La Pesadilla
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¡Alerta! ¡Alerta! Se está provocando una brecha multiple de contención en todas las plantas. Se requiere desplegar todas las unidades disponibles. Repito, ¡Se está provocando una brecha de contención clase Omega! Se requiere desplegar todas las unidades disponibles.
El sonido de la alarma alertó a todos los experimentos que se encontraban en las instalaciones. Muchos provocaron brecha eliminando a los guardias que tenían escoltandolos, otros fueron liberados por experimentos ajenos a ellos. Básicamente estaba provocandose un caos de gran proporción en todas las instalaciones.
3935-H junto a 3935-F causaron la brecha simultáneamente con un pequeño experimento que no va al caso.. ¿Razón? Helen se aburrió de seguir encerrada, a esas alturas ya no hacían mucho.
Ezequiel ya tenía prevista la posible brecha de 3935-H, pero no creyó que se le sumara 3935-F, el lavado de cerebro se suponía que logró afectar a casi todos los experimentos del proyecto 3935, sin incluir a 3935-H.
Bueno, se suponía.
Apenas sonó la alarma mandó a llamar a una pequeña tropa para que lo escoltara hasta llegar a la zona en donde Helen se encontraba. Al llegar ahí, vio una escena grotesca. Habían cuerpos mutilados por todos lados, sangre en todas las paredes y una niña preadolescente de tez oscura y pelo rubio con el cuerpo cubierto de sangre. Su vestido, antes blanco, ahora estaba cubierto de manchas carmesí, al punto de que goteaba.
ㅡ 3935-H, te ordeno que te detengas ahora mismo. ㅡEl hombre de tez negra finalmente habló.
La niña desvió su mirada hacia el grupo de gente adulta y su expresión se volvió intranquila. Sus iris amarillas brillaban.ㅡ ¿Tan rapido? ¡Vamos, si apenas está empezando! ㅡ
El cientifico puso una mueca de disgusto y dio la orden para disparar en voz baja. La chica saltó lejos para tratar de evitar las balas y algunos disparos eléctricos, aunque unas cuantas balas le dieron en las piernas; luego se puso a volar por la sala para así provocar que los disparos le den a las murallas y como resultado final se desprenda una nube de polvo muy densa. En ese momento el hombre hizo que los guardias detengan el fuego, luego el tocó algo en su oreja y comenzó a hablar.
ㅡ 3935-H se encuentra en la Planta C, sala O-6 o sus alrededores. ㅡEl cientifico hizo una señal y los guardias comenzaron la busqueda del individuo por medio de cámaras termicas.
Ezequiel recargó su arma y buscó por los lados en busca de una silueta femenina. En varias ocaciones vio la silueta pasar muy cerca de el, y como su capacidad de reaccion era casi instantánea, los disparos sonaban casi al momento en que se lograba divisar al experimento. Para mala de el, la chica volaba muy rapido, por lo que esquivar los disparos electrizantes era posible.
El Cientifico se puso a recargar el arma cuando de pronto sintió una presencia tras él. En ese mismo momento algo le jaló el cuello del delantal, haciendolo retroceder, a su vez que un tremendo dolor en la columna y estómago junto a una perdida de la sensacion de la mitad del cuerpo, el caracteristico sonido de los huesos rompiendose, sus órganos siendo apretados y un cambio repentino en la postura lo alertó de lo peor.
Una joven mano le transpasó el cuerpo de lado a lado, sacando órganos, carne, vertebras y mucha sangre.
ㅡ Tus órganos se sienten extraños. ㅡLa voz de 3935-H se escucho cerca de la oreja izquierda de Ezequiel.ㅡ Me pregunto por qué. ㅡ
El cientifico de tez oscura puso blancos sus ojos y se desplomó inerte contra el suelo.
_Su segundo nombre era pegamento, se cayó y se pego :v_
Hacked by: Mery
Parte de su intestino comenzó a desparramarse en el suelo, la sangre teñía su bata blanca y formó un lago carmesí.
