cerebro. Se fija en que sus betas también han reaccionado al olor mientras que la magia de Stiles se arremolina a su alrededor, inquieta.
- ¿Necesitáis el hechizo de nuevo? - pregunta.
- No, apenas podemos oler con eso puesto.
- Relájate que fue idea tuya.
- Lo sé, Stilinski, por dios.
Boyd alza una mano para mandarlos callar cuando llegan a la esquina del túnel. Dos betas más. Scott dejó atrás tres, así que si eliminan a estos quedarían cinco. Bien, pueden con cinco incluso aunque uno sea un poderoso alfa. Isaac y Jackson se encargan de estos mientras los otros tres siguen avanzando.
- Tenemos que darnos prisa - Stiles se estruja la camisa encima del corazón, distraído mientras sus ojos se pierden en la oscuridad de los caminos que tienen delante de ellos.
- ¡Id, nos vemos más adelante!
- ¿Debería quedarme? - pregunta Boyd, pero justo en ese momento entran en acción las flechas de Allison, los gritos de Lydia, las balas del sheriff y la propia magia de Deaton.
- Estarán bien, ¡vamos!
Corren siguiendo el olfato de Derek quien se detiene de pronto al percibir por primera vez el olor de Claudia.
- ¿Der? ¿Qué pasa?
- Claudia - responde.
Vuelve a emprender la marcha, que la hayan expuesto no puede significar nada bueno. Hasta el momento no había sido capaz de olerla en lo más mínimo, lo único que los había movido era la esperanza y que los hechizos de Stiles nunca suelen fallar. Puede oír a Boyd y a Stiles avanzar detrás de él sin cuestionarlo más y se siente poderoso por ello, desde hace un tiempo la manada está unida y eso ayuda tanto a su poder como al de Scott y los betas, ni hablar de lo poderoso que hace a Stiles como bien están comprobando por fin. Son una manada fuerte, sea cual sea la razón por la que puede oler a Claudia ahora, lo resolverán. Está tan convencido de ello que cuando por fin llegan al centro del cruce de todos los túneles, la comprensión de la imagen que está recibiendo tarda en calar en su cerebro: Erika y Kira están en el suelo, inconscientes, y Scott está tratando de levantarse para alcanzar a Claudia que está encima de un pedestal, atada y aterrada. Hay un círculo de ceniza de montaña que mantiene a sus betas separados de la manada enemiga. Stiles da un paso al frente con los ojos plateados clavados en la persona que tiene un brazo extendido y que no deja que Scott se levante.
- Veo que al menos has hecho algo bien - sus ojos se cruzan entonces con el alfa al que cerró el paso en su casa, el alfa que hizo temblar sus protecciones.
- Siempre hemos tenido un emisario, humano - juega con un cuchillo lleno de extraños símbolos en la plateada hoja.- Alguien debía encargarse del ritual - pasa el arma por la delicada piel de Claudia que da un respingo en el sitio al sentir el frío metal.
- Suéltala - exige Derek, llegando hasta el límite del círculo de ceniza de montaña y ayudando a Scott a mantenerse en pie.
- ¿O qué, Alfa Hale?
- Te mataré - gruñe, ojos rojos y dientes afilados.
- No veo cómo podrás hacerlo antes de alcanzar mi objetivo - sonríe y Stiles puede ver entonces lo joven que es realmente.- ¿Cómo lo harás si yo estoy aquí y tú estás... bueno, ahí?
- ¿Se te olvida mi existencia, alfa de pacotilla? - da un paso al frente, los ojos rojos se centran en su figura y gruñe cuando siente su magia desplegarse por todos los rincones, respondiendo de manera agresiva a la otra que emana del que amenaza a su pareja y a su hermano.
- Mi emisario Theon puede hacerte frente.
- Oh, no puede ser - Stiles se masajea las sienes.- No puedes llamarte igual que él - alza los ojos al techo de los túneles.
- ¿Es una especie de karma? - intenta bromear Scott desde su posición.
