Plan A.

Chloé y Marinette se encontraban sentadas en una de las bancas en medio del patio, era hora del descanso, pasándose pañuelos mutuamente para limpiar sus lágrimas al ver como Adrien estaba feliz en compañía de Kagami, mientras Alya y Sabrina, quienes también estaban sentadas ahí, incómodas por tan extraña combinación, rodaban los ojos por milésima vez en esos diez minutos.

—Chica, entiendo que te duele pero, ¿llorar con Chloé? Eso es caer un poco bajo.

Susurró la morena a la peliazul, Marinette, sin dejar de ver a su amado con otra solo negó sutilmente con la cabeza.

—Yo caí más bajo al tener esperanzas con él.

Y se soltó a llorar desconsoladamente.

—¡Adrikins!

El llanto de su rival provocó a la rubia más sentimiento, por lo que ahora ambas lloraban a grito suelto, atrayendo la mirada de varios alrededor, menos la de Adrien. Kagami notó todo ese show, pero eso solo la hacía sentir mejor.

—Yo me voy, ¿vienes Sabrina?

La pelirroja asintió, y pronto las dos jóvenes se habían marchado, dejando a sus deprimidas amigas solas.

—¿Entonces solo nos vamos a rendir?

Preguntó Marinette entre lloridos. Chloé arqueó una ceja, no se iba a dar por vencida tan rápido.

—No, Kagami no se quedará con él, y tú me ayudarás en eso.

—¿Yo?

Se señaló a sí misma la peliazul.

—Sí, tú, ¿eres sorda o qué?

—No, es solo que pensé que me odiabas y no volverías a trabajar en equipo conmigo.

La rubia se dio una palmada en su rostro, odiaba tener que tragar su orgullo y tener que pedir ayuda nuevamente a la panadera, pero era algo que debía hacer.

—Eso no importa, desde hoy, organizaremos todos los planes que sean necesarios, pero yo, Chloé Bourgeois, reina hermosa de París, juro que esa tal Kagami no se quedará con mi Adrikins.

—¿Tu Adrikins?

Preguntó ofendida su contraria, haciendo comillas con los dedos al llamar al chico por ese apodo.

—¿Quieres separarlo de ella sí o no?

Marinette asintió, y su sonrisa fue el detonante para que Chloé botará la caja de pañuelos, golpeando por accidente la cabeza de alguien que no sabía quién era y tampoco quería saber.

—Iniciemos con el plan A.

...

Ya tenían la idea para su primer plan y lo primero, era distraer a Adrien para que dejara de prestar atención a la japonesa y conocían su debilidad; él siempre era amable e intentaba ayudar, así que sabían lo que debían hacer.

—¿Estás segura de que me va a atrapar?

—Sí, sí, ya sabes tu guión, ¡así que anda!

Chloé empujó a Marinette, quien ahora se encontraba a unos pasos de la pareja que no era pareja pero por eso ellas evitarían que fueran pareja. La rubia no se encontraba muy lejos de ahí.

—Oh, yo, la torpe Marinette está caminando por aquí — decía en voz alta, con la intención de llamar la atención, pero el rubio parecía aún muy sumergido en su conversación con la de ojos castaños —solo espero no cAERME.

Dicho esto, dramáticamente se echó para atrás, esperando que Adrien corriera a su rescate y la atrapará antes de tocar el suelo, Chloé quien analizaba la escena esperando que todo saliera bien, vio que a Adrien poco le importó Marinette o más bien, no la notó.

—No puedo creer que vaya a hacer esto...

Maldijo entre dientes Chloé, antes de ir al rescate de la peliazul, tomándola por la cintura y la cabeza justo antes de que chocara contra el suelo. Sus miradas conectaron durante un segundo por la posición que estaban, mientras todos las observaban, incluso el chico por el que hicieron todo eso, las mejillas de ambas se sonrojaron, lo que hizo que la de amarillo soltará a la de las coletas, haciendo que esta vez sí cayera contra el suelo.

—El plan A falló, pensemos en otro.

Dijo únicamente, sacudiéndose las manos.

—¿Auch?

Marinette se sobaba la cabeza y la espalda, le había dolido un poco pero estaba bien. Se levantó del suelo, sin darse cuenta que Adrien iba a ayudarla, pero pars cuando él llegó, ella ya había ido detrás de Chloé.

...

—Debemos pensar muy bien nuestro siguiente paso.

Chloé daba vueltas a su habitación, comiendo chocolate tras chocolate, Marinette mientras observaba fastidiada sentada en la cama de ella, estaba bien que amaba a Adrien pero ¿pasar toda la tarde con su archienemiga de toda la vida? Ese era otro nivel.

—Okay pero, ¿ya me puedo ir a mi casa?

Chloé se paró en seco al escuchar eso, volteandose rápidamente y acorralando a Marinette con sus brazos, a modo que la amenazada quedó acostada y la rubia encima de ella, sí, en una posición que cualquiera podría malpensar.

—¿Acaso quieres que perdamos por siempre cualquier mínima oportunidad con Adrikins? No me cambi si te quiere a ti, aunque es obvio que me querrá a mi, lo importante es que no se quede con...aquella.

Dijo con desprecio, Marinette estaba nerviosa simplemente por el contacto físico que estaban teniendo por lo que aceptó quedarse un poco más.

Chloé vio detenidamente el rostro de la de las coletas, no era tan fea como siempre la creyó, pero ella era más bonita y por eso Adrien la iba a escoger, sí.

La rubia se levantó y Marinette pudo respirar, un poco más estando así y probablemente se iba a poner muy roja y no quería dar lugar a mal interpretaciones.

—Y bien...¿cuál es el plan?

—No lo sé, ya me dolió la cabeza, ve y traeme tu mejor postre, panadera.

—Pero pensé que no te gustaba lo que cocino...

—Pero tengo hambreee, así que hazlo.

Marinette estuvo a punto de ir, hasta que pensó mejor las cosas y se detuvo.

—¡No Chloé! Yo no voy a ser tu sirvienta, estoy aquí solamente por Adrien, no para ser tu amiga y hacer pijamadas juntas, así que si me vas a empezar a tratar de esa manera, mejor me voy.

—Bien, la puerta es grande, yo no te voy a rogar.

La rubia se cruzó de brazos y le volteó la cara, no era la respuesta que Marinette quería pero aún así se fue, las cosas siempre terminaban mal con Chloé de todas formas. Juntas eran un desastre y ella nunca iba a cambiar.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top