"Auxilio le gusto al playboy" 28

Harumi

Soy fan de los dramas románticos, de los besos bajo la lluvia, del badboy cambiando por la prota o la típica comedia romántica donde la protagonista tiene un problema y llega a un sexy hombre a solucionar su vida. Incluso de cuando la protagonista de un día para el otro fue adoptada por One direction, mi sueño adolescente.

Vivo por el drama, eso dirá mi lápida.

Pero en ficción, no me gusta en la vida real. Los demás me miraban espantados como si hubiera matado a algún cachorrito, me gustan ser notada, aunque no tanto.

— ¿Podemos hablar en la casa? — preguntó Mia asustada poniéndose rápido de pie.

— ¿Dije algo malo? — alcancé a preguntar antes de Mia, sujetara mi brazo y me llevara a rastras al depa. Tal vez aún no querían que se supiera, aunque era demasiado obvio, que ellos se gustaban. Los demás no somos tan tontos como parecemos.

Cuando entramos salude a Liv que estaba sentada en uno de los sofá mientras leía sus cartas del tarot.

— Haru, perdón, si no toleras mi estupida cara, me iré de la casa. Te lo juro.

Ok, esto no me gusta — Liv...Mia me esta asustando.

Liv se levantó interponiéndose entre las dos
I don't get it ¿What happened?

No te entiendo el inglés, Liv — exclamó Mia estresada — Debo explicarte lo qué pasó entre Stiles y yo.

— ¿Tienes algo con el friki? — dudo Liv interesada en el tema — Mia, you can't be serious.

— Basta, yo jamás intentaría lastimar a Haru, yo traté de alejarme, pero yo..., no puedo mentir — hablaba casi sollozando — Me gusta Stiles y enserio lo siento por sentir eso. Es mi culpa, yo coqueteaba con él desde que nos mudamos y yo no sabía que él te gustaba. Cuando me enteré, te juro que trate de alejarme, incluso lo rechacé, pero luego tuvimos el viaje, en el cual pasaron muchas cosas, no quería lastimarte — se le empezaron a humedecer los ojos, no me gusta verla así — Enserio enserio lo siento, lo siento tanto..yo no quería fijarme en él. Haru lo siento.

— Mimi — quite sus las lágrimas con mi pulgar — Stiles ya no me gusta.

— ¿Qué? — cuestionó Mia, sin poder analizar.

— Se lo dije ¿no te contó? él me gustaba, pero pasaron los días y pues ya no. Incluso les mande un mensaje al grupo — revise mi teléfono — Ay no puse enviar jiji

— Pero besaste a Stiles el día que..

— Ah eso, quería salir de dudas de que si me gustaba o no, así que solo lo bese y no sentí nada. Él tampoco porque se apartó, yo no sabía que ustedes se habían acostado una noche antes, ahora yo me siento mal.

— No, no, está bien. No lo sabías.

Creo que si lo sabía, desde la biblioteca como la mirada de Mia tenía cierto brillo, también sospeche que Stiles fuera a recogerla del trabajo y en el festival lo comprobé. Por eso invite a Mia, quería saber si mis dudas eran ciertas. Soy consciente que Mia trato de alejarse (lo del rechazo, lo escuche a través de la puerta) pero cuando dos personas se gustan solo es cuestión de tiempo. Él no era para mí.

— Todo esto es complicado — desfogó aire Mia antes de sujetar mis manos — ¿Enserio ya no te gusta? Dime la verdad, ahora solo me importas tú, Haru.

— Está bien, me agrada más como amigo. Mia, vieras como te mira. Te mira como me hubiera gustado que me mirara a mí, yo no iba a interferir, sería muy egoísta.

— Haru.... No merezco tu amistad, te juro que haré lo que sea que me pidas para recompensarte. Te traeré un maldito elefante de África si es necesario.

— Solo quiero que no volvamos a discutir por un hombre — sostuve su mano tratando de no llorar — Valoro mucho más tu amistad que un chico.

— Haru...te amo — me abrazo con gran fuerza, como si pidiera perdón en un abrazo.