- ¡Silencio! Yo soy Alfred, apodado lengua de serpiente, alfa de la manada del oeste.
Stiles bufa.
- ¿Quién te crees que eres? ¿Un personaje malvado de Tolkien? - abandona su lugar detrás de Boyd y se acerca a dejar suficiente magia curativa en Erika y en Kira como para que recuperen la consciencia antes de ocupar su lugar al lado de los dos alfas. Chasquea la lengua, molesto y dirige su atención a Claudia que los está observando con ojos desorbitados de terror.- Tranquila, pequeña, voy por ti - promete, guiñándole un ojo.
Alfred comienza a reír.
- No entiendo por qué crees que estás a salvo en este ridículo círculo de ceniza de montaña.
- Tengo un emisario que lo mantiene.
- ¿De verdad? - la oscura sonrisa de Stiles vuelve, Derek siente que se estremece.
Ya ha pasado antes, ocasiones en la que la magia de Stiles se mueve en el límite de lo bueno y lo malo, recordándoles a todo que despertó gracias a la intrusión del Nogitsune y que dicha experiencia nunca abandonará del todo al humano. Usualmente, siempre la mantiene a raya, no permitiendo que lo arrastre hacia un punto de no retorno, pero esta vez Derek se da cuenta de que Stiles está cediendo el control de forma voluntaria.
- Ve con él - susurra Scott, entendiendo la situación, pero Derek no puede simplemente dejarlo a merced del emisario que sigue extendiendo su poder hacia ellos y cuyo campo gravitacional también lo está afectando.
- Es la última oportunidad que te doy, Alfred, ya has perdido demasiado miembros de tu manada - le recuerda en cuanto manda a los últimos que quedan para que terminen con ellos y Boyd se adelanta hasta cubrir su flanco derecho.
- Morid, manada Hale-McCall, morid después de ver cómo os arrebato a vuestro cachorro.
No saben de dónde viene el gruñido si de Derek, del resto de la manada, o del propio Stiles.
- Acabas de firmar tu muerte.
Alfred alza el cuchillo, pero Stiles se desliza hacia delante y rompe el círculo de ceniza de montaña a tiempo de colar un hechizo por la barrera y arrebatarle el arma de las manos, tirándolo lejos. Todos quedan un momento en silencio, escuchando el metal rebotar contra las paredes de piedra hasta llegar al suelo.
- Creo que necesitas ese cuchillo, ¿verdad? - sonríe, Alfred ruge furioso y se lanza a por él, la batalla vuelve a estallar a su alrededor.
Derek cae desde arriba sobre Alfred en lo que Stiles golpea con magia al emisario que se protege con improvisadas barreras.
Una flecha llega volando desde atrás e impacta en el hombro izquierdo de Theon, perdiendo el control sobre el espacio de Derek y Scott quienes se levantan como pueden en cuanto se ven liberados de la presión. Stiles siente a Isaac y Jackson correr por sus costados en dirección a los otros dos betas que quedan libres mientras que Boyd sigue librando su propia batalla.
- No pasarás por encima de mí, niño, soy mucho más fuerte que tú - masculla, partiendo la flecha de su hombro.
- Puede que sí - admite.- Pero no más inteligente.
El otro se da cuenta entonces de que Stiles lo ha obligado a retroceder y ahora es el humano de piel pálida quien más cerca está del altar de sacrificio. Stiles rompe las cuerdas que atan a Claudia y reordena la ceniza de montaña a su alrededor para protegerla de Alfred.
- No podrás mantener esa barrera.
- Vamos a averiguarlo - sonríe con desafío, los lunares recalcando sobre la palidez de su piel como si la luna lo estuviera iluminando.
