"Yo no busco el chisme, el chisme llega a mí" 8
Mia
Me dolía todo incluso lo que no pensé que podría doler.
Llegue un poco tarde de mi cita de anoche, bueno un poco tarde para mí son las 4 de la mañana. Pase toda la noche disfrutando y ahora tengo demasiada flojera como para cambiarme de ropa y desmaquillarme, mi rostro luego pagará factura, terminé entre mis sábanas sin querer levantarme en todo el día, la resaca era terrible.
La musica seguía retumbando en mi cabeza ignorando los gritos de Olivia diciendo que nos despertemos cuando en eso sentí agua helada en toda mi cara.
— La puta ma....— me levante toda empapada — ¿Qué quieres?
— Unos waffles no estarían mal — me ordenó mi mejor amiga también compañera de cuarto, es una amante de la comida a la cual no le gusta cocinar — Y tus llaves, perdí las mías.
Me quite el agua de la cara y le dediqué una mirada asesina a mi mejor amiga, pero ella me devolvió una sonrisa burlona.
Regresenme a la fiesta de anoche.
Camine toda zombie a cumplir el capricho de mi amiga. Nos sentamos todas en la mesa a disfrutar de la comida más importante del día, en una mesa extremadamente ordenada, obra de Olivia.
— ¿A que hora llegaste anoche? — cuestionó la mayor del grupo, Liv mientras revolvía su té de manzanilla, para el estrés que le provocamos a la pobre.
— No lo sé..4 y tantos — bufé cuando vi que me entregó una taza con un hermoso aroma — Aww me preparaste café. Te amo.
— ¿Por cierto, Liv me prestas 100? No los planeo devolver, pero los necesito — pregunto Alba con su mejor sonrisa.
— Cuando me pagues lo 500 que me debes y deja de vapear en la casa — le quitó su cigarrillo electrónico.
— Se te quemaron las tostadas — mencioné sin ofender claramente. Soy minuciosa cuando se trata de comida.
— No botes la migajas en la mesa. Don't teast me— empezó sacudir con una servilleta — Y come con la boca cerrada.
— Ya dinos ¿qué pasa? — insistí, algo le pasaba — Esto es un lugar seguro Liv, si deseas puedes decirnos.
Liv suspiró — Es mi investigación, sino entregó la mejor, todo mi trabajo a la mierda y enserio quiero el puesto. No lo sé, me preocupo demasiado, pienso de demasiado.
— Está bien — acaricie su mano — Esos doctores altaneros no pueden contra ti, eres un huracán, destruyelos.
Me respondió con una sonrisa, antes de que nos uniera la integrante que faltaba.
— Liv tenía razón — apareció Harumi animada como siempre — Me leyó las cartas y apareció que iba a conocer al amor de mi vida y....... YA LO CONOCÍ. Es tan guapo, sexy... me encanta.
— Coge con él y si no sirve, el que sigue — mencione a lo que recibí una pellizcada de Liv — Auch.
— No todos piensan solo en eso, aún existen los caballeros — refutó Liv indignada. Parece que alguien amaneció de malas.
Ahogue una risa — No niego de los haya, pero son minoría. Hay demasiados hombres como para disfrutar solo de uno.
A mi solo me gusta divertirme, si salen heridos es su puto problema.
— Yo no necesito hombres, necesito dinero — declaró Alba, estaba completamente de acuerdo.
— Digan eso ahora, ya las quiero ver enamoradas — nos sonrió de manera sarcástica, eso jamás iba a pasar, prefiero ser monja.
En eso Harumi se puso buscar algo ansiosa en su teléfono.
— ¿Andas buscando a nemo, de nuevo? — preguntó sarcástica Alba.
— Ya no — anunció Harumi concentrada.
— ¿Entonces a quién? — decía Alba — No dejes el chisme a medias ¿quién es?
— Es un chico que conocí, fue amor a primera vista, no lo conozco mucho, pero es tan lindo, intentaré acercarme a él en el cumple de Mia. Pero no, no es lo busco, mi profesora me mandará una dieta que debo empezar lo más pronto según lo que dijo.
— Haru cuando llegue esa dieta ¿me lo muestras antes de que la empieces porfis? — preguntó Liv — Quiero asegurarme que no te esté matando de hambre.
— Sipi, lo prometo.
Stiles
Llegue a casa después de una salida de compras, encontré a mis amigos jugando Just Dance (un juego de baile) con una canción de Lady Gaga. Puse mi compra la mesa del comedor, espero le guste. La sonrisa seguía sin borrarse de mi rostro, el olor de su perfume lo recordaba a la perfección, sus dulces labios, la emoción que me inundó.
Reía nervioso de manera inconsciente, recibiendo miradas raras de mi rommies.
— Te dije que los genios tarde o temprano enloquecían— mencionó Marcus sin dejar de hacer la coreografía.
— ¿Y si está drogado?
— No estoy sordo — les respondí — Solo me gusta una chica — confesé sin dejar de sonreír. Sé que tengo mis cualidades, sin embargo, nunca imaginé captar la atención de una chica como ella.
— ¿Significa que lograste superar a la víbora? — se intereso Marcus feliz.
— NECESITO OIR DETALLES — exigió Daniel desconcentrándose causando que Marcus ganará el juego desatando una discusión en broma.
— No te dire nada, chismoso, por cierto ¿Tienen algo que hacer este fin?
— Yo aburrirme ¿por? — respondió Marcus, pero luego pensó uno segundos — Espera, sí, es el cumpleaños de Mia. Tengo que buscarle regalo, podría aparecer yo con un moño.
— ¿Tú, qué le compraste? — miró curioso Daniel la bolsa que dejé la bolsa que traje, lo aparte.
— Bro, momento ¿Te gusta, Mia Stark? — habló Marcus mirándome fijamente.
No estará preguntando eso porque aun siente algo, él ya no siente nada por ella, creo.
— No, no es ella.
Tuve que mentir, carajo, si él aún siente algo por ella o si Mia aún siente algo por él. Si los he visto coquetear, pero es la naturaleza de ambos o no, como deseo que la ciencia también aplique en el amor.
Olivia
No se imaginan la alegría que se siente el hecho realidad el poder ejercer mi vocación. Trabajaba en el hospital general 🏥 de San Myshuno junto al primo de Mia, Olly, él era cardiólogo, cirujano cardiotorácico. Yo era ginecóloga, obstetra y soy una de las dos únicas mujeres especialista en cirugía fetal. Pese a que teníamos especiales diferentes, teníamos una relación cercana.
— Es niña — anuncié cargando a la recien nacida en mi quirófano.
Más o menos así era mi día a día, trayendo nuevas vidas al mundo, llenando de alegría a las familias, sin embargo, en los días buenos también hay lluvia. Caminaba revisando expedientes cuando recibí un mensaje citandome a las afueras de hospital.
No tenía pendientes por ahora, así que camine al punto de encuentro, vi sentado en el banquillo concentrado en su libro, lo salude captando su atención, él me había citado.
— Escuché sobre tu cirugía, felicidades — se acercó Oliver besando mi frente.
— Procedimiento de rutina, pero no rechazare cumplidos — le reclame.
— Hiciste un gran trabajo, la mejor de las médicos — añadió Olly abrazándome por debajo de mi espalda — Te traje algo, pase por una tienda y pensé en ti.
Me entregó un cajita envuelta, lo abrí de la emoción, era un nuevo lente para mi cámara, aww, hasta escribió "Para Liv, la futura jefa de cirugía"
— ¿Qué quieres a cambio? — le bromeé.
— Solo te lo di porque sí y también si ¿aceptarás mi cita?
— Mmm, sí — acepté con una pequeña risa.
Me desordenó el cabello — No estoy acostumbrado a esto, pero lo intentaré.
— Realmente soy afortunada — lo besé con ternura.
— ¿Cuándo podré decirle a todos que eres mi novia? — cuestionó fastidiado, no era muy fan de mantenerlo en secreto. Ya habían pasado algunos años.
— Aún no estoy lista para cómo se lo vayan a tomar.
— ¿Te refieres a Mia? — asentí con la cabeza como respuesta.
— Tranquila, si aún no estás lista, está bien. Esperaré.
— De acuerdo, gracias de verdad lo aprecio.
Cómo se supone que le digas a tu amiga de años, oye soy novia de tu primo hace como dos años. Nos comenzamos a besar, haciendo que los cuestionamientos se fueran, cuando de pronto llamaron a Olly.
— ¡Suerte! — le deseé a mi novio.
— Gracias, ¡igual tú!
Enserio amaba a ese hombre, si no fuera de como se lo va a tomar Mia, habría gritado este amor a los 4 vientos.
Mia no quería que Olly tuviera una relación amorosa con ninguna de sus amigas por algo que sucedió tiempo atrás con una de ellas. Mi novio dijo que si hablaba con su prima, no habría problema, aún así, quería evitar desacuerdos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top