Después de todo no fue culpa de nadie, tal vez del destino por juntarlos, pero está bien. Me alegra ver que mi amiga halla encontrado a un buen chico, aunque era un sabor agridulce. Era obvio que Stiles se fijaría en Mia, ella es preciosa, yo solo soy simple, con un cuerpo que es plano por donde lo mires. Me preguntó que hubiera pasado si Stiles se hubiera fijado en mí, mejor no pienso en eso.

Solté un suspiro, supongo que por ahora ningún chico me quiere, tal vez debo probar con chicas.

— Mia antes que nada ¿enserio estás lista para establecer una relación formal con alguien? — preguntó Liv — Incluye todo, no sólo estar con él, visita a casa de los padres, fechas importantes, compromiso.

— Lo sé, no es como si fuera a amarrarme. Sé cómo tener un novio, he tenido varios, aunque no duraron mucho y otros todo terminó terrible. Soy un imán de tragedias.

— Mia, te falta madurar. Estar con alguien de manera seria es mucho más que un gusto. Si no estás segura, yo creo que...por ahora solo sean amigos.

Alba

Trabajar en una galería de arte traía más ventajas de las que cualquiera se imaginaría. Había un estudio de dibujo abierto las 24 horas, escaso de ruidos molestos, pintura gratis al igual que todos los materiales.

Bueno, no totalmente gratis, retrocedí un poco admirando mi nueva pintura cuando alguien me cubrió los ojos por detrás.

— Estás secuestrada — trato de amenazar mi compañero. Su nombre era Thomas, casi de mi estatura, rostro redondo, cabello marrón oscuro como el chocolate hershey y fanático de la carne, es buen chico y mi único amigo aquí. 

Ahogue una risa, él, aunque lo intente no puede ser rudo — ¿Una menta a cambio de mi libertad?

— Trato — quito sus manos para luego abrazarme por la cintura — Influencia de Magritte y Picasso, me encanta. Si con esta pintura no te vas a Italia, haré una wuelga de hambre.

— No puedes vivir ni un día sin comer

— Por ti lo haría, enserio es estupenda.

— Marcus rompió el primer bostejo, pero al menos pude terminarlo a tiempo — solté una ligera risa al recordar al rubio idiota pidiendo disculpas. Enserio sabía cómo meterse en mis pensamientos.

— ¿Y el tipo sigue vivo? — cuestionó Thomas con un ligero tono de burla.

— Le perdone la vida, porque soy una persona benévola.

— Sí eres benévola, yo soy vegetariano, por cierto, te traje algo para la ocasión de mañana

— ¿Así? ¿qué es? — anuncié emocionada, ¿a quién no le gustan los regalos?

Thomas sacó de su bolsillo un collar con un dije que tenía la imagen de la noche estrellada.

— Es precioso, es la más lindo que he visto..—
trate de agarrarlo cuando Thomas lo levantó en alto, con una sonrisa burlona, como la que hacía Marcus. Debo parar, enserio desde el beso no dejó de pensar en él, el rubio solo es un mujeriego más, si me muestro vulnerable romperá mi corazón.

— Si lo quieres, tendrás que atraparlo.

Comencé a saltar mismo saltamontes, pero aún así no lo conseguía. Thomas empezó a reír, tenía risa contagiosa, le dí un empujón por burlón.

En esos un chico de ojos azules 💙 entró a la galería.

— ¡Al fin te encuentro! — habló captando nuestra atención, mierda ¿qué hace aquí? —Marcus Morris, no nos han presentado.

Se acercó a nosotros, escaneando a Thomas, extendió su mano para presentarse. Ok, solo fingiré que esto no es incómodo.

— Así que tú eres el famoso, Marcus — saludo Thomas estrechando su mano

— ¿Qué haces aquí, rubio? — pregunté sin entender. Hoy no le tocaba llevarme a casa.

Tenía ganas de verte— beso mi mejilla muy cerca mis labios, como si fuera mi novio — Me haces falta, chaparrita — Dios, no, no lo hagas.

Thomas carraspeó — ¿Quieren que los deje solos?