La niña se trató de limpiar la sangre y partes de órganos que tenia en las manos con su vestido que alguna vez fue color crema, pero estaba tan manchado que no pudo hacer mucho.
La chica miró a su alrededor, notando que el polvo se estaba disipando.
Las paredes tenían sangre salpicada y partes de órganos que se deslizaban por estas. Se empezaron a hacer visibles los destrozados cuerpos de todos los guardias.
Ella miraba a su alrededor a la vez que se agachaba un poco para quitarse las balas incrustadas de las piernas. Cuando finalizó comenzó a volar y se fué de esa sala.
En el camino se encontró con una fuga de agua, con esta se limpió las heridas, aprovechando así de quitarse la sangre del cuerpo y la ropa. Helen finalmente comenzó a caminar tranquilamente por los pasillos hasta llegar a una sala gigante que poseía una estructura enorme que en algún momento fue utilizada como portal.
A pesar del caos que estaba ocurriendo, solo se podían percibir el sonido de las alarmas.
En un momento las alarmas dejaron de sonar, fue en ese instante en el que comenzaron a escucharse unos pasos por las instalaciones, pero por alguna razón, estos pasos le eran familiares.
El ambiente comenzó a ponerse irreal, algo le provocaba un dolor punzante en el pecho, sentía que había perdido el control de si misma, así que solo podía mantenerse en el lugar, esperando a que algo ocurriera.
Una vez que se dió cuenta de quien producía aquel sonido, ya era tarde. Giró su cabeza lentamente hacia atrás y observó a una niña menor que ella, tenía el pelo castaño muy largo, su piel era pálida pero estaba llena de sangre. No era delgada como Helen, tampoco lograba alcanzar su estatura y se veía más indefenza. Los ojos de aquella niña la observaban con un aire de locura.
Pese a su extraña mirada, habló con una voz muy dulce.ㅡ ¿Que pasa? ¿Me tienes miedo? ㅡ
La chica empezó a flotar sin ningún problema y se acercó a 3935-H, ella, asustada trató de correr pero entró en pánico al notar que todos sus movimientos ahora eran en cámara lenta. La castaña agarró a Helen del pelo y sin mucho esfuerzo la empezo a estampar contra el suelo como si de un trapo se tratara, luego la tomó de un pie y sin siquiera darse impuso la lanzó contra la estructura, la cual colapsó por el impacto.
Helen se quitó con dificultad los escombros de encima, luego empezó a flotar a la vez que buscaba una salida.
Al otro extremo de la sala había una puerta de metal cerrada, con un golpe era suficiente para romperla y salir de ahí, así que voló hacia ella, pero al llegar frente a aquella puerta de nuevo se quedó quieta, no podía moverse.
La otra chica no se movió de su puesto, pero le empezó a hablar con un tono sarcástico.ㅡ ¿Que ocurre, por qué tratas de huir de mi? Oh, pobre H, debe sentirse sola, sin ayuda, desprotegida. ¿Pero que es eso? Eso, maldita, es lo que he sentido desde que llegué a este frío y horrible lugar, y es lo que tú y F me han hecho sentir durante todo este tiempo. ㅡ
Helen le respondió molesta.ㅡ Que desagradable eres, en verdad merecías eso y mucho más. GORDA. ㅡ
3935-H trataba de moverse, pero le era imposible, la otra experimento tenía mucha ventaja sobre ella. De pronto una mano en su cuello la asustó, y 3 segundos después salió disparada en dirección a la puerta blindada, acabando con ella en el transcurso y finalmente tocando un suelo sucio y rocoso que se extendía por un lugar oscuro.
La chica volvió a tener movilidad en su cuerpo, así que rápidamente se levantó de allí y trató de buscar una salida, pero su sorpresa fue grande al darse cuenta de que por alguna razón estaba en la celda de la cual había escapado hacia varios minutos.
