¡Hola! ¿Qué tal? Ya sé, ya sé, estarán pensando que cómo me atrevo a volver por aquí con mi cara bien lavada luego de pasar casi dos años sin casi dar razón de vida. Desde que emigré he tenido una vida bastante caótica y en tratar de organizarla y de acostumbrarme se me ha ido basaaaante tiempo. 

Una razón de peso por la que dejé de escribir fue que no tenía computadora. Ajá, tengo un teléfono y una tablet pero es que es demasiado amor al arte intentar escribir en esas vainas, en serio. La computadora es necesaria, se los juro. Conmigo el asunto es que pasaron los meses y luego los años y yo seguía diciendo que me iba a comprar una nueva. Sin embargo, nunca era la prioridad hasta ahora. Voy a comenzar a estudiar (¡otra buena noticia!) y como algunas de mis clases son onlines ya este Black Friday se volvió un compromiso ineludible y aquí estamos. 

Lo malo es que ahora tengo que pagar por Photoshop para hacer mis portadas (los buenos viejos días de crackearlo y que no hubiese ley alguna que me detuviera se quedaron en Venezuela), tengo que hallar la forma de recuperar mis viejas historias y no me acuerdo de cómo usar el teclado en español. 

También les hago un resumen corto de mi vida: publiqué un relato (fragancias inolvidables) dentro de la antología "melodías oscuras" y está a la venta en Amazon, me voy a casar con mi novio el año próximo, en enero comienzo a estudiar un Associate Degree (una carrera técnica, pues) y ya tengo un historial crediticio decente en este país. Venga, que han pasado muchas cosas y extenderme da pereza, pero ajá. 

Espero que del otro lado de la pantalla estén bien. Yo soy muy quisquillosa y no quiero comenzar una historia nueva sin finalizar las otras, pero, joder, no tengo idea si en algún momento de mi vida hice respaldo de eso así que me encuentro bastante frustrada. Vamos a ver qué sale de esto. 

Saludos cordiales