"¿A quién crees que engañas? Él es lo que más quieres" 21

Stiles

Llegamos a eso de las 3 de la madrugada a casa, Olly nos recibió, vio a Mia siendo cargada por mí, y mi alma cayó al suelo. Enserio es intimidante, es como enderman de minecraft, bastante alto, fuerte y si lo miras a los ojos te mata con la mirada, me gusta vivir, así  que mejor miro para otro lado.

— Una noche, solo les bastó una noche, lastimaron a mi prima y Daniel está bañado en fango — nos regañaba Olly molesto, yo tenía la cabeza agachada — ¿Alguien más se lastimó?

Sí, mi corazón, pero no creo que le importe
— No, los demás estamos bien.

Lleve a Mia a su cuarto, dejándola sobre la cama. No era mi culpa, pero sentía que sí, tal vez si no yo iba a la cita, ella estaría bien.

— No seas muy duro con ellos, estoy bien, solo fue una torcedura — Mia trató de relajar a Olly, él la ignoró para empezar a examinar su pie, que no se haya roto, porfaaa.

— Parece que todo resultó bien — apareció Alba bebiendo una soda junto a su sonrisa sarcástica.

Mia se levantó de la cama intentando caminar, sin embargo, no soporto el dolor — Dime qué no necesitaré cirugía — pidió, Olly beso su frente para calmarla.

— Parece que te tendrán que cortar el pie — opinó Alba burlándose.

— Estarás bien, solo es torcedura — respondió Olly para luego empezar a vendarla.

— Con permiso..— saludó Olivia tímidamenteHaru me contó lo que sucedió, les dije que no debían salir, es mercurio retrógrado, nos irá de la shit estos días.

— Estoy bien, gracias Liv por preguntar — agradeció Mia, Liv se acercó para entregarle un pequeño brownie, mientras Olly terminaba de ponerle la venda.

— Tardará unos 3 a 4 días como máximo para te recuperes por completo, lo significa sin fiestas ni alcohol — le advirtió de manera seria, a lo que Mia rodeo los ojos — Así aprenderás a ser menos distraída, ahora descansa — se despidió Olly saliendo del lugar junto a los demás, hora de irme.

— Friki, espera.

Yo quería que fuera perfecto, se supone que lo sería, se arruinó y me siento un idiota.

— Yo de verdad lo lamentó, no quería que salieras lastimada. Entiendo que no quieras una relación, no insistiré con eso..

— ¿Te puedo contar un secreto?.. — me interrumpió.

— ¿Qué..?

Mia sonrió.
— Fue el mejor San Valentín que he tenido — confesó nerviosa — Pese a la lesión, pero eso no importa, yo... compré algo para ti ¿me pasas las bolsas?

— Sí, claro — le pasé sus bolsas que trajo del festival, yo no.. esperaba que ella, no quería exaltarme, pero era inevitablemente emocionante. Mi corteza orbitofrontal debe estar muriendo de alegría.

— No soy buena dando regalos, rara vez le atino y espero que esta sea una de esas ocasiones — confesó sacando un caja de la bolsa y entregándome el presente — Feliz San Valentín, niño genio — mi corazón bailaba en mi interior, abrí impaciente el regalo, parecía niño en navidad.

Era un globo de nieve — Es grandioso. Me encanta — besé la naricita de Mia por el entusiasmo, ella respondió con una risa leve.

— ¿Enserio? No lo digas solo por hacerme sentir bien.

— Me encanta porque pensaste en mí..

Mia sonrió leve con la boca cerrada. Sacudí el regalo viendo como la nieve volaba dentro del globo, había un dinosaurio al centro. Mia es la única persona que puede confundirme de esta forma primero me rechaza y ahora me da un regalo.

— Podemos olvidar lo de hace un rato ¿ser amigos? — confesó mordiendo ambos labios, no podía forzar a que ella se enamorará de mí, solo asentí con mi cabeza — Me agrada ser tu amiga, nos divertimos juntos.

— Somos buenos amigos. De todas formas supuse que dirías que no, sé qué amas tu libertad.

