Plan B.
Marinette supo que era tiempo de contarle el siguiente plan a su aliada, así que decidida, comenzó a narrar.
—Verás, Adrien es demasiado puro como para soportar a una persona que finge ser algo que no es, en este caso, lo que debemos hacer es sacar lo peor de Kagami, que Adrien vea esa escena sin que ella lo noté y ¡ya está! él verá que su amiguita no es tan buena como yo, digo, no es buena para él.
Chloé escuchaba atenta, o más o menos, movía su pie como si estuviera impaciente.
—¿Y qué se supone que es lo “peor” de Kagami?
Preguntó haciendo unas comillas imaginarias con sus dedos.
—¿No te diste cuenta el día de la premiere? Es una celosa compulsiva, se mantuvo muy cerca de mi pobre bebé para hacer que nosotras nos enojaramos.
—Ugh, es cierto.
Gruñó la rubia, antes de continuar.
—Entonces Dupain, ¿cuándo ponemos nuestro plan en marcha?
...
—¿Cómo supiste que tenía clases de esgrima a esta hora?
Preguntó con curiosidad Chloé, Marinette le había citado en ese lugar a una hora exacta, la peliazul escondió mejor dentro de su mochila el horario que tenía de Adrien.
—Eh, pues...¡lo leí en internet!
Declaró nerviosa, la de las gafas de sol la miraba sin creerle, pero prefirió no preguntar más porque después podría arrepentirse.
—Como sea. Mira, ahí está Kagami, no sé cómo mi Adrikins puede interesarse en ella, tiene un pésimo gusto en ropa.
—Chloé, ese es su traje de esgrima.
—¡No deja de ser feo!
La azabache rodó los ojos, observando como el plan debía comenzar justo ahora, Adrien y Kagami estaban en las posiciones perfectas, el rubio se encontraba un poco apartado de los estudiantes ya que hablaba por teléfono con su padre, y Kagami solo se abrochaba la agujeta de su zapato.
—Sigueme.
Chloé con mucho pesar, siguió la orden de Marinette, caminando a su par, la peliazul estaba nerviosa y era muy obvio que era por estar cerca de Adrien pero eran más sus ganas de destruir a Kagami, así que continuó con el paso más firme que podía fingir, la rubia palmeó su rostro al notar eso y gruñó.
—¿Es qué no puedes caminar normal?
Gritó.
Antes de obtener respuesta, Adrien ya las había notado.
—Hola chicas, no esperaba que estuvieran por aquí y...wow, menos esperaba verlas juntas sin pelear, ¡me alegra que sean amigas!
—¡No somos...!
Gritaron las dos a la vez, y al darse cuenta que dijeron lo mismo, decidieron callarse. Acto seguido, Chloé corrió a brazos del rubio, como algo natural, Marinette incluso sonrió, porque en sí ese era el plan o algo así, para poner celosa a Kagami. Observó por encima de su hombro y en efecto, la japonesa ya había puesto su mirada en la “pareja” que tenía delante.
—Sí, yo también te extrañaba, Chloé.
Dijo Adrien entre risas nerviosas e incómodas, mientras se soltaba de los brazos de la chica quién había estado murmurandole cientos de palabras cariñosas.
Claramente Kagami notó esa expresión y sonrió con satisfacción, Marinette frunció el ceño, nuevamente había fallado otro plan.
—Vamonos.
Habló entre dientes, no sin antes tomar de la mano a Chloé y jalarla hasta la salida del instituto.
—¡Hey! Espera, vas muy rápido y no voy a sudar.
Marinette hizo caso omiso y siguió andando, paró hasta que consideró que había una buena distancia, un par de calles.
—¡¿Estás loca?! Casi me arrastras por la calle.
Se quejó la rubia, ambas seguían tomadas de la mano y se dieron cuenta segundos después. Ambas sabían que debían soltarse. Ambas sabían que se odiaban y el contacto físico no estaba dentro de la alianza.
Pero ambas solo se miraban a los ojos. Chloé se tomó el atrevimiento de acariciar con delicadeza el dorso de la mano de su contraria.
Marinette parecía a punto de decir algo, pero el tono de llamada la interrumpió, soltando así rápidamente la mano.
—¿Alya? ¡Hola! Sí, te veo en el parque en diez, hasta entonces.
Y colgó.
Apretó los labios un momento, sin saber bien qué decir.
—Te hablaré cuando tenga otro plan.
Avisó con una débil voz, formando una suave línea sobre sus labios antes de despedirse con la mano. Chloé la imitó y ambas tomaron distintos caminos.
...
—Tierra llamando a Marinette...¡Marinette!
Llamó Alya a su amiga, se encontraban sentadas en una banca del parque, pero la peliazul tenía algo que al parecer la distraía mucho, porque tenía su codo apoyado en su rodilla para así sostener su rostro con la mano. La morena trataba de contarle cosas sobre Ladybug, pero Marinette simplemente no ponía mucha atención.
—Yo eh, aquí estoy.
Dijo, soltando una risita. Su amiga la examinó, frunciendo el ceño.
—Algo tienes, y yo como tu mejor amiga me encargaré de descubrirlo.
—Oh no...
Murmuró, aunque fue más que todo solo audible para sí misma. Puso los ojos en el cielo preparada para todo tipo de teorías, no tenía ganas de eso, había algo que la tenía pensativa, pero por alguna razón, no era lo sucedido con Adrien y Kagami, era algo más y no lograba descubrirlo...
—¿No has podido invitar a Adrien a una cita?
Suspiró y negó con la cabeza, así iría pregunta tras pregunta que su amiga le hiciera.
—Entonces, ¿Chloé te hizo algo malo? He visto que han estado pasando tiempo juntas.
Volvió a negar con la cabeza. Alya la vio algo desanimada, así que decidió arriesgarse con una pequeña broma.
—¿O será que estás enamorada de ella?
Marinette reaccionó rápidamente a eso.
—¿Qué? ¡No! ¡claro que no!
—Mhm, okay...
A la de lentes le extrañó bastante ese comportamiento pero siguió preguntándole más cosas, pero Marinette la ignoraba, ahora no conseguía sacarse esa pregunta de la cabeza.
Pero, ¿por qué?
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