—¿A mí?

Preguntó Marinette con su clásico tartamudeo, más nunca había tartamudeado frente a Chloé. Era extraño.
Negó rápidamente con la cabeza, estaba nerviosa. La rubia le miraba con los ojos entrecerrados y ahora cambió de posición con su contraria, siendo ahora ella quien acorralara a Marinette. Se acercó demasiado a su rostro, la respiración de la peliazul se agitaba cada vez más y no sabía si era por el miedo a ser descubierta o por la cercanía que tenían, tal vez ambas.

Chloé posó una de sus manos sobre la mejilla de la de coletas, cuyo rostro estaba teñido en rojo, tocó su cara con delicadeza, analizando cada parte, completamente concentrada, era imposible no notar esa luz en sus ojos azules al prestar atención a cada facción de Marinette. De pronto, el ambiente había dejado de sentirse tan tenso e incluso resultaba interesante. La rubia dejó de analizarla, pero no separó su rostro mucho de la otra, sus respiraciones chocaban y sus labios se encontraban demasiado cerca.

—¡Nop! Tienes razón, tú no te pareces a Ladybug.

Confirmó Chloé separándose abruptamente, dejando a Marinette confundida e incluso...decepcionada.

—Pero vas a ver que la encontraré, panaderita.

Le guiñó un ojo, no sabía cómo explicarlo, pero de alguna forma podía ver en la expresión de Chloé que ella sabía algo y se lo estaba guardando. La rubia se marchó de los casilleros, dejando a Marinette aún inmóvil.

—Esto no puede ser cierto...

...

—¡Buen trabajo!

Decían al unísono Ladybug y Chat Noir al tiempo en que chocaban puños, habían vencido nuevamente a un Akuma, siendo la víctima su compañera de clases; Kagami.

—Bugaboo, ¿puedes llevar a la chica a casa? Estoy por destrasformarme.

—Sí gatito, corre porque aún no estoy lista para ver tu identidad.

Bromeó riendo ligeramente antes de que el héroe se marchara. La heroína se acercó a darle una mano a Kagami para que se levantara del suelo.

—Muchas gracias por salvarme, Ladybug, espero no haber causado muchos problemas.

—Ese es mi trabajo— dijo con notable orgullo —¿quieres que te lleve a casa?

—¿Aún te queda tiempo suficiente?

Ladybug lo pensó un segundo, antes de escuchar como sonaba nuevamente sus aretes.

—Me quedan tres minutos, creo que es suficiente para poder llevarte a donde necesites.

—Entonces quiero quedarme aquí, necesito decirte algo antes de que debas irte.

Ladybug frunció el ceño, confundida, pero asintió con la cabeza. Kagami procedió a hablar.

—Creo que eres alguien admirable, solo he trabajado contigo una vez y lo arruiné en un inicio, pero tú me ayudaste y arreglamos las cosas juntas. Desde entonces, no he logrado dejar de pensar en ti.

—Oh, eso es bastante halagador, Kagami, fue todo un honor trabajar contigo, si no estuvieras en peligro con Hawk Moth, con gusto volvería a hacerlo...

—Espera, no he terminado... Comencé a albergar muchos sentimientos por ti, pensé que era mera admiración, pero no, era algo más, sabes, jamás he estado enamorada pero creo que he descubierto esa nueva sensación por ti.

Confesó y bajó la cabeza, Kagami no solía tener miedo pero estaba temerosa de la respuesta que le esperaba. Ladybug estaba muy nerviosa, el sonrojo en su rostro lo expresaba.

—Yo, no sé qué decir... Kagami, eres una chica muy linda pero...

—No, no lo digas, no voy a querer escucharlo. Solo quería que lo supieras, puedes irte Ladybug, quién gane tu corazón será muy afortunado.

A la heroína le quedaban tan solo treinta segundos, pero se atrevió a abrazar rápidamente a Kagami.

—Tú eres asombrosa, alguien te va a querer y verás que yo ni siquiera valgo la pena.

Rió un poco antes de correr lejos, terminando su transformación en un callejón vacío.

—Vaya Marinette, creo que estás flechando muchos corazones últimamente.

Dijo Tikki con una sonrisa.

—No es bonito, Tikki, detesto romper las ilusiones de alguien más, sobretodo si mi corazón ya está ocupado...

—¿De verdad lo está? Creí que habías superado a Adrien...

—Eh, quiero decir, sobretodo si mi corazón en estos momentos está tomándose un tiempo, sí, eso quería decir.

Rascó su nuca y mostró una sonrisa fingida tan solo para hacer su mentira más creíble, cosa que no funcionó para nada claramente, no podía engañar a Tikki.

—Creo que estás enamorada de alguien más, Marinette, solo que no quieres admitirlo.

—Solo son suposiciones tuyas, Tikki. ¿De quién podría estar enamorada?

—Bueeeeno...

...

Era de noche, Marinette daba vueltas en su cama, no podía conciliar el sueño, quería ver a alguien.

—¡Tikki, puntos fuera!

Se transformó y salió por su ventana, con destino a un único lugar; al balcón de la Bourgeois. Llegando, dudó entre irse, por alguna razón ahora estaba temerosa y no lo comprendía, pero no se iba a echar para atrás. Se acercó hasta su ventana y tocó dos veces, pudo observar como Chloé se levantaba de su cama y la miraba confundida, pero rápidamente abrió, dando permiso a que la heroína entrara a su cuarto.

—¿Ladybug? ¿estoy en peligro? No veo otra razón para que vengas a visitarme.

—No realmente, lamento si molesté tu sueño de belleza, aunque no lo necesitas.

Esa última frase la dijo en tono apenas audible, se arrepintió casi al instante de decir ese halago.

—Para nada, me alegra verte aquí, ven.

La guío a su cama, para sentarse a su lado, cosa que la peliazul hizo.

—Ladybug, quería disculparme por si la última vez que viniste te incomodé, no pretendía preguntar cosas personales.

—Chloé, no vine por tus disculpas.

—¿En serio? Entonces no veo otra razón.

—De hecho, quiero descubrir algo...

—¿Qué cosa?

Sin darle respuesta, acercó su mano lentamente hacia la de la rubia, aunque la suya estuviera cubierta por su traje, tocó suavemente la punta de los dedos de Chloé, la rubia no emitió palabra, pero tomó la valentía de entrelazar sus dedos, con ese gesto, Ladybug acercó más su cuerpo y colocó su cabeza en el hombro de Chloé, era demasiada la cercanía, tenían sus manos unidas y su respiración andaba en un mismo compás.

—Chloé...

—¿Sí?

—¿Puedes darme un beso?