— Pero, aún así coqueteaste conmigo ¿por qué?

— Porque... si en algún momento quieres a alguien que te acompañe en esa libertad, yo estoy más que dispuesto a hacerlo. No quiero amarrarte Mia, quiero seas libre y decidas elegirme.

Ella sonrió divertida — Estás demente.

— Es lo que causa el amor, así que técnicamente tú eres la culpable de mi locura — empezamos reír, cuando Mia hizo mala cara al sentir de nuevo el dolor. Yo no dejaba de sentirme extremadamente culpable.

— ¿Puedo..? — le pregunté si podía acercarme a su lesión.

— ¿Tienes algún truco?

— Quizás pueda aliviar el dolor — empecé a masajear el talón despacio, sin movimientos bruscos.

Mia se sentó acercándose a mí, podía sentir su respiración en mi cuello erizando mi piel, no te sonrojes, no lo hagas. Se acerca más, mi respiración se corta.

— Uh..yo mejor te dejo descansar — me despedí saliendo del cuarto tropezando. Nunca pensé el amor sería tan enredoso.

— ¿Amigos?

— Amigos — concluí saliendo del cuarto.

Alba

Era nuevo día libre y no tenía trabajo pendiente, normalmente me la pasaría dibujando 🎨, pero estaba de Celestina ayudando a que el rubio sea novio de Olivia, así que, estaba sentada en las bancas de un centro deportivo mientras que el rubio jugaba básquetbol.

— Yo sé algo que tú no — mencionó Marcus mientras rebotaba el balón, eso sí interesa — Adivina con que pareja se forma entre nuestros amigos.

Bufé decepcionada — Mia con Stiles, ya es chisme viejo. Son tontos si creen que no lo notamos.

— Eso también, pero no hablaba de ellos. La cita con Olivia, salió genial, enserio le gusto — tiro el balón a un costado para luego quitarse la camiseta.

Tenía un cuerpo bastante sexy, con esos abdominales que provocaban morderlos, su tatuaje que traía en el brazo lucia en todo su esplendor. Dios ¡Alba, ya concéntrate!

— No me sorprende, sé supone que todas mueren por ti.

— No contradigo verdades — lanzaba el balón encestando, hizo una señal de victoria algo que causó un poco de gracia.

— La humildad no es tu fuerte ¿cierto?

Me sonrió con algo de arrogancia — ¿Quieres intentarlo? — preguntó mostrándome el balón.

Negué con la cabeza.

— Inténtalo chaparrita — hizo una señal para que me acercara.

— No me digas así y no, soy mala en los deportes.

— Un intento, solo uno — olvide lo insistente que puede llegar a ser.

— Esta bien, pero te lo advierto soy terrible.

— Correré el riesgo — me dio el balón, apunte hacia la cesta Un poco más alto — me ayudo para apuntar hacia la aro, antes de posar sus manos en mi cadera.

— Quita manos — ordené.

— Está bien, no tocaré — levantó sus manos retrocediendo algunos pasos.

Solté un suspiro y me dispuse a lanzar, cuando estaba a punto de hacerlo sentí que me alzaron por la cintura y enceste.

— ¡WOW! — exclamé triunfadora, Marcus me bajo a tierra firme — Tienes talento nato, lánzala de nuevo — posó su cabeza en mi hombro, miraba de reojo sus lindos labios.

— Quiero intentarlo sola — así que volví a lanzar con todas mis fuerzas, iba directo al aro, pero rebotó, ahora venía a mí, me cubrí la cara, se estrelló contra el rostro del rubio.

Marcus retrocedió cubriendo su nariz

— Te dije ¿estas bien? — me acerqué para ver, estaba empezando a sangrar, mierda, definitivamente soy pésima en deportes.

— No pasa nada, con beso tuyo, todo mal se va — sonrió aún con la mano en la nariz.

— Eres un idiota — le di un manazo.

— Au, no golpees al herido — se echó a reír, enserio no tomaba nada enserio. Saque papel de mi bolso, lo obligue a que pusiera su cabeza para atrás antes de volver casa. Genial, casi deformo al rubio.

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