No todo lo que comienza bien termina de esa forma.

Stiles

Creía que esa mañana del 5 de enero, lo único emocionante sería que probaría mi nuevo videojuego, con personajes alucinantes, niveles más complicados. Pero, el destino traería algo a mi vida que la volvería más interesante.

— ¿Crees que les agrademos? — le pregunté a mi mejor amigo mientras ambos espiabamos desde la ventana a nuestras nuevas vecinas que acaban de llegar y estaban bajando cosas del camión.

— Caerán a mis pies, sin duda — respondió altanero antes de darle un mordisco a la manzana que desayunaba.

— ¿Serán amigables? — dudé bebiendo una caja de leche sin apartar mi vista de la ventana.

Marcus se alzó de hombros — A lo mejor una de ellas te quita tu inocencia — le tiré un codazo a sus costillas avergonzado.

Marcus Morris, mejor amigo, cabello rubio, ojos azules, modelo en las redes sociales, amigo de todo el mundo, también el tipo de chico que no se toma muchas cosas enserio.

— Dejen de ver a mi prima, acosadores —  habló Oliver Stark, Olly para los amigos.

— ¿Mia se mudará a lado? — cuestionó Marcus con una sonrisa gozosa, al parecer mi amigo la conoce.

— ¿Quién es Mia? —dude, nunca había escuchado de ella.

— Una preciosura tallada por los mismos ángeles. Olly volveré a ser tu cuñado — lo fastidiaba Marcus mientras se peinaba con las manos.

Al parecer le gusta a Marcus, pero a él le gustan todas, así que es difícil saber quien de verdad le atrae.

— ¿Por qué nunca hablaste de ella? — le pregunté, estaba intrigado.

— No veía la necesidad, si tienes tiempo libre podrías ir a ayudarlas con la mudanza — me sugirió con su típico tono frío, a lo cual accedí, a pesar de que eran palabras amables, parecían órdenes.

Él se parece un poco a Nick Fury, pero claro, sin el parche. Olly abrió la puerta de nuestro departamento para salir, yo lo seguí.

— Yo también voy — se unió Marcus.

— No solicité tu ayuda — se interpuso Olly.

— Por eso soy tan genial ayudó sin que me lo pidan, agradécelo después — bromeó Marcus.

Bajaba las escaleras imaginando como sería. Tal vez igual de fría que Olly o todo lo opuesto.

— ¡Primito! — vi a la distancia como una chica de cabello marrón claro se lanzó a los brazos de Olly. Él la abrazo dos segundos antes de alejarla.

— Preciosa, yo también quiero un abrazo — alzó la voz de Marcus extendiendo sus brazos.

— Marcus, que emoción — se acercó la chica a abrazar a mi amigo — Te extrañé.

— Yo la pasé pensando en ti, todo el tiempo.

Reí para mis adentros, coquetea con tanta facilidad. Me acerqué para saludar de igual manera cuando..

No

Puede

Ser

La chica se quitó las gafas de sol. Reconocí esos ojos verdes, de inmediato.

La rompeventanas.

Los dos nos paralizamos al instante, al vernos de nuevo, como un par de cabras que se congelan al ver peligro.

— ¿Qué pasá? Sé que Stiles es sexy pero aquí estoy, tu cuchurimi — dijo Marcus intentando aligerar el ambiente.

— Te pagaré. Enserio, enserio lo siento ¿Cuánto costo repararla? — la chica se disculpó, enserio parecía arrepentida y avergonzada.

Mierda ¿qué hago? No hay manual para esto
— No, está bien déjalo así. Son cosas que pasan cuando suceden — Claro que no está bien. Rompió propiedad privada, me atacó con piedras y lo peor me dijo enano.

— ¿Fuiste tú, princesa? — se dirigió Marcus a Mia — Carajo.., hubieras visto como se enojo el friki cuando se quebró su figura de Robin.

— ¿Rompí tu juguete? Enserio lo lamento — decía Mia apenada.

— No era un juguete — hablé entre dientes — Era una figura de colección de la Comic-Con del 2013. Como sea, ya no importa

De nuevo mi vida seguía la ley de Murphy, de que si algo malo puede pasar, terminará pasando. En mi caso si tengo la oportunidad de pasar vergüenza las pasaré toda mi vida.

Después de unas horas trabajando entre todos logramos poder subir todas las cajas. Nos llevó casi todo el día, el sol había empezado a ocultarse, yo me distraía jugando en mi pc cuando recibí un mensaje de mi exnovia.

