"Ahí me cuenta de lo mucho que queria tener novio" 31
Mia
— No es necesario, solo es una excusa para que tengan un rato libre y comida gratis — le decía pasando entre los asientos — Dejé el auto encendido, corremos cuando tú me digas, podemos ir de compras o al spa, puedes leerme las cartas, lo odio, pero siempre quisiste hacerlo.
Quería apoyar a Liv, la habían subestimado y le darían el puesto a un hombre, es mi primo, pero él no se merece. Maldito machismo, Liv estaba más calificada.
— Estoy bien, mimi. Tengo la madurez suficiente para aceptar la derrota, además debo hacerme la idea que... él será mi jefe, aunque en estos momentos tengamos resentimientos.
— ¿Segura? — dude — El estacionamiento queda cerca.
Liv volvió a asentir, supongo que solo me queda creerle. Hoy era la ceremonia para el nombramiento de jefe, era en un pequeño anfiteatro en el hospital, con paredes azules, un escenario de madera. Las luces eran largas y estaban pegadas en la parte superior de las paredes.
Tome asiento a lado de Marcus esperando que empiece, he estado en varios eventos así de acompañante de Olly (porque lo apoyaba y por las bebidas gratis) suelen empezar puntuales, revise mi teléfono para verificar la hora. Apenas eran las 3 de la tarde, debe estar por empezar..
— ¿Es el friki? — se burló Marcus mirando el fondo de pantalla de mi teléfono, sabía que era mala idea, pero es que salíamos tan lindos, era una foto de ambos, él tenía la cara marcado de besos y yo tenía el labial corrido.
Apagué el teléfono antes de burlarme
— ¿Celoso? Te quite a tu friki.
— ¿Me perdí algo? — llegó Stiles agitado sentándose a lado mío — Hubo un explosión en el edificio.
Iba a preguntarle si estaba bien, sin embargo, Marcus abrió su boca.
— Mia te tiene de fondo de pantalla
Le clave mi codo en sus costillas haciendo que suelte un quejido, para ser tan guapo es un chismoso.
— ¿Enserio? Quiero ver muéstrame, por fa — pedía Stiles con su mirada de cachorro. Cuando me mira así, no puedo decir que no. Esquive su mirada, es el primer chico que pongo de fondo.
Trate con Evan, pero a él le avergonzaba salir conmigo, no quería que la gente supiera.
Prendí rápido para mostrarle — Es una tontería.
— ¿Por qué? Si soy todo tuyo
Alba no pudo evitar burlarse — Ya váyanse a un hotel.
Si supiera que es lo más quiero.
— Sí quieres te paso el dato de uno para vayas con Marcus — se burló Stiles haciendo reír a Daniel.
— Piérdete, enano narco — Alba le dio un zape en la frente, antes de reírse. Mire a Marcus, él se la comía con la mirada — Deja de mirarme — refunfuño antes de sonrojarse Alba.
En eso nos pusimos todos de pie para aplaudir a mi primo que subía al escenario, con un rostro incómodo — Parece un ratón encerrado en una jaula.
— Me duele incluso a mí, fue una relación larga — mencionó el friki, mientras los demás nos sentamos.
— Lo ocultaron por 2 años. Ustedes no pudieron ni un día — nos molestaba Marcus, le hice una mueca sacando la lengua, tiene envidia de nosotros.
— Sigo sin poder creer que hayan estado juntos — mencioné, supongo que siempre fue obvio y bueno Stiles me lo contó, sin duda, fue de lo más incómodo. Olly seguro estuvo con Liv en su cuarto y a veces dormía con ella, mátenme
— Primero Alba, luego Liv..mierda, tal vez él siguiente sea Daniel.
— Ey yo no caigo con facilidad — interrumpió Daniel fingiendo estar indignado — Si me quiere tendrá que llevarme a muchas citas y muchos mensajitos de buenos días.
Alba nos mandó a callar a todos al ver que el director del hospital subía al escenario. Era un señorón alto, con arrugas en el rostro y canas en el pelo.