Trató de salir de ahí al intentar romper las barras que la separaban del otro lado de la celda, pero una vez que agarró con sus manos un par de barras rapidamente saltó hacia atrás con un ardor muy doloroso en sus manos. Observó las barras y vió con un poco más de claridad que estas estaban bañadas en un metal que brillaba como el oro, pero la zona donde había tocado aquel metal ahora estaba al rojo vivo.
Una mano blanca la tomó del cuello de nuevo, la alzó al aire y la volteó. Helen trató de liberarse de esta volando hacia el techo, pero la otra chica se mantenía pegada en el suelo a la vez que la miraba con odio.
Los ojos de 3935-C brillaban con intensidad, y en su rostro se plasmaba una sonrisa que ya no parecía de psicópata, ahora era tan normal como la de cualquier niño.ㅡ He intentado matarte tantas veces, por tu culpa me quitaron la poca libertad que me quedaba ㅡDe pronto, aquellos orbes rojos dejaron de brillar, ahora eran opacos. Su expresión facial rapidamente cambio a una que no expresaba emociones, parecía una expresion que en definitiva demostraba la decadencia de su ser, tornandose en una entidad sin sentimientos, vacía.ㅡ Una negra estúpida como tú no merece seguir con vida. ㅡ
Helen trato de detenerla, pero ya era muy tarde, 3935-C la impulzó hacia las barras e hizo que su espalda y piernas chocaran con esta, provocando que empezaran a quemarse.
Unos ojos amarillos se abrieron dentro de un liquido de color celeste semi transparente, el experimento miró hacia los lados asimilando que ocurría a su alrededor.
Su boca y nariz estaban cubiertas por una máscara de oxigeno que a su vez tenía un tubo extra que entraba por la boca, sus brazos y estómago estaban conectados a muchos cables, en varias partes de su cuerpo habían electrodos monitoreando todas sus funciones vitales.
Miró hacia su lado izquierdo y vió a una figura masculina mucho mas alta que ella, que se encontraba en su misma situación. Al lado derecho una figura femenina de cabello muy largo se hacía notar de la misma manera en que el hombre estaba.
Helen comprendió todo y su cara demostró rabia.
Ella estaba dentro de un contenedor.
¿Entonces todo lo que había pasado antes lo soñó? ¿O fue un simple recuerdo?
Los disparos, la gente muerta, la estructura, la pelea...
Todo era un recuerdo. El asesinato de uno de los científicos más poderosos, la primera venganza de 3935-C, la celda.
Todo era un recuerdo de acontecimientos pasados.
¿Entonces por qué estaba dentro de un contenedor?
Un recuerdo fugaz llegó a ella, una pelea en un pueblo de Europa, la ciudad estaba bajo sus pies a una gran distancia, pero de todas formas no era una altura segura para los humanos, ya que un golpe con mucha fuerza podía mandar a alguien disparado hacia el suelo y matarlo a él y a quienes se encontraran en la zona.
Era una pelea que había ocurrido quizá 2 años después de haber escapado de la EB. Candy casi la mata a ella y a 3935-F.
Oohh, ella tenía que pagar caro, para Helen no había nada más humillante que ser vencida por alguien, sobre todo si se trataba de 3935-C.
3935-H destrozó el vidrio del contenedor y con algo de dolor se desconectó de casi todo, se quitó la máscara de oxígeno junto a aquel tubo y respiró con dificultad a la vez que andaba con arcadas. Seguido de eso caminó con las piernas temblorosas sobre los vidrios rotos a la vez que se apoyaba de los contenedores, tanto tiempo flotando sin poder soportar su propio peso afectó bastante a su musculatura.
Se posiciono frente al contenedor de 3935-C, empuñó ambas manos y se preparó para acabar con el experimento de una vez por todas.
Otra vez comenzarán a pelear, y 3935-H estaba lista para matarla.
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