Theon toma el reto con ganas y comienza a lanzar hechizos a diestro y siniestro por lo que Stiles se ve obligado a dividir su atención entre mantener la barrera alrededor de Claudia y protegerse a sí mismo. Tiene una vaga idea de la lucha que mantienen Derek y Alfred demasiado cerca para su gusto. Oye el rugido victorioso de Boyd seguido de un quejido de Isaac al que Erika corresponde con un gruñido furioso antes de arrancarle la garganta a la beta que ha intentado matar al chico. Jackson usa las piernas para quitarse de encima al que trata de llegar a su garganta y Allison le mete una flecha entre los ojos, haciendo que caiga hacia atrás. La manada se reagrupa a falta de Stiles y Derek, Deaton se asegura de que ninguno tiene una herida mortal, pero trata de curar las heridas graves que encuentra como un corte profundo en el hombro de Isaac que le llega hasta el hueso o el agujero que hay en el pie de Boyd.
- Tenemos que ayudarles.
- No podéis - replica.
- ¿Por qué no? - Kira gruñe cuando Allison le venda con fuerza la muñeca para evitar que siga perdiendo sangre.
- En primer lugar, todos sois un desastre, no aguantaríais y, en segundo lugar, es cuestión de jerarquía de hombres lobo - se segura de que Noah no tenga nada y pasa con Lydia.- Debe ser el alfa de vuestra manada quien se enfrente al alfa de la manada invasora para reclamar su fuerza de forma justa y que así los futuros enemigos sientan las guerras que se han librado en Beacon Hills.
- Tenemos dos alfas - dice Isaac, a punto de desmayarse de dolor incluso con Jackson absorbiéndolo por las venas negras de sus manos.
- Pero originalmente este territorio es de la familia Hale, aunque Scott sea alfa también de la manada, Derek tiene un pacto sagrado con esta tierra. Él es quien debe reclamar la vida de aquellos que intentan arrebatársela y dañarla.
- ¿Y Stiles? - pregunta Noah.- ¿Qué tiene que ver él en toda esta jerarquía?
- Es el emisario, pero sobre todo el compañero del alfa, el siguiente en la línea de poder, sólo él puede...
Algo explota después de escuchar un gruñido dolorido y todos dan un brinco, sobresaltados, se giran hacia donde aún se sigue desarrollando la batalla para encontrarse con las garras de Alfred en el pecho de Derek y Stiles al lado del cadáver irreconocible de Theon. La manada gime cuando lo observan: tiene la mirada plateada perdida entre sus manos y está cubierto de sangre, pero no duda cuando siente más que escucha el dolor de Derek y se dirige hacia ellos con rapidez. Alfred retrocede entonces hasta la pared cuando Stiles se coloca delante de Derek, quien está tratando de ponerse en pie, después de acariciar su hombro brevemente.
- Piedad, por favor, piedad - ruega el alfa, tratando de fundirse contra la pared, una vez que se da cuenta de lo solo que está.
- ¿Piedad? ¿Para ti que has irrumpido en nuestra ciudad, amenazado a mi manada, robado a mi pequeña, herido a mi alfa? - baja los brazos que hasta el momento había mantenido tensos.- ¿Tú pides piedad? - el cuchillo del sacrificio llega hasta su mano.
- La verdadera valentía no es saber cuándo quitar una vida, sino cuándo perdonar una - intenta de nuevo, pero Stiles reconoce esas palabras como buen friki que es.
- Si Bilbo hubiera matado a Gollum cuando tuvo ocasión, la mitad de los problemas de Frodo se habrían solucionado - sonríe, socarrón.- Si bailas con el diablo, querido Alfred - se agacha para quedar a la misma altura.- Lo haces a su ritmo - clava el arma afilada en el pecho del alfa, el rugido de dolor es instantáneo.- Yo no soy valiente, soy un cobarde y, por eso, me aseguraré de que ni tú ni nadie vuelva a creer que puede venir a nuestro territorio a hacer daño a mi manada - entierra el cuchillo con más fuerza y lo hace girar, desgarrando tejido y músculos con el movimiento.- Todo tuyo, Derek.
Se aparta a tiempo de que las garras de Derek corten la garganta de Alfred y todos quedan en silencio mientras el cuerpo se desangra, demasiado exhaustos como para celebrar.
