El café azul
Fátima me ayudó a ponerme de nuevo los lentes y la peluca, además hicimos un cambio de tarjetas de crédito, la ayudé a transferir el dinero de mi cuenta a la suya para poder esconderme con un tiempo y que mi padre no registrara mi cuenta y me encontrara.
Bajamos hasta el estacionamiento del hotel y me ayudó a salir por este, antes de despedirnos por, lo que espero sea un largo tiempo, me abrazó en las calles neblinosas y frías.
—Cuídate mucho Isis — pide mirándome a los ojos —Y disfruta tu vida.
—Claro que sí Fátima — respondo volviendo a abrazarla.
—Recuerda que tu tiempo es limitado — aconseja —Lo que sea que quieras hacer, no importa cuan arriesgado sea, hazlo, tal vez no tengas otra oportunidad.
—Entiendo — digo y vuelvo a abrazarla —Nos vemos pronto Fátima.
—Espero que no tan pronto — responde ella y me alejo riendo.
Para ahora ya era casi la una de la mañana, no habría lugar que estuviera abierto a esta hora, empecé a buscar por las calles, algún lugar en el que pudiera alojarme las próximas 5 horas por lo menos, al no encontrar nada, me fui a esconder entre algunos locales.
A las 7 de la mañana las personas empezaban a salir y los locales comenzaban a abrir, lo cual significaba que era la hora exacta para buscar un lugar para quedarme los próximos días (eso si es que tardaban días en encontrarme).
Caminé por las calles y encontré un hostal barato, definitivamente no era a lo que estaba adaptada... pero era algo; entré al lugar y pedí una habitación por 5 noches, ¡fueron 195 euros! Pero tenía Internet y agua caliente así que supongo que eso lo compensaba.
Me duché rápidamente y me acosté un rato en la cama, de acuerdo, Fátima había conseguido sacarme una sola muda de ropa, lo cual significaba que debía conseguir otro conjunto, uno por lo menos.
Acostada y perdida en mis pensamientos no noté el momento en el que caí dormida sobre el edredón.
Desperté lo que yo creí que fueron 20 minutos después para darme cuenta que en realidad fueron 5 horas, ¡ya casi era hora de la comida maldita sea!
Me levanté rápidamente y me vestí con el conjunto que Fátima me había sacado, tendría que encontrar una forma de lavar mi ropa y secarla.
Bajé corriendo y salí del hostal, justo en la entrada me detuve, sabía a donde quería ir, pero no sabía cómo llegar, me regresé lentamente y le pedí ayuda al chico que atendía.
—Scusi signore (Disculpe señor) — dije llamando su atención.
—Come posso aiutarla? — responde amablemente (¿Cómo puedo ayudarla?)
—Potrebbe dirmi dove si trova il "Bar Manila"? — pregunto tranquilamente (¿Podría indicarme dónde se encuentra el "Bar Manila"?)
El hombre piensa lentamente y luego me da la dirección, le agradezco y salgo camino al lugar, aparentemente no es muy lejos.
Llego al lugar y una extraña sensación se hace presente en mi estómago, ¿serán estas las famosas mariposas?
Inhalo fuertemente y me decido a entrar al lugar, todo está repleto, pero muchas personas se están yendo, casi es hora de que el lugar cierre para que almuercen los empleados.
Me dirijo a la barra y que gran sorpresa al ver que unos lindos y pequeños ojos oscuros, sonrío inmediatamente y él parece reconocerme puesto que se acerca a la barra y le susurra algo a su compañera
—Buongiorno — saluda con una sonrisa coqueta —Cosa vuoi ordinare, bella signora? (Buenos días, ¿Qué desea ordenar, bella dama?)
Suelto una risa tonta y él me responde con una igual, volteo a ver la carta y enfocada solo en seguir hablando con Anderson termino pidiendo lo mismo que antes. El chico toma mi orden con una sonrisa y me pide que tome asiento.
Espero mi orden en una mesa, veo como empieza a vaciarse el lugar y me siento como una completa abusiva, a los minutos, una chica llega con una bolsa de comida para llevar.
—Mi scusi signora — pide al darme mi comida —Posso chiederti di andartene?
(Perdone señorita, ¿Puedo pedirle que se retire?)
Estoy por responder cuando Anderson se acerca y le dice algo a la chica, ella asiente y se retira dejándole mi comida a Anderson, él la deja en la mesa y se sienta frente a mi.
—Hola — saluda con su sonrisa coqueta
—Hola — respondo
—No esperaba verte aquí tan pronto — comenta destapando su comida —¿Tanto me extrañaste?
Suelto una risa y lo miro, la verdad creo que sí lo extrañé en cierto modo, pero no le daré el gusto de saberlo.
—Extrañé la comida — respondo y él me mira con la boca abierta, definitivamente no era la respuesta que esperaba.
—Bueno, Iris — habla intentando provocarme —¿De dónde vienes? Porque tu español es muy fluido para ser aprendido
—Soy de Nicaragua — respondo en el mismo tono —Pero si preguntan soy de aquí
Anderson suelta una risa con mi último comentario y esa sensación rara vuelve a mi estómago, su risa es hermosa.
—De acuerdo, aunque pasarías mejor por una chica suiza — responde analizándome —Es curioso que vengamos del mismo país y coincidamos en el mismo lugar
—¿También eres de Nicaragua? —pregunto incrédula y el chico asiente, intentado seguir la conversación le hago una pequeña burla —¿Y qué trae a un muchacho tercermundista a un lugar tan bello?
—¡Oye! — se queja y yo río —Primera, tú también eres tercermundista, segunda, puedo hacerte la misma pregunta y tercera, trabajo
—¿Osea que viniste hasta Italia para trabajar de barista? — pregunto confundida y él asiente algo apenado —Eso es... decepcionante
—Jajajaja, sí un poco lo admito — responde avergonzado —Pero no respondiste mi pregunta
—Vacaciones — es lo único que digo y su sonrisa se desvanece un poco, aunque no logro entender por qué
Seguimos charlando hasta que su hora de almorzar termina, él se dirige a la barra y yo salgo del lugar.
Durante el camino vuelvo a encontrar una estética, entro a esta y al ver que está vacío la chica me atiende con alegría, me quito la peluca y le pregunto si me lo puede pintar del mismo color. La chica asiente y empieza a trabajar, cuando termina me veo al espejo con alegría, se ve natural.
Después de pagar, regreso al hostal y miro por la ventana de mi cuarto, me encanta la idea de que, a partir de ahora y hasta que me encuentren, esta es mi vida.
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Si alguien quiere un parámetro del precio del hostal, 195 euros son equivalentes a 4368.49 pesos mexicanos (mi moneda)
Espero les guste.
Atte: Ale Bautista
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