— Nunca había estado tan seguro de una decisión como la de hoy. Oliver Stuart Stark Foster es la viva imagen de la perseverancia y resiliencia, un profesional que no solo ha salvado varias vidas sino que ha logrado, con la ayuda de impresión 3D, crear corazones vivos que en algún futuro puedan ser viables para trasplantes. Por eso, no me quedan dudas, de que no hay mejor jefe que esté increíble caballero.
Olly suspiro antes de caminar hacia su jefe, quién le ofreció el micrófono.
— Agradezco sus palabras y aunque estoy orgulloso de mi trabajo, sería egoísta quedarme con todo el crédito cuando la idea vino una mujer increíblemente inteligente. Yo no merezco este puesto, hay alguien más que ha trabajado mucho más que cualquiera de nosotros. El puesto le pertenece desde que llegó y no pienso quitárselo. Por esa razón, la nueva jefa de cirugía es la Dr Olivia Dafne Molina Downey.
El asombro hizo que me levantara a aplaudirla de pie, igual que los demás. Aunque, Liv era la más impactada, ella se levantó caminando hacia él, la tensión que tenían en las miradas era increíble. Mi mandíbula había caído al suelo, no literalmente, no puedo creer lo que acaba de pasar.
— La primera mujer como jefa de cirugía en el
hospital San Myshuno, Dr Molina, muchas felicidades — le estrechó la mano jefe bastante confundido.
Olly bajó del escenario aplaudiendo también, tomó asiento donde estábamos nosotros, podía ver la emoción de Liv al ver que lo consiguió, siempre había estado orgullosa de ella. Sé que lo hará genial, ella logra mantenernos con vida, si puede con nosotras, puede de lo que sea.
Después de un pequeño discurso de Liv. Fue hora de retirarnos, los chicos se quedaron organizando que podríamos hacer para festejar, pero yo salí al estacionamiento siguiendo a mi primo, teníamos que hablar.
Olly caminaba junto a Haru buscando su auto, mientras ella le hablaba acariciando su espalda, no sé cuando se volvieron cercanos, Olly sonría mientras le seguía la conversación. ¿Sonreía? Bueno supongo que Haru puede lograr hacer sonreír hasta a una piedra.
— Oigan esperen — les pedí corriendo detrás de ellos, logrando que se detuvieran.
— Mimi — saludo risueña Haru.
— Supongo que ya lo sabes — habló mi primo, sabía lo que pasaría.
Afirme con la cabeza, con una sonrisa incómoda, realmente. No me quiero imaginar nada entre ellos dos. La solo idea, me da cringe.
— Oye lo siento, no pensé que una promesa que te hice hacer a los 17 años te perjudicará tanto. Yo era muy inmadura, sigo siéndolo.
Esa tonta promesa, recuerdo cuando la hicimos, éramos adolescentes y Olly con Alba, estaban en una época tóxica de su relación. Peleas, discusiones y gritos, me ponían a mí al medio de todo, yo me harté claramente e hice la promesa con Olly. Pero, bueno, he aprendido que no podemos elegir quien nos gusta, el corazón lo hace y no se puede hacer nada para contradecirlo.
— Lamentó haber roto la promesa, Mia.
— Me alegra que lo hayas hecho, no soy súper fan, pero Liv se veía feliz a tu lado y tú igual. Pensé que solo eran amigos y bueno...lo eran, solo que dormían juntos.
— Sí te hubiera dicho ¿te hubiera molestado?
— Es tu vida, Olly, yo estoy bien si tú lo estás — le dije siendo sincera. Yo solo quería él estuviera bien, lo abracé.
— ¿Quién te lo dijo, por cierto? — preguntó acariciando mi espalda.
— Stiles me lo contó — fue mi respuesta, me alejé.
— Ahora es tu novio ¿no? — cuestionó intrigado.
— Creo que Daniel me llama, así que, bye — besé su mejilla, dejándolo con Harumi, que soltó una pequeña risa.