- ¡Papi! ¡Papá!
Los gritos de Claudia los sacan a todos del estupor general, Stiles se pone en marcha para acercarse al altar y romper el círculo de cenizas, cogiendo a la pequeña kitsune entre sus brazos cuando ella salta hacia él ignorando por completo la sangre que lo cubre.
- Tranquila, mi amor, tranquila... ya pasó todo.
Claudia entierra el rostro en el cuello de Stiles, quien siente que la magia se le escapa por los poros, vaciando su interior de la ansiedad que lo ha aquejado durante toda la misión. Un peso se devanece de sus hombros casi al mismo tiempo que él se desploma en el suelo.
- ¡Stiles!
Derek llega hasta él.
- Estoy bien, estoy bien... solo cansado - aprieta los brazos alrededor del cuerpo de Claudia y se siente próximo al desmayo.- Creo que he abusado de mi magia - está bastante seguro de que va a tener unos dolores terribles al día siguiente.
- No te equivocas - asegura Deaton.
Derek coge a Stiles en brazos y Claudia trepa hasta subirse a sus hombros.
- Vamos, volvamos a casa.
Medio año después...
Jackson se masajea el cuello dolorido y se deja caer contra el respaldar de la silla con un suspiro aliviado, por fin ha terminado de juntar toda la información que Deaton y Noah han conseguido así que ya tiene entre sus manos un documento legal de adopción para Claudia.
- ¿Jackson? - lo llama Lydia, medio dormida entre las sábanas.
- Tranquila - se levanta de la silla y se acerca para darle un beso entre el pelo, dejando una caricia en su mejilla antes de dirigirse a la puerta.- Tengo que ir a hablar con Derek, vuelvo enseguida - ella asiente antes de volver a caer dormida. Jackson cierra la puerta de su nueva habitación y sale al pasillo común.
Sabe que Derek está en la biblioteca, renovando los tratados con las manadas de las zonas circundantes y que, muy probablemente, Stiles y Claudia hayan caído dormidos cerca así que desciende las escaleras de la recién construida mansión Hale en busca de su alfa y su compañero.
- ¿Se puede? - susurra antes de abrir la puerta que ni siquiera toca hasta que Derek contesta con una afirmación en voz tan baja como la suya.
Al entrar se da cuenta de que sus suposiciones fueron acertadas y que Stiles y Claudia están durmiendo en el sillón delante de la chimenea, tapados por una manta con dibujos de Marvel.
- Ya lo tengo - responde a la pregunta silenciosa, enseñando un conjunto de hojas bastante grande.
Los ojos de Derek se iluminan al momento, apartando el cansancio a un lado para tomar los documentos de las manos de Jackson y comenzar a echarles un vistazo.
- Deaton pasará mañana por aquí para dejar su firma como testigo. Sólo necesitamos que Stiles llame mañana al sheriff y Scott a Melissa para poner sus firmas como primer y segundo guardián de los secretos de la manada y ya estará todo legalizado tanto en el mundo humano como en el sobrenatural.
No debería sorprenderse cuando al segundo está entre los brazos de Derek, más alfa suyo que Scott, en un abrazo de agradecimiento.
- Gracias.
Jackson asiente cuando se separan.
- Vuelvo arriba, ¿vale? Necesito descansar.
Derek lo ve alejarse hasta que atraviesa la puerta y cierra detrás suya, deja los papeles sobre el escritorio a buen recaudo y se acuesta al lado de Stiles que nada más sentir su calor se acopla perfectamente a las líneas de su cuerpo. Derek pasa un brazo por debajo de la cabeza de Stiles para atraerlo hasta su pecho y Claudia se mueve dormida hasta quedar entre los dos.
- Mieczysław - lo llama, el aludido se revuelve como respuesta y alza los ojos pardos adormilados hacia Derek.- Os quiero.
- Nosotros también a ti, Derek Hale.
•°*FIN*°•
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