Namjoon.

Haber visto a Tae me había llamado demasiado la atención, pero no podía alejarme de Jin sin saber que estaría bien, tampoco sin esperar a su madre que ya venía en camino. Jamás pense vivir esto, bueno, en el fondo sabia que alguna vez mis emociones colapsarian y todo lo reprimido saldria, pero nunca imagine que sucediera en esta circunstancia.

Mi mente estaba dividida; se que Jin jamás haría algo así para lastimarme, pero lo que vi era más fuerte.

- ¡Nam!. — Una voz femenina llamó a mi nombre.

- Señora Kim, ¿Qué está haciendo aquí?.

- ¿No te has enterado?. — Preguntó con sorpresa y los ojos se le comenzaron a llenar de lágrimas.

- ¿Qué pasa?, ¿Se encuentra bien?.

- Jungkook sufrió un accidente, está en esta clínica, pensé que sabías y por eso estabas aquí.

Me quedé en silencio y sentí el enojo acumularse. Respire hondo.

- No, no sabía, lo lamento mucho.

- Entonces, ¿Qué haces aquí, cariño?.

Quería decirle lo de Jin, pero eso la preocuparia más, aún así no sabía qué responderle.

- Nam, puedes decirme lo que sea.

- Lo sé, es que vine a hacerme un examen de sangre, ya sabe, los controles anuales, pero me perdí de dónde era y acabé acá.

- ¿Viste la hora?, no toman exámenes a esta hora, ¿Seguro que es eso?.

- ¿Aqui hay horario?, wow, en donde yo vivía, se podían realizar exámenes de 07:00 am a 19:00 pm. — Mentí, ojalá me creyera.

- ¿De verdad?, aquí deberían implementar eso, no suena mal.

- ¿Verdad?. — Reí nervioso.

- Bueno, ya que no están tomando exámenes, ¿Subimos a ver como sigue Jungkook?.

- La verdad es que estoy esperando a Jin, me pidió encontrarnos aquí, supongo que es por lo que usted menciona sobre Jungkook.

- Oh, entiendo, bueno, nos vemos arriba.

- ¿En qué piso está?.

- Onceavo piso, habitación 406.

- Gracias, nos vemos.

Ahora todo tenía sentido, por eso Tae estaba aquí, el problema es que nunca volvería a verlos a ellos, todos querían demasiado a Jin, ¿Y cómo no?, si era perfecto, cantaba de una forma maravillosa, su cutis siempre estaba limpio, se preocupaba por todos, cocinaba y nos llevaba a todos lados, era muy obvio que todos se pondrían de su lado, además creo que verlo después de lo que paso me destruiría más.

Segui esperando a que llegara la madre de Jin, estaba demasiado nervioso e impaciente cuando alguien me tocó el hombro.

- Mi niño... .— Sollozo una mujer. Sabía que debía darme la vuelta, pero no podía, comencé a respirar más entrecortadamente y las lágrimas amenazaron con salir. — Namjoon, ¿Qué ha pasado?. — Seguía sin mirarla, cerre los ojos con fuerza, intentando reprimir toda emoción. Sin embargo ella se puso frente a mi y me tomó ambas manos. — ¿Qué le pasó a Jinnie?.

En el momento en el cual escuche que lo llamo "Jinnie", toda mi defensa se quebró y mi mente se fue hacia el momento exacto donde le puse ese apodo de cariño.

*Primavera, hace un año*.

- ¿Por qué siempre mi apodo debe ser "Worldwide Handsome", quiero decir, ya se que soy hermoso, pero me gustaría algo más como... cálido, no se si me explico bien.

- Vamos Jin, sabes que eres alguien que fue esculpido por los dioses. — El río fuertemente.

- Bueno sí, pero aún así quisiera algo tierno y que solo alguien especial me lo diga.

- ¿Qué te parece "Jinnie"?. — Lo miré expectante a su reacción. Él sonrió ligeramente y suspirando me respondió.

- Me agrada muchísimo, ¿Me dirás siempre así?.

- No siempre, si lo dijera muchas veces, perdería el sentido, lo diré en situaciones importantes y también cuando menos lo esperes.

- ¿Lo prometes?. — Preguntó mirándome fijamente. Yo me acerqué a sus labios.

- Lo prometo. — Afirme besándolo.

*Actualidad*.

Comencé a llorar y mirando el suelo dije lo que había pensado hace unas horas.

- Lastime sin querer a Jin y me fui, luego al volver estaba demasiado débil y había vomitado, así que lo traje aquí y está en un box, gracias por todo, por hacerme sentir parte de la familia, lo lamento demasiado, en serio, perdón.

Sin dejar que me respondiera salí corriendo de ese lugar. Ya no aguantaba más.

*Actualmente*.

Jin.

Transcurrieron 2 semanas, 2 semanas en las cuales Namjoon no respondía mis llamadas. Tae tampoco lo había visto, mi madre me comentó que lamentaba mucho haberme hecho daño, pero el real daño estaba haciéndolo ahora, ¿Me había dejado para siempre?, ¿Volvería?.

- ¿Alguna noticia?. — Preguntó Tae saliendo de la habitación de Jungkook y sentándose a mi lado.

- No, ¿Y de Jungkook?. — El suspiro y negó con la cabeza. — ¿Aún no recuerda?.

- Pocas cosas, ha empezado a preguntar por su mamá y yo evado la respuesta.

- Debes decirle, es horrible cuando te ocultan la verdad.

- Pero no está en condiciones para volver a sentir esa pérdida.

- Nadie nunca está listo para perder a alguien, tampoco para las malas noticias, pero al fin y al cabo, cuando comience a reflexionar, odiara que le hayas mentido o no le hayas dicho, incluso, le dolerá más que se lo hayas ocultado.

- ¿Cómo Jin?, ¿Cómo le digo?, "Hey Jungkookie, tu madre no vendrá, porque está muerta, ¿Cómo murió?, pues verás, tu padre la asesinó frente a ti". Dime, ¿Cómo lo digo?.

- ¿Mi mamá está muerta?. — Ambos nos giramos y lo vimos de pie en el umbral. — Debes estar mintiendo, ni siquiera nos conocemos bien. Lo dices para lastimarme.

- Jungkook, escucha. — Dije acercándome lentamente a él.

- Solo quieren hacerme daño, déjenme.

- Amor, Jungkookie... — Susurro Tae.

- ¡Déjenme!.

Jimin.

- Jimin, espera, vamos, no seas asi. — Yoongi me seguía, pero yo no quería hablar con él. — Jimin, escuchame.

- ¡¿Qué?!, ¡¿Qué mierda quieres?!. — Grité molesto.

- Quiero que me escuches un maldito segundo.

- ¿Qué?, ¿Vas a explicarme el por qué me mentiste durante 2 semanas? o, ¿Vas a disculparte por darle mis datos a Yang Mi?.

- Primero, yo no he hablado con esa drogadicta y segundo, es porque si te hubiera dicho lo de ese día hubieras ido al hospital y todo lo que le querias decir no habría valido la pena.

- ¿Por qué dices que no habría valido la pena?, es más, ¿Por qué debería creerte?

- Jungkook no recuerda nada, ¿Crees que te recordaría si le hubieras dicho algo?.

- No te creo nada Min Yoongi. — Dije empujandolo.

- ¿Estas enamorado de ese niño?, porque no encuentro otra respuesta al por qué lo defiendes con tanto enojo.

- Lo odio, tu lo sabes, pero lo necesito de mi lado para poder vengarme de Kim Taehyung.

- Aún así no ganarás nada con el estado en el que está.

- Tu no quieres que siga adelante el plan, por eso me mantuviste con mentiras durante 2 semanas.

- ¡Joder Jimin!, ¿Desde cuando no me crees?.

-Es verdad. — Afirmó Hoseok acercándose a nosotros.

- ¿Qué?.

- El otro dia escuche a Taehyung llorar y contarle a su amigo que Jungkook no recuerda nada y que así fue desde que despertó.

- Entonces tu tambien sabias, ¿No Hoseok?.

- Estoy de acuerdo con Yoongi, tu impaciencia puede ser el fin.

- No si podemos aprovechar este momento.

Ambos me miraron y sonreí.

- Iré al hospital, nos vemos en mi casa a las 21:00 pm.

Me fui rápidamente, sin duda esta situación estaba a mi favor.

Al llegar al hospital pregunté en recepción en qué habitación se encontraba Jeon Jungkook.

- Onceavo piso, habitación 406, a mano derecha.

- Gracias señorita.

Tome el ascensor y seguí las indicaciones, pude ver a los 3 hablando y a Jungkook gritando.

- ¡Déjenme!.

- Jungkoo...

- ¡Hey!, ustedes dos, fuera de aquí y dejenlo en paz. — Ordené interrumpiendo.

- ¿Quién te crees dándome esas órdenes?. — Me dijo Tae mirándome fijamente.

- Jungkook, mirame, vengo a ayudarte. — Le sonreí levemente, esperando que él confiara en aquellas palabras.

- ¿Sabes dónde está mi mamá?.

- Si, pero sólo puedo ayudarte si ellos se van, ellos no quieren que la encuentres.

- ¡¿Qué mierda dices?!, Jungkook tu madre está muerta, la mató tu padre. — Soltó Tae.

- Agh.

Jungkook se quejó y tocando su cabeza se afirmó del umbral de la puerta.

- Jungkook. — Dijimos al unísono.

Observe cómo lo miraban preocupados y decidí que era mi oportunidad, los empuje con todas mis fuerzas y tomando del brazo a Jungkook, nos encerré en su habitación.

- ¿Estás bien?. — Tome su rostro para que me mirara.

- Me... me duele, de... déjame. — Respondió con una mueca de dolor.

- No puedo dejarte, ven, te ayudare a recostarte.

- Puedo solo, sólo... sólo dime, ¿Dónde está mi mamá?.

- Temo que tenían razón, ella murió y tu tuviste un accidente.

- Me mentiste, eres... eres como ellos.

- No, no soy como ellos, te conozco, soy tu novio Jungkook.

- ¿Qué?, agh, no... no puede ser.

Lo tomé de la cintura atrayéndolo hacia mí y lo abrace. Su cuerpo temblaba y olía a hospital, aún así no me importaba.

- Te quiero Jungkook. — Le susurre en el oído.

- Ni siquiera sé tu nombre.

Lo mire a los ojos y en ese momento sentí un ligero remordimiento, su mirada estaba llena de dolor y tristeza, su mirada parecía gritar ayuda.

- Soy Jimin. Park Jimin.

- ¡Seguridad, abra la puerta o entraremos a la fuerza!. . — Gritaron afuera en un tono amenazante.

- ¿Qué, qué es eso?.

- Tranquilo, ve a recostarte.

- ¡No volveré a repetirlo!. — Dijo un hombre golpeando la puerta.

Escuche cómo digitaban un código y sin pensarlo mire a Jungkook.

- Lo siento.

- ¿Por...?.

Sin dejarlo terminar la frase, lo empuje contra la pared para que se golpeara la cabeza. Al impactar se quejó y cayó al suelo, me acerqué a él, pero él comenzó a resistirse.

- Lo siento. — Le tape la nariz y la boca, me estaba sintiendo terrible, un maldito homicida. De a poco comenzó a dejar de moverse y cuando su cuerpo se relajo fue que entraron los de seguridad, seguidos por personal médico y los otros dos. — Por favor, ayuda, se golpeó la cabeza y no despierta.