Harumi
— Necesito inspiración para un par de escenas — hablé directa, sin tapujos.
Sufría un bloqueo de escritora terrible, no es como si tuviera lectores esperando actualización. Pero, lo hago por mí, quiero escribir un buen libro y salir de este bloqueó y Daniel es buena opción como ayuda.
Daniel se ruborizó antes de sonreír coqueto
— Tengo un par de ideas en mente.
Recordé la ver que qué leyó lo que había, sentí las mejillas sonrojarse — No para esas, Daniel, eres un pervertido.
Soltó una risa — Pervertido, pero buena onda.
— Buena onda sí — tome aire — Eres un chico, necesito saber qué pensarían en ciertas situaciones.
— Tú solo dime lo que necesitas — respondió, él era genial, cuando de pronto sonó su teléfono, solo lo reviso, cierto que estoy acaparándo mucho de su tiempo.
Habíamos salido a comer al nuevo segundo trabajo de Mia, donde ella era mesera. Mi psicóloga recomendó para mejorar mi relación con la comida, salidas con buena compañía, Daniel se ofreció rápido cuando se lo mencioné, siempre a sido un caballero, pero él es abogado, y yo siento que lo hago perder el tiempo.
— Debes ir a trabajar, estaré bien, lo siento, tienes cosas más importantes que hacer.
— ¿Más importante que tú? Imposible
— Júramelo — le pedí.
Daniel levantó su mano derecha — Juro que no hay nada más importante que tú, además la comida sabe mejor con buena compañía.
— Yo como súper lento, hago que pierdas tu tiempo.
— Todo mi tiempo te pertenece — respondió Daniel, seguro de lo que acababa de decir — A mí encanta pasar tiempo contigo. Tú me haces el favor a mí.
Tal vez, si era verdad lo que decía, era demasiado bueno como para ser cierto.
— No sé cómo lo haces, pero siempre logras hacerme sentir bien.
— Debe ser un don — Daniel me guiño el ojo — O puede ser porque tu historia de amor ya ha empezado.
— No creo, yo soy de las que nadie elige, las que solo escuchan las anécdotas de amor de otras porque no tiene propias, las que bailan con sus amigas porque ningún chico las saca. Nisiquiera soy segunda opción. Yo soy esa chica, Daniel, no tendré mi historia de amor.
— Date cuenta.
— ¿De qué? — sonreí nerviosa, vivo mi vida nerviosa.
— Que estoy completamente loco por ti — clavó su mirada en mí, mostrando su sonrisa blanca — Yo...no suelo enamorarme, pero contigo, apenas te conocía y me gustabas, ahora... que te conozco estoy perdido. Despierto y quiero verte, duermo y sueño contigo. No existen palabras para describir la melodía que suena en mi corazón cada que te veo.
¿Cómo dice esas cosas con tan facilidad? Yo no puedo ni pedir la cuenta sin ponerme nerviosa.
— ¿Necesitan algo más? — se nos acercó Mia, con una libreta en su mano
— ¿Haru? — preguntó Dani con una sonrisa.
— Estoy bien — seguía ruborizada por lo que dijo Daniel, pero bien.
Mia nos sonrió cuando su cara cambió de repente al escuchar el timbre del teléfono, lo miró fastidiaba, el teléfono volvió a timbrar así que ella lo apago.
— Lo siento.., disfruten su comida — iba a irse, pero Daniel la detuvo preguntando.
— ¿Qué ocurre, mimi?
— Nada, es solo mi otro jefe, del trabajo de chef. No lo soporto más, lo pensé mucho y creo que voy a dejarlo. Primero estoy yo antes que el dinero.
— Yo te apoyo, Stiles dice la verdad, mereces estar en donde te valoren — mencionó Daniel sujetando la mano de Mia, ella sonrió más calmada.
— ¡¿Qué crees qué haces?! ¡¿Crees que puedes jugar conmigo?¡ — apareció de la nada, gritando con su mano en dirección de mi la cara de Mia.
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Aún no es, pero FELIZ DÍA DE LA MUJER 💜
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