— No, no, solo es el idiota de mi amigo — intenté que se quedará.

— ¿Amigos? Llevamos saliendo 9 meses ¿Por qué me niegas, cariño? — fingió indignació el rubio, lo miré con cara de que lo golpearía.

— Te veo mañana, Alba. Un gusto, Morris — se despidió pudo notar tristeza más decepción en su tono de voz.

Hora de enfrentar al invasor rubio.

— ¿Se puede saber? ¿qué haces acá? — insistí disgustada. No tiene algo mejor que hacer, tiene a muchas a chicas agendadas que llame alguna.

— Ya te dije, tenía ganas de verte, por cierto ¿quién es el chico? — preguntó sosteniendo su mirada en mí.

— No te importa. Ya dime ¿qué quieres? En serio— retrocedí cruzándome de brazos.

— Primero dime, tú y el tipo son amigos o...

No puede ser posible

— ¿Celoso o qué tienes?

Marcus se burló con una sonrisa — ¿Celoso? Ya quisiera. Ese tipo no es nada, él no podría competir contra mí.

— Ya dime de una vez, qué querías decirme — acaso al fin hablaremos sobre lo ha estado ocurriendo, digo no es que me importe solo nos la pasamos bien, sin sentimientos, eso creo.

— ¿Por qué tienes pintura en la cara?

Toque mi rostro cuando en eso sentí un pincel pasar por mi piel.

— Era mi blusa favorita, tarado — fingí tristeza.

— Lo siento, no lo sabía, te compraré otra — mientras estaba distraído disculpandose agarré un puñado de pintura para embadurnarlo en su camiseta. Ves no es divertido que te ensucien.

Marcus me devolvió la broma manchando mi cuello. Era una pelea de pintura, miles de colores volaban por doquier, pinta a quien se te ponga enfrente. Empezó a ser divertido, yo parecía una escultura mal pintada, deje escapar miles de carcajadas cuando Marcus se resbaló por perseguirme.

— Eres un idiota — me acerqué triunfante cuando sin previo aviso el rubio sujeto mi mano y me jalo al suelo. Terminé encima de él mientras ambos reíamos. Es un idiota divertido — ¿Qué querías preguntarme?

— ¿Quieres tener una cita conmigo? — preguntó con una sonrisa que no me había mostrado antes, sin arrogancia, ni ego, parecía vulnerable. Dime por favor que no acaba de decir eso.

— ¿Estás pendejo o qué? No, no, Marcus no harás eso conmigo — me levante de inmediato, él se puso de pie delante mío.

— Alba te lo digo en verdad. Me gustas.

— Te gustaba Liv, ahora yo te gusto, mañana ¿quién te gustará? ¿Daniel? ¿Harumi? Yo no estoy para eso.

— No hay nadie más, jamás habrá alguien más, porque no importa cuántas mujeres allá, la única que me gusta eres tú.

— ¿Eso es lo que dices siempre a tus ligues?

— Eres la primera a la que se lo digo.

— Por favor, Marcus ¿enserio quieres que crea eso? — insistí, aunque por dentro deseara que fuera verdad.

— Estoy enamorado de ti, Alba, loco por cada parte de ti — se acercó sujetando mi cintura, sentir sus fuertes brazos sujetándome, sus hermosos ojos azules intensos fijamente sobre mí, cortando mi respiración — No sabes cuánto te deseo cada ves que te veo, eres una diosa.

Se me sonrojaron las mejillas, debo controlarme.

— Te sonrojaste — sonrió.

— ¿Qué? Cállate, no es cierto — me aleje — Hace calor, aquí el aire no circula.

— Alba Smith con cada cosa qué haces eres más preciosa

— Para, Marcus, enserio ya no es divertido. Dije que no, lo siento — declaré viendo cómo su sonrisa burlona se desvaneció — Si de verdad eres mi amigo lo entenderás — el rubio quiso hablar, yo no podía seguir fingiendo que nada ocurría entre nosotros — Por favor, ya vete.

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Aquí les dejo como es la apariencia de Thomas 😁💜

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