Te veo a las afueras de tu edificio ☺️

Una sonrisa ingenua decoro mi rostro. Quizás, quiera disculparse por cómo terminaron las cosas, empezar desde cero, mi corazón saltaba de la euforia. Me aliste lo mejor que pude para impresionarla, vi pequeñas gotas caer sobre mi ventana, mal día para no tener paraguas, pero de seguro no tarda en llegar. Esperé sentado en la entrada del edificio, pensando en las mejores posibilidades que podían ocurrir está noche.

Los minutos se convirtieron en horas, el diluvio seguía, el cielo oscurecio, las pequeñas gotas de agua parecían ser una señal de que no vendría. ¿Por qué vuelvo a caer en sus engaños? Seguro se está riendo ahora.

La conciencia decía: Entra, te resfriarás, ella no vendrá, pero el corazón mantenía viva la esperanza, debería aceptar que ese viejo amor no regresaría, ni se arrepentirá de lo que hizo. En eso escuché pisadas húmedas acercándose detrás mío.

— Largo día ¿no es así? — se escuchó una voz femenina que se sentó a mi lado — ¿Te divierte quedarte bajo la lluvia completamente empapado? — mencionó junto a una risa, se quitó el gorro que traía y lo coloco sobre mi cabeza.

— No puedo aceptarlo — quise devolverselo, no sé mucho de cómo relacionarme con chicas, pero sé que yo debería ser yo quien la cubra de la lluvia.

— Te queda mejor a ti — negó colocándose la capucha de su chamarra.

— ¿Por qué no regresas a casa? — preguntó cruzando nuestras miradas, sus ojos esmeralda resaltaban entre la noche, un brillo hermoso en medio de la oscuridad.

— Espero a alguien — confesé tímido alejando mi mirada — Aunque, creo que no vendrá — agaché el rostro avergonzado, debo parecer un tonto a quien dejaron plantado.

— A lo mejor solo se retrasó, esas cosas pasan. Por mientras, resuelve una duda que tengo ¿Quién ganaría una pelea Thanos o Galactus?

Quedé sorprendido por el cambio de tema tan repentino, sin embargo, no podía negarme a un debate de súperhéroes.

— ¿Thanos traería el guante? — opine ganando curiosidad.

— Sí, pero solo con las gemas del tiempo y poder. La pelea se llevaría a cabo en nuestra querida tierra.

— Una pelea entre esos villanos podría destruir el mundo.

— De todas formas los humanos ya nos estamos encargando de eso.

Reí ante su comentario, algunas veces sientes un tipo de conexión con alguien, como una confianza que trasmite, Mia hacia sentir eso a pocos minutos de hablar con ella, logró que olvidará el escenario triste en dónde estaba.

— Te ves más lindo cuando sonríes — mencionó con una voz dulce que me hipnotizó, mis mejillas no tardaron en ruborizarse.

Pensé rápido en devolverle el halago cuando de pronto un carro estacionó frente a nosotros, el chofer bajo su ventanilla preguntando si Mia había pedido el taxi.

— Ya debo irme, tengo una fiesta ¿Quieres venir? Habrán tragos que te borrarán toda tu conciencia — anuncio despidiéndose, me negué no soy mucho de esos ambientes — Te veo luego, friki.

— Espera uh ¿me das tu número?

— Solo si prometes que me llamarás — saco un lapicero de su bolso para después apuntarlo en la palma de mi mano.

Mia se despido con un gesto con su mano dejando caer una joya, el auto arranco, no tuve tiempo de avisarle, recogí el collar sorprendiéndome, era una cadena junto a una placa militar.
Leí el nombre: Evan Williams.
¿Quién es él?

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No quería confundirte, perdón, aquí va la explicación sobre quien es Thanos y Galactus.
Tal vez conozcan a Thanos sale en las taquilleras películas de marvel Infinity War y End game (buscar en Google para tener referencias) él es un dictador, que asesina a más no poder. Galactus aún no sale en las películas es personaje de los cómics (yo solo conocí por una serie animada jijiji) Él es un titán literal devora mundos enteros.

Pero queen que son esos de las gemas, bueno son eso gemas de varios colores que otorgan diferentes poderes 😉, siempre se aprende algo nuevo. Un poco inútil pero ya que.

Mia también es fan de los superhéroes así como Stiles por eso, para distraerlo de que lo dejaron plantado hizo el debate. Ella no es tan